viernes, 24 de noviembre de 2017
martes, 14 de noviembre de 2017
jueves, 2 de noviembre de 2017
Especialistas buscan crear programa para reactivar la economía del país (PARTE 2/2)
Especialistas
buscan crear programa para reactivar la economía del país (PARTE 2/2)
Especialistas buscan crear programa para reactivar la economía del país 1/2
Especialistas buscan crear
programa para reactivar la economía del país 1/2
miércoles, 25 de octubre de 2017
jueves, 28 de septiembre de 2017
Entrevista 28 de septiembre periódico TAL CUAL “Este no es un modelo económico sino de expoliación”
Entrevista 28 de septiembre periódico TAL CUAL “Este no es un modelo económico sino
de expoliación”
jueves, 14 de septiembre de 2017
¿Cuáles serían las consecuencias de las sanciones contra el gobierno?
El presidente de EE.UU.
amenazó conque: "Si el régimen de
Maduro impone la Asamblea Constituyente, Estados Unidos tomará medidas
económicas fuertes y rápidas (…) y no se quedará mirando cómo Venezuela se
desmorona". Si
se instala la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y ésta comienza por
disolver la Asamblea Nacional (AN) e intervenir la Fiscalía General de la
República (FGR), el gobierno de Donald Trump seguramente cumplirá su amenaza y escalará
las sanciones en contra de altos funcionarios del Estado venezolano, de la
economía nacional y del sistema financiero público. Estas sanciones las
aplicará gradualmente, comenzará con castigos individuales, luego prohibirá las
transacciones comerciales y financieras y, finalmente, suspenderá la compra de
petróleo venezolano.
De hecho, un día después que el
gobierno de Maduro celebró la elección de la cuestionada ANC, la Oficina de
Control de Bienes Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) designó (léase sancionó)
al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. El Secretario del Tesoro, Steven
Mnuchin, argumentó que "Las
elecciones ilegítimas confirman que Maduro es un dictador que ignora la
voluntad del pueblo venezolano".
Días antes, trece altos funcionarios venezolanos fueron
sancionados por el Departamento del Tesoro de EE.UU.
En esa ocasión se trató de miembros actuales o ex funcionarios del gobierno,
los cuales fueron clasificados en tres categorías:
·
Por
debilitar la democracia y los derechos humanos: Tibisay Lucena,
Elías Jaua, Tarek William Saab e Iris Varela.
·
Responsables
de violencia y represión: Néstor Reverol, Carlos Pérez Ampueda, Sergio José
Rivero, Jesús Suarez Chourio y Franklin García Duque.
·
Por
corrupción: Rocco Albisinni, Alejandro Fleming, Simón Zerpa y Carlos
Malpica Flores
Ya en
mayo, el Departamento del Tesoro de EE.UU. había congelado
los activos en territorio estadounidense de ocho miembros del Tribunal Supremo
de Justicia (TSJ), al acusarlos de ser responsables de una serie de sentencias
que usurparon la autoridad de la AN, razón por la cual se le prohibió a los
ciudadanos estadounidenses participar en cualquier negocio o transacción
financiera con ellos.
En consecuencia, todos los activos ubicados en la
jurisdicción de los EE.UU. pertenecientes a los funcionarios sancionados quedan
congelados y se prohíbe a los ciudadanos estadounidenses hacer negocios con ellos.
Vale saber que cada vez que la OFAC ejecuta estas sanciones, la lista de
personas sancionadas es distribuida a todos los bancos e instituciones
financieras que tienen operaciones en Estados Unidos, y si se descubre que
éstas mantienen algún tipo de relación con las personas o activos designados
podrían estar sujetas a sanciones como multas o incluso prisión en EE.UU.
Consecuencias
de las sanciones
Estados Unidos es el principal socio comercial de
Venezuela. El comercio bilateral totalizó $ 22.9 millardos en 2016. EE.UU.
exportó a Venezuela $ 11.2 millardos e importó $ 11.7 millardos. Las ventas de
EE.UU se concentraron en combustibles ($1.7 millardos), maquinarias ($ 868
millones), químicos ($ 312 millones) y maquinaria eléctrica ($ 289 millones).
Las importaciones de alimentos desde EE.UU. giran en torno a los $ 750 millones
e incluyen maíz ($ 394 millones), soya
($132 millones), trigo ($ 98 millones), arroz ($ 84 millones) y aceite de soya
($ 41 millones). En 2016, las inversiones directas de EE.UU. en Venezuela
fueron de $ 9.1 millardos, 20% menos en comparación con 2014. Las inversiones
de Venezuela en EE.UU. totalizaron $ 4.2 millardos, concentradas en Pdvsa.
Estas sanciones se traducen en limitaciones
a firmas estadounidenses como Chevron, Halliburton, Weatherford, etc. a la hora
de hacer negocios con PDVSA, cuestión que afectará la extracción de crudos y la
recuperación de la compañía. La sanción puede incluir la prohibición para vender
gasolina y los diluyentes que Pdvsa necesita para mejorar los crudos pesados de
la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO). Pdvsa compra a proveedores de EE.UU.
200.000 barriles por día de diluyentes para mezclarlos y mejorar el crudo
pesado venezolano.
También el gobierno de Trump podría
prohibir las exportaciones de crudo venezolano a los EE.UU. que están entre 700-800
mil bpd, equivalente al 49% de los barriles que generan liquidez. EE.UU. es
prácticamente el único cliente que le paga en efectivo a Pdvsa, por lo que esta
sanción provocaría que Venezuela deje de recibir el 75% de sus petrodólares. En
tales circunstancias, es previsible que se agrave la escasez de divisas y se desquicie
aún más el dólar paralelo.
EE.UU. tiene planificado reducir
sus reservas estratégicas de 680 millones de barriles a 500 millones, por lo
que la suspensión de las compras a Pdvsa le permitiría reducir 125 millones de
barriles. Si EE.UU. deja de comprar la cuota petrolera venezolana, no hay
cliente en el mercado internacional que pueda absorber inmediatamente esa
cantidad de crudo. Conseguir un nuevo mercado para el petróleo pesado es muy
difícil, toda vez que se trata de crudos
con alto nivel sulfúrico que solo procesan refinerías especiales. La suspensión
de la compra de petróleo sería un golpe de gracia en el flujo de caja de Pdvsa
que colapsaría sus operaciones logísticas, comerciales y financieras.
Al perder el 75% de su caja, la
empresa no podría honrar sus pagos de deuda externa, sobre todo en
octubre/noviembre cuando tiene vencimientos de capital. El 49,9% de Citgo está comprometido
por la deuda con Rosfnet y esta garantía
sería ejecutada. El otro 51 % es la garantía que se ofreció a los acreedores
que participaron en el canje del bono 2017 por el bono 2020.
Incluso, el flujo de caja quedaría
en peligro, toda vez que los acreedores tratarán de bloquear el despacho de
petróleo y exigirlo como pago de su deuda. Si Pdvsa cae en default, los
acreedores embargarían los tanqueros de Pdvsa, las cuentas de la compañía en el
sistema financiero internacional y las facturas por cobrar a los compradores del
petróleo venezolano.
Al gobierno se le agota el margen de maniobra
Con esta presión, el gobierno de
los EE.UU.
y la comunidad internacional buscarán que la ANC se auto-disuelva para llamar a
un Gobierno de Transición. Las sanciones agravarán la crisis humanitaria y acelerarán el deterioro
de la precaria base de apoyo social que le queda al gobierno. Aun cuando las
sanciones económicas y comerciales sean utilizadas como una excusa del gobierno
para atizar su retórica antiimperialista y acusar de traidores a la patria a quienes no se cuadren con Maduro en su
enfrentamiento con Trump, lo cierto es que la escasez de alimentos y medicinas viene
de mucho antes.
Si la ANC se instala
y comienza a sesionar, la Oposición mantendrá las protestas en la calle, la
dirigencia será desbordada por la insurrección popular, el caos y la anarquía
cundirán por todo el territorio nacional y esto desembocará en un golpe
militar. Pero si el gobierno se sienta a negociar, tendrá que acordar la coexistencia
de la ANC con la AN, liberar los presos políticos, activar el canal humanitario
y anunciar un cronograma electoral.
En este escenario, la
MUD se divide toda vez que AD, PJ, UNT y AP deciden participar en las
elecciones de gobernadores y alcaldes. Estallan escándalos que revelan el financiamiento
ilegal a dirigentes de la Oposición y se filtra información sobre los contratos
y dádivas que han recibido del Gobierno. Para silenciar el escándalo, los
factores de la Oposición involucrados colaboran con el Gobierno, cuestión que acentúa
el resquebrajamiento interno de la MUD. El Gobierno de Nicolás Maduro aprovecha la
división y, aunque en las elecciones regionales la correlación de fuerzas
cambia a favor de la Oposición, el oficialismo evita ser barrido y logra
preservar buena parte de las gobernaciones y alcaldías como plataforma para su
sobrevivencia y reconstrucción.
Sin lugar a dudas, las sanciones
comerciales provocarían una caída en la extracción y exportación de petróleo,
cuestión que afectaría las exportaciones venezolanas, colapsaría el ingreso en
divisas y llevaría a Pdvsa a caer en un default de su deuda externa. Sin una
renegociación pactada de la deuda externa, Venezuela caerá en un default
desordenado y caótico. La economía venezolana se hundirá en una recesión mucho más
profunda y se desataría una escalada inflacionaria que empobrecería aún más a
la población.
La superación de la crisis política solo será
posible si se aíslan los factores extremistas del Oficialismo y la Oposición
que apuestan a exterminar a su rival. El reencuentro y la reconciliación
nacional solo será posible si los factores en pugna deciden cooperar y
complementarse para superar la crisis política, reactivar la economía y desactivar la bomba
de tiempo social. Una vez estabilizado el país, se convocarían elecciones
generales para que el nuevo gobierno electo en las urnas reciba un país
gobernable.
¿Por qué se desquicia el dólar paralelo?
El
dólar paralelo se calcula con base en los bolívares que hay que entregar por la
cantidad de pesos que se necesitan para comprar un dólar en Cúcuta. El alza del
paralelo se debe a un explosivo coctel que mezcla la escasez de alimentos y
medicinas, el desmesurado crecimiento de la liquidez monetaria, las pésimas
expectativas sobre la inflación y el reciente éxodo de venezolanos que cruzan la
frontera con bolívares y se apresuran a cambiarlos por pesos para comprar lo
necesario para sobrevivir. Esta combinación pulveriza el valor del bolívar,
razón por la cual cada vez se necesita una mayor cantidad de la moneda nacional
para comprar los pesos que luego se cambian por un dólar en Cúcuta.
Las subastas
del Dicom no han servido para frenar el paralelo. Las bandas se fijan
arbitrariamente por debajo del precio que iguala la oferta y la demanda y esto
estimula una mayor demanda que, al quedar insatisfecha, sube el precio del paralelo.
Al asignar el mayor porcentaje del menguado ingreso petrolero a la tasa Dipro,
en lugar de venderlo todo a la tasa Dicom, quedan muy pocas divisas para
alimentar las subastas. Así, la demanda sobrepasa a la oferta y tiende a elevar
el precio de equilibrio. Y al rezagarse la tasa Dicom en comparación con el paralelo,
las subastas no terminan de incentivar la oferta privada, la cual se siente más
atraída por el precio que paga el manipulado y poco transparente mercado
paralelo.
La
coexistencia de varios precios de la divisa estimula la especulación cambiaria.
Mientras
coexistan Dipro, Dicom y el paralelo, se mantendrán los incentivos perversos
para la especulación cambiaria. Al no
unificar el régimen de cambios múltiples, el Dicom no será un régimen de
subasta clásico, con creciente oferta del sector privado, sino una limitada
venta de petrodivisas con un tipo de cambio que no se podrá mantener y tenderá
a depreciarse de manera continua.
La
tasa paralela no es una cotización real porque no expresa la productividad y
competitividad de la economía. Su desquicie es la consecuencia inevitable del
abandono de la política cambiaria y monetaria. EL BCV no ha utilizado la tasa
interés para drenar el exceso de circulante que se dirige a la compra de
dólares. El mal manejo del encaje legal y de las tasas de interés que el BCV
fija a los bancos, también ha contribuido al comportamiento errático del
paralelo. El desbordamiento de los agregados monetarios atiza las bruscas
oscilaciones del paralelo. La base monetaria ha aumentado entre julio 2016 y julio
2017 de 5 billones a 22 billones de bolívares, fundamentalmente para financiar
el déficit de Pdvsa y el Gobierno.
De hecho, en los días
previos a la elección de la ANC, Pdvsa pagó con bolívares deudas en dólares que
tenía con contratistas y proveedores. Para proteger su poder de compra, estos
corrieron al mercado paralelo a convertir semejante masa de bolívares en
divisas. Por supuesto, la tasa de cambio no oficial estalló y trepó hasta
18.982,93 Bs/$, para caer en los días siguientes en torno a los 10.000 Bs/$ y
volver a subir hasta los 16.256 Bs/$ a los que se cotiza al momento de escribir
este artículo. Estas bruscas oscilaciones revelan claramente la naturaleza
especulativa del dólar paralelo. Quienes vendieron cara la restringida ofertada
de divisas, luego tumban el precio para comprar barato lo que luego vuelven a
vender caro.
Son muy pocos los
agentes económicos que ofertan divisas en el paralelo, mientras sigue siendo
desmesurada la cantidad de bolívares que se le inyecta a la economía. Así, en
cuestión de días los especuladores cambiarios acumulan millardarias ganancias
al precio de desquiciar la formación de precios y la dinámica de los mercados. El desequilibrio
entre oferta y demanda de dólares dispara el paralelo a niveles tales que
ningún comerciante está en capacidad de ajustar los precios a la velocidad con
la que se mueve el dólar paralelo, que es la tasa de cambio a la que reponen
los inventarios y calculan los precios de venta. Y si lo hiciera, los precios
serían tan exorbitantes que liquidaría su mercado y se quedaría sin clientela,
que es justamente lo que viene ocurriendo.
Esta
volatilidad del dólar paralelo se prolongará mientras no se despeje la
incertidumbre económica, política y social. La emisión de dinero creció más de
300 %, mientras que el PIB continúa en una prolongada contracción. Y mucha plata
detrás de pocos bienes agrava la inflación, razón por la cual las personas y
empresas corren a protegerse en el dólar paralelo. Las tensiones políticas se
agudizan, las presiones internacionales a raíz de la elección de la ANC se
multiplican y hasta comienzan a sonar amenazas de intervención extranjera,
incluyendo la militar. El empobrecimiento generalizado y la posibilidad de un
estallido social contribuyen a este ambiente de incertidumbre que atiza la
migración de miles de venezolanos que venden en sus casas, vehículos y demás
activos en dólares, y quien los compra tiene que comprarlos en el mercado
paralelo, lo cual representa una permanente presión al alza del precio no
oficial de la divisa.
Por si fuera poco, la amenaza de un embargo a las compras de
petróleo, la escasez de divisas y el riesgo de caer en un default, crean
incertidumbre y temor en las empresas y agentes económicos que necesitan
divisas para operar. Al acercarse los pagos de la deuda, las
subastas del Dicom tienen los días contados. Las posibilidades de adquirir
divisas a un tercio de lo que cobra el paralelo, sencillamente desaparecerán. El
gobierno priorizará los pagos de la deuda externa y recortará la oferta de
petrodólares en las subastas. Es previsible,
entonces, que estas subastas apenas duren un par de meses más, y esta demanda
se trasladará nuevamente al mercado no oficial, presionando así nuevas alzas
del dólar paralelo
Venezuela necesita un Gobierno de Coalición
La amenaza de Washington de
suspender la compra de 700 mil barriles diarios de petróleo y la cercanía de
los próximos pagos de la deuda externa se conjugan para presionar al gobierno a
replantear el diálogo político con miras a suspender o disolver la ANC y así
poder conjurar el inminente colapso que se le avecina. La pérdida del mercado
estadounidense aceleraría la implosión del gobierno al no contar con los $ 5
millardos que necesita para pagar los vencimientos de deuda externa previstos
para el último trimestre del año. Si esto sucede, los acreedores demandarían a Pdvsa
cuyos tanqueros y cuentas en el exterior serían embargados, cuestión que
afectaría las operaciones de la compañía y haría más difícil la obtención de
financiamiento externo, incluso en países como China, Rusia e Irán.
¿Qué pasa si Maduro suspende la ANC?
La ANC no le dará a Nicolás Maduro
ningún poder adicional al que ya tiene como Presidente de la República. Todo lo
contrario. Al ser un supra poder, los poderes constituidos no podrán en forma
alguna impedir las decisiones de la ANC, la cual no solo terminará de desalojar
a la AN del Hemiciclo, sino que también destituirá a la FGR, terminará de
encarcelar a los magistrados del TSJ recientemente electos, así como a los
dirigentes de la Oposición que han liderado las protestas. Y hasta el propio
Nicolás Maduro quedaría desplazado por la todopoderosa ANC, toda vez que quien
la presida será, de hecho, el nuevo Presidente de la República.
Ante la amenaza de una ANC
dominada por su archirrival interno, que aún no se repone de no haber sido el
escogido como sucesor del Comandante Supremo, Maduro puede en el último minuto suspender
la elección de los constituyentes. Su esperanza de vida como Presidente de la
República es mayor si cancela la ANC con el argumento de lograr el reencuentro,
la reconciliación y la paz nacional. Si bien ello se traduciría en una clara derrota
política frente a sus adversarios de la Oposición, abortaría la intriga interna
de quienes pretenden desplazarlo del poder a través del control de la ANC.
El sectarismo y el fanatismo
Lo
peor para un país es estar liderado por una dirigencia política fanática,
incapaz de darse cuenta del destino trágico al que están llevando a Venezuela,
por culpa de su ceguera y tozudez. El sectarismo y el fanatismo han enfermado a
buena parte de la dirigencia política del país que sufre de graves distorsiones
cognitivas y los convierten en personas delirantes, incapaces de reflexionar
para deponer actitudes intransigentes, que impiden que el país encuentre
solución a la crisis.
Tal es la gravedad de la
distorsión cognitiva que proponen una constituyente democrática pero la
convocan sin consultar a la soberanía popular a través del voto universal,
libre, directo y secreto. Presentan la ANC como un mecanismo para el diálogo
y la paz, pero sentencian que meterán en prisión a los líderes de la oposición,
la Fiscal de la República y los nuevos magistrados electos por la AN. Convocan
una constituyente para la paz y simultáneamente lanzan la amenaza de defender
con las armas lo que no logren con los votos. Aseguran que con la ANC derrotarán la guerra
económica para reactivar la producción de alimentos, pero amenazan que no
entregarán la bolsa Clap a los que no voten el 30 de julio. Reprimen
brutalmente las protestas sin reparar en el inconmensurable costo
de vidas humanas y daños materiales, que es lo que final y tardíamente lleva a
los pueblos a tomar consciencia de que por mucho tiempo estuvieron siguiendo a
sectarios y fanáticos, y no a verdaderos líderes.
Para aferrarse al poder, el oficialismo
operó como una secta articulada capaz de colonizar los espacios de poder e instituciones
que eventualmente pudiera perder. Así fue como creó una alcaldía paralela
cuando perdió la Alcaldía Mayor, creó gobernaciones paralelas cada vez que
perdía una elección, y vació de funciones a la AN a la cual ahora pretende
terminar de lapidar con la convocatoria a una ANC fraudulenta.
Para someter los poderes públicos
a la arbitrariedad de sus designios, el gobierno, colonizó el CNE, el TSJ, la
CGR y la DP con ex diputados, ex ministros, ex gobernadores y fichas del PSUV,
sin ninguna trayectoria de independencia e imparcialidad. Ubicó en esas
instituciones públicas a operadores de la secta, capaces de guardar obediencia
absoluta a la voluntad del jefe, donde cualquier crítica es considerada como un
acto de indisciplina, insubordinación y traición.
Así, la secta fue degenerando en una especie de mafia a la
que se puede entrar, pero de la que no se puede salir. Quien lo hace es considerado
un traidor que suele ser perseguido, calumniado y hasta encarcelado. Por eso,
la secta termina conformada por fanáticos con los cuales no se puede dialogar,
negociar ni mucho menos llegar a acuerdos.
Definitivamente, el
fanatismo es una enfermedad cuyas consecuencias no las sufre quien la padece,
sino la sociedad entera que paga el alto costo de la crisis política, económica
y social. El fanatismo político se expresa en un pensamiento rígido que no es
capaz de recapacitar, a pesar de que la realidad le diga todo lo contrario de
lo que afirma y profesa. Fanfarronean con una épica de hazañas y heroicidades,
hablan de estar dispuestos a hacer los más grandes sacrificios por la patria y
el pueblo, pero llevan una vida ostentosa, muy alejada del padecer y sufrir de
las grandes mayorías. Por eso, los fanáticos no tienen autoridad moral y no
pueden ser líderes de ningún proceso de cambio y transformación.
Un Gobierno de Coalición
Para detener la degeneración
dictatorial del régimen hay que comprender y aprovechar las divisiones internas
del oficialismo. Las fuerzas democráticas van mucho más allá de la MUD e
incluyen a los factores del chavismo crítico y a los despolarizados. El bloqueo
estadounidense al petróleo venezolano y la inminencia de una intervención
militar, le permitiría al Gobierno recuperar el apoyo del chavismo crítico. Si
la nomenklatura oficialista cierra filas con la cúpula de la FANB, recuperar la
dinámica electoral y democrática en Venezuela llevará mucho más tiempo. Por lo
tanto, de cara a propiciar un clima de entendimiento nacional que abra paso a
nuevas alianzas, no se trata simplemente de dividir al adversario sino de saber
unirse con estos factores que también defienden la Constitución de 1999.
El Gobierno solo cederá espacios
de poder si un sector importante dentro del chavismo y FANB plantea con firmeza
la necesidad de un Gobierno de Coalición para evitar que se agrave la espiral
de violencia, con su estela de odio y venganza que luego será muy difícil de
contener. Este cruento escenario ahogaría en sangre al país. Evitar este
desenlace exige que el Oficialismo y la Oposición se abran a la posibilidad de
formar un Gobierno de Coalición para salvar la paz.
Las sanciones de Washington a funcionarios
del gobierno venezolano y el consiguiente riesgo de extradición atemorizan a la
nomenklatura oficialista. Ésta solo cederá espacios de poder si se les garantiza
que no se desate una cacería de brujas en su contra. Se miran en el espejo de
Nicolás Ceausesco y de Muamar Gadafi y les aterra pensar que puedan ser
víctimas de los linchamientos criminales que suelen cometer quienes se toman la
justicia por su propia mano.
De allí que el planteamiento de
un Gobierno de Coalición vendrá acompañado de la exigencia de garantías mínimas
por parte de los actuales gobernantes. No es fácil esta concesión, sobre todo
cuando sobre las principales figuras del régimen pesan acusaciones por
narcotráfico, tráfico de armas, corrupción, lavado de dinero, violación de derechos
humanos y delitos de lesa humanidad. Pero mientras se recupera la autonomía de
los poderes públicos y se fortalece el marco legal e institucional del país,
esta tregua será necesaria para detener la espiral de violencia y alejar al
país de la amenaza de una guerra civil.
Para el gobierno ya no hay más
tiempo, se agotó su margen de maniobra. Esto abre vías para la construcción de
un acuerdo básico entre los moderados del PSUV y de la MUD, sobre todo cuando ninguna
de estas fuerzas cuenta con el liderazgo para controlar la protesta social que se
ha desbordado y no responde ya a los lineamientos de la dirigencia política. Un
llamado unilateral a enfriar la calle está asociado a un alto riesgo político
que no quieren pagar nuevamente quienes ya fueron burlados en la primera
convocatoria del diálogo.
El llamado a un Gobierno de Coalición
permitirá crear una amplia coalición entre factores moderados del oficialismo,
la oposición, el chavismo crítico y los despolarizados para que lideren juntos el
reencuentro y la reconciliación nacional. Con este propósito, los moderados han
venido dialogando sin hacer mucho ruido ni desatar férreas resistencias en los extremistas
que consideran el diálogo como una traición. Pero solo el cumplimiento del
gobierno con la agenda que quedó pendiente podrá darle credibilidad a una nueva
etapa del proceso de diálogo.
Un pacto de gobernabilidad para la
reconciliación nacional requiere grandeza humana, elevación espiritual y
capacidad de perdón. Para que el país se reencuentre y reconcilie, los
interlocutores de ambos lados tienen que ser otros muy distintos a los que se
odian y no pueden verse ni en pintura. Un esfuerzo semejante, llamado a
conjurar la amenaza de una guerra civil, no puede ser liderado por tramposos y resentidos,
gobernados por el odio y afán de venganza. Esta es la clave para impulsar un
Gobierno de Coalición en el que las fuerzas en pugna, en lugar de apostar a
exterminarse, más bien se complementen para superar la crisis política,
reactivar la economía y desactivar la bomba de tiempo social, de tal forma que
un nuevo gobierno electo en las urnas reciba un país gobernable.
lunes, 26 de junio de 2017
Entrevista en Criterios con Germán Ferrer 25.06.17
viernes, 23 de junio de 2017
TalCual Debates: Víctor Álvarez / Economista 3 de 3
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TalCual Debates: Víctor Álvarez / Economista 2 de 3
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TalCual Debates: Víctor Álvarez / Economista 1 de 3
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lunes, 29 de mayo de 2017
Lo que puede desencadenar una Constituyente anticonstitucional
Cada vez es más amplia y variada la gama de voces
del oficialismo, titulares de los poderes públicos, ex constituyentes y
diputados que se desmarcan del Gobierno a raíz de la propuesta
presidencial de convocar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin
consultar al pueblo.
Las voces críticas se multiplican
ante el anuncio de unas bases comiciales en las que tampoco se contempla
someter a consideración del soberano la Carta Magna que sustituirá a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), la cual fue aprobada por referendo popular en 1999.
Por si fuera poco, los términos de la representación territorial
anunciados -al imponer un constituyente por municipio, en lugar de uno
por cada cierto número de habitantes o electores-, atenta contra la
representación proporcional del pueblo en la ANC. Al establecer un diputado por municipio sin tomar en cuenta el número de habitantes,
se sobreestima la representación de los municipios con baja densidad
poblacional y se subestima la representación ciudadana en los municipios
con mayor número de habitantes.
Los partidos de la MUD que han denunciado como fraudulenta y anticonstitucional esta convocatoria, se estarían desdiciendo si finalmente postulan candidatos a la ANC.
Para los militantes y activistas más radicales que no quieren abandonar
la calle hasta que se convoquen unas elecciones generales, participar
en la ANC significaría hacerle el juego al Gobierno interesado en ganar tiempo y en terminar de fracturar la coalición opositora. Los
factores moderados de la Oposición plantean que -de abstenerse a
participar en la ANC-, se estaría repitiendo el mismo error que se
cometió en las Parlamentarias de 2005, cuando la abstención de la Oposición le entregó el control total y absoluto de la Asamblea Nacional (AN) al Gobierno.
Los desenlaces de una Constituyente anticonstitucional se modifican
en dependencia de las tendencias radicales o moderadas que finalmente se
impongan. Analicemos algunos de los escenarios más probables:
Escenario 1: Se imponen los radicales
Los radicales no están solo en el Gobierno que intenta imponer una ANC hecha a su medida. También se encuentran en la MUD
que -a pesar de la abrumadora mayoría que las encuestas le atribuyen-,
calcula que podría perder este respaldo si decide postular candidatos a
una ANC que ha denunciado como fraudulenta y anticonstitucional. El
ala radical no está dispuesta a enfriar la calle y correr el riesgo de
recibir una nueva y lapidaria condena por parte de sus seguidores.
Sobre los radicales del Gobierno recae la responsabilidad de la crisis política nacional:
crearon corporaciones paralelas a las gobernaciones y alcaldías que
perdieron, abortaron el referendo revocatorio, pospusieron las
elecciones regionales, manipularon el diálogo político, inhabilitan a
gobernadores y alcaldes de la MUD y, para ganar tiempo y dividir a la Oposición, ahora convocan una cuestionada ANC que ha caldeado aún más los ánimos.
Los radicales del oficialismo se aferran al poder, no solo por una ambición desmesurada y desmedida, sino por el terror a las consecuencias que generaría perderlo.
Tienen la certeza de que al día siguiente de entregar los mandos serán
enjuiciados y extraditados por los delitos de los que son y serán
acusados. Están convencidos de que para ellos la única opción es la
cárcel y consideran cualquier posición conciliatoria como una traición.
En este escenario, debido a la abstención de los radicales de la Oposición, los radicales del Gobierno controlan la ANC y aprueban otra Constitución sin someterla a referendo y la Oposición intensifica la movilización en la calle denunciando un fraude constitucional. Posibles consecuencias:
En lo político:
-Si la MUD se abstiene de participar entregaría al Oficialismo el
control absoluto de la ANC, la cual se encargaría de transformar la
estructura del Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar
otra Constitución que respondan al proyecto político del Gobierno.
-Se constitucionaliza el Estado Comunal que sustituye la división política-administrativa de gobernaciones y alcaldías.
-Se sustituyen las elecciones de gobernadores y alcaldes a través del
voto universal, directo y secreto, por elecciones de Consejos Comunales
y Comunas.
-Los delegados de las Comunas y Consejos Comunales participan en
elecciones de segundo grado para elegir el Parlamento Comunal que
sustituye a la Asamblea Nacional.
-El TSJ, CNE, FGR, CGR y DF son recolonizados y quedan subordinados al Gobierno.
-La nueva Constitución es aprobada única y exclusivamente por los miembros de la ANC, sin ser sometida a referendo popular.
-La ingobernabilidad del país se agrava debido al rechazo a una Constituyente que se considera fraudulenta.
En lo económico:
-Para evitar el llamado a huelga empresarial, el Gobierno amenaza con tomar las empresas paradas.
-Acentúa el uso de los controles de cambio y de precios como
instrumentos de dominación política para quebrar la resistencia
empresarial.
-Manipula la administración de las licencias de importación,
exoneraciones de impuestos, contratos gubernamentales, etc. para premiar
a los incondicionales, comprar a los vacilantes y castigar a sus
adversarios.
-El nuevo marco constitucional y jurídico le permite al gobierno
superar las trabas para concretar la creación de las empresas mixtas en
la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) y en el Arco Minero del Orinoco
(AMO).
-El PIB agrícola e industrial sufre otra severa contracción y se
agravan los problemas de escasez, acaparamiento, especulación e
inflación.
-La producción de petróleo sigue declinando y los precios de los crudos no logran recuperarse.
-Las reservas internacionales bajan a niveles sin precedentes, el
Gobierno se queda sin suficientes divisas y, a pesar de su voluntad de
pagar la deuda externa, finalmente cae en un default y al país se le
cierran las puertas del financiamiento internacional.
-En el momento más severo de este escenario, los acreedores embargan
las cuentas, tanqueros y demás activos de Pdvsa en el exterior, y
ejecutan las garantías que fueron entregadas por Citgo.
En lo social:
-La profunda contracción del PIB destruye puestos de trabajo y se
agrava la problemática del desempleo y el creciente sector informal.
-Se deterioran los indicadores de desnutrición, mortalidad infantil,
deserción escolar y empobrecimiento generalizado de la población.
-El Gobierno utiliza la distribución de alimentos a través de las
bolsas Clap como un instrumento de control y dominación social.
-Se recrudece la conflictividad social, se criminaliza la protesta,
se multiplican los juicios de civiles en tribunales militares, la
persecución a dirigentes sociales, periodistas, y el control y censura a
medios de comunicación y redes sociales.
-Los radicales imponen el miedo y el terror a través del despliegue
de los colectivos armados que sirven de fachada a los militares que no
quieren reprimir directamente para evitar ser acusados de delitos de
lesa humanidad.
Escenario 2: Se imponen los moderados
Las tendencias moderadas del Oficialismo y la Oposición retoman la negociación y acuerdan participar en la ANC siempre y cuando el nuevo texto se someta a referendo popular. El
proceso de diálogo y negociación trasciende a los actores políticos e
incorpora a organizaciones de trabajadores, empresarios y movimientos
sociales mucho más dispuestos a aceptar las concesiones
necesarias para superar la crisis y avanzar hacia el reencuentro y la
reconciliación nacional, sin impunidad.
A medida que las tensiones y fracturas internas del oficialismo se profundizan, se abren vías para construir nuevas alianzas en función de impulsar una agenda de interés nacional.
Los dirigentes y funcionarios del oficialismo que no temen ser acusados
por hechos de corrupción, narcotráfico o delitos de lesa humanidad, son
los más propensos a dialogar y negociar con los factores moderados de
una Oposición que incluye pero va más allá de la MUD. Las
tendencias moderadas del Oficialismo asumen que el único costo que
tendrían que pagar es perder el poder y luego activar políticamente
desde la oposición.
A medida que los grupos moderados del Oficialismo y la Oposición
complementen sus capacidades y recursos, podrán construir una nueva
correlación de fuerzas que aísle a los factores más radicales y
extremistas. Un catalizador de este escenario podría ser la
ruptura de al menos tres diputados del GPP/PSUV, quienes asumirían una
posición independiente para crear una nueva mayoría calificada de 2/3 en
la AN. En este nuevo contexto, la Oposición moderada decide
participar en la ANC con el fin de lograr una correlación de fuerzas
equilibrada que evite el control total y absoluto del Gobierno. Las
posibles consecuencias de un escenario donde se imponen las tendencias
moderadas serían las siguientes:
En lo político:
-Reimpulso del proceso de diálogo entre los sectores despolarizados y moderados del Oficialismo y la Oposición.
-La ANC coexiste con la AN, a la cual se le restituyen y respetan sus atribuciones y funciones constitucionales.
-Renovación del TSJ, CNE y BCV para superar el conflicto de poderes y poner fin a la crisis institucional.
-Se liberan los presos políticos y rehabilitan a los gobernadores y alcaldes que fueron sancionados y destituidos.
-Se convocan elecciones de gobernadores y alcaldes para diciembre 2017.
-Se dejan las elecciones presidenciales para diciembre de 2018.
-Se elimina el referendo revocatorio y la reelección indefinida.
-Se recorta el período presidencial a 4 años con una sola e inmediata reelección.
En lo económico:
-Unificación cambiaria para erradicar los incentivos perversos a la especulación y la corrupción.
-Eliminación del control de precios como instrumentos de dominación política sobre el sector empresarial.
-Se sincera el precio de la gasolina para erradicar el contrabando de extracción y aliviar las finanzas de Pdvsa.
-Se impulsa un programa básico de estabilización económica.
-Se acuerda una agenda legislativa para estimular la inversión.
-Comienza la recuperación del PIB.
-Se acuerda con los acreedores un default preventivo para comenzar un proceso ordenado de reestructuración de la deuda externa.
En lo social:
-La recuperación de la actividad económica ayuda a superar los
problemas de escasez, acaparamiento, especulación e inflación que azotan
a la población.
-Se comienzan a generar nuevos empleos con la consiguiente reducción del sector informal.
-Se sustituyen los subsidios indirectos a los productos por subsidios directos a los hogares en condición de pobreza.
-Se eliminación las bolsas clap como instrumento de control social y fuente de corrupción.
-Se dinamizan los canales de distribución y comercialización de alimentos y medicinas.
-Se acuerda mantener las misiones sociales y mejorar su eficiencia.
Escenario 3: Se imponen los militares
La crisis económica y social empeora. Las protestas continúan. En las
redes sociales queda registrada la violencia con la que se reprime el
descontento popular. Los militares acusan cansancio, decepción, culpa y remordimiento.
Se sienten malditos por Bolívar, traidores al Legado de Chávez y temen
ser enjuiciados por violación de los derechos humanos y condenados a
largas penas de cárcel por haber cometido delitos de lesa humanidad.
Se multiplican las voces de militares institucionalistas que se
niegan a reprimir a los manifestantes que inundan las calles, calculan
los costos penales y no están dispuestos a pagarlos por sostener a un
gobierno que no goza del respaldo popular. No quieren guardar
silencio cómplice ante la represión desatada por las bandas armadas y se
pronuncian por salvar la honra y dignidad de sus instituciones.
En este escenario, se multiplican las voces nacionales e
internacionales que piden a la FANB asumir una posición
institucionalista frente al empobrecimiento de la población que ha
generado una ola de violencia que no puede ser contenida. Los
oficiales se miran en el espejo de los militares chilenos y argentinos a
quienes -luego de consolidada la democracia-, les reabrieron juicios y a
muy avanzada edad terminaron en la cárcel. El Gobierno se
tambalea y apenas logra mantenerse por la represión de los colectivos
violentos. Las posibles consecuencias de un escenario donde se imponen
los militares institucionalistas pudieran ser las siguientes:
En lo político:
-El Gobierno pierde el apoyo de los militares que deciden hacerse
cargo de la situación e imponen un Vicepresidente de consenso nacional y
aceptación internacional para luego forzar la renuncia de Maduro.
-La confrontación llega al punto de no retorno y la nomenklatura oficialista cede a los militares el resto del poder.
-Se forma un Gobierno de Transición con amplia participación de civiles.
-Se suspende la ANC y se reactivan las sesiones de la Asamblea Nacional.
-Se convocan elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados y presidente a lo largo de 2018.
En lo económico:
-El PIB sufre una profunda contracción, aumenta el desempleo y se empobrece aún más la población.
-Cae la recaudación de impuestos y el gasto público se financia con
emisiones de dinero sin respaldo que desatan la hiperinflación.
-Los precios del petróleo se mantienen estancados, las reservas internacionales se agotan y el default se hace inminente.
-Los militares acuerdan replegarse del gobierno central y no postular
candidatos a las gobernaciones y alcaldías a cambio de un mayor
control sobre la FPO y el AMO, a través de la participación accionaria
en las empresas mixtas de entes militares como: Ipsfa, Banfanb, Seguros
Horizonte, Cavim, Caminpeg, etc.
En lo social:
-La problemática del desempleo y empobrecimiento no logra superarse.
-La hiperinflación devora el poder adquisitivo de los salarios.
-Las misiones sociales cumplen más un papel empleador que de inclusión social en los derechos ciudadanos.
-Se prioriza la Gran Misión Abastecimiento Soberano
-Se mantiene la entrega de bolsas clap para bajar la presión social.
-Se sustituyen los subsidios indirectos a la producción por subsidios directos a las familias pobres.
-Brotes de protestas se repiten a lo largo y ancho del territorio nacional.
Escenario 4: Se forma un Gobierno de Coalición
El estallido social desborda a la dirigencia política y
obliga al Oficialismo, Oposición y FANB a acordar y apoyar un Gobierno
de Coalición. En este escenario, se retoma el diálogo político y
quedan aislados los extremistas de ambos lados. Para garantizar la
coexistencia pacífica de las fuerzas en pugna, se inicia una etapa de
concesiones mutuas. Los acuerdos más relevantes en este escenario serían
los siguientes:
En lo político:
-Se evita una cacería de brujas contra funcionarios y militares que no han cometido faltas graves ni delitos de lesa humanidad.
-Se liberan los presos políticos, se restituyen gobernadores y
alcaldes inhabilitados y se permite el retorno de los exiliados
políticos.
-Se renueva el TSJ y el CNE con miembros independientes e imparciales.
-Se restaura la independencia y equilibrio entre los poderes públicos.
-Se elimina la reelección indefinida y el referendo revocatorio, y se
acuerda recortar el mandato presidencial a 4 años con una sola e
inmediata reelección.
-Se convoca mega elecciones de presidente, gobernadores, alcaldes y diputados.
En lo económico:
-Se aplican los ajustes cambiarios, fiscales, monetarios, de precios.
-Se reprograman los pagos de la deuda y se gestiona financiamiento internacional.
-Poderes ejecutivo y legislativo convienen reformar un conjunto de
leyes para ofrecer seguridad jurídica y estimular la inversión nacional y
extranjera.
-Se inicia un proceso de desestatización y privatización de empresas públicas quebradas por el burocratismo y la corrupción.
-Las tierras expropiadas e improductivas se subastan o ceden a
inversionistas del campo, con metas claras de recuperación de la
producción de alimentos
-Se reactivan flujos de inversión extranjera en la FPO y el AMO.
-Aumenta la oferta de divisas y se estabiliza la cotización del dólar.
-La caída del PIB toca fondo y comienza su paulatina recuperación.
-Mejoran los índices de escasez y se van disolviendo las prácticas del acaparamiento y especulación
-Comienzan a ceder las presiones inflacionarias
En lo social:
-Recuperación de la oferta de trabajo en el sector privado.
-Se detiene el deterioro del poder de compra del ingreso familiar.
-Se sustituyen los subsidios indirectos por ayudas directas a los hogares pobres.
-Se prioriza la repotenciación de la infraestructura hospitalaria y educativa.
-Se mantienen las misiones sociales dirigidas a la población más vulnerable.
-El país recupera el clima de paz social, reencuentro ciudadano y reconciliación nacional.
El poder constituyente es uno solo y no se puede sectorizar
La Constitución de 1961
fue redactada por una comisión designada del seno del Congreso Nacional. Así,
un poder constituido se arrogó el poder constituyente originario, cuyo único
depositario y custodio es el pueblo venezolano. A diferencia, la Constitución
de 1999 fue redactada por una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) cuyos
miembros fueron electos en circunscripciones territoriales que garantizaron la
representación de toda la sociedad venezolana, sin ningún tipo de sectorización
o discriminación por clase social, ideología, religión, raza, discapacidad,
edad, sexo o preferencia social. La Constituyente de 1999 fue un proceso
originario, ya que tanto la convocatoria a la ANC, como también la Constitución
redactada, fueron actos decididos y refrendados por la voluntad popular a
través del voto universal, directo y secreto.
En adelante, lo que no
previó la Constitución de 1961 para convocar una ANC lo dejó muy claro la
Constitución de 1999, la cual establece el ejercicio directo de la soberanía
popular a través de los referendos, como fundamento de la democracia participativa
y protagónica, y de la construcción de una nueva sociedad donde el poder constituyente
tenga la supremacía sobre el poder constituido. El artículo 70 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece mecanismos de
participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, tales
como el referendo popular a través de la votación universal, directa y secreta.
Y el artículo 347 deja claro que el pueblo de Venezuela es el depositario del
poder constituyente originario, y en ejercicio de ese poder es el único que puede
convocar a una ANC.
Hasta el propio Chávez se
limitó a promover la ANC, la cual fue finalmente aprobada por el pueblo
mediante referendo celebrado el 15 de abril de 1999. Ese día, la mayoría de los
ciudadanos que participaron en la consulta respondió afirmativamente a la pregunta:
"¿Convoca usted una Asamblea
Nacional Constituyente con el propósito de transformar el Estado y crear un
nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento de una Democracia
Social y Participativa?” Adicionalmente, en el referendo de 1999 también se
preguntó a cada ciudadano si aprobaba o no las bases comiciales que regirían la
elección de los miembros de la ANC y las pautas de su funcionamiento.
La convocatoria a una
ANC por un poder constituido sería un fraude a la Constitución y a la democracia.
Si un poder constituido se atreve a convocar una ANC para transformar la
estructura del Estado, cambiar el orden jurídico y redactar una nueva
Constitución, sin tener las facultades para ello, ese poder estaría usurpando
la soberanía popular que reside intransferiblemente en el pueblo, según lo
establece el artículo 5 de la CRBV.
La iniciativa de Nicolás
Maduro ha generado demasiadas dudas y resistencias al no plantear desde un
primer momento que tanto la convocatoria como las bases comiciales serán sometidas
a la consideración y aprobación del pueblo mediante un referendo. El CNE, como
poder constituido, debe convocar al poder constituyente para que sea éste quien
decida mediante votación universal, directa y secreta, si convoca o no a una
ANC y si aprueba o rechaza las bases comiciales para elegir a sus miembros, así
como también los principios que regirán su funcionamiento.
Para no
someterse a una consulta popular que sabe va a perder, el Oficialismo confunde la
propuesta de una ANC con la convocatoria per
se de la misma. El cuestionamiento a la propuesta gubernamental se exacerba
por la
interpretación interesada del artículo 349 de la Constitución que deja al
descubierto la pretensión autoritaria y dictatorial del Oficialismo. Al poner
el énfasis en la norma que establece que “los
poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la
Asamblea Nacional Constituyente” queda claro que el primer objetivo que el
Gobierno se plantea es eliminar el contrapeso de los cinco poderes constituidos
para imponer el omnímodo poder de la ANC. En otras palabras, una ANC
que termine de sacar del juego a la Asamblea Nacional y a la incómoda Fiscalía General
de la República. Toda una maniobra para despejar el camino y aferrarse al
poder.
¿Sufragio
universal o selección corporativista?
El poder constituyente
es único e indivisible. Es originario porque antecede al poder constituido.
Este último, al ser un poder derivado, debe quedar subordinado al poder
constituyente y, por lo tanto, no podrá fraccionarlo en sectores separados.
Sin embargo, el
Presidente de la República adelantó que se elegirán “unos 500 constituyentistas, aproximadamente, unos 200 o 250 electos
por la base de la clase obrera, de las comunas, de las misiones, de los
indígenas, de los campesinos, de los barrios, de los movimientos sociales”
a través de un proceso electoral que se convocaría dentro de las misiones,
comunas, clap y demás organizaciones sectoriales que controla el Gobierno.
Sustituir el sufragio
universal por la selección corporativista luce como una maniobra para imponer a
la mayor parte de los constituyentistas. Estos miembros de la ANC no serían
designados por elección directa según el principio “un ciudadano, un voto”,
sino mediante elecciones de segundo grado, a contrapelo de las votaciones
universales, directas y secretas que establece la Constitución.
Desconocer la
universalidad del sufragio abre margen para manipular a grupos de electores
sometidos a los mecanismos de dominación del gobierno. Esto iría a contrapelo
del sufragio universal como una gran
conquista histórica que dejó obsoleto el voto corporativo discriminatorio y
excluyente.
TSJ
puede declarar anticonstitucional la convocatoria
A la luz del debate
generado, la ciudadanía ha refrescado la consciencia de que la soberanía reside
intransferiblemente en el pueblo y que, en su condición de poder constituyente
originario, es el único que puede convocar a una ANC para definir el destino
que quiere darse. Por eso está en las calles.
Si un poder constituido
se arroga la facultad que solo corresponde al poder constituyente se estaría
degenerando y pervirtiendo la figura de la ANC, toda vez que ésta última quedaría
reducida a un instrumento que unilateralmente el Ejecutivo o el Legislativo
pudieran en adelante manipular a su antojo para controlar todos los espacios de
poder.
En el TSJ se han
introducido una serie de recursos de nulidad del decreto presidencial que convoca
a una ANC. Esto le otorga al TSJ la posibilidad de reivindicar la justicia
constitucional al evitar que se consume un retroceso histórico que
definitivamente dé al traste con la aspiración de construir una democracia
participativa y protagónica.
Muchas sombras y dudas se
tejen sobre el TSJ a raíz de sus polémicas decisiones que impugnaron la
elección de los diputados de Amazonas, vaciaron de funciones a la AN,
amenazaron la inmunidad parlamentaria y atribuyeron al Poder Ejecutivo las funciones
que corresponden exclusivamente al Poder Legislativo, cuestión que llegó a ser
calificada por la FGR como una “ruptura
del orden constitucional”.
Sin embargo, ante la
necesidad que tiene el TSJ de limpiar su honor, es posible que los magistrados que
no quieren seguir enlodando su nombre, levanten su voz para abstenerse o dejar
sin efecto un acto anticonstitucional a través del cual un poder constituido
pretende usurpar las facultades que únicamente corresponden al poder
constituyente. Ante el imperativo de reivindicar la justicia constitucional, la
Sala
Constitucional del TSJ podría anular la cuestionada convocatoria a la ANC, tal
como se lo ordena el artículo 334 de la CRBV:
“Todos los jueces o juezas de
la República, en el ámbito de sus competencias y conforme a lo previsto en esta
Constitución y en la ley, están en la obligación de asegurar la integridad de
esta Constitución. En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una
ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales,
correspondiendo a los tribunales en cualquier causa, aun de oficio, decidir lo
conducente. Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de
las leyes y demás actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en
ejecución directa e inmediata de esta Constitución o que tengan rango de ley,
cuando colidan con aquella”.
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