Actualmente, las industrias más dinámicas, con mayor participación en el
comercio internacional y en las que se generan los empleos mejor remunerados,
no son las basadas en materias primas naturales o en el consumo de energía,
sino las que se basan en la materia prima más importante de esta época: la
materia gris.
De la ventaja comparativa asociada a
la explotación de los recursos naturales se ha pasado a un nuevo patrón en el
que lo importante es la creación de ventajas competitivas sustentadas en la
capacidad para producir, circular y utilizar conocimientos. El significado
determinante que una vez tuvieron el petróleo y la energía para la actividad
económica mundial, es semejante al que ahora tienen la información, el conocimiento
y los medios teleinformáticos para difundirlos.