¿Cuál es la siniestra triple corona que
Venezuela se puede ganar?
Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr
Según la AN, la inflación de octubre fue de 23,8 %, la interanual entre
octubre de 2019 y 2020 fue de 3.332 %, y la inflación acumulada en lo que va de
año llegó a 1.798,57 %.
El impacto del Covid-19 agrava el colapso económico originado por la inseguridad jurídica y las malas políticas del gobierno. La contracción global afectó la demanda de petróleo y materias primas que Venezuela exporta para generar divisas. Y el bloqueo fue el golpe de gracia a una economía moribunda. Según datos del Banco Mundial, en 2013 el PIB venezolano era de $ 438.384 millones y para 2020 se habrá reducido a $ solo 48.610 millones, para una contracción acumulada de 81,2% en siete años. Esto también golpea los ingresos fiscales de un gobierno que se sigue financiando con emisiones de dinero sin respaldo para poder sostener empresas públicas deficitarias que no facturan ni para pagar la nómina.
A medida que se contrae el tamaño de la economía, la relación deuda/PBI aumenta. Venezuela debe mucho pero cada vez produce menos. No tiene capacidad de pago y por eso los bonos venezolanos se rematan a menos del 20 % de su valor nominal. Nadie en su sano juicio quiere tener deuda venezolana en su portafolio.
A lo largo de 2020 la actividad económica cayó incesantemente mientras que la liquidez monetaria siguió subiendo. Esto significa que hay mucho dinero persiguiendo pocos bienes y esto dispara aún más los precios. Para el momento de hacer este análisis, según la tasa de cambio oficial del BCV, un dólar cuesta 646.322,88 bolívares. La moneda nacional perdió su poder de compra y nadie quiere que le paguen en bolívares.
En su informe Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI estima que el PIB de Venezuela acumulará una nueva caída de 25 % en 2020, la inflación llegará a 6.500% y el desempleo a 54,4%. En 2020 Venezuela puede alcanzar la siniestra triple corona de ser el país con mayor caída del PIB, mayor hiperinflación y mayor tasa de desempleo del mundo.
Este coctel de caída
del PIB, inflación y desempleo ha empobrecido aceleradamente a la población.
Según la encuesta ENCOVI, 79,3 % de las familias venezolanas vive en condición
de pobreza y sus ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades básicas y
esenciales.
La crisis económica
venezolana es la mayor de Latinoamérica en toda su historia y una de las diez
mayores a nivel mundial. Pero por muy espeluznantes que luzcan estas cifras, ninguna
logra expresar con toda su crudeza la terrible tragedia humana que representan más
de cinco millones de venezolanos que han migrado huyendo del desempleo, el
hambre, la persecución política y la inseguridad.
¡Venezuela tiene que cambiar!
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