viernes, 12 de junio de 2020

Diferencial de precios de la gasolina: un incentivo perverso a la corrupción


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Fijar dos precios para la gasolina es un incentivo perverso a la corrupción, la especulación y el contrabando. En moneda nacional, el precio subsidiado es de 5.000 Bs/L y equivale a solo 2 ½ centavos de dólar, mientras que el precio dolarizado se fijó en 0,50 centavos de dólar el litro, 20 veces más.
Está comprobado que los sistemas diferenciales de precios degeneran en un incentivo perverso a la corrupción, tal como pasó con Cadivi, Sicad, Simadi y Dipro que fijaban una tasa de cambio subsidiada a la que solo tenían acceso unos privilegiados que luego revendían las divisas baratas a una tasa de cambio mucho más cara en el mercado paralelo, acumulando así jugosas ganancias.
La irracionalidad del nuevo precio subsidiado está a la vista: una botella de litro y medio de Coca-Cola cuesta 250.000 bolívares, cantidad con la que se pueden comprar 50 litros de gasolina. En las fronteras con Colombia y Brasil un litro de gasolina cuesta al menos 0,70 $/L, razón por la cual, ni siquiera el precio de 0,50 $/L detendrá el contrabando.
Si no se corrige el enorme diferencial de precios, lo más probable es que la ilusión de la gasolina barata dure apenas unas semanas, nuevamente tenderá a desaparecer y solo se conseguirá en las estaciones de servicios dolarizadas hacia donde se dirigirá el trasvase y jugosa reventa de la gasolina subsidiada.

Analistas coinciden en la necesidad de corregir diferencial de precios de la gasolina para evitar contrabando y especulación


Fuente: Globovisión / Thiany Rodríguez 



Se cumple una semana del arranque del nuevo esquema de precios de la gasolina en Venezuela. Y las estaciones de servicios, que en su mayoría habían permanecido cerradas por la cuarentena ante el COVID-19, siguen surtiendo de combustible a los usuarios.
Largas colas aún se observan en los diversos estados del país buscando adquirir la subsidiada a 5 mil bolívares el litro, pero también hay quienes han acudido a las bombas autorizadas para la gasolina premiun a 0,50 centavos de dólar el litro.
En medio de las complejidades, los venezolanos han ido adaptándose a la modalidad de precios y participación por días, de acuerdo con el último número de la placa del vehículo, asumiendo los límites por mes, entendiéndose que los carros particulares solo pueden acceder a 120 litros y las motos a 60.
Ha sido un debate caluroso. El economista y exministro de Industria, Víctor Álvarez; y el presidente de la firma Datanálisis y también especialista financiero, Luis Vicente León, dan su mirada analítica a este tema, en conversación con el equipo de plataformas digitales de Globovisión.

#ENTREVISTA: “La dolarización es una quimioterapia desagradable, pero necesaria”


Entrevista publicada en PANORAMA y realizada por Heilet Morales

Economista Víctor Álvarez: “Si la industria petrolera no tiene dinero para recuperar su producción, si el propio Estado no tiene dinero para inyectarle a Pdvsa, la opción que queda es un nuevo acuerdo que permita generar unas condiciones distintas para estimular la inversión privada nacional y extranjera”.

 “Mientras al régimen se le siga diciendo lo único que vamos a negociar contigo es el país adónde te vas a exiliar o el color del uniforme que te van a poner en la cárcel de Guantánamo, con eso lo que están es trancando toda posibilidad de negociación y de acuerdo político porque el régimen, que es el que tiene el poder real, no se va a sentar en una mesa con quien le está planteado solo esas opciones”.
Desde esta perspectiva, el economista Víctor Álvarez, premio nacional de Ciencia y quien conoce bien al chavismo del que se desmarcó hace ya varios años, estima que “tiene que haber un mayor grado de sensatez en la oposición y creo que, después de año y medio de frustraciones, de expectativas exageradas, de falsas promesas o que no se cumplieron”.
En el terreno de lo económico, admite sin vacilación que la economía del país está “quebrada” y que en el mejor de los casos eso será lo que reciba un nuevo Gobierno, cuando se produzca un cambio político del país. En particular sobre el dolor de cabeza de la hiperinflación de Venezuela advierte que abatirla “no depende únicamente de un cambio de Gobierno, depende de una política de  reactivación de la agricultura y de la industria para generar una abundante  oferta de bienes y servicios, pero eso no es de la noche a la mañana, eso nos puede llevar uno o dos años”.
En esa dirección se anota en la senda de una necesaria dolarización del país.  “Este es un debate muy intenso desde hace más de un año cuando se lanzó la tesis de la dolarización, la cual apoyé como un mal necesario, aunque no quiere decir que la dolarización es la panacea o el remedio  total y definitivo al problema monetario que tiene Venezuela. Sencillamente es una quimioterapia desagradable que genera efectos no deseados, un tratamiento muy duro, es un trago muy amargo, pero que necesariamente hay que pasar para poder poner bajo control en el corto plazo una serie de variables que están desquiciadas”.