Víctor Álvarez R. / Director de Pedagogía Económica y Electoral
La propuesta de un Pacto de Convivencia Pacífica entre los
candidatos a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela surge
de una amplia consulta a importantes e influyentes voces de la sociedad civil
que trabaja por vencer la apatía electoral, reconstruir la confianza en el
voto, mantener la ruta electoral, rechazar las vías violentas e
insurreccionales, alcanzar una solución electoral y pacífica del conflicto
venezolano y recuperar la alternabilidad en el poder.
Independientemente del sector
político que gobierne a una Nación, la alternabilidad en el poder por la vía
electoral y pacífica dependerá del balance neto entre los costos de permanecer
en el gobierno y los costos de salida. Si la derrota electoral se convierte en una cadena
de persecuciones, juicios y condenas, quien esté en el gobierno no tendrá
incentivos para medirse en unas elecciones competitivas que puede perder, y esto
dificultará la alternabilidad en el poder.
Esta iniciativa
ciudadana plantea que para recuperar la alternabilidad hay que crear
condiciones para la convivencia
pacífica y esto solo es posible si quienes se diputan el poder asumen el compromiso
de no persecución política. A fin de
contribuir a crear un clima de reencuentro y reconciliación nacional, se propone
a los candidatos a la presidencia debatir una amnistía general por faltas y delitos políticos,
tales como:
1. Violaciones a la libertad de
expresión, a la organización política, la participación electoral y violaciones
leves a los derechos humanos.
2. Represión de manifestaciones y
protestas con fines políticos, contra el orden institucional y el gobierno
establecido.
3. Actuaciones de los organismos de
seguridad del Estado al enfrentar la resistencia y desobediencia a la
autoridad, cuyos excesos pudieran dar lugar a juicios y condenas por parte de
los órganos de justicia.
4. Hechos
cometidos en el ejercicio de la función de gobierno que pueden dar lugar a
investigaciones, imputaciones, acusaciones o condenas por parte de la Corte
Penal Internacional.
5. Promover órdenes internacionales
de captura, persecución judicial amenazas de extradición contra funcionarios
del gobierno y dirigentes políticos para que sean sometidos a juicios y
condenas en tribunales extranjeros.
6. Criminalización de las críticas
al gobierno nacional y demás poderes públicos, y por la expresión de ideas y
opiniones de carácter político.
7. Difusión de imágenes y mensajes
considerados difamatorios u ofensivos en el ejercicio de la crítica a la acción
de gobierno, a sus autoridades y funcionarios.
8. Participación en el gobierno interino, el Tribunal Supremo de
Justicia en el exilio y la extralimitación de las funciones de la Asamblea Nacional
electa en 2015;
9. Haber solicitado sanciones económicas y pronunciado a favor
del aislamiento internacional, la máxima presión y la amenaza creíble contra
Venezuela;
10. Participación
y apoyo en el intento de golpe militar del 30 de abril de 2019 e invocado una intervención militar externa a
través del TIAR;
Para bajar los costos de salida de quienes tienen el poder, el Pacto propone a los candidatos promover la eliminación de las recompensas internacionales, a no seguir presionando juicios en la Corte Penal Internacional, y pedir el cese de la persecución judicial en contra de representantes de los poderes públicos del Estado venezolano.
Los tribunales especiales de
justicia transicional podrán evaluar y determinar qué tipos de delitos
cometidos podrán ser amnistiados y quiénes pueden ser favorecidos con las
medidas especiales de sobreseimiento, indulto y fin de la acción penal.
Atendiendo al mandato del artículo 29 de la Constitución, en el Pacto quedan
exceptuados de la amnistía las violaciones graves a los derechos humanos y los
crímenes de lesa humanidad, tal como se establece en el Estatuto de Roma. Estos
casos sólo podrán ser juzgados en las instancias de la justicia ordinaria.
Esta iniciativa ciudadana para la
paz propone crear una Comisión de la Verdad dedicada a compilar y analizar las
denuncias relacionadas con la violencia política y violaciones a derechos
humanos como consecuencia de la confrontación política entre febrero de 2014 y
febrero de 2024, a fin de poner en primer plano a las víctimas del conflicto,
que deben ser reconocidas y reparadas a través de un proceso de obtención de
verdad y justicia transicional. Con la liberación de los fondos de la República
que se mantienen bloqueados, el Pacto contempla la creación de un Fondo de Reparación
de Daños a las víctimas del conflicto -tales como presos y exiliados políticos;
torturados, heridos y familiares de
manifestantes muertos en las protestas, así como los migrantes y sus
familiares.
En el Pacto, los candidatos a la
presidencia se comprometen a respetar la institución de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana (FANB) y a no involucrarla ni atacarla en el desarrollo de
la campaña electoral, ni en el debate
político nacional, a la vez que hacen un llamado a la FANB a ratificar su
naturaleza no deliberante, subordinada al poder civil, y a ratificar su
compromiso de respetar y hacer respetar la Constitución, las leyes de la
República y el resultado de las elecciones como expresión de la soberanía
nacional ejercida a través del voto.
Esta propuesta que surge de la sociedad
civil recuerda que, en caso de un cambio
en el mando político, el nuevo presidente tendrá que coexistir con una Asamblea
Nacional, demás poderes públicos y la mayoría de las gobernaciones y alcaldías
que se mantendrán bajo el control del gobierno saliente. Para poder gobernar, el
nuevo mando tendrá que reconocer
a su adversario y hacer posible la cooperación y complementación entre los
diferentes poderes públicos y niveles de gobierno.
Para evitar una
crisis de gobernabilidad postelectoral,
se propone a los candidatos concertar un
Programa Básico de Reformas Económicas,
Sociales e Institucionales y, para llevarlo a cabo con éxito, solicitan gestionar
el levantamiento de las sanciones económicas, la protección de Citgo y los
activos de la República bloqueados en el exterior, el
acceso a los Derechos Especiales de Giro retenidos en el FMI, la recuperación
de las reservas del BCV que permanecen bloqueadas en el Banco de Inglaterra, la
reestructuración y rebaja de la deuda externa, la reinserción de Venezuela en los
mercados financieros internacionales, y la promoción y búsqueda de inversiones
extranjeras para recuperar la industria petrolera y reactivar el aparato
productivo. Así, quien finalmente resulte ganador en las presidenciales, en vez
de heredar una bomba de tiempo económica y social, más
bien recibirá una economía saneada, un Estado re-institucionalizado y una
sociedad desarmada que se pueda gobernar.
A
fin de facilitar la alternabilidad en el poder, moderar el excesivo poder del
Presidente de la República y contribuir a la autonomía e independencia de los
poderes públicos, el Pacto propone a los candidatos impulsar una Reforma
Constitucional para:
ü Eliminar la reelección indefinida del
presidente, gobernadores y alcaldes;
ü Recortar el mandato presidencial a cinco
años con una sola e inmediata reelección;
ü Activar el mecanismo de segunda vuelta o
balotaje en la elección presidencial;
ü Eliminar el referendo revocatorio para
todos los cargos públicos de elección popular,
ü Designar al expresidente de la República
como diputado vitalicio con inmunidad parlamentaria, al Vicepresidente
Ejecutivo y Vicepresidentes Sectoriales diputados con inmunidad parlamentaria por
dos períodos constitucionales, y por un periodo a los ministros del gobierno
saliente, todos con voz pero sin voto.
Tomándole la palabra a la propuesta de los
presidentes Gustavo Petro y Lula Da Silva, esta iniciativa ciudadana propone -con
base en el artículo 73 de la Constitución venezolana-, someter el Pacto de Convivencia Pacífica a un
referendo popular aprobatorio por parte de la ciudadanía que participará
masivamente en los comicios presidenciales del 28 de Julio de 2024.
En definitiva, la propuesta de un Pacto de Convivencia Pacífica entre los
candidatos a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela es una
iniciativa ciudadana que puede ser enriquecida y mejorada con tu crítica
constructiva y propositiva. Es una propuesta viva que se nutre de los
comentarios y sugerencias de todas las personas que trabajan por vencer la
apatía electoral, reconstruir la confianza en el voto, mantener la ruta
electoral, rechazar las vías violentas e insurreccionales, alcanzar una
solución electoral y pacífica del conflicto venezolano y recuperar la
alternabilidad en el poder. Por esta vía, y a través de tus artículos, podcast
y redes sociales, te invitamos a contribuir con tus observaciones y sugerencias
a debatir y mejorar esta iniciativa comprometida con una solución electoral y
pacífica del conflicto venezolano.
Escuche el análisis del Pacto de Convivencia Pacífica en el
nuevo podcast de Pedagogía Económica y
Electoral https://t1p.de/nwtp1
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