viernes, 22 de noviembre de 2019

Venga quien venga, el ajuste económico hará tambalear al próximo gobierno


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Venezuela atraviesa por una prolongada crisis económica, política y social que requiere la participación consciente de sus ciudadanos para superarla. No se trata solo de un cambio político, también se requiere un cambio en el modelo económico, lo cual implica la transformación de la cultura rentista por una nueva cultura tributaria, sustentada en el valor del trabajo y la inversión productiva.
Cualquier gobierno que sustituya al régimen de Maduro recibirá un país en ruinas. Desde el inicio tendrá que aplicar drásticas medidas para corregir los graves desequilibrios macroeconómicos que causan la escasez e hiperinflación. Y a las medidas de ajuste económico suele atribuirse un impacto social y un costo político. Para aliviar el déficit fiscal y erradicar su financiamiento con emisiones de dinero inflacionario, el nuevo gobierno tendría que sincerar las tarifas de los servicios públicos de electricidad, agua, gas y telecomunicaciones, lo cual no sería bien recibido en un país castigado por una prolongada escasez y voraz hiperinflación. Por si fuera poco, también tendría que sincerar el precio de la gasolina.

Indexación de los créditos a la tasa de cambio oficial: sigue la dolarización


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
El Banco Central de Venezuela publicó una nueva resolución en la que autoriza el ajuste de los créditos comerciales al comportamiento de la tasa de cambio oficial. Al sincronizar los préstamos en bolívares con el precio del dólar, si éste sube, el saldo a pagar en bolívares también sube y absorbe la ganancia cambiaria, desestimulando así la especulación en divisas.
La combinación de bajas tasas de interés, creciente inflación y alza permanente del dólar hizo de la especulación cambiaria un gran negocio. Tras la fachada de créditos comerciales, agrícolas o industriales un torrente de bolívares iba a parar al mercado paralelo, presionando el precio de la divisa.
Endeudarse con tasas de interés muy por debajo de la las tasas de inflación para comprar un televisor, una nevera, una lavadora o simplemente dólares, resultó ser un gran negocio que se hizo a expensas del activo de la banca, cuyos préstamos a cobrar en bolívares se derritieron como cubitos de hielo bajo el voraz fuego inflacionario.  
Para muestra un botón: en 2017, a la tasa de cambio oficial de entonces, el activo de la banca en bolívares equivalía a $ 12.120 millones, pero al cierre de septiembre de 2019 apenas llegaba a $ 259 millones. A medida que subía la tasa de cambio, la expresión en bolívares del total de créditos era cada vez menor.
Ahora se aprueba la indexación de los créditos en bolívares a la evolución de la tasa de cambio oficial, pero esta medida -que si bien protege los activos de los bancos-, se hace a expensas de los deudores que no podrán pagar los créditos, si la tasa de cambio se dispara. Así, quien haya comprado a crédito una secadora, probablemente tendrá que vender la lavadora para poder pagar el saldo deudor, evitar que éste siga creciendo y no tener que vender también el televisor.

sábado, 26 de octubre de 2019

Condiciones electorales vs condiciones políticas


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Gracias al consultor en procesos electorales, Aníbal Sánchez (@AníbalSánchez), nos enteramos que los estándares internacionales de los procesos electorales están establecidos en las normas de estandarización ISO 54001. Sánchez ha ido pionero en el análisis del estado actual de las garantías y condiciones electorales en Venezuela, a la luz de la norma ISO 54001.
ISO (por sus siglas en inglés) es la Organización Internacional de Normalización que opera como una federación mundial de organismos nacionales de normalización. La elaboración de las normas internacionales la realizan los comités técnicos de ISO. En materia de elecciones, cada país tiene su propio sistema electoral, el cual varía según su cultura y tradiciones, y está constituido por una gama de procesos interrelacionados a cargo de los organismos electorales, las organizaciones políticas y la ciudadanía.

¿Quién será el nuevo presidente de la Asamblea Nacional?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Un día después de que Juan Guaidó anunciara el agotamiento de las negociaciones de Barbados, representantes de cuatro partidos de la oposición minoritaria anunciaron la conformación de una “Mesa Nacional de Diálogo” con el gobierno de Nicolás Maduro. De cara a la unidad de la coalición opositora, el régimen abrió una nueva grieta entre sus adversarios al anunciar un acuerdo con un sector de la oposición electoral que habrá que analizar y evaluar con base en los resultados que genere.
Reincorporar a la AN los 55 diputados del PSUV/GPP significa reconocer al parlamento presidido por Guaidó. Y la designación de un nuevo CNE con el voto favorable de la bancada oficialista sería reconocer que la AN no está en desacato y reconocer una falacia que sirvió para vaciar de funciones y anular la AN. Si se logra la reinstitucionalización del poder electoral se abrirán vías para avanzar hacia una solución política, electoral y pacífica del conflicto venezolano.

La arritmia cambiaria: ¿a cuánto llegará el dólar a final de año?


Víctor Álvarez R. 
Premio Nacional de Ciencias
Durante enero de 2019, la tasa de cambio no oficial pasó de 720 a 2.885 BsS/$ para estabilizarse entre febrero y marzo en torno a 3.200 BsS/$. Pero en abril, el ritmo cambiario comenzó a acelerarse a un promedio de 15% intersemanal. Luego en mayo, debido a la activación de las mesas de cambio en la banca, el ritmo cambiario se desaceleró nuevamente en torno a 2,7% intersemanal. La arritmia cambiaria reapareció a mediados de junio cuando se registró una tasa de crecimiento intersemanal de 17%. Desde entonces, el tipo de cambio se ha desquiciado con un vertiginoso ascenso en los meses de julio y agosto, en cuya última semana la tasa de cambio no oficial subió 45%. Solo en el mes de agosto, el bolívar se devaluó más de 100 % al ubicarse la tasa de cambio en 20.511 BsS/$, en comparación con los 9.830,94 BsS/$ al cierre del mes julio.
Como era de esperarse, se agotó el efecto pasajero de la política monetaria restrictiva sobre la evolución de la tasa de cambio y como instrumento de política antiinflacionaria. Ciertamente, al aumentar el encaje legal, entendido éste como el porcentaje de los depósitos y captaciones que los bancos están obligados a congelar en las cuentas del BCV, la autoridad monetaria logró bajar temporalmente la presión de  demanda en el mercado paralelo, al restringir el crédito a la producción y el consumo.

La siniestra suerte de los países exportadores de petróleo


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Como viene ocurriendo desde hace más de 40 años, el recrudecimiento de las tensiones y conflictos en el Medio Oriente suele impactar el comportamiento de los precios del petróleo, y esto es precisamente lo que acaba de ocurrir una vez más. Nuevamente la siniestra fortuna de los países de la OPEP se hace presente. La celebración de unos depende de la tragedia de otros. Un atentado terrorista en las instalaciones petroleras de Aramco dispara los precios e inunda de petrodólares a los países exportadores. ¿Convertirá Venezuela esta tragedia en una oportunidad para generar ingresos adicionales que le permitan levantar la extracción de crudos y aprovechar aún más el alza de los precios del petróleo?

viernes, 27 de septiembre de 2019

¿A cuánto debería subir el precio de la gasolina?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Hay un creciente clamor nacional sobre la necesidad de sincerar el precio de la gasolina, cuya distribución “gratuita” ha degenerado en una política antipopular y antiempresarial. El subsidio a la gasolina no es gratis, se paga a través del impuesto hiperinflacionario que recae sobre todo en quienes viven de un ingreso fijo, pero que también afecta a las empresas que no pueden sincronizar el ajuste de sus precios al ritmo hiperinflacionario, y luego no pueden reponer el total de los inventarios con los ingresos que obtienen por ventas.
La “gratuidad” de la gasolina no beneficia a los más pobres que no tienen carro y nunca van a una estación de servicio a llenar el tanque. Semejante subsidio arruina las finanzas de Pdvsa porque no permite a las refinerías cubrir sus costos. Esto obliga al BCV a emitir dinero inflacionario, el cual transfiere a Pdvsa para que pueda pagar sus nóminas. Es un estímulo perverso al contrabando de extracción que solo beneficia a las mafias y amenaza con dejar al país sin gasolina.
Escenarios de ajuste del precio de la gasolina
La gasolina más cara en América Latina es la que se vende en Uruguay a 1,51 $/litro, el precio intermedio lo encontramos en México y Brasil a razón de 1 $/L y la más barata es la de Ecuador, a 0.50 $/L. Nuestra propuesta es ajustar la gasolina en Venezuela al precio más barato al que se vende en América Latina, a fin de poder cubrir los costos de refinación, transporte y comercialización, y generar un margen de ganancias que se destinará a:

jueves, 19 de septiembre de 2019

Lo que esperamos de Oslo


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Entre 2016-2019 tienen lugar en Venezuela cuatro procesos de diálogo y negociación para abordar las crecientes tensiones y conflictos entre el Gobierno y la Oposición. Estos mecanismos alternativos se activan ante el progresivo deterioro del marco constitucional, del entorno institucional y de los mecanismos del sistema democrático. Sin embargo, no siempre lograr resolver el conflicto y, con frecuencia, solo han servido para que el Gobierno gane tiempo y se prolongue en el poder.
La legitimidad de origen se pierde cuando un gobierno electo en las urnas no garantiza los derechos esenciales de una democracia integral, tales como el respeto a los derechos humanos, el sometimiento al Estado de derecho, las elecciones oportunas y transparentes, la consulta popular para solucionar las crisis de gobernabilidad, la transparencia en la administración de los fondos públicos, la libertad de expresión y la separación e independencia de los poderes públicos.
El debilitamiento de las instituciones democráticas también se manifiesta en la impugnación de diputados para quebrar la mayoría calificada lograda por la Oposición en la Asamblea Nacional; en las maniobras para inhabilitar y sacar de la contienda electoral a candidatos ganadores; en la prisión de dirigentes estudiantiles, sindicales, parlamentarios y políticos opositores; en el amedrentamiento contra periodistas y medios de comunicación social; en la criminalización de la crítica y de la protesta; en el uso de armas de fuego para reprimir manifestaciones pacíficas.

Agua, luz, gas, teléfono y otras gratuidades hiperinflacionarias


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
El consenso entre los economistas indica que el principal factor propagador de la hiperinflación es el financiamiento monetario del déficit fiscal. El sector público consolidado ha registrado déficits superiores a 10 % del PIB por más de seis años, lo cual se debe en gran medida al empeño por mantener irracionalmente bajos los precios y tarifas de los bienes y servicios públicos. Esto genera descomunales déficits que son financiados con emisiones de dinero inflacionario.
Al gobierno también lo afecta la hiperinflación. La caída del poder adquisitivo de los ingresos fiscales se agrava porque hay una desincronización entre el momento en el que se generan los impuestos y el momento en el que se recaudan. Como la hiperinflación también devora el poder de compra  de los ingresos fiscales, los presupuestos se vuelven sal y agua y el gobierno cae en el círculo vicioso de financiar el déficit con dinero inflacionario. El déficit fiscal y su financiamiento con emisiones de dinero por parte del BCV se han convertido en el principal factor propagador de la hiperinflación que pulveriza los salarios de los trabajadores y empobrece a las familias venezolanas. Erradicar la hiperinflación exige poner freno al manejo irresponsable de la gestión fiscal y de la política monetaria. Veamos:

¿Qué significa que el Seniat permita la facturación en divisas?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Algunos medios informaron -como si se tratara de una nueva noticia-, que el Seniat autorizó la facturación en divisas. Vale recordar que, si bien inicialmente la Ley contra Ilícitos Cambiarios prohibió en 2005 la compra-venta de bienes y servicios en divisas, en 2014 se levantó tal prohibición. Adicionalmente, el artículo 25 de la Ley del IVA y el artículo 51 de su Reglamento también permiten que el contribuyente fije el precio o base imponible en divisas.
La Providencia Administrativa 0071 dictada por el Seniat en 2011 establece que cuando el precio esté fijado en divisas, en la factura deberán indicarse también los valores equivalentes de base imponible e impuesto en bolívares, considerando la tasa de cambio establecida por el BCV. A su vez, el Decreto 35 del 28 de diciembre de 2018 establece el pago de impuestos en divisas cuando el precio o base imponible se haya fijado en divisas. Como se puede apreciar, el tema de la facturación y pago de impuestos ya estaba aprobado, solo que no se aplicaba por temor a las arbitrariedades de muchos funcionarios en la interpretación de la norma. 
La normativa establece dos condiciones: i) expresar en la factura el equivalente en bolívares del monto facturado en divisas; ii) indicar el tipo de cambio utilizado para el cálculo de la cantidad en bolívares, tal como lo establece el numeral 14 del Artículo 13 de la Providencia Administrativa N° 0007112 del SENIAT en la que se indican las Normas Generales de Emisión de Factura y Otros Documentos.

Para sobrevivir a las sanciones gobierno de Maduro comienza a liberar la economía


Por: Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
A raíz de la implantación del Control de Cambios en 2003, proliferó una amplia gama de leyes, decretos, reglamentos, resoluciones ministeriales, providencias que sustituyeron a las leyes de la oferta y la demanda y al mecanismo de los precios como reguladores de la actividad económica. La arbitrariedad en la interpretación de la norma, así como los abusos en la aplicación de las sanciones, creó un ambiente de mucha inseguridad jurídica. Los allanamientos a establecimientos industriales y comerciales, la confiscación y remate de los inventarios, la violación de los derechos de propiedad y en el encarcelamiento de gerentes y propietarios conformaron un entorno cada vez más hostil al emprendimiento productivo.
El entramado de controles y sanciones degeneró en un caldo de cultivo en el que proliferó el tráfico de influencias, la extorsión y el cobro de comisiones y “vacunas”. Los trámites oficiales para cualquier emprendimiento no solo se enfrentan al cumplimiento de complicados requisitos, sino a la arbitrariedad de funcionarios corruptos que retrasan los trámites para finalmente imponer su soborno.
El exceso de controles y regulaciones, la debilidad institucional y la discrecionalidad de los funcionarios públicos se convirtieron en tierra fértil para la corrupción. Las instituciones públicas terminaron convertidas en feudos donde se articulan mafias que trafican y cobran por cualquier trámite, desde la solicitud de un pasaporte hasta un permiso para la exportación, pasando por el apostillado de un documento o el cobro de una factura en un ministerio.

lunes, 10 de junio de 2019

¿Por qué el BCV publica las cifras después de tres años de silencio estadístico?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Rompiendo un largo silencio estadístico de más de tres años, el BCV publicó cifras en las que reconoce que -entre 2013 y 2018- el PIB se desplomó y la hiperinflación se desbordó. En promedio, la economía se contrajo en torno al  50% en ese lapso. En 2018 se registra una hiperinflación de 130.060,2 %, lo que explica en gran medida la fuerte caída del consumo privado, equivalente a -19 %.
El PIB petrolero cayó 44 % mientras que el no petrolero se hundió 46 %. La extracción de petróleo cayó de 3 millones de barriles por día a apenas 1 millón. Las exportaciones de crudos que tradicionalmente han generado 95% de los ingresos en divisas, cayeron 65% al pasar de $ 85.603 millones, a $ 29.800. En 2018, las importaciones se redujeron 74%, al caer de $ 57.183 millones a $14.866 millones, cuestión que explica la escasez de alimentos, medicinas, repuestos, etc. Entre los sectores más afectados sobresale la caída de la construcción en 95%, el comercio cae -34 % solo en 2018, mientras que la manufactura se redujo más de 70% entre 2013 y 2018.
¿Por qué ahora es que el BCV entrega las estadísticas que tenía ocultas?
El 30 de noviembre de 2018 se venció el plazo del FMI para que el BCV entregara los datos estadísticos sobre la economía venezolana. Venezuela, como miembro del organismo, debe entregar la data solicitada, de lo contrario podría ser suspendida, perder el acceso a los recursos que tiene en el Fondo y hasta ser expulsada del FMI, imposibilitando cualquier financiamiento a futuro.
El BCV obligó al FMI a realizar sus propias estimaciones sobre la situación económica del país. De hecho, en su último informe, el FMI calculó una hiperinflación de 1.350.000% en 2018 y proyectó 10.000.000% para 2019. Y estos son datos muy escandalosos cuyo impacto el gobierno quiere dosificar y por eso se adelanta a la publicación de la información oficial antes de que lo haga el FMI. Adicionalmente, Rusia, China, Turquía, Irán y otros aliados internacionales del gobierno requieren información estadística sobre los signos vitales de la economía venezolana que les permita estimar el riesgo país y definir sus próximos pasos y estrategias para proteger sus inversiones.
Los datos del BCV revelan que la devastación de la economía nacional tuvo su origen mucho antes de las sanciones y, por lo tanto, no se puede atribuir semejante desastre a la caída de los precios del petróleo ni a la guerra económica. Lamentablemente, en la economía todo puede estar peor, todavía no hemos tocado fondo y en 2019 -debido a la crisis eléctrica y al endurecimiento de las sanciones financieras-, lo más probable es que se agrave aún más el colapso del aparato productivo nacional y el empobrecimiento generalizado de la población.

jueves, 23 de mayo de 2019

La ruta es: gobierno de coalición, ajuste económico, reinstitucionalización de los poderes públicos y elecciones libres


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Cualquier gobierno que sustituya al régimen de Maduro recibirá un país en ruinas. Desde el inicio tendrá que aplicar drásticas medidas para corregir los graves desequilibrios macroeconómicos que causan la escasez e hiperinflación. A las medidas de ajuste económico se les atribuye un impacto social y costo político que puede significar para el nuevo gobierno la pérdida de las parlamentarias. Y al no contar con el respaldo de la AN, se habrá producido un cambio político pero no se habrá superado la crisis de gobernabilidad.
En efecto, para aliviar el déficit fiscal y erradicar su financiamiento con emisiones de dinero inflacionario, el nuevo gobierno tendría que sincerar las tarifas de electricidad, agua, gas y teléfono, cuestión que no sería bien recibida en los hogares que han visto como su ingreso es devorado por la hiperinflación. Además, tendría que internacionalizar el precio de la gasolina con su impacto en las tarifas del transporte público; y, por si fuera poco, reactivar el cobro de peajes para generar recursos que permitan repotenciar la deteriorada infraestructura vial.
El nuevo gobierno tendría que iniciar un duro y no siempre rápido proceso de renegociación de la deuda externa. Los términos de esa negociación son claves para liberar fondos y reinsertar a la República en el mercado financiero internacional. De lo contrario, no se podrá tener acceso a los recursos para importar los repuestos, insumos y maquinarias que requiere la reactivación productiva.
El nuevo gobierno tendría que ejecutar un profundo proceso de reestructuración de toda la administración pública, fusionar y reducir el exagerado número de ministerios, liquidar entes públicos inoperantes y privatizar empresas estatales que terminaron quebradas por la corrupción. Tendrá que acometer la reconstrucción de Pdvsa y deslastrarla del enorme peso de misiones sociales y productivas que nada tienen que ver con las funciones medulares de exploración, extracción, refinación y comercialización de crudos, que es donde la compañía se tiene que enfocar. Aliviarle esta carga a Pdvsa implica sincerar una nómina de más de 144 mil trabajadores que se resistirán a perder su empleo. La considerable reducción de las abultadas nóminas de la burocracia pública puede desencadenar una ola de conflictividad sindical y social que comprometería la gobernabilidad.  
Todos estos son problemas económicos complejos que llevará tiempo resolver. Liberar controles de cambio y de precios, corregir el déficit fiscal, erradicar el financiamiento monetario, sincerar tarifas de electricidad, agua, gas, teléfono y peajes, eliminar ministerios y entes públicos inoperantes, privatizar empresas quebradas, reconstruir Pdvsa y sincerar su exagerada nómina, son una pesada carga que puede dar al traste con un nuevo gobierno en su primer año de gestión.

lunes, 20 de mayo de 2019

¿Qué podría hacer la mediación internacional en favor de una solución política y pacífica a la crisis venezolana?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Las agencias internacionales informan que representantes del Gobierno y Oposición venezolanas se encuentran en Noruega para discutir posibles opciones de paz. Este sorpresivo acercamiento se produce luego de cuatro meses de creciente tensión y sugiere que las fuerzas en pugna estarían buscando una opción alternativa, después de reiterados fracasos de diálogo para superar la crisis de gobernabilidad que está hundiendo a Venezuela en el caos y la pobreza.
En la radio y televisión estatales de Noruega, NRK, se informó que los representantes de ambos bloques se han estado reuniendo en un lugar secreto de la capital. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, el diputado Stalin González y los asesores Gerardo Blyde y Fernando Martínez serían los enviados para retomar las negociaciones.
Noruega es uno de los países europeos que se abstuvo de reconocer a Guaidó como presidente interino y se limitó a llamar a nuevas elecciones libres en Venezuela. Tal postura ha sido interpretada como una demostración de la voluntad de ese país nórdico para mediar entre las partes rivales de Venezuela. En la historia reciente de conflictos mundiales, Noruega ha sido sede de importantes diálogos de paz y de acercamiento entre posiciones aparentemente irreconciliables.
En Venezuela urge encontrar una solución política y pacífica que evite el resurgimiento de la violencia que en los últimos conflictos de 2017 dejó más de un centenar de muertos, miles de heridos, detenidos, perseguidos, exiliados y una diáspora de venezolanos que ya se cuenta por millones. La gran tarea de la mediación internacional es impedir que los extremistas que buscan exterminar a su contrario y ansían la rendición incondicional y humillante del otro, bloqueen un acuerdo político entre Gobierno y Oposición y finalmente lleven al país a una espiral de violencia civil que ponga en peligro la integridad del Estado-Nación.
Cualquier gobierno que sustituya al de Maduro recibirá un país en ruinas y, desde el inicio, tendría que aplicar drásticas medidas para corregir los graves desequilibrios macroeconómicos que causan la escasez e hiperinflación que azota a Venezuela. Para aliviar el déficit fiscal y erradicar su financiamiento con emisiones de dinero inflacionario, la nueva administración tendría que sincerar las tarifas de electricidad, agua, gas, teléfono y peajes, lo cual No sería bien recibido en los hogares que han visto como el ingreso familiar se vuelve sal y agua por la voraz hiperinflación. Además, tendría que internacionalizar el precio de la gasolina para eliminar el incentivo al contrabando de extracción; y, por si fuera poco, reactivar el cobro de peajes para tener con qué repotenciar la destartalada infraestructura vial.

lunes, 13 de mayo de 2019

Eliminado el control cambiario: ¿de dónde saldrán las divisas?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias 
En septiembre del año pasado, el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó el Convenio Cambiario N° 1 con el objeto de “establecer la libre convertibilidad de la moneda en todo el territorio nacional”. Se amagó con implantar un nuevo sistema  cambiario en el que oferentes y demandantes pactarían sus operaciones de compra-venta sin restricción alguna; pero, contradictoriamente, se estableció la centralización en el BCV de las operaciones de compra-venta de divisas provenientes del sector público, las exportaciones privadas, la inversión extranjera, las remesas, así como las operaciones de embajadas, consulados y organismos internacionales.
Con la reciente Resolución N° 19-05-01 del BCV, ya no es necesario pasar por el instituto emisor. Así finalmente se libera el mercado cambiario y quienes necesiten vender o comprar divisas ya no tendrán que hacerlo a través de las subastas del Dicom, sino que podrán hacerlo directamente a través de las mesas de cambio que los bancos activarán para sus clientes y para las transacciones interbancarias.
En adelante, las operaciones de compra-venta a través de la banca podrán realizarse todos los días, y no solo cuando se convoquen subastas del Dicom. La liquidación de las divisas se hará a través de los bancos, sin depender del BCV que se limitará a publicar diariamente el tipo de cambio promedio ponderado a partir de la información que le suministren los bancos.  
¿Por qué se libera el control cambiario luego de 16 años?
Recordemos que la caída de los precios del petróleo, combinado con la debacle en la producción de Pdvsa, golpeó severamente el ingreso de petrodivisas que se vendían muy baratas a través del control cambiario. El derrumbe de la renta petrolera sentenció el fin de las divisas preferenciales, el cupo para compras electrónicas y el cupo Cadivi para viajeros.
Luego, las sanciones aplicadas a Pdvsa por el gobierno de Trump dejaron sin mercado más de 500 mil barriles que la compañía vendía a refinerías en los Estados Unidos. Como estas eran las únicas exportaciones que prácticamente generaban flujo de caja neto en divisas, el BCV se quedó seco. Para compensar esta caída, a partir de enero ocurrió un fenómeno insólito y fue que la tasa de cambio oficial Dicom comenzó a ser mayor que el paralelo, razón por la cual las divisas privadas comenzaron a ser vendidas al BCV que ofrecía una tasa de cambio más atractiva.
Pero al ser sancionado el instituto emisor por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, los inversionistas extranjeros y las empresas nacionales se inhibieron de hacer operaciones de compra venta a través del Dicom para evitar también ser sancionados, aun cuando la tasa de cambio ofrecida por el BCV fuese mayor que el paralelo. Para evadir esta restricción y evitar el colapso definitivo del aparato productivo, el BCV decidió liberar el mercado cambiario para que los privados realicen directamente sus operaciones de compra-venta de divisas, sin tener que pasar por Dicom o por el BCV. Así, esperan estimular nuevas fuentes de divisas por la vía de inversiones extranjeras, repatriación de capitales de origen venezolano depositados en el exterior, exportaciones privadas no petroleras, envío de remesas, turismo internacional, así como la venta de divisas que harán en esas mesas de dinero las embajadas, consulados y organismos internacionales.

¿Cómo explicarle a la nación y a la comunidad internacional que en medio de la crisis humanitaria se priorice pagar los intereses de una deuda cuestionada por la propia AN?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias

En octubre de 2016, Pdvsa propuso un canje de la deuda que se vencía en 2017 por un nuevo bono con vencimiento en 2020, ofreciendo un interés de 8,5% anual. La meta era cajear $ 5.325 millones de los $ 7.100 millones del bono Pdvsa 2017. La oferta fue dirigida a los tenedores de bonos con vencimiento en abril de 2017 ($ 3.000 millones, con 5.25% de interés) y noviembre ($ 4.100 millones, dividido en 50% a pagar en Noviembre 2016 y el otro 50 % en Noviembre 2017, ambos tramos con 8.5% de interés). Como puede apreciarse, el incentivo de una tasa de interés mayor solo surtía efecto para los tenedores del Pdvsa abril 2017 que devengaban 5.25%. Los tenedores de los bonos con vencimiento en noviembre ya recibían el mismo 8,5 % de interés que se ofrecía y, por lo tanto, no se sentían lo suficientemente incentivados para proceder al canje.
El factor de canje inicial fue de uno por uno, lo que implicaba para los inversionistas cambiar el bono 2017 por otro bono 2020, sin recibir un mayor pago o beneficio especial. Por eso, el canje no resultó atractivo para los que ya tenían el cupón de 8.5% y, más bien, preferían cobrar antes que seguir expuestos al deterioro de Pdvsa. Estos bonistas no encontraban una adecuada compensación para demorar por tres años más el cobro del bono a una empresa con una producción declinante que cada vez tenía menor capacidad de pago debido al colapso de los precios del petróleo y su deficiente gestión operacional. Para entonces se había iniciado el retiro de eficientes contratistas petroleros que fueron sustituidos por improvisadas empresas de maletín, con poca capacidad técnica y gerencial.
En vista de la poca aceptación de los llamados de Pdvsa para el canje de bonos 2017 por títulos 2020, la compañía optó por atemorizar a los tenedores de bonos, argumentando que -de no lograr la meta mínima del 50 %-, la empresa incurriría en default al no contar con fondos para pagar. Como esto tampoco resultó, para estimular el canje  se ofreció como garantía el 50,1 % de las acciones de Citgo.
Pdvsa tuvo que modificar las condiciones para incentivar el interés de los acreedores, cuestión que implicó un costo mayor para la compañía. Aumentó el factor de canje al ofrecer $ 1,17 y $ 1,22 del bono 2020 por cada dólar del bono 2017. Esto quiere decir que los $ 5.325 millones, al aplicarle el nuevo factor de canje, aumentaron a $ 6.384 millones. A pesar de que Pdvsa no recibió un dólar fresco, aquel canje significó una deuda adicional de $ 1.059 millones.
Y así, del 100 % logró canjear el 52%. Es decir, de la meta de $ 5.325.millones Pdvsa logró cambiar $ 2.800 millones, por los cuales tendría que pagar $ 3.400 millones hasta el 2020. Este canje del 52% conjuró el riesgo de caer en cesación de pagos para el año siguiente. De forma desagregada el canje del Bono 2017 por el Bono 2020 significó que:
Se postergaron pagos por $ 1.668 millones en 2016 y $ 1.839 millones en 2017
Se realizaron pagos por $ 2.003 millones en 2018
Se realizarían pagos por 1.867 millones en 2019 y 1.732 millones en 2020
Al comparar el servicio de deuda (amortización e intereses) entre 2016-2017 y 2017-2020, el monto adicional a pagar sube en $ 2.095 millones.
Al conocerse los resultados, los bonos de Pdvsa abril 2017 subieron 1,3% y los bonos noviembre de 2017 mejoraron 0,9%.
Pese a la baja de los precios del petróleo y la declinación en la extracción de crudos, Pdvsa logró un respiro con esta operación. Ciertamente debió ser un proceso mejor pensado y planificado, con atractivas condiciones desde la oferta inicial para evitar el riesgo que las calificadoras de riesgo degradaran la valoración de los bonos.

viernes, 12 de abril de 2019

Razones por las cuales es conveniente promover la inversión privada en la industria petrolera


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Más allá de la retórica nacionalista y estatista de la Revolución Bolivariana, la misma que declaró su carácter antiimperialista y socialista, en Venezuela la extracción de petróleo es realizada cada vez más por la inversión privada.
De no haber sido por las empresas mixtas, la extracción total de petróleo se habría desplomado aún más. La producción propia de Pdvsa ha caído más que la producción total y ahora extrae menos de un tercio del nivel que logró en 1999. Semejante caída ha sido parcialmente compensada por la producción de las empresas mixtas que aportan la mitad de la menguada extracción de petróleo.
Con la reforma de 2006 se forzó la conversión a empresas mixtas de los convenios operativos y asociaciones estratégicas y se estableció que Pdvsa debía tener mayoría accionaria. Eran los años del boom de los precios y del auge rentístico en los que Pdvsa no necesitaba de la inversión privada para acometer los grandes proyectos de inversión. Pero ahora la situación es radicalmente distinta. Ni Pdvsa ni el Estado cuentan con recursos para recuperar la extracción de petróleo.
Los graves problemas de la industria petrolera no pueden ser resueltos con un maquillaje de las políticas vigentes. La recuperación estructural de Pdvsa requiere un cambio sustantivo de la estrategia estatista que entregó la industria al  burocratismo, el pseudosindicalismo y la corrupción.
La preservación de un tipo de cambio libre y flotante que exprese la verdadera productividad del aparato productivo nacional, y no solo el de la actividad petrolera, es una condición básica para corregir y erradicar las graves distorsiones que han perjudicado a Pdvsa y la industria petrolera en general.
La canasta de petróleo venezolana se ha tornado cada vez más pesada y menos rentable. Casi dos tercios de la extracción actual son de crudos pesados y extra-pesados. Pero el régimen fiscal no toma en cuenta las diferencias entre los yacimientos. Explotar el petróleo extrapesado de la FPO es más costoso que extraer el petróleo ligero del Zulia o Monagas. Para compensar los mayores costos e inversiones hay que ofrecer incentivos fiscales como bajar la regalía o los impuestos a través de un régimen fiscal progresivo en el que la participación del Estado mejore a la par que mejora la rentabilidad de los proyectos. Así, la regalía, que es la remuneración que recibe el Estado por su condición de propietario de los recursos del subsuelo -pero que el inversionista la registra como un costo-, en vez de ser un porcentaje fijo se podrá ajustar según las condiciones concretas de cada yacimiento y de las circunstancias por las que atraviese el mercado petrolero internacional.
La deuda financiera externa de Pdvsa creció de 3 mil millones de dólares en 2005 a 44 mil millones de dólares en 2015. La empresa está en default con sus bonos. A finales de febrero, el atraso en el pago de la deuda era de 2.333 millones de dólares. La deuda con socios y proveedores se disparó a más de 17 mil millones de dólares. Estos retrasos vienen del año 2012, cuando se registraron reclamos de contratistas y proveedores, entre ellos Schlumberger, Halliburton, Baker Hughes, Weatherford y decenas de proveedores nacionales. La reestructuración de la deuda financiera y comercial de Pdvsa es un proceso imprescindible para la reinserción de la compañía en los mercados financieros internacionales.
Tomando en cuenta el desplome del ingreso en divisas Pdvsa, así como las severas restricciones fiscales del Estado, es necesario buscar nuevas fuentes de financiamiento y esto pasa por incentivar la inversión privada nacional y extranjera.
La Dimensión macroeconómica de la recuperación petrolera
Recuperar la industria petrolera requiere corregir las distorsiones y desequilibrios macroeconómicos que han conformado un ambiente muy adverso y hostil para las operaciones de Pdvsa, sus empresas filiales y las empresas mixtas. Esto implica: 
ü  Corregir las distorsiones cambiarias que obliga a rematar las petrodivisas a una baja tasa de cambio que le impide a Pdvsa obtener los bolívares necesarios para cubrir sus gastos domésticos y la condena a sufrir un crónico déficit operacional.
ü  Corregir el déficit fiscal y erradicar su financiamiento con emisiones de dinero que propagan la hiperinflación.
ü  Sincerar los precios para que reflejen los costos de producción, remuneren la inversión y generen los excedentes para financiar nuevas inversiones.
ü  Reestructurar la deuda externa para aliviar los costos financieros y reinsertar a Pdvsa en los mercados financieros internacionales.
ü  Flexibilizar el régimen fiscal petrolero al nivel de las condiciones internacionales para poder competir en la atracción de la inversión privada nacional y extranjera.
Dimensión mesoeconómica: cambios institucionales para atraer inversiones
La Constitución permite la inversión privada en la exploración y explotación de los yacimientos de gas y de petróleo. Lo que no permite es la privatización de los yacimientos que serán siempre propiedad del Estado, así como Pdvsa será siempre una empresa 100% pública. Para estimular la inversión privada nacional y extranjera es necesario crear consensos para adecuar el marco legal y el entorno institucional que rige y regula la explotación de los hidrocarburos líquidos y gaseosos.

Reformar Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos: la ley vigente permite a las empresas privadas una participación de 100% en toda la cadena de valor, desde su producción hasta la comercialización, pero existen condiciones que limitan la operatividad, toda vez que obligan a la empresa  que obtenga la licencia a regirse por los precios arbitrariamente fijados por PDVSA. En las licencias de la plataforma deltana y costa afuera, la ley obliga a destinar esa producción al mercado nacional, pero para estimular inversiones hay que destinar un porcentaje a la exportación.

Reformar la Ley Orgánica de Hidrocarburos Líquidos: El fallecido presidente Chávez aceptó el 100% de la inversión privada para la explotación del gas. ¿Cuál es la diferencia entre un yacimiento de gas y uno de petróleo? ¿Por qué la inversión privada no puede llegar a 100% en proyectos para la extracción, refinación y comercialización de crudos y derivados? Según los artículos 302 y 303 de la Constitución, los yacimientos pertenecen al Estado y Pdvsa es una empresa 100 % estatal. Si se deja claro que los yacimientos nunca dejarán de ser propiedad de la Nación y que Pdvsa seguirá siendo una empresa 100% del Estado, es posible flexibilizar la participación de la inversión privada. Una cosa es privatizar los yacimientos y otra muy distinta abrir la extracción e industrialización de los hidrocarburos a la inversión privada. Se tendría que modificar esta ley que obliga al Estado a mantener una participación mayor del 50% en las empresas mixtas.
Reformar la Ley de Actividades conexas: en 2009 se reformó esta ley para dejar en manos del Estado las actividades conexas en el sector de Hidrocarburos. Fue cuando se estatizaron las empresas contratistas del lago de Maracaibo. Esta medida no dio resultado, fue un estruendoso fracaso y los resultados están a la vista. Por lo tanto, esa ley tiene que ser reformada o derogada, al igual que el decreto presidencial 1.648 que reservó al Estado el control  de los derivados de los hidrocarburos y estableció un monopolio estatal que degeneró en caldo de cultivo para la corrupción. Igual tratamiento debe recibir la Ley Orgánica de Reordenamiento del Mercado Interno de Combustibles Líquidos de 2008, que  estatizó la distribución y el transporte de combustibles en el mercado interno.
En las empresas mixtas puede haber una mayor participación del socio privado para estimular nuevas inversiones bajo la fiscalización del Ministerio, tal como lo establece la Ley de Hidrocarburos Gaseosos que permite que el socio privado en la empresa mixta tenga una participación mayoritaria en la cadena productiva, desde la extracción del hidrocarburo hasta su comercialización, pasando por su refinación.
Entorno institucional
El Ministerio de Petróleo y Pdvsa fueron politizados y terminaron siendo fuentes de empleo clientelar y brazo ejecutor de las tareas encomendadas por el partido de gobierno. El Ministerio de Petróleo no tiene capacidad técnica para regular el sector de hidrocarburos. Es Pdvsa la que supervisa a las empresas mixtas y a los socios extranjeros, siendo a la vez regulador y regulado. En el nuevo marco institucional debe haber una clara separación entre el Ministerio y Pdvsa. La compañía debe reenfocarse en sus negocios medulares de exploración, extracción, refinación y comercialización y concentrar su limitada capacidad de inversión en áreas de bajo riesgo y altas ganancias, donde los socios operativos no sean necesarios y los contratistas de servicios puedan proveer la tecnología y la asistencia requerida.
El fortalecimiento institucional es clave para optimizar el aprovechamiento del gran potencial de recursos petrolíferos y gasíferos que posee Venezuela. Una propuesta que está rodando es la de crear una Agencia reguladora autónoma, especializada en petróleo y gas, tal como lo han hecho Brasil, Colombia y México. En este esquema, el Ministerio de Petróleo diseña la política petrolera, el presidente de Pdvsa dirige las inversiones y negocios de la compañía, y la Agencia reguladora implementa la política y fiscaliza a toda la industria.
Dimensión microeconómica de la recuperación petrolera
Venezuela debe plantearse una política de industrialización de los hidrocarburos para agregar valor a sus crudos convencionales, pesados y reservas de gas natural.
Industrialización del gas: Venezuela figura como el octavo país con mayores reservas probadas de gas y el segundo en el hemisferio con 201 trillones de pies cúbicos. La producción record de 7.926 millones de pies cúbicos diarios se alcanzó en 2016, lo que colocó al país entre los 15 grandes productores del mundo. Pero en 2018 se redujo a 6.000 millones de pies cúbicos. La producción petrolera ha caído en torno a 1 millón de barriles por día, pero la quema de gas asociado ha subido a 2.000 millones de pies cúbicos diarios, debido a que no se está reinyectando en los yacimientos, ni se ha avanzado en los proyectos para recuperarlo. Las licencias de gas, tanto las de tierra firme como costa afuera, contribuyen actualmente con una producción de 800 millones de pies cúbicos diarios; y se podrían agregar 400 millones de pies cúbicos día adicionales para un total de 1.200 millones de pies cúbico diarios que se pueden industrializar a través de la inversión extranjera.
Sustituir subsidios a combustibles por subsidios directos a los hogares: Venezuela tiene los precios de la gasolina y energía más bajos del mundo, cuestión que estimula el desperdicio, la mala distribución del ingreso y el contrabando. Los precios de productos refinados del petróleo, el gas natural y la electricidad en el mercado interno deben ser ajustados para que reflejen su costo de oportunidad. Para compensar el impacto en el presupuesto de los hogares, un porcentaje de los recursos generados por el aumento de la gasolina y la eliminación gradual de los subsidios indirectos deben ser destinados a financiar las transferencias directas a los hogares.
Transferencia de tecnología: Venezuela tiene abundantes reservas de crudos convencionales pero la mayoría está en áreas en declinación que requieren complejas técnicas de recuperación. La producción en los campos más rentables ha venido colapsando debido a la falta de inversión y la incompetencia operacional. El crudo extra pesado no puede ser comercializado sin antes mejorarlo en refinerías especializadas o mezclándolo con crudos ligeros o productos refinados. Pdvsa se verá limitada en los mercados financieros internacionales por varios años y esta es una razón para asociarse con empresas privadas que aporten capital, transfieran tecnología y contribuyan a la formación de su factor humano.
Máxima incorporación de contenido nacional: para lograr un impacto expansivo sobre la industria nacional, las empresas inversionistas privadas de capital nacional y extranjero deben incorporar el máximo contenido de valor agregado nacional en los proyectos de inversión, incluyendo la contratación de trabajadores,  profesionales y técnicos venezolanos. Esta tiene que ser una condición básica que deberán cumplir las empresas en los procesos de licitación. Esto permitirá desarrollar proveedores nacionales cada vez más competitivos en calidad  y precios que luego podrán exportar bienes y servicios petroleros a los mercados internacionales.
Estos son apenas algunos de los arreglos  políticos, económicos y jurídicos que será necesario construir en un país arruinado por el burocratismo y la corrupción, en el que hoy más que nunca se requieren cuantiosas inversiones privadas, nacionales y extranjeras, para reconstruir no solo la industria petrolera, sino también los servicios públicos de electricidad, agua, gas, telecomunicaciones e infraestructura de puertos, aeropuertos, autopistas y ferrovías que un fisco quebrado ya no podrá asumir, tal como ocurrió en los años demenciales del rentismo cuando el petróleo lo pagaba todo . @victoralvarez



jueves, 4 de abril de 2019

La diplomacia es lenta y la diáspora no espera


Por: Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias

La diplomacia internacional ha sido muy lenta en la resolución del caso venezolano. Ante la urgencia de la crisis humanitaria que azota a Venezuela, la parsimonia que caracteriza las mediaciones de los organismos y grupos internacionales es viento a favor del régimen, toda vez que le permite ganar tiempo y prolongarse en el poder.
La OEA ha sido la instancia internacional donde se ha considerado con más frecuencia e intensidad la crisis venezolana. Pero las alternativas planteadas tienen en contra la dificultad estructural para adoptar decisiones rápidas y eficaces.
Estados Unidos busca un procedimiento expedito para sacar a Maduro, pero ni siquiera las  amenazas del uso de la fuerza al dejar abiertas “todas las opciones” o los intereses electorales de Trump han acelerado la definición de la crisis venezolana. De cara a su aspiración para la reelección presidencial, el caso venezolano le puede generar a Trump efectos contraproducentes. Si a pesar del alto perfil que ha jugado no logra separar a Nicolás Maduro del poder, el costo político le puede resultar muy alto.
Para salirse de la jugada con el menor costo posible, Trump seguramente proyectará la responsabilidad a la actitud vacilante del Secretario General de la ONU, a falta de decisión de la Unión Europea o a la ineficacia de la OEA, del Grupo de Lima y del Grupo de Contacto que, con su falta de consenso, abortaron la solución de fuerza que Trump incluyó al hablar de “todas sus opciones”.
El ámbito de actuación de Organización de las Naciones Unidas (ONU) son los conflictos internacionales. Este Foro no tiene un claro mandato para intervenir en la solución de controversias nacionales, tal asunto no está directamente contemplado en la Carta de la Organización. Por eso, el Secretario General, Antonio Guterres, se muestra reacio a asumir un papel activo como mediador en la crisis venezolana. Guterres siente que esa no es su función, aunque no deja de manifestar su disposición de ofrecer sus buenos oficios para superar la crisis venezolana.
La mediación del Secretario General de la ONU está llamada a facilitar acuerdos políticos entre el Oficialismo y la Oposición que abran paso a unas elecciones libres para que la ciudadanía finalmente decida quien quiere que lo gobierne. El cambio político tiene que ser resultado de un acuerdo entre las fuerzas en conflicto. Logrado el acuerdo político, los órganos internacionales pueden acompañar la transición y, sobre todo, asistir la organización y observación de las elecciones.
Tomando en cuenta las divisiones en el seno de la comunidad internacional con respecto a la crisis venezolana, luce difícil lograr un pronunciamiento consensuado de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esto solo sería posible si, a raíz de la crisis nacional de Venezuela, se genera un conflicto internacional que atente contra la paz y la seguridad de los Estados miembros. Solo en este caso estaría planteada la intervención del Consejo de Seguridad.
El accionar de la OEA debe estar orientado por la Carta de la Organización y por la Carta Democrática Interamericana. Pero entre los Estados miembros de la OEA se pueden identificar al menos cinco tipos de motivaciones que impiden una acción más efectiva para superar la crisis venezolana:
ü  La de Estados Unidos que responde a sus intereses en Venezuela y a los intereses electorales de Trump.
ü  Países afectados socialmente por la ola migratoria y políticamente enfrentados al gobierno venezolano.
ü  Los países del ALBA que comparten el modelo venezolano y apelan al principio de la no intervención. 
ü  Los pequeños estados del Caribe que también defienden la no intervención porque se sienten débiles. 
ü  México y Uruguay que asumen posiciones independientes y neutrales para poder ser reconocidos como mediadores por ambas partes.
Aunque el Secretario General, Luís Almagro, ha asumido una posición de abierta confrontación con el régimen venezolano, su beligerancia ha sido cuestionada por los países del Caricom, Bolivia, Nicaragua y otros gobiernos que no comparten la posición que ha asumido el Secretario General de la OEA en favor de uno de los polos del conflicto venezolano.
Alineado con los sectores más radicales de la oposición venezolana, Almagro continúa desplegando una intensa actividad para lograr el cese de la usurpación. Pero hasta ahora, lo que se ha evidenciado es que la Secretaría General no tiene fuerza suficiente para lograr resultados concretos, como tampoco la tienen otros órganos de la OEA relacionados con derechos humanos.
En la UE se impone el principio de respaldo a la democracia y de repudio al régimen de Maduro. Pero también la política exterior de la Unión Europea hacia América Latina que se diferencia de la política abiertamente injerencista de la Administración Trump. Las intervenciones de Mike Pence, Mike Pompeo, John Bolton, Elliot Abrams, Marco Rubio y Mario Díaz Balart plantean que el único diálogo que se debe realizar en Venezuela es para determinar cómo será la salida de Maduro del poder.
La UE prefiere una solución política que evite una espiral de violencia civil y la desestabilización de la región, con sus consecuencias sobre la geopolítica mundial. Influye en la UE la necesidad de proteger la integridad física y los intereses económicos de las colonias europeas en Venezuela, en especial las de España, Italia y Portugal que son las más numerosas.   
En la UE no ha sido fácil concertar a todos sus miembros para endurecer las sanciones económicas y financieras. Hasta ahora ha aplicado sanciones contra funcionarios del régimen de Maduro, pero es muy cauta a la hora de arreciar las sanciones, sobre todo si tienen un impacto negativo sobre la población.
Al igual que la ONU y la OEA, la UE también ha demostrado ser una organización poco ágil para poder generar los consensos y medidas urgentes que requiere la superación de la crisis venezolana.
Ante la parálisis institucional e ineficacia de la OEA para lograr una solución a la crisis venezolana, se conformó el Grupo de Lima  con el fin de provocar un cambio político en Venezuela. La actuación de este Grupo de Lima en gran medida es motivado por la nueva orientación política de América Latina en la que han perdido espacio e influencia los gobiernos de izquierda y revolucionarios.
Sin embargo, sus acciones se agotan en los pronunciamientos diplomáticos, carece de fuerza para aplicar sanciones contundentes y, en su última declaración, dejó claro que no participará en una operación militar internacional contra el régimen de Nicolás Maduro.
Fue concebido por la UE aunque también está integrado por países latinoamericanos. Tiene como objetivo lograr una posición común entre interlocutores internacionales con capacidad de influir en el diseño de una solución pacífica y democrática a la crisis venezolana.
Este Grupo tiene poco margen de maniobra toda vez que el régimen de Maduro utiliza el diálogo para someter al escarnio público a los líderes de la Oposición que participan en las conversaciones con el Gobierno. Sin embargo, por su bajo perfil  puede aportar a una solución a que conjure la amenaza de una intervención militar.
El Grupo de Contacto se estableció un plazo de 90 días y si en este lapso no logra resultados concretos, entonces se disuelve. En este lapso se propone contribuir a crear condiciones para que los ciudadanos venezolanos determinen su futuro a través de elecciones libres, sometidas a verificación internacional.
Ningún foro tiene capacidad real para poner solucionar la crisis
A la luz de los hechos concretos, ni la ONU, ni la OEA, ni la UE, ni el Grupo Lima, ni el Grupo de Contacto han demostrado contar con la capacidad para lograr una solución política y electoral a la crisis venezolana.  Incluso, la resolución que se sometió en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para ingresar la ayuda humanitaria y convocar elecciones libres fue vetada por Rusia y China.
Ante el poder de veto que ejercen las grandes potencias, la actuación de los foros y mecanismos internacionales son muy poco efectivos. Mientras tanto, la escasez,  la hiperinflación, el colapso generalizado de todos los servicios públicos y la inseguridad azotan cada vez más a los hogares, empresas e instituciones y recrudecen la diáspora de millares de venezolanos que ya no pueden seguir esperando por las gestiones de la diplomacia internacional.