martes, 14 de abril de 2020

#EntrevistaEnTalCual: "Crisis sanitaria del país puede convertirse en catástrofe humanitaria"

José Luis Carrillo Publicado abril 5, 2020

Los exiguos ingresos fiscales hay que orientarlos a evitar la propagación del coronavirus, pero igualmente se debe mantener a flote la producción de alimentos y la prestación de los servicios públicos advirtió el economista Víctor Álvarez


La paralización del país por la llegada del nuevo coronavirus viene a agravar una crisis económica continuada que ahora pone al Estado venezolano en una encrucijada, pues requiere recursos para combatir la propagación y los efectos del nuevo coronavirus, pero a la vez no muestra señales de querer ceder en posiciones políticas que afectan al sector productivo y mantienen unas sanciones internacionales que le impiden financiarse.
Oficialmente, las cifras de contagio de covid-19 en Venezuela se conservan muy por debajo de las demás naciones; pero existe el temor de que aumenten los brotes tomando en cuenta que algunas personas no tomaron las debidas precauciones al ser declarada la pandemia.
En conversación vía telefónica con TalCual, el economista e investigador Víctor Álvarez aseguró que las prometidas ayudas del gobierno de Nicolás Maduro a la población, en cuanto a pagar salarios, ayudar al sector informal y compensar a las empresas solo se podrán hacer emitiendo dinero sin respaldo y, por ende causando más inflación.

La amenaza creíble: recompensa por Maduro es una apuesta al caos


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
Poner precio a la cabeza de Maduro y sus principales colaboradores para forzarlo a negociar su salida del poder no es una amenaza creíble para una coalición difícil de asustar. Por el contrario, tiene un efecto contraproducente: mientras más se les amenace y menos garantías se les den, más se cohesionarán y aferrarán al poder.
El Departamento de Justicia imputó cargos penales a Maduro y 14 funcionarios y ha ofrecido una recompensa de hasta 15 millones de dólares por cualquier información que permita detenerlos o procesarlos. En lugar de seguir creando desconfianza en el seno de la coalición dominante, EEUU ahora los acusa a todos por igual, lo cual genera un efecto contraproducente para su propia estrategia divisionista. Cualquier incentivo que hubiesen podido tener los funcionarios acusados para presionar a Maduro a dejar el poder, ahora desaparece. Al ser judicializados, todos cierran filas para aferrase al poder y poner a salvo sus cabezas.