jueves, 15 de noviembre de 2012

"El fenómeno Hugo Chávez en clave económica"


Víctor Álvarez entrevistado por Julián Varsavsky
(Semanario Página 12 de Argentina) 
Un investigador del Centro Internacional Miranda de Caracas analiza el fenómeno Hugo Chávez en clave económica. Graduado de  economista en la Universidad de La Habana, Víctor Álvarez fue Ministro de Industrias y Minería del gobierno de Hugo Chávez y director de PDVSA. En su labor de docente e investigador del Centro Internacional Miranda de Caracas, coordina un equipo de estudio sobre nuevos modelos productivos. En su último libro Claves para la industrialización socialista propone un nuevo tipo de desarrollo industrial basado en diferentes formas de propiedad social en manos de los trabajadores y las comunidades, sin mediaciones burocráticas de ningún tipo. Allí busca identificar diferentes formas de intervención eficaz del Estado para orientar procesos que él considera no pueden quedar sometidos a las fuerzas ciegas del mercado.
Hugo Chávez ganó por primera vez las elecciones en diciembre de 1998. ¿En que contexto económico llega al poder?
Chávez comienza a gobernar un país con una economía devastada por las políticas neoliberales que se aplicaron desde finales de los años 80 y a lo largo de los 90 ocasionando la quiebra masiva de pequeñas y medianas empresas que no pudieron resistir la competencia de las importaciones que se empezaron a hacer a raíz de la apertura indiscriminada que aplicó el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Además el país empieza a sufrir la política errática de aquel gobierno en materia petrolera. Venezuela pasó a incumplir la autorregulación en la producción de petróleo acordada por los países de la OPEP, es decir, se produjo muy por encima de las cantidades acordadas inundando el mercado mundial de petróleo, cuyo precio bajó hasta los 8 dólares por barril. La tecnocracia que dirigía PDVSA, más que administrar la empresa en función del interés nacional, lo hizo en función del multinacional.
¿El resultado fue que el Estado venezolano redujo estrepitosamente sus ingresos fiscales?
En Venezuela el ingreso fiscal ha estado marcado siempre por los ingresos de PDVSA. Los empresarios privados poco han contribuido al financiamiento del gasto público. Esa caída del ingreso fiscal petrolero dejó al Estado sin recursos y comienza entonces la privatización de la salud y la educación. El Estado se repliega y se privatizan las principales empresas como la de telecomunicaciones, metalúrgica y aviación.
--¿Y la industria petrolera iba por ese camino?
--Los programas de apertura petrolera en PDVSA fueron la clara manifestación del proceso de privatización. Se hicieron convenios de explotación con las multinacionales del petróleo, que aportaban a Venezuela el 1 % de sus regalías, es decir, se había prácticamente eliminado la ganancia del Estado. Con la reforma de estas leyes llevadas a cabo por el gobierno bolivariano las regalías pasan primero al 16,5 % y ahora son del 33 %.
¿Cuál fue el costo social de la vieja política petrolera?
La contracción económica se tradujo en un recrudecimiento del desempleo y la pobreza. Llegamos a tener 16 % de desempleo y la pobreza alrededor del 60 %. Chávez hereda una verdadera bomba social que ya había explotado en el Caracazo y seguía latente. El desmantelamiento del Estado le quitaba toda capacidad de inversión pública. No había incentivos crediticios a la agricultura ni a la producción industrial. Y el gobierno no tenía recursos para revertir la situación con un petróleo a 8 dólares el barril. Entonces una de las primeras medidas de Chávez fue reflotar la OPEP para que sus miembros comenzaran otra vez a producir menos y vender más caro.
¿Cuál era la situación de pobreza cuando asume Chávez en 1999?
Asume con más de 60 % de pobreza y casi el 50 % de las personas ocupadas trabajando en el sector informal. Esta era la expresión de un aparato productivo que se caía a pedazos. Hoy el nivel de desempleo está en 7 % y si a eso le agregas todas las gratuidades que el Estado ha asegurado a partir de las misiones sociales de alimentación, educación, salud y vivienda, las cosas ya tienen otro color. Esto se debe a programas como Barrio Adentro –con miles de médicos cubanos atendiendo a la población más pobre- y al surgimiento de nuevas universidades que han convertido a Venezuela en el cuarto país en el mundo en cantidad proporcional de habitantes haciendo estudios terciarios. Todo esto ha permitido reducir la pobreza desde un 62 % a 33 % y la pobreza crítica del 29 % a menos del 10 %.
Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) el total de pobreza durante los gobiernos de Chávez hasta 2010 se redujo a la mitad, convirtiendo a Venezuela en el segundo país del continente que más la redujo después de Ecuador.
El porcentaje de personas en situación de pobreza, es decir, con un nivel de ingreso que apenas alcanza para cubrir las necesidades básicas, se redujo de 62,09 % a 33 % entre 1999-2012. El porcentaje de hogares y personas en condición de pobreza extrema; es decir, sin posibilidad de satisfacer las necesidades mínimas, se redujo de 29,75 % a 8,9 % (INE, 2012). El desempleo cayó de 16 % a 7%.Por eso en Venezuela ha ocurrido un cambio revolucionario, entendiendo por revolución cambios profundos y rápidos. Algo que ha llevado 25 a 50 años en otros países, aquí se hizo en 6 o 7 años, a partir de 2004 cuando comienzan a desarrollarse las misiones sociales al terminar la situación de crisis política con el referéndum de 2004. A partir de ese momento Chávez recupera la gobernabilidad y las cosas comienzan a mejorar. Por eso el hito no es el año1999 cuando el Presidente asume el poder sino el 2004 en que empiezan las misiones y se estabilizan los precios del petróleo.
En Europa se están aplicando recortes del gasto social, políticas que se aplicaron en Latinoamérica con resultados catastróficos. Y desde el oficialismo venezolano se acusa a la oposición de plantear un regreso a los años 90.
Lo indica el programa que presentaron ante la Comisión Nacional Electoral. Estos programas de ajuste neoliberal tienen en común que no valoran a las personas como ciudadanos ante los cuales el Estado tiene obligaciones, sino como clientes y consumidores. Por eso proponen la privatización de los activos públicos, la salud y educación. Una de las grandes críticas que hace ese pensamiento es el exagerado gasto público que tendría el Estado. Hay una palabra que resulta inadmisible para ellos, que es hablar de subsidio. Para el interés de los grandes grupos económicos, los servicios públicos deberían ser mercancía. Uno de los plantos de la derecha es reducir a su mínima expresión el papel del Estado, limitar la inversión pública y eliminar las regulaciones que se ejerce sobre la economía para evitar que se desquicie. Ellos plantean eliminar los controles de precios sobre la canasta alimentaria y el control de cambio.
¿Cuál es el programa de Chávez?
Su programa reivindica la intervención del Estado para orientar el desarrollo económico y social del país, reconociéndonos a los venezolanos como ciudadanos con derecho a la salud, educación, alimento, trabajo y vivienda. En función de eso se ha rescatado la riqueza petrolera del país. Y a través de la inversión social de esa renta se busca asegurar la satisfacción de esos derechos. Aquí ya se marca una diferencia radical con los principios que rigen el programa de la derecha, el cual están escondiendo porque es tan antipopular en su planteamiento de desmontar la inversión pública y eliminar los controles que favorecen a las mayorías, que si divulgaran eso tendrían sólo eco en los sectores empresariales e internacionales. Uno de los planteos de la derecha es incorporar 400.000 barriles de petróleo anual a la producción nacional. Eso sería gravísimo porque se produciría un derrumbe del precio del petróleo que repercutiría en una merma considerable en el ingreso de divisas al país.
¿Con que se financiarían los programas sociales en dicho caso?
Te respondo con otra pregunta: ¿la derecha va a elevar el cobro de impuestos a los grandes empresarios? Lo más probable es que a las misiones las vaya dejando morir y termine subiendo el IVA, un impuesto antipopular que pagamos todos independientemente de nuestros ingresos (en Venezuela el IVA es 12 %). Entonces se trata de un programa de gobierno para satisfacer las necesidades de las grandes potencias que necesitan un petróleo abundante y barato.
¿Cuáles son los objetivos económicos de un posible tercer periodo de Hugo Chávez?
El gran reto para los próximos años es profundizar la construcción socialista. El segundo periodo de gobierno que arrancó en 2007 fue de transición. El esfuerzo estuvo orientado a crear el marco legal que habilitara el accionar del gobierno. Hoy tenemos un conjunto de leyes del Poder Popular y sobre esa base nos toca profundizar el desarrollo de nuevas formas de propiedad social que permitan el empoderamiento de los trabajadores en comunidades organizadas. El gran objetivo es que la economía social gane espacios sobre la economía privada. Los primeros años fueron para reactivar el aparato productivo heredado de la Cuarta República conformado por empresas regidas por la lógica capitalista. La reactivación de esa economía fue una especie de mal necesario para generar empleo y desactivar esa bomba social. Pero hoy el problema ya no es tanto la reactivación de esa economía sino su transformación, es decir, pasar de un capitalismo rentístico e importador a un modelo exportador que permita aprovechar las ventajas que supone el ingreso de Venezuela al Mercosur. Pero sobre la base del desarrollo de nuevas formas de propiedad social, que incluya pero que también trascienda a la propiedad privada y a la estatal.
¿Hacia dónde apuntan las investigaciones del Centro Internacional Miranda?
Buscamos crear un cuerpo de conocimientos que permita sustentar las políticas de los programas del gobierno bolivariano. Ya casi nadie discute las enormes transformaciones y progresos del gobierno de Chávez. Incluso los enemigos más acérrimos lo reconocen y necesitan presentarse ahora como los continuadores de ese esfuerzo y plantean que no van a quitar las misiones sociales. Trabajamos en la búsqueda de una economía social basada en un principio de solidaridad y complementación, de equidad y sustentabilidad. La idea es conquistar una hegemonía cultural donde el mundo del trabajo tenga primacía sobre el mundo del capital.
¿Qué porcentaje de PBI es estatal en Venezuela?
Ese es un dato bien interesante. Si tu revisas las estadísticas, cuando arranca la Revolución Bolivariana, el peso de la economía privada era del 65 % y la pública del 35 %. Hay un discurso del sector empresarial afirmando que el Estado lo está tomando todo y va cerrando espacios a la economía privada. Pero cuando buscas validar esa información vez que el peso del sector público de la economía bajó del 35 al 30 % y el peso del sector privado subió del 65 al 70 %
¿Cuál es la explicación?
Que la política de reactivación que implementó el gobierno fue ampliamente aprovechada por el sector privado, que tuvo tasas de crecimiento superiores a las del sector público. Hoy tenemos, paradójicamente, en el marco de la construcción del socialismo un sector capitalista que ha crecido en mayor proporción que el estatal.
¿Hay elementos de un neokeynesianismo?
El modelo bolivariano hay que entenderlo por las etapas que ha tenido que pasar. Catalogarlo en estos términos no ayudaría a entender lo que aquí pasa. Chávez gana en 1998 con la promesa de derrotar la pobreza y reducir el desempleo. Su compromiso era llamar a una Asamblea Constituyente para derrotar esos flagelos. Hasta 2006 el esfuerzo fue en esta dirección, todo se orientó a reactivar el aparato productivo destruido por la política neoliberal. Hacia 2005 se da una discusión sobre el sentido que tenía reactivar una economía que trabaja con la lógica del capital, que es la misma que generaba el desempleo y la pobreza. Así nunca íbamos a erradicar estos flagelos, si seguíamos incentivando al modelo que generaba el problema. Comienza entonces a planearse ya no la reactivación sino la modificación del modelo productivo. Por eso en 2006, cuando Chávez gana su reelección, propone declarar el carácter socialista de la Revolución Bolivariana y se plantea que el que vote por Chávez está votando por el socialismo.
Esto implicó medidas de nacionalización. ¿Qué se ha expropiado hasta ahora y cuál es el límite?
Es uno de los puntos de creciente debate, no solamente con los sectores de derecha sino dentro de la izquierda. Hubo consenso general en la expropiación de los sectores estratégicos como electricidad, telefonía, siderurgia, plantas cementeras y dos cadenas de distribución de alimentos –que ahora los venden subsidiados-, todas con su correspondiente indemnización. Y hubo una compra acordada del Banco de Venezuela.
¿Y las tierras agrícolas con qué criterio se expropian?
Se han recuperado cerca de 4 millones de hectáreas. El criterio fue comenzar por tierras donde no había ningún tipo de actividad, latifundios no aprovechados. Luego se expropiaron tierras que servían para producir alimentos pero se usaban con fines forestales.
Hay un debate ideológico dentro del PSUV respecto de hasta donde se avanza con las expropiaciones.
Una de las contribuciones que está haciendo la experiencia venezolana a la conceptualización de lo que se está empezando a entender como el Socialismo del Siglo XXI, es el debate en torno a las diferentes formas de propiedad. Una de las cosas que se han discutido es cómo en el campo soviético esa propiedad estatal absoluta de todos los medios de producción y comercialización, generó esas elites burocráticas que terminaron administrando la propiedad pública como si fuera privada. Y ese burocratismo terminó funcionando como una burguesía que logró una distribución del ingreso favorable a su interés. En Venezuela ese debate está presente y verás que las leyes del Poder Popular promueven el desarrollo de la propiedad comunal, donde los trabajadores, las comunidades y los campesinos se sientan verdaderos dueños de esas unidades productivas. El objetivo es que no se reedite la historia donde todo sea propiedad estatal, desde un taller mecánico a un kiosco o una peluquería. Aquí entendemos que la estatal es una de las formas de propiedad y también se reconoce la privada, se crea la propiedad social y también combinaciones entre ellas.  
No se parece en nada al comunismo soviético
Es una crítica profunda a esa visión de un modelo productivo que ahoga e inhibe el espíritu emprendedor de las comunidades y los trabajadores. Más bien apunta a estimular esa capacidad creadora de las personas. Se  impulsa la creación de nuevas empresas socialistas. En cambio, se deja que a las empresas capitalistas las estimule el mercado. El esfuerzo del gobierno está orientado a estimular la creación de empresas socialistas en los términos descriptos.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Tipo de Cambio Mercosur

Escribe: Víctor Álvarez
A propósito del Mercosur, no será la mano invisible del mercado la que facilite el ingreso de Venezuela a ese espacio como un país exportador de bienes y servicios con creciente valor agregado. Ciertamente, la integración de Venezuela se ha facilitado por la voluntad política de los gobernantes, pero hay que tener en cuenta que los mercados internacionales se conquistan con calidad y productividad. Y sin producción nacional no habrá oferta exportable. Por lo tanto se requiere que el esfuerzo del aparato productivo nacional para fortalecer su competitividad, también sea respaldado por un hábil manejo de la política cambiaria.
Como la inflación en Venezuela es superior a la de sus principales socios comerciales, el anclaje cambiario origina que el bolívar compre más en el extranjero que en el mercado interno. Así, las importaciones desplazan a la producción nacional y el ingreso en bolívares que obtienen los exportadores al tipo de cambio oficial, no alcanza para cubrir los costos nacionales. Resolver esta tensión es clave para impulsar la transformación de una economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo capaz de sustituir importaciones y aumentar las exportaciones.
Una cosa es congelar el tipo de cambio y otra muy distinta es un manejo inteligente de la política cambiaria. El control fue una medida necesaria para detener la fuga de divisas, proteger las reservas internacionales y evitar el impacto inflacionario de un dólar en alza, en una economía con alto componente importado. Pero en lugar de anclar el precio del dólar durante varios años para luego tener que aplicar traumáticas maxidevaluaciones que recrudecen la inflación, es preferible ajustar a tiempo el tipo de cambio, teniendo como referencia la brecha inflacionaria entre Venezuela y sus principales socios comerciales.
 
¿Cómo aplicar un Tipo de Cambio para Mercosur?
Para facilitar la transición de una economía rentista e importadora a un nuevo modelo productivo capaz de sustituir importaciones y diversificar exportaciones, hay que considerar la viabilidad de aplicar un tipo de cambio especial para el Mercosur, a través del cual los exportadores hacia esos países puedan vender a precio de mercado el porcentaje de divisas equivalente al Valor Agregado que generan. Solo quedarían obligados a reintegrar al BCV -al tipo de cambio oficial-, el monto que les otorga CADIVI para cubrir el componente importado. Este ajuste parcial compensaría el encarecimiento del contenido nacional, pero sin encarecer el componente importado que provocaría una devaluación generalizada. Mientras mayor sea el VA, mayor será el porcentaje de divisas que los exportadores pueden convertir a un tipo de cambio más favorable. Se estimulará así la producción para la exportación, aumentará la oferta de divisas no petroleras y bajará la presión sobre el precio del dólar.
De cara a la transformación productiva se requiere el diseño de una innovadora política cambiaria que evite una nueva maxidevaluación, introduciendo medidas graduales que ayuden a corregir la actual sobrevaluación y permitan alcanzar un tipo de cambio de equilibrio, que desestimule las importaciones que desplazan a la producción nacional y estimule la diversificación de las exportaciones no petroleras

Hacia una política cambiaria que exprese la productividad agrícola e industrial
 
El desempeño de la agricultura e industria se ha visto afectado por la sobrevaluación del tipo de cambio. El uso de la política cambiaria como política antiinflacionaria a través del anclaje del tipo de cambio ha abaratado las importaciones hasta el punto de provocar los mayores niveles de compras externas por parte de Venezuela. La sobrevaluación del tipo de cambio resta competitividad internacional a la oferta exportable venezolana. Los productos importados se hacen más baratos para los compradores venezolanos, en tanto que los fabricados en el país se han hecho más costosos internamente y en los mercados internacionales.
La apertura del mercado interno y la tendencia a importar que instaura la sobrevaluación del tipo de cambio, intensifica las presiones competi­tivas y provoca que muchos productores agrícolas e industriales se transformen en importadores de lo que antes producían. Aunque se mantiene el anclaje, la sobrevaluación del tipo de cambio ha mostrado sus límites para controlar la inflación. Como ya se explicó antes, su rezago genera una acumulación de tensiones inflacionarias que se desencadenan con toda su fuerza cada vez que se ajusta o devalúa el tipo de cambio.
Al fijar un tipo de cambio que exprese la verdadera productividad de la actividad agrícola e industrial, se propician mejores condiciones para concretar los esfuerzos orientados al desarrollo y fortalecimiento de una in­dustria agrícola y manufacturera eficientemente integrada a lo largo de la cadena productiva. Este constituye uno de los requerimientos básicos para lograr la soberanía alimentaria y productiva como un proceso que, entre otras cosas, también debe facilitar la inserción de la agricultura e industria nacionales en el Mercosur,  dejando muy claro que la competitividad agrícola e industrial en el mediano y largo plazo, no puede sustentarse sólo en la devaluación del bolívar, sino en el fortalecimiento de sus capacidades tecnológicas e innovativas.
Al permitir que los exportadores venezolanos hacia el Mercosur puedan vender al tipo de cambio en el mercado paralelo el porcentaje de divisas equivalente al Valor Agregado que generan, se estimulará el desarrollo productivo nacional, ya que mientras mayor sea el Valor Agregado mayor será, entonces, el porcentaje de divisas que podrán convertir a un tipo de cambio que les resulta más favorable para cubrir los costos nacionales denominados en bolívares. Como se dejó claro antes, solo quedarían obligados a reintegrar -al tipo de cambio oficial- el monto que les otorga CADIVI para cubrir el componente importado. El evitar una devaluación total, este ajuste parcial compensaría el encarecimiento del contenido nacional, pero sin encarecer el componente importado que provocaría una devaluación generalizada.