jueves, 15 de noviembre de 2012

"El fenómeno Hugo Chávez en clave económica"


Víctor Álvarez entrevistado por Julián Varsavsky
(Semanario Página 12 de Argentina) 
Un investigador del Centro Internacional Miranda de Caracas analiza el fenómeno Hugo Chávez en clave económica. Graduado de  economista en la Universidad de La Habana, Víctor Álvarez fue Ministro de Industrias y Minería del gobierno de Hugo Chávez y director de PDVSA. En su labor de docente e investigador del Centro Internacional Miranda de Caracas, coordina un equipo de estudio sobre nuevos modelos productivos. En su último libro Claves para la industrialización socialista propone un nuevo tipo de desarrollo industrial basado en diferentes formas de propiedad social en manos de los trabajadores y las comunidades, sin mediaciones burocráticas de ningún tipo. Allí busca identificar diferentes formas de intervención eficaz del Estado para orientar procesos que él considera no pueden quedar sometidos a las fuerzas ciegas del mercado.
Hugo Chávez ganó por primera vez las elecciones en diciembre de 1998. ¿En que contexto económico llega al poder?
Chávez comienza a gobernar un país con una economía devastada por las políticas neoliberales que se aplicaron desde finales de los años 80 y a lo largo de los 90 ocasionando la quiebra masiva de pequeñas y medianas empresas que no pudieron resistir la competencia de las importaciones que se empezaron a hacer a raíz de la apertura indiscriminada que aplicó el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Además el país empieza a sufrir la política errática de aquel gobierno en materia petrolera. Venezuela pasó a incumplir la autorregulación en la producción de petróleo acordada por los países de la OPEP, es decir, se produjo muy por encima de las cantidades acordadas inundando el mercado mundial de petróleo, cuyo precio bajó hasta los 8 dólares por barril. La tecnocracia que dirigía PDVSA, más que administrar la empresa en función del interés nacional, lo hizo en función del multinacional.
¿El resultado fue que el Estado venezolano redujo estrepitosamente sus ingresos fiscales?
En Venezuela el ingreso fiscal ha estado marcado siempre por los ingresos de PDVSA. Los empresarios privados poco han contribuido al financiamiento del gasto público. Esa caída del ingreso fiscal petrolero dejó al Estado sin recursos y comienza entonces la privatización de la salud y la educación. El Estado se repliega y se privatizan las principales empresas como la de telecomunicaciones, metalúrgica y aviación.
--¿Y la industria petrolera iba por ese camino?
--Los programas de apertura petrolera en PDVSA fueron la clara manifestación del proceso de privatización. Se hicieron convenios de explotación con las multinacionales del petróleo, que aportaban a Venezuela el 1 % de sus regalías, es decir, se había prácticamente eliminado la ganancia del Estado. Con la reforma de estas leyes llevadas a cabo por el gobierno bolivariano las regalías pasan primero al 16,5 % y ahora son del 33 %.
¿Cuál fue el costo social de la vieja política petrolera?
La contracción económica se tradujo en un recrudecimiento del desempleo y la pobreza. Llegamos a tener 16 % de desempleo y la pobreza alrededor del 60 %. Chávez hereda una verdadera bomba social que ya había explotado en el Caracazo y seguía latente. El desmantelamiento del Estado le quitaba toda capacidad de inversión pública. No había incentivos crediticios a la agricultura ni a la producción industrial. Y el gobierno no tenía recursos para revertir la situación con un petróleo a 8 dólares el barril. Entonces una de las primeras medidas de Chávez fue reflotar la OPEP para que sus miembros comenzaran otra vez a producir menos y vender más caro.
¿Cuál era la situación de pobreza cuando asume Chávez en 1999?
Asume con más de 60 % de pobreza y casi el 50 % de las personas ocupadas trabajando en el sector informal. Esta era la expresión de un aparato productivo que se caía a pedazos. Hoy el nivel de desempleo está en 7 % y si a eso le agregas todas las gratuidades que el Estado ha asegurado a partir de las misiones sociales de alimentación, educación, salud y vivienda, las cosas ya tienen otro color. Esto se debe a programas como Barrio Adentro –con miles de médicos cubanos atendiendo a la población más pobre- y al surgimiento de nuevas universidades que han convertido a Venezuela en el cuarto país en el mundo en cantidad proporcional de habitantes haciendo estudios terciarios. Todo esto ha permitido reducir la pobreza desde un 62 % a 33 % y la pobreza crítica del 29 % a menos del 10 %.
Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) el total de pobreza durante los gobiernos de Chávez hasta 2010 se redujo a la mitad, convirtiendo a Venezuela en el segundo país del continente que más la redujo después de Ecuador.
El porcentaje de personas en situación de pobreza, es decir, con un nivel de ingreso que apenas alcanza para cubrir las necesidades básicas, se redujo de 62,09 % a 33 % entre 1999-2012. El porcentaje de hogares y personas en condición de pobreza extrema; es decir, sin posibilidad de satisfacer las necesidades mínimas, se redujo de 29,75 % a 8,9 % (INE, 2012). El desempleo cayó de 16 % a 7%.Por eso en Venezuela ha ocurrido un cambio revolucionario, entendiendo por revolución cambios profundos y rápidos. Algo que ha llevado 25 a 50 años en otros países, aquí se hizo en 6 o 7 años, a partir de 2004 cuando comienzan a desarrollarse las misiones sociales al terminar la situación de crisis política con el referéndum de 2004. A partir de ese momento Chávez recupera la gobernabilidad y las cosas comienzan a mejorar. Por eso el hito no es el año1999 cuando el Presidente asume el poder sino el 2004 en que empiezan las misiones y se estabilizan los precios del petróleo.
En Europa se están aplicando recortes del gasto social, políticas que se aplicaron en Latinoamérica con resultados catastróficos. Y desde el oficialismo venezolano se acusa a la oposición de plantear un regreso a los años 90.
Lo indica el programa que presentaron ante la Comisión Nacional Electoral. Estos programas de ajuste neoliberal tienen en común que no valoran a las personas como ciudadanos ante los cuales el Estado tiene obligaciones, sino como clientes y consumidores. Por eso proponen la privatización de los activos públicos, la salud y educación. Una de las grandes críticas que hace ese pensamiento es el exagerado gasto público que tendría el Estado. Hay una palabra que resulta inadmisible para ellos, que es hablar de subsidio. Para el interés de los grandes grupos económicos, los servicios públicos deberían ser mercancía. Uno de los plantos de la derecha es reducir a su mínima expresión el papel del Estado, limitar la inversión pública y eliminar las regulaciones que se ejerce sobre la economía para evitar que se desquicie. Ellos plantean eliminar los controles de precios sobre la canasta alimentaria y el control de cambio.
¿Cuál es el programa de Chávez?
Su programa reivindica la intervención del Estado para orientar el desarrollo económico y social del país, reconociéndonos a los venezolanos como ciudadanos con derecho a la salud, educación, alimento, trabajo y vivienda. En función de eso se ha rescatado la riqueza petrolera del país. Y a través de la inversión social de esa renta se busca asegurar la satisfacción de esos derechos. Aquí ya se marca una diferencia radical con los principios que rigen el programa de la derecha, el cual están escondiendo porque es tan antipopular en su planteamiento de desmontar la inversión pública y eliminar los controles que favorecen a las mayorías, que si divulgaran eso tendrían sólo eco en los sectores empresariales e internacionales. Uno de los planteos de la derecha es incorporar 400.000 barriles de petróleo anual a la producción nacional. Eso sería gravísimo porque se produciría un derrumbe del precio del petróleo que repercutiría en una merma considerable en el ingreso de divisas al país.
¿Con que se financiarían los programas sociales en dicho caso?
Te respondo con otra pregunta: ¿la derecha va a elevar el cobro de impuestos a los grandes empresarios? Lo más probable es que a las misiones las vaya dejando morir y termine subiendo el IVA, un impuesto antipopular que pagamos todos independientemente de nuestros ingresos (en Venezuela el IVA es 12 %). Entonces se trata de un programa de gobierno para satisfacer las necesidades de las grandes potencias que necesitan un petróleo abundante y barato.
¿Cuáles son los objetivos económicos de un posible tercer periodo de Hugo Chávez?
El gran reto para los próximos años es profundizar la construcción socialista. El segundo periodo de gobierno que arrancó en 2007 fue de transición. El esfuerzo estuvo orientado a crear el marco legal que habilitara el accionar del gobierno. Hoy tenemos un conjunto de leyes del Poder Popular y sobre esa base nos toca profundizar el desarrollo de nuevas formas de propiedad social que permitan el empoderamiento de los trabajadores en comunidades organizadas. El gran objetivo es que la economía social gane espacios sobre la economía privada. Los primeros años fueron para reactivar el aparato productivo heredado de la Cuarta República conformado por empresas regidas por la lógica capitalista. La reactivación de esa economía fue una especie de mal necesario para generar empleo y desactivar esa bomba social. Pero hoy el problema ya no es tanto la reactivación de esa economía sino su transformación, es decir, pasar de un capitalismo rentístico e importador a un modelo exportador que permita aprovechar las ventajas que supone el ingreso de Venezuela al Mercosur. Pero sobre la base del desarrollo de nuevas formas de propiedad social, que incluya pero que también trascienda a la propiedad privada y a la estatal.
¿Hacia dónde apuntan las investigaciones del Centro Internacional Miranda?
Buscamos crear un cuerpo de conocimientos que permita sustentar las políticas de los programas del gobierno bolivariano. Ya casi nadie discute las enormes transformaciones y progresos del gobierno de Chávez. Incluso los enemigos más acérrimos lo reconocen y necesitan presentarse ahora como los continuadores de ese esfuerzo y plantean que no van a quitar las misiones sociales. Trabajamos en la búsqueda de una economía social basada en un principio de solidaridad y complementación, de equidad y sustentabilidad. La idea es conquistar una hegemonía cultural donde el mundo del trabajo tenga primacía sobre el mundo del capital.
¿Qué porcentaje de PBI es estatal en Venezuela?
Ese es un dato bien interesante. Si tu revisas las estadísticas, cuando arranca la Revolución Bolivariana, el peso de la economía privada era del 65 % y la pública del 35 %. Hay un discurso del sector empresarial afirmando que el Estado lo está tomando todo y va cerrando espacios a la economía privada. Pero cuando buscas validar esa información vez que el peso del sector público de la economía bajó del 35 al 30 % y el peso del sector privado subió del 65 al 70 %
¿Cuál es la explicación?
Que la política de reactivación que implementó el gobierno fue ampliamente aprovechada por el sector privado, que tuvo tasas de crecimiento superiores a las del sector público. Hoy tenemos, paradójicamente, en el marco de la construcción del socialismo un sector capitalista que ha crecido en mayor proporción que el estatal.
¿Hay elementos de un neokeynesianismo?
El modelo bolivariano hay que entenderlo por las etapas que ha tenido que pasar. Catalogarlo en estos términos no ayudaría a entender lo que aquí pasa. Chávez gana en 1998 con la promesa de derrotar la pobreza y reducir el desempleo. Su compromiso era llamar a una Asamblea Constituyente para derrotar esos flagelos. Hasta 2006 el esfuerzo fue en esta dirección, todo se orientó a reactivar el aparato productivo destruido por la política neoliberal. Hacia 2005 se da una discusión sobre el sentido que tenía reactivar una economía que trabaja con la lógica del capital, que es la misma que generaba el desempleo y la pobreza. Así nunca íbamos a erradicar estos flagelos, si seguíamos incentivando al modelo que generaba el problema. Comienza entonces a planearse ya no la reactivación sino la modificación del modelo productivo. Por eso en 2006, cuando Chávez gana su reelección, propone declarar el carácter socialista de la Revolución Bolivariana y se plantea que el que vote por Chávez está votando por el socialismo.
Esto implicó medidas de nacionalización. ¿Qué se ha expropiado hasta ahora y cuál es el límite?
Es uno de los puntos de creciente debate, no solamente con los sectores de derecha sino dentro de la izquierda. Hubo consenso general en la expropiación de los sectores estratégicos como electricidad, telefonía, siderurgia, plantas cementeras y dos cadenas de distribución de alimentos –que ahora los venden subsidiados-, todas con su correspondiente indemnización. Y hubo una compra acordada del Banco de Venezuela.
¿Y las tierras agrícolas con qué criterio se expropian?
Se han recuperado cerca de 4 millones de hectáreas. El criterio fue comenzar por tierras donde no había ningún tipo de actividad, latifundios no aprovechados. Luego se expropiaron tierras que servían para producir alimentos pero se usaban con fines forestales.
Hay un debate ideológico dentro del PSUV respecto de hasta donde se avanza con las expropiaciones.
Una de las contribuciones que está haciendo la experiencia venezolana a la conceptualización de lo que se está empezando a entender como el Socialismo del Siglo XXI, es el debate en torno a las diferentes formas de propiedad. Una de las cosas que se han discutido es cómo en el campo soviético esa propiedad estatal absoluta de todos los medios de producción y comercialización, generó esas elites burocráticas que terminaron administrando la propiedad pública como si fuera privada. Y ese burocratismo terminó funcionando como una burguesía que logró una distribución del ingreso favorable a su interés. En Venezuela ese debate está presente y verás que las leyes del Poder Popular promueven el desarrollo de la propiedad comunal, donde los trabajadores, las comunidades y los campesinos se sientan verdaderos dueños de esas unidades productivas. El objetivo es que no se reedite la historia donde todo sea propiedad estatal, desde un taller mecánico a un kiosco o una peluquería. Aquí entendemos que la estatal es una de las formas de propiedad y también se reconoce la privada, se crea la propiedad social y también combinaciones entre ellas.  
No se parece en nada al comunismo soviético
Es una crítica profunda a esa visión de un modelo productivo que ahoga e inhibe el espíritu emprendedor de las comunidades y los trabajadores. Más bien apunta a estimular esa capacidad creadora de las personas. Se  impulsa la creación de nuevas empresas socialistas. En cambio, se deja que a las empresas capitalistas las estimule el mercado. El esfuerzo del gobierno está orientado a estimular la creación de empresas socialistas en los términos descriptos.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Tipo de Cambio Mercosur

Escribe: Víctor Álvarez
A propósito del Mercosur, no será la mano invisible del mercado la que facilite el ingreso de Venezuela a ese espacio como un país exportador de bienes y servicios con creciente valor agregado. Ciertamente, la integración de Venezuela se ha facilitado por la voluntad política de los gobernantes, pero hay que tener en cuenta que los mercados internacionales se conquistan con calidad y productividad. Y sin producción nacional no habrá oferta exportable. Por lo tanto se requiere que el esfuerzo del aparato productivo nacional para fortalecer su competitividad, también sea respaldado por un hábil manejo de la política cambiaria.
Como la inflación en Venezuela es superior a la de sus principales socios comerciales, el anclaje cambiario origina que el bolívar compre más en el extranjero que en el mercado interno. Así, las importaciones desplazan a la producción nacional y el ingreso en bolívares que obtienen los exportadores al tipo de cambio oficial, no alcanza para cubrir los costos nacionales. Resolver esta tensión es clave para impulsar la transformación de una economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo capaz de sustituir importaciones y aumentar las exportaciones.
Una cosa es congelar el tipo de cambio y otra muy distinta es un manejo inteligente de la política cambiaria. El control fue una medida necesaria para detener la fuga de divisas, proteger las reservas internacionales y evitar el impacto inflacionario de un dólar en alza, en una economía con alto componente importado. Pero en lugar de anclar el precio del dólar durante varios años para luego tener que aplicar traumáticas maxidevaluaciones que recrudecen la inflación, es preferible ajustar a tiempo el tipo de cambio, teniendo como referencia la brecha inflacionaria entre Venezuela y sus principales socios comerciales.
 
¿Cómo aplicar un Tipo de Cambio para Mercosur?
Para facilitar la transición de una economía rentista e importadora a un nuevo modelo productivo capaz de sustituir importaciones y diversificar exportaciones, hay que considerar la viabilidad de aplicar un tipo de cambio especial para el Mercosur, a través del cual los exportadores hacia esos países puedan vender a precio de mercado el porcentaje de divisas equivalente al Valor Agregado que generan. Solo quedarían obligados a reintegrar al BCV -al tipo de cambio oficial-, el monto que les otorga CADIVI para cubrir el componente importado. Este ajuste parcial compensaría el encarecimiento del contenido nacional, pero sin encarecer el componente importado que provocaría una devaluación generalizada. Mientras mayor sea el VA, mayor será el porcentaje de divisas que los exportadores pueden convertir a un tipo de cambio más favorable. Se estimulará así la producción para la exportación, aumentará la oferta de divisas no petroleras y bajará la presión sobre el precio del dólar.
De cara a la transformación productiva se requiere el diseño de una innovadora política cambiaria que evite una nueva maxidevaluación, introduciendo medidas graduales que ayuden a corregir la actual sobrevaluación y permitan alcanzar un tipo de cambio de equilibrio, que desestimule las importaciones que desplazan a la producción nacional y estimule la diversificación de las exportaciones no petroleras

Hacia una política cambiaria que exprese la productividad agrícola e industrial
 
El desempeño de la agricultura e industria se ha visto afectado por la sobrevaluación del tipo de cambio. El uso de la política cambiaria como política antiinflacionaria a través del anclaje del tipo de cambio ha abaratado las importaciones hasta el punto de provocar los mayores niveles de compras externas por parte de Venezuela. La sobrevaluación del tipo de cambio resta competitividad internacional a la oferta exportable venezolana. Los productos importados se hacen más baratos para los compradores venezolanos, en tanto que los fabricados en el país se han hecho más costosos internamente y en los mercados internacionales.
La apertura del mercado interno y la tendencia a importar que instaura la sobrevaluación del tipo de cambio, intensifica las presiones competi­tivas y provoca que muchos productores agrícolas e industriales se transformen en importadores de lo que antes producían. Aunque se mantiene el anclaje, la sobrevaluación del tipo de cambio ha mostrado sus límites para controlar la inflación. Como ya se explicó antes, su rezago genera una acumulación de tensiones inflacionarias que se desencadenan con toda su fuerza cada vez que se ajusta o devalúa el tipo de cambio.
Al fijar un tipo de cambio que exprese la verdadera productividad de la actividad agrícola e industrial, se propician mejores condiciones para concretar los esfuerzos orientados al desarrollo y fortalecimiento de una in­dustria agrícola y manufacturera eficientemente integrada a lo largo de la cadena productiva. Este constituye uno de los requerimientos básicos para lograr la soberanía alimentaria y productiva como un proceso que, entre otras cosas, también debe facilitar la inserción de la agricultura e industria nacionales en el Mercosur,  dejando muy claro que la competitividad agrícola e industrial en el mediano y largo plazo, no puede sustentarse sólo en la devaluación del bolívar, sino en el fortalecimiento de sus capacidades tecnológicas e innovativas.
Al permitir que los exportadores venezolanos hacia el Mercosur puedan vender al tipo de cambio en el mercado paralelo el porcentaje de divisas equivalente al Valor Agregado que generan, se estimulará el desarrollo productivo nacional, ya que mientras mayor sea el Valor Agregado mayor será, entonces, el porcentaje de divisas que podrán convertir a un tipo de cambio que les resulta más favorable para cubrir los costos nacionales denominados en bolívares. Como se dejó claro antes, solo quedarían obligados a reintegrar -al tipo de cambio oficial- el monto que les otorga CADIVI para cubrir el componente importado. El evitar una devaluación total, este ajuste parcial compensaría el encarecimiento del contenido nacional, pero sin encarecer el componente importado que provocaría una devaluación generalizada.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Invitación a Seminario: El Lado Oscuro del Petróleo y el Mito del Desarrollo en Venezuela

La Fundación Rosa Luxemburg, conjuntamente con el Instituto Transnacional (TNI), Oilwatch, El Foro Social Mundial Temático Venezuela, el Centro de Estudios Latinoamericanos y Caribeños Rómulo Gallegos (CELARG) y  la Comunidad de Trabajo de Investigaciones (COTRAIN) tenemos el gusto de invitarle al Seminario Público Internacional:
El Lado Oscuro del Petróleo y el Mito del Desarrollo en Venezuela
1 y 2 de noviembre de 2012, CELARG
Av.  Luis Roche con 3ra Transversal, Altamira
Caracas, Venezuela
Objetivos
-          Contribuir a un debate público, abierto e informado sobre el petróleo en Venezuela, América Latina y el mundo en sus múltiples dimensiones.
-          Aportar al proceso de debate y formación de los movimientos sociales/populares en el país.
-          Recopilar y divulgar fuentes documentales que incluyan videos locales e internacionales  sobre el impacto ambiental de la extracción y uso de los combustibles fósiles para el conocimiento del tema petrolero en Venezuela.
Jueves 1 de noviembre
8:30 Palabras de bienvenida
Miriam Lang- Directora Fundación Rosa Luxemburg – Región Andina
9:00 Apertura del evento
Edgardo Lander-Sociólogo, integrante del equipo promotor del Foro Social Mundial Temático, Venezuela.
9:30 El Extractivismo y su resistencia en América Latina
Maristella Svampa – Investigadora CONICET; Profesora de la Universidad Nacional de la Plata; Novelista (Argentina)
9:40 Petróleo y rentismo en Venezuela
Asdrúbal Baptista – Banco Central de Venezuela, IESA (Venezuela)
10:20 Ronda de intervenciones y debate
12:30 RECESO
14:00  Oilwatch y las experiencias de las resistencias a la explotación de combustibles fósiles en el Sur global
Esperanza Martínez -Acción Ecológica, Oilwatch (Ecuador)
14:40  Los trabajadores petroleros  colombianos. Su relación con las dimensiones ambientales/culturales de la explotación petrolera
Tatiana Roa Avendaño - Ambientalista (Colombia)
15:20  Las arenas bituminosas de Alberta
John Dillon – Kairos, Iniciativas de Justicia Ecuménica Canadiense (Canadá)
16:00 Ronda de intervenciones y debate
Viernes 2 de noviembre
08:30  La nueva geo estrategia energética a la luz de la convencionalización de los hidrocarburos
Mazhar Al Shereidah -  Profesor Universidad Central de Venezuela (Venezuela)
09:10  Alternativas energéticas al modelo dominante
Pablo Bertinat – Revista Energía y equidad (Argentina)
09:50  La transformación productiva en un país rentista: tensiones de la construcción socialista en Venezuela. Víctor Álvarez- Centro Internacional Miranda (Venezuela)
10:30 Ronda de intervenciones y debate
12:30 RECESO
14:00 El impacto social, político, cultural y ambiental de 100 años de petróleo. El lago de Maracaibo: ¿daño colateral? ¿área de sacrificio? ¿Hacia dónde vamos como sociedad? ¿Qué futuro queremos? Faja del Orinoco y Venezuela como Gran Potencia Petrolera. ¿Es posible una Venezuela post-petrolera?
Francisco Javier Velasco, Santiago Arconada Rodríguez, Emiliano Terán.

martes, 2 de octubre de 2012

Foro en el CIM: Para profundizar la Revolución Bolivariana, necesario es vencer el 7-O

Amig@s, compañer@s y camaradas:
Nos aproximamos a la definición de la Batalla Electoral más importante que hayamos enfrentado en estos 13 años de Revolución.
Cualquiera que sea la diversidad de enfoque o la postura crítica que tengamos respecto a lo que ha sido el desempeño del Gobierno Bolivariano, para continuar con el proceso de revisión, rectificación y reimpulso, necesario es VENCER al candidato de la derecha y al Paquetazo Neoliberal de la MUD en los comicios del 7 de Octubre.
Se impone cerrar filas alrededor del Comandante Chávez, quien hoy más que nunca requiere de nuestro apoyo solidario y de los esfuerzos que cada uno pueda hacer para blindar el proceso de trtansformación revolucionaria, asegurar que siga marchando y consolidar la revolución bolivariana como alternativa de liberación frente al modelo explotador, depredador y genocida del capitalismo.
Quienes queremos PATRIA juntemos, entonces, nuestras fuerzas con las de tantos otros para mostrar la fortaleza de nuestra determinación a ser plenamente libres y soberanos. La consigna en estos momentos no puede ser otra que UNIDAD Y COMPROMISO,
 
Con este espíritu, desde el CIM los invitamos al Foro:
 
Desde la experiencia europea 
5 razones para votar por Chávez
Ponentes:
Javier Biardeau. Sociólogo. Profesor Universitario
Víctor Álvarez. Economista. Investigador del CIM
Ricardo Dorado. Ex Ministro del Trabajo
Carlos Carcione. Economista. Investigador del CIM
Francois Gaudichaud. Dr. en Ciencias Políticas
Lucy Rodríguez. Representante de la Intersindical Canaria
Moderador:
Gonzalo Gómez. APORREA.org
Martes 02 de octubre de 2012/ Hora 04:30 PM
Lugar: Residencias Anauco Suites PH. Parque Central

jueves, 27 de septiembre de 2012

Elementos para el Juicio Popular al Programa de la MUD


Juicio Popular al Programa de la MUD
Sala José Félix Ribas del TTC
27 de septiembre de 2012
Víctor Álvarez R.
Responsable del peritaje en el área económica
del Programa de la MUD
He revisado con supremo cuidado los “Lineamientos para el Programa de Gobierno de Unidad Nacional”, el cual contiene las orientaciones de las políticas y medidas que aplicaría el candidato Capriles Radonski, en caso de ser electo Presidente de la República. A la luz de esta exhaustiva revisión he podido  identificar una gran cantidad de artículos que ponen en un serio peligro el principio de progresividad de los derechos humanos económicos, al desmontar las conquistas logradas por nuestro pueblo a lo largo de la Revolución Bolivariana.
En materia económica, los lineamientos del Programa de la MUD anuncian el desmantelamiento del marco legal y del entorno internacional que ha creado el Gobierno Bolivariano para recuperar la soberanía nacional sobre el petróleo y, sobre esta base, reorientar el ingreso petrolero en función de erradicar los azotes del desempleo, la pobreza y la exclusión social.
En los artículos 354, 455, 485, 491, 492, 499, 513 y 524 del Programa de la MUD se aprecia claramente la intención de revertir el proceso que permitió rescatar a PDVSA del control de una tecnocracia servil al interés de las grandes potencias despilfarradoras de petróleo, a las cuales interesa una sobreoferta de crudos en el mercado internacional para provocar un descenso  sostenido de los precios del petróleo, lo cual se traduciría en una drástica caída del ingreso petróleo, dejando al gobierno sin posibilidad de seguir financiando la inversión social ni de mantener operativas las Misiones.
En los artículos 485 y 491 se expresa claramente la intención de aumentar arbitrariamente la exportación de petróleo y retomar la producción de Orimulsión, que no es más que vender el petróleo de la Faja del Orinoco a precio de carbón. No olvidemos que, gracias a una política petrolera orientada al restablecimiento del sistema de cuotas, al fortalecimiento de la OPEP y al rescate de PDVSA de la tecnocracia que la mantenía secuestrada, fue posible alcanzar un precio justo para el barril del petróleo, el cual se ha recuperado de  9 dólares hasta lograr romper la barrera de los 100 dólares por barril.
Sin embargo, en abierta contraposición a la política petrolera del Gobierno Bolivariano, en el Programa de la MUD se critica reiteradamente el supuesto “estancamiento” de la producción de PDVSA, y se plantea incrementar cada año en 400 mil barriles la producción diaria de petróleo, hasta llegar a los seis millones de barriles.
En el Programa de la MUD hay sobrados indicios que permiten verificar la intención de volver a la política de la vieja PDVSA, la cual se caracterizó  por los incumplimientos de las cuotas que Venezuela tenía asignadas dentro de la OPEP, lo cual contribuyó al descalabro de los precios del petróleo, que llegaron a caer a 9 dólares el barril.
El Programa de la MUD desprecia el hecho de que en Venezuela, la posibilidad real de financiar la inversión social, otorgar incentivos públicos para hacer crecer el aparato productivo y generar empleos dignos, tiene su principal fuente de recursos en el ingreso petrolero, el cual depende del control de los volúmenes de producción para evitar que se descalabren los precios.
En el curso de la Revolución Bolivariana, además de controlar los volúmenes de producción para evitar el descalabro del precio de los crudos, la renta petrolera también ha aumentado gracias al incremento porcentual de las regalías que se cobran por la extracción de petróleo, así como por la obligación que se impuso a las filiales de PDVSA en el extranjero de comenzar a pagar dividendos a la casa matriz. Pero en los artículos 513 y 514 del Programa de la MUD se plantea “reformar” y “flexibilizar” el marco legal vigente que elevó el cobro de la regalía de 1% a 33% y fijó en un mínimo de 60% la participación accionaria de PDVSA en las empresas mixtas.
En el Programa de la MUD La “Ley Orgánica de Hidrocarburos”, la “Ley de Impuesto sobre la Renta”, la “Ley de Nacionalización de los Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera del Orinoco”, la “Ley Orgánica que Reserva al Estado los Bienes y Servicios Conexos a las Actividades Primarias de Hidrocarburos”, así como otras leyes, decretos y resoluciones que han permitido rescatar la soberanía nacional sobre el petróleo, en función de reorientar la renta petrolera a la inversión social, aparecen  reiteradamente cuestionadas, por lo que es fácil prever su creciente incumplimiento y desmontaje en un gobierno de Capriles.
Por si fuera poco, en los artículos 500, 504 anuncian su pretensión de relanzar la privatización de PDVSA, al asumirla única y exclusivamente como una empresa con fines comerciales y promover la participación en su propiedad de “nuevos accionistas”, que no son otros que el capital privado nacional y extranjero, el cual pretende adueñarse otra vez de ese manjar que gracias a la Revolución Bolivariana hoy pertenece a todos los venezolanos.
En los mencionados artículos se precia claramente el propósito de regresar a la apertura petrolera, la cual tenía como fin la creciente entrega de las actividades y activos más productivos de PDVSA al capital privado nacional y extranjero. Estos  quedarían otra vez prácticamente exonerados de pagar regalías por el petróleo que le extraen al subsuelo venezolano, disfrutando también de las rebajas en el porcentaje del ISR, así como del pago de dividendos, que son precisamente las fuentes del ingreso fiscal petróleo con el que el Estado financia la inversión social y productiva de Venezuela.
En los artículos 499 y 521, el Programa de la MUD plantea suspender los aportes al FONDEN y otros fondos que son administrados por el Gobierno Bolivariano para impulsar el desarrollo económico y social de la Nación. Cuestionan las transferencias sociales de PDVSA y plantean que ésta debe limitarse a operar como una empresa mercantil, eliminando los subsidios a los alimentos, educación, gasolina, vivienda, PDVAL, PDVSA agrícola e industrial, etc.
Para evadir el control del Estado sobre PDVSA, plantean separar el cargo de Ministro de Petróleo de la Presidencia de PDVSA, convirtiéndola nuevamente en un Estado dentro del Estado, que actúa en contra del interés nacional y prefiere convertir cualquier dólar adicional que entre por concepto de exportación de petróleo en beneficios y privilegios para su mal llamada “meritocracia” o invertirlo en negocios sobre los cuales no rinden cuentas, en lugar de transferirlos al fisco nacional para financiar el Presupuesto Público.
Para rematar la entrega de PDVSA a los intereses particulares de los voraces grupos económicos, el Programa de la MUD plantea en los artículos 480 y 482, reducir el control del Poder Ejecutivo en la captación y uso del ingreso petrolero, con lo cual PDVSA sería tomada por la tecnocracia y dejaría de ser la poderosa herramienta que hoy impulsa la construcción de una sociedad de amplia y creciente inclusión social.
Tras semejante fin, en el artículo 521 plantean que la conducción de PSVSA “correspondería a un nuevo ente, dotado de personalidad jurídica, patrimonio propio e independiente del fisco nacional, con autonomía física, financiera, organizativa, normativa y administrativa”. Así, PDVSA quedaría nuevamente secuestrada por las élites de Gente de Petróleo, que sabotearon la industria y provocaron pérdidas por más de 14 mil millones de dólares, y a quienes ahora el Programa de la MUD promete reenganchar
La esencia neoliberal en el Programa de la MUD
Mientras el Programa del Candidato de la Patria se basa en una creciente intervención del Estado en la dinámica económica y social, el Programa de la MUD, en sus artículos 354, 372, 417 y 420, plantea el desmontaje de la intervención del Estado para dejar el desarrollo económico según lo indiquen las fuerzas del mercado.
En la visión que reivindica la intervención del Estado, los seres humanos somos valorados como ciudadanos ante los cuales los poderes públicos tienen la obligación de asegurar nuestros derechos al trabajo, alimentación, educación, salud, cultura, recreación, deporte, etc. Pero en la visión que considera al mercado como un mecanismo más eficiente, estos derechos ciudadanos son vistos como “servicios” que provee el mercado. Por lo tanto, las personas somos vistas como “clientes o consumidores” y la satisfacción de nuestras necesidades de alimentación, educación, salud, etc. podrá lograrse según la capacidad de cada cual para generar un ingreso que le permita pagar el precio de los mismos.
Con el mayor cinismo, en el artículo 408 plantean “prohibir al BCV financiar gasto público”, justo después de proponer en el 403 acudir a “la banca internacional y multilateral, y a la comunidad financiera internacional” para solventar las “necesidades previstas de endeudamiento y el cronograma proyectado de pagos y amortizaciones”. En lugar de endeudarse con el BCV, preferirían acudir al FMI y al Banco Mundial, organismos que -como una vez más se demuestra con los paquetazos neoliberales que están aplicando en Europa-, condicionan los auxilios financieros a la reducción drástica del gasto público, con lo cual la inversión social se vería considerablemente reducida.
La crítica al gasto público que resalta en el programa de la MUD significa que los subsidios a los alimentos, salud, educación, cultura, vivienda, seguridad social, etc. serían eliminados por un gobierno de la derecha, transformando estos servicios públicos gratuitos en mercancías que ofrecería la empresa privada, y por cuyo acceso los ciudadanos -ahora convertidos en clientes o consumidores-, tendríamos que pagar un precio cada vez más elevado, quedando excluidos de su disfrute quienes no tengan suficiente o ningún ingreso para costearlos.
En su afán de limitar el gasto público, un gobierno de derecha reeditaría la historia de la privatización de empresas públicas, así como la liquidación y fusión de entes públicos, con la consiguiente ola de despidos de lo que ellos llaman “burócratas improductivos”, desconociendo así la importante función que como empleador debe cumplir el Estado, mientras la economía crece y logra generar trabajo digno para toda la población que se encuentra en condiciones y necesidad de trabajar.  
El desmontaje de los controles y el imperio del mercado
En los artículos 124 y 380 el Programa de la MUD plantea avanzar en el desmontaje de los controles y las legislaciones que ahuyentan la inversión, argumentando que “no corresponde al Estado fijar los precios” sino que estos deben ser fijados por la dinámica de la oferta y la demanda en el mercado, como si no hubiera sobradas demostraciones de las prácticas monopólicas y oligopólicas que imponen altos precios a quienes viven de un ingreso fijo. Expresando el interés de los grupos económicos que acaparan y especulan en contra de la población, en el artículo 124 del Programa de la MUD se propone “revisar la Ley de Defensa de las Personas en el acceso a los bienes y servicios”, desmantelando así la protección que este marco legal brinda a los sectores más vulnerables del pueblo venezolano.
En el Programa der la MUD abundan las críticas al control cambiario y otros controles de precios, y se promete desmontarlos tan pronto lleguen al poder. Ahora bien, qué controles desmontaría Capriles y cuáles serían las consecuencias que sufriría el pueblo:
Para permitir a los capitalistas obtener crecientes ganancias, tal como se deduce del artículo 379, desmontarían el control de precios sobre los productos de primera necesitad para dejarlos a merced de las fuerzas ciegas de la oferta y la demanda, atizando así la inflación que devora el poder adquisitivo de los salarios.
Para satisfacer la voracidad del sector financiero especulativo, liberarían las tasas de interés, con lo cual encarecerían los créditos hipotecarios y al consumo, muchas familias no podrían mantenerse al día en los pagos de sus viviendas o vehículos, y sus hipotecas y garantías serían ejecutadas, dejándolas en la calle, tal como ha pasado en EE.EE. y Europa. La clase media que utiliza TDC también sufriría un incremento desmesurado de las tasas de interés.
Para satisfacer las ambiciones de los mercados cambiarios, en el artículo 406 plantean erradicar el control de cambios, llevando el dólar oficial al precio del mercado paralelo. Con esto prenderían fuego a la inflación al encarecer las importaciones de alimentos, medicinas, maquinarias que se hacen a 4.30.
Para atraer inversiones, los gobiernos neoliberales compiten ofreciendo los salarios más bajos, por eso un gobierno de la MUD eliminaría los aumentos de sueldos por decreto, dejando que sea la oferta y demanda de trabajo en el mercado laboral la que defina el nivel de sueldos. Y ya sabemos que así los trabajadores llevan todas las de perder.
En conclusión
El Programa de la MUD rompería los acuerdos de la OPEP y se convertiría en el detonante de una sobreoferta de petróleo en el mercado internacional que causaría un derrumbe en los precios del petróleo.
Y con precios del petróleo hacia la baja se reduciría drásticamente el ingreso fiscal petrolero que ha servido para financiar la inversión social y productiva.
La política petrolera de Capriles haría inviable a su propio gobierno. El pueblo se resistiría a que lo despojen pasivamente de su derechos y se movilizaría indignado  en defensa de lo que hoy por hoy son sus conquistas sagradas.
En este peritaje hemos demostrado la esencia neoliberal del Programa de la MUD. Es un programa de gobierno que expresa el interés de los grandes grupos económicos y corporaciones transnacionales interesadas en asegurarse abundantes fuentes de petróleo cada vez más barato. De llegar a aplicarse, haría retroceder al país a los alarmantes niveles de desempleo, pobreza, desigualdad y exclusión social que azotaban a la población venezolana en los últimos años de la IV República. Por lo tanto, es incompatible con el Estado Social de Derecho y de Justicia contemplado en la CRBV, toda vez que está en abierta contradicción con el principio de progresividad de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales del pueblo. Sin lugar a dudas, el Programa de la MUD constituye un verdadero peligro que puede descalabrar y barrer con todas las conquistas de la Revolución Bolivariana.
El Programa de la MUD no se puede aplicar
El 7 de Octubre entre vencer o morir hay que optar por VENCER

jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Ciudadanos o consumidores?: lo que se decide el 7-O

Mientras el Programa de Hugo Chávez se basa en una creciente intervención del Estado en la dinámica económica y social, el programa de Capriles Radonski plantea el desmontaje de la intervención del Estado para dejar el desarrollo económico según lo indiquen las fuerzas del mercado. En la visión que reivindica la intervención del Estado, los seres humanos son valorados como ciudadanos ante los cuales los poderes públicos tienen la obligación de asegurar sus derechos al trabajo, alimentación, educación, salud, etc. En la visión que considera al mercado como un mecanismo más eficiente, estos derechos ciudadanos son vistos como “servicios” que provee el mercado; por lo tanto, las personas son vistas como “clientes o consumidores” y la satisfacción de sus necesidades de alimentación, educación, salud, etc. podrá lograrse según la capacidad de cada cual para generar un ingreso que le permita pagar el precio de los mismos.
Estado vs mercado
Las relaciones entre mercado y Estado no es un asunto que pueda resolverse de una vez y para siempre, para todas las situaciones y coyunturas. La conveniencia de diferentes niveles de intervención estatal constituye, hoy en día, uno de los asuntos claves en la reformulación de las estrategias de desarrollo. La idea de una ausencia total de regulación estatal es una con­cepción tan absurda e irreal como la de concebir una socie­dad donde la iniciativa privada no tenga cabida. En la construcción de la nueva sociedad, el Estado sustituye al mercado como rector y soberano, pero no como un mecanismo a través del cual se realiza la producción y comercialización. Más bien, la acción del Estado lo complementa y reorienta hacia las prioridades nacionales, a través de diferentes incentivos y regulaciones.  
Sin embargo, en el debate económico ha prevalecido un fuerte sesgo ideológico que considera superior el funcionamiento del mercado a la acción estatal, desconociendo una larga historia de intervención pública para apoyar con éxito no solo la construcción socialista; sino incluso, el propio desarrollo capitalista. No se trata de asumir posiciones extremas, sino de abrirle paso a un Estado rector que fije directrices claras y estables para estimular un crecimiento sano de la economía y un desarrollo integral de la sociedad.
La transformación del modelo rentista e importador en un nuevo modelo productivo exportador requiere de una sabia rectoría del Estado como planificador (a través de planes globales, secto­riales, etc.), como empresario (a través de empresas estatales en sectores estratégicos), como inversionista (a través de la inversión en infraestructura y servicios), como regulador (a través de la regulación de precios, monopolios, inversión extranjera, etc.), como benefactor (a través de la inversión social en educación, salud, vivienda, etc.) y como banquero (a través de una política financiera de impulso a la actividad productiva).
Es muy importante crear condiciones para que la economía venezolana funcione al margen de arbitrarias decisiones burocráticas y discrecionales, pero esto no quiere decir que el Estado tenga que renunciar a intervenir en los asuntos económicos. El desarrollo económico y social de Venezuela no será obra del mercado, no serán las leyes de la oferta y la demanda ni el mecanismo de los precios las fuerzas motrices que aseguren el progreso ni el bienestar de la sociedad venezolana. Se requiere una intervención inteligente de los poderes públicos para concertar cuáles son los objetivos que desea alcanzar la sociedad e identificar los instrumentos más efectivos para lograrlos.
El desmontaje del Estado en el Programa de la MUD
Sin embargo, en el Programa de la MUD se plantea el objetivo de  “Avanzar en el desmontaje de los controles del Estado y las legislaciones que ahuyentan a la inversión”. Capriles ha prometido que -de llegar a Presidente-, “erradicaría el control a la compra-venta de divisas, los controles de precios y de la economía”. Así, para permitir a los mercados de bienes registrar crecientes ganancias, desmontaría el control de precios sobre los productos de primera necesitad, atizando la inflación que devora el poder adquisitivo de los salarios. Para satisfacer a los mercados financieros, liberarían las tasas de interés, con lo cual encarecerían los créditos hipotecarios y al consumo, muchas familias no podrían mantenerse al día en los pagos de sus viviendas o vehículos, y sus hipotecas y garantías serían ejecutadas, dejándolas en la calle, tal como ha pasado en EE.EE. y Europa. Para satisfacer a los mercados cambiarios, erradicarían el control de cambios, el dólar se dispararía al precio del mercado paralelo, encareciendo las importaciones que se hacen a 4.30, agravando aún más la inflación.
No olvidemos que para atraer inversiones, los gobiernos neoliberales compiten ofreciendo los salarios más bajos. Por eso un gobierno favorable a dejar en libertad los mecanismos del mercado eliminaría los aumentos de sueldos por decreto, dejando que sea la libre oferta y demanda de trabajo en el mercado laboral la que defina el nivel de sueldos. Así, quienes viven de un ingreso fijo llevan todas las de perder, ya que sus salarios se congelan porque hay mucho desempleo, o el aumento que concede la dinámica del mercado laboral se queda por debajo de la inflación.
Ese “desacuerdo con los controles del Estado” es la esencia neoliberal del Programa de Capriles Radonski y constituye un verdadero peligro que puede descalabrar y barrer con todas las conquistas que -gracias a la intervención del Estado-, se han logrado para reducir el desempleo y la pobreza, e impulsar la inclusión social de un creciente número de personas en el trabajo, la alimentación, educación, salud, cultura, deporte, vivienda, etc. Los mecanismos del mercado exigen pagar un precio cada vez mayor por tener acceso a tales “servicios” y, en consecuencia, excluyen a todo aquel “cliente o consumidor” que no cuente con un ingreso suficiente que le permita cubrir el costo de los mismos.
Eliminación de los subsidios y reducción del gasto público
El gasto público, particularmente el “gasto” social improductivo”, tan cuestionado por las políticas neoliberales se vería considerablemente reducido, a favor de la inversión pública, toda vez que ésta última supone millonarios contratos y compras de bienes a favor de los poderosos grupos económicos, los cuales logran capturar por esa vía un mayor porcentaje de la renta petrolera.
Nada más contrario a la lógina neoliberal que los subsidios que distorsionan los precios del mercado. Para dejar que sea el mecanismo de los precios los que regulen la oferta y la demanda de los bienes y servicios, los subsidios a los alimentos, electricidad, agua, gasolina, vivienda, etc. serían eliminados. 
Tal como lo suelen aplicar todos los gobiernos neoliberales-, los presupuestos destinados a la educación, salud, cultura, deporte, ciencia y tecnología, etc. se verían drásticamente mermados. Por si fuera poco, para reducir el gasto público, se reeditaría la historia de la privatización de empresas públicas, así como la liquidación y fusión de entes públicos, con la consiguiente ola de despidos de “burócratas improductivos”, desconociendo así la importante función que como empleador debe cumplir el Estado, mientras la economía crece y logra generar trabajo digno, estable y bien remunerado para toda la población que se encuentra en condiciones y necesidad de trabajar.  
Ahora más que nunca se necesita un Estado capaz de implementar políticas transparentes y estables, en función de mantener bajo control las fuerzas ciegas del mercado, propiciar adecuadas condiciones para el desarrollo integral de la Nación y asegurar así una mejor calidad de vida y bienestar para todos los venezolanos.
¿Ciudadanos o consumidores?
Estado vs mercado. ¿Ciudadanos o consumidores?. Estas son las dos visiones que se enfrentan en las elecciones del 7 de Octubre. Al día siguiente sabremos si los venezolanos y venezolanas seguiremos siendo ciudadanos con derecho al trabajo, educación, salud, deporte cultura, vivienda, etc. o seremos transformados en clientes y consumidores, cuyas necesidades básicas y esenciales solo podremos satisfacer a través de los bienes y servicios que podamos adquirir con nuestro ingreso, a los precios que fije la dinámica de la oferta y la demanda en el mercado.   
En las presidenciales de 2006 Chávez ganó con 7.309.080 votos, el 62.84% del total. Manuel Rosales obtuvo 4.292.466 votos, el 36.90%. Sumando los votos a otros candidatos y los nulos, votaron 11.790.397 electores.
Para las presidenciales de 2012 el patrón electoral está cercano a los 18 millones. Previendo un escenario de alta participación, se espera una votación del 70%. Esto significa que irían a votar 12.600.000 electores. La abstención no superaría el 30%, lo cual es muy significativo en términos de legitimación, si lo comparamos con los procesos electorales en América Latina, EE.UU. y Europa, donde la abstención está entre 40 y 50 %.
De mantenerse esa correlación de fuerzas de 62.84 % vs 36.90%, el Candidato de la patria  debería sacar al menos 7.917.000 mil votos y Capriles 4.649.000. En las primarias del 12 de febrero la oposición movilizó 3 millones de electores, equivalente al 70% del total de votos alcanzados por Rosales en las presidenciales de 2006.
Supongamos que debido al inevitable desgaste que sufre cualquier gobierno luego de 12 años de gestión, esta correlación cambia a favor de la oposición. Supongamos también que por cada votante de la oposición en las primarias del 12-F, uno se quedó en casa y no fue a votar. Con base en estos supuestos, el candidato opositor pudiera obtener 6 millones de los 12 millones 600 mil electores que irían a votar. Es decir, en el escenario más favorable para Capriles, de todas maneras Chávez le ganaría con 6 millones 600 mil votos. Es decir, 52 % del total, frente a 48 % de Capriles.
Ante un resultado tan apretado la oposición no vacilaría en cantar fraude. Afortunadamente, la mayoría de las encuentas dan como ganador al Candidato de la Patria por un amplio margen. Hasta Datanálisis, dirigida por un reconocido opositor al Gobierno Bolivariano, reconoce como inminente ganador a Chávez por más de 14 puntos: 43.8 % vs 29.1 % a favor de Capriles. Sin embargo, ante pronósticos tan favorables, la peor estrategia sería cantar victoria y asumir una actitud triunfalista. Por lo tanto, todos los factores que apoyamos la candidatura de Chávez estamos llamados a desplegar el mejor de los esfuerzos para que nadie se quede sin ir a votar y amanezcamos el 8 de Octubre con la certeza de seguir siendo ciudadanos con derechos y haber conjurado así la pretensión neoliberal de transformarnos en simples clientes o consumidores.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Libro "Claves para la industrialización socialista" recibe Mención Honorífica del Premio Internacional Libertador

(Prensa CIM)  Víctor Álvarez, investigador del Centro Internacioal Miranda (CIM), recibirá Mención Honorífica del Premio Internacional "Libertador" al Pensamiento Crítico por su obra "Claves para la industrialización socialista". El acto de premiación se realizará en la Sala "Ríos Reyna" del Teatro Teresa Carreño, el sábado 8 de septiembre a las 7.00 pm, y contará con la presencia e intervención del Presidente de la República, Comandante Hugo Chávez Frías.
 
"Claves para la industrialización socialista" es un análisis crítico del proceso de industrialización en las condiciones del capitalismo rentístico venezolano. El autor cuestiona la sustitución ineficiente de importaciones que condena a los trabajadores y consumidores a adquirir productos de inferior calidad y precios superiores a los importados, pero al mismo tiempo se opone a la apertura neoliberal que somete a los productores locales a una feroz competencia con las importaciones procedentes de las principales potencias industrializadas. Como alternativa entre estas dos opciones extremas, fundamenta la importancia de las políticas industriales y tecnológicas en el contenido de la política económica para profundizar la reactivación, reconversión y reindustrialización del aparato productivo nacional, en el marco de los cambios estructurales en la economía mundial, caracterizados por una incesante relocalización industrial, el auge de las industrias del conocimiento y las tensiones entre los procesos de globalización e integración latinoamericana.

Álvarez  define la industrialización socialista como un proceso llamado a sustituir la industrialización basada en la explotación del trabajo ajeno, el uso intensivo de materias primas y energía, la depredación del ambiente y los desequilibrios territoriales, por un nuevo tipo de industrialización basado en diferentes formas de propiedad social, la aplicación de nuevos principios para la justa remuneración del trabajo productivo y la inversión social de los excedentes, el uso intensivo de información y conocimientos científicos y tecnológicos, la preservación del ambiente y el desarrollo armónico y proporcional de las regiones. Con este fin, propone un conjunto de principios rectores de la industrialización socialista e identifica diferentes formas de intervención del Estado para orientar un proceso que no puede quedar sometido a las fuerzas ciegas del mercado. Argumenta que la industrialización socialista debe apoyarse en un Estado en manos de los trabajadores y de la comunidad, sin mediaciones burocráticas de ningún tipo. Solo así será posible impulsar un nuevo tipo de desarrollo industrial, capaz de asegurar una creciente producción de los bienes y servicios que se requieren para satisfacer plenamente las necesidades básicas y esenciales de la sociedad.
Álvarez, investigador del Centro Internacional Miranda  (CIM). recibió antes la Mención Honorífica del Premio Internacional "Libertador" al Pensamiento Crítico y Premio Municipal "Gustavo Machado" al Pensamiento Político por su libro "Venezuela: ¿Hacia dónde va el Modelo Productivo". Fue reconocido con el "Botón de Honor" de la Ciudad de Valencia (experiencia piloto de la Ciudad Comunal)  por la serie "Cuadernos de Educación Comunal", y recientemente fue condecorado con la "Orden Arturo Michelena" por su libro "Del Estado burocrático al Estado comunal".