jueves, 25 de noviembre de 2021

La abstención le habló duro a las élites políticas

 


Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr

Las elecciones regionales generan muy poco interés. Son los comicios que registran menor participación en comparación con las parlamentarias y presidenciales. Sin embargo, en las megaelecciones del 21-N votaron 2,5 millones más de electores que en las Parlamentarias de 2020. La abstención en los comicios regionales fue de 58% mientras que en las Presidenciales de Chile -que se supone convocan más y celebraron el mismo día que las Megaelecciones de Venezuela-, la abstención fue de 53%. ¿Entonces dónde hubo abstención? 

Lograr una participación de 42%, no muy lejos del 47% que votó en las Presidenciales de Chile, es una señal muy importante en un país que viene de escuchar insistentes llamados a la abstención. Han sido cinco años en los que los partidos más importantes de la oposición repitieron una y otra vez que “en Venezuela se vota pero no se elige”, que “dictadura no cae con votos”, que “participar en las megaelecciones es convalidar la farsa electoral del régimen”. Desacreditaron la institución del voto, al árbitro electoral y a la propia la ruta electoral. Por si fuera poco, se postularon muchos candidatos mediocres e impresentables que se dedicaron a atacarse y descalificarse entre ellos mismos, desestimulando al elector. Escuche en análisis completo aquí https://n9.cl/uyxh6

jueves, 18 de noviembre de 2021

Oposición no tiene nada que ofrecer para facilitar transición democrática

 

Víctor Álvarez R. 

Entre 2014 y 2021 se cuentan al menos cinco intentos de diálogo y negociación entre gobierno y oposición: Conferencia Nacional por la Paz (2014), Mesa de Diálogo Nacional (2016), Mesa de Diálogo en la República Dominicana (2017-2018), Conversaciones de Oslo-Barbados (2019) y la Mesa de Negociación en México (2021). Para el gobierno, el diálogo ha sido una maniobra de contención del conflicto que le ha permitido ganar tiempo y debilitar las ofensivas de sus opositores. Lo costos políticos de cada intento fallido de diálogo los ha pagado sobre todo el liderazgo de la oposición que es visto por los más tolerantes como un actor ingenuo, mientras que los más intransigentes y extremistas lo ven como cómplice de un gobierno que no parece estar dispuesto a ceder el poder por la vía electoral.

El régimen aprovecha cualquier pretexto para levantarse de la mesa de negociación. Luego de conocerse la extradición de Alex Saab, Maduro acusó a EEUU de darle una puñalada mortal a la negociación y dijo: “Nosotros en protesta nos fuimos de México y punto. Después evaluaremos qué va a pasar con estos diálogos. Por ahora estamos indignados, protestando y enfrentando la injusticia. Después veremos…”.

Esta excusa tan rebuscada recrudece las dudas sobre el verdadero compromiso con una solución pactada a la crisis. Si bien Maduro repite que nunca se niega a dialogar, lo hace mientras no se incluyan temas que pudieran precipitar su salida del poder. Ahora bien, si hay tan pocas expectativas de una solución democrática y electoral del conflicto venezolano: ¿Por qué la Plataforma Unitaria vuelve a sentarse con un régimen que utiliza el diálogo para ganar tiempo y atornillarse en el poder? ¿Qué se puede esperar de las negociaciones en México?

En los anteriores procesos de negociación, la inestabilidad de Nicolás Maduro era mayor que ahora. Aun así, nada se pudo lograr para llevarlo a pactar una transición democrática en Venezuela. Ante la división de la oposición, Maduro luce fortalecido, sin la presión de una amenaza interna realmente creíble. Si la continuidad del régimen no se ve amenazada por factores exógenos, nada que arriesgue la permanencia de Maduro en el poder tendrá cabida en la negociación.

¿Qué se pueden esperar, entonces, de las negociaciones en México? ¿Cuáles son las demandas del gobierno y cuáles las de la oposición? ¿Es posible que dos fuerzas tan antagónicas puedan llegar a un pacto? ¿Cómo medir el éxito de las negociaciones en México?

jueves, 11 de noviembre de 2021

Sin inversión privada recuperación de la industria petrolera será más lenta

 

Víctor Álvarez R. 

Con la reforma petrolera de 2006 los convenios operativos y asociaciones estratégicas fueron convertidos en empresas mixtas en las que el Estado debía tener la mayoría accionaria del al menos el 51 %. Eran los años del boom de los precios del petróleo y de la arrogancia rentística. El Gobierno y Pdvsa presumían de no necesitar la inversión privada para acometer los proyectos de inversión. Pero ahora la situación es muy distinta.

Debido a la destrucción de la industria petrolera y el colapso de la renta, ni el gobierno ni Pdvsa cuentan con recursos suficientes para recuperar la extracción de petróleo. Esta dura realidad los obliga a abandonar su visión estatista y nacionalista para abrirle paso a la inversión privada nacional y extrajera en la industria petrolera. Pero a esta apertura se le oponen las sanciones financieras y comerciales de EEUU contra PDVSA.

Las sanciones financieras impiden al gobierno y Pdvsa gestionar financiamiento externo y las sanciones comerciales prohíben a cualquier empresa estadounidense -o extranjera con negocios en territorio de EEUU- el comercio de bienes y servicios con Pdvsa y demás empresas públicas. Para evadir las sanciones, el gobierno recurre a triangulaciones y transacciones secretas con aliados a los cuales concede grandes descuentos para que se arriesguen a colocar en los mercados internacionales la producción de Pdvsa. También les acepta elevados sobreprecios para que sean intermediarios en la compra de los alimentos, medicinas, insumos y equipos que el país necesita.  Son empresas de países también sancionados que han desarrollado estrategias para burlar las sanciones y convierten esos vacíos en riesgosos negocios de alto rendimiento.

Las sanciones contra Pdvsa y otras empresas públicas administradas por el gobierno también afectan a las empresas privadas nacionales y extranjeras. Quienes sean descubiertos burlando las sanciones corren el riesgo de ser acusados de conspiración y terminar sancionados, multados y hasta encarcelados. El temor a ser considerado cómplice inhibe a clientes y proveedores nacionales e internacionales de mantener sus negocios con las empresas públicas venezolanas. Como suele ser difícil saber si se está llevando a cabo alguna triangulación con una empresa pública a través de un intermediario privado, prefieren no correr el riesgo reputacional y rompen unilateralmente sus relaciones económicas con el país.

jueves, 4 de noviembre de 2021

Foro Cívico impulsa diálogo social incluyente y constructivo que modele el diálogo político

 


Víctor Álvarez R.

Ante la inercia de los partidos políticos que no decidían si participar o no en las elecciones, diferentes iniciativas de la sociedad civil irrumpieron en la escena política y alcanzaron gran visibilidad y resonancia cuando postularon a 15 venezolanos independientes, con reconocida trayectoria y probada solvencia ética para ser rectores del CNE.

Hoy escuchamos hablar cada vez más del Foro Cívico, del Diálogo Social y de otras iniciativas que llaman a los ciudadanos a organizarse y luchar por la defensa de sus derechos. Estas iniciativas no están en contra de los partidos políticos ni son militantes de la antipolítica, pero si interpelan y emplazan al gobierno y la oposición para que interpreten el sentir nacional y se conecten con las necesidades de la gente. Promueven el diálogo y la negociación política, hacen llamados para retomar la ruta electoral, luchan por mejorar las condiciones electorales y restaurar la democracia venezolana. Son nuevos actores en el mapa político nacional.

En Venezuela el diálogo político se ha desacreditado porque no ha contribuido a superar la crisis que azota al país. Entre 2014 y 2021 se han llevado a cabo cinco procesos de diálogo y negociación: la Conferencia Nacional por la Paz (2014), la Mesa de Diálogo Nacional (2016-2017), la Mesa de Diálogo en la República Dominicana (2017-2018), las Conversaciones de Oslo-Barbados (2019) y ahora en México se vuelve a retomar el diálogo y la negociación para lograr una solución pactada a la crisis venezolana.

Para resolver el conflicto venezolano se ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa, desde la ruta electoral y pacífica hasta la vía insurreccional y violenta. Unas veces se participa en elecciones, otras se ha decidido la abstención y también se ha intentado la vía insurreccional: las violentas guarimbas, el Cucutazo, el conato de Golpe de Estado, la operación Gedeón, la invocación al TIAR son opciones que han ensayado quienes no creen que por la vía electoral es posible lograr un cambio político en Venezuela. 

La oposición abstencionista sembró en el mapa mental del país la idea de que “en Venezuela se vota pero no se elige”, que “dictadura no cae con votos”, que “participar en la farsa electoral es legitimar la dictadura”. El voto ha perdido valor como instrumento de cambio y esto es funcional al gobierno. Si la mayoría descontenta se abstiene, la minoría oficialista devendrá en mayoría.

“Nada está acordado hasta que todo esté acordado” pareciera ser un principio muy exigente que ha regido las negociaciones entre el gobierno y la oposición. Se acuerda todo o no se acuerda nada.  Esta lógica somete a todo un país castigado por una larga crisis a tener que esperar hasta que las élites políticas se pongan de acuerdo en todos los puntos a negociar.

¿Qué es el Foro Cívico Nacional? ¿Cuándo y cómo nace? ¿Quiénes forman parte de esta iniciativa? ¿Cómo es su estrategia? ¿Cuáles han sido sus acciones de mayor impacto para hacer valer los derechos sociales y políticos de los ciudadanos? ¿Qué nuevos aportes se plantean?

¿Qué es el diálogo social? ¿En que se parece y en qué se diferencia del diálogo político? ¿Cómo se complementan? ¿Cómo puede contribuir el diálogo social para que el diálogo político rinda los frutos que Venezuela espera?

¿Cuál es la vía del Foro Cívico y del Diálogo Social para hacer posible el cambio de mando por el cual se pronuncia el 80 % de los venezolanos que rechaza al actual gobierno?

¿Tiene sentido participar en condiciones electorales tan desventajosas? ¿Cómo se puede reconstruir la confianza en la institución del voto para que la ciudadanía vaya a votar masivamente y se recupere la ruta electoral como la vía más eficaz para resolver nuestros conflictos?

¿Por qué se impone ese principio de nada está acordado hasta que todo esté acordado? ¿Qué sentido tiene jugar al todo o nada? ¿El Foro Cívico estaría a favor de acuerdos parciales que solucionen problemas concretos y coadyuven a crear mayor confianza en el proceso de negociación? ¿Cuáles pudieran ser esos acuerdos parciales entre gobierno y oposición que respondan al interés nacional y no solo al interés de los partidos?

Para hablar sobre estos temas y este interesante proceso, hemos invitado en esta nueva entrega de Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano a Mariela Ramírez @Dale_Letra, arquitecta, cofundadora de la organización Dale Letra, activista del Foro Cívico y promotora del Diálogo Social, una de las voces más activas de la participación ciudadana en la defensa de los derechos sociales y políticos. Vea la conversación completa aquí: youtu.be/WR6-qkOcOLQ

sábado, 30 de octubre de 2021

#MegaElecciones21-N: ¿Qué es el voto consciente e inteligente?

 

Víctor Álvarez R.

1.       Ni gobierno ni oposición: atrás quedó la polarización

Venezuela ya no está dividida entre chavistas y opositores. La polarización cede ante otras expresiones que no se identifican con los bloque en pugna. Ni los partidarios del gobierno ni de la oposición son mayoría. Según Datanálisis los “ni-ni” sumaron 67% en lo que va de 2021. No se trata de indiferentes sin posición ni activismo político, sino de un creciente malestar nacional que rechaza a un liderazgo político incapaz de acordar soluciones para sacar al país de la crisis.

La debilidad de los independientes radica en que carecen de organización partidista. Tampoco tienen líderes prominentes con aspiraciones políticas, razón por la cual no tienen claro cómo capitalizar electoralmente el descontento nacional. Al no sentirse identificados con los candidatos del gobierno ni de la oposición suelen abstenerse. Pero ante una oposición dividida y un gobierno que apenas cuenta con 20 % de aceptación, la abstención facilita el triunfo de los candidatos oficialistas.

2.       ¿Por quién votar?

La gente que quiere una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano aún no encuentra por quien votar. Buscan candidatos que no solamente exijan la restitución de los derechos políticos de quienes aspiran a ser elegidos, sino que también defiendan los derechos sociales de los electores.

En las Megaelecciones del 21 de noviembre se elegirán 23 gobernadores, 335 alcaldes, 250 diputados regionales y 2.400 concejales. Son 3.000 cargos para los cuales se postularon 70.000 candidatos, 3.000 del gobierno y 67.000 de la oposición. Se han postulado candidatos improvisados, impuestos por las cúpulas de los partidos o financiados por el gobierno para dividir el caudal del voto opositor.

Fondos de Pensiones, Cajas de Ahorros y Mercado de Valores: el financiamiento de la Venezuela post-rentista

 


Urbi Garay, profesor titular de finanzas del IESA e Individuo de Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, explica el potencial de los Fondos de Pensiones, Cajas de Ahorro y Mercado de Valores como nuevas fuentes de financiamiento en la Venezuela post-rentista. Vea la entrevista completa aquí:  https://youtu.be/Hn4L11-Jr_I 

Víctor Álvarez R. 

Noruega es un país petrolero con 5 millones de habitantes donde la tasa de natalidad es de apenas 1,95. Demográficamente esto quiere decir que el número de hijos apenas sustituye a los padres. Su población se estanca y tiende a envejecer. Como el pago de las pensiones no podía ser cubierto con las contribuciones a la seguridad social, la necesidad de garantizar una vejez digna pasó a ser una prioridad de la sociedad noruega. En 1990 se creó el Fondo Noruego del Petróleo con el objetivo de hacer inversiones cuyos rendimientos aumentaran el nivel de reservas del sistema de pensiones. En 1995 se hizo la primera transferencia por un monto equivalente a $ 285 millones que fueron invertidos en el exterior en bonos, valores, acciones, etc. Gracias a los sucesivos depósitos y rendimientos de las inversiones, actualmente los activos del Fondo superan los 900 mil millones de dólares, equivalente a $ 200 mil por habitante. Pero esos fondos no se reparten sino que se invierten. Solamente un porcentaje de los rendimientos puede ser utilizado como complemento del Presupuesto Nacional, el cual se financia fundamentalmente con los impuestos que pagan los contribuyentes.

En Venezuela, cuando una persona se jubilaba y recibía su liquidación, podía montar un negocio o comprarse una vivienda. Hoy apenas puede comprar un mercado. Vemos con dolor la situación de los jubilados que reciben pensiones de hambre. En otros países los fondos de pensiones tienen una importante participación accionaria en empresas rentables, inversiones inmobiliarias y bonos para hacer rendir sus fondos y asegurar una jubilación digna.

¿Por qué en Venezuela no es así? ¿Por qué los fondos de pensiones no realizan inversiones para hacer rendir las contribuciones a la seguridad social y garantizar pensiones que permitan vivir dignamente? ¿Qué lo impide?

miércoles, 6 de octubre de 2021

Se abren vías para el entendimiento nacional

 


Víctor Álvarez R. / @vicalvarezr

En esta nueva entrega de Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano hemos invitado a Eglée González Lobato, creadora del Proyecto Entendimiento Nacional y directora de la Cátedra Libre “Democracia y Elecciones”. Escuche la conversación completa aquí https://youtu.be/8Q4tItDIjos

El Cucutazo, el conato de Golpe de Estado del 30 de abril, la Operación Gedeón y la invocación al TIAR fueron parte de un atajo insurreccional que se convirtió en el camino más largo para lograr un cambio político en Venezuela. Quienes una y otra vez repitieron que solo negociarían con Maduro el salvoconducto que lo sacaría del país, finalmente se sientan en México a negociar con él una solución al conflicto venezolano y ese paso hacia una solución política y pacífica hay que celebrarlo.

Dice la sabiduría popular que “uno es esclavo de lo que dice y amo de lo que calla”. Los partidos que apostaron a la abstención repitieron una y otra vez que “en Venezuela se vota pero no se elige”, que “dictadura no cae con votos”, que “participar en las megaelecciones es convalidar la farsa electoral del régimen”. Ahora, quieren disfrutar los beneficios de ganar gobernaciones y alcaldías, pero sin pagar entre sus seguidores extremistas los costos reputacionales de retomar la Ruta Electoral.

Guaidó dice que las Megaelecciones el 21-N son una farsa y a los partidos de la Plataforma Unitaria no se les siente plenamente convencidos de participar. En vez de apoyar la reelección de los gobernadores y alcaldes que ya tiene la oposición, han postulado otros candidatos que amenazan con dividir el caudal electoral del país descontento y facilitar así el triunfo de los candidatos oficialistas. Pareciera que su estrategia es provocar resultados muy reñidos para cantar fraude, desconocer los resultados, deslegitimar el proceso electoral, agravar la crisis de gobernabilidad y así lograr que se prolongue el reconocimiento internacional del interinato.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Ni la diplomacia ni las sanciones son la vía para resolver la crisis venezolana

 


 En “Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano” hemos invitado a la destacada internacionalista Giovanna De Michele. Vea la conversación completa aquí https://youtu.be/pWzlWKN_czg

Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr

El conflicto venezolano ha sido abordado en la ONU, OEA, Unión Europea, Grupo de Lima, CELAC. Allí se ha denunciado la represión y exilio de líderes sociales y políticos, la violación de derechos humanos, la censura a medios de comunicación, la violación al principio de autonomía de los poderes públicos, el deterioro de las condiciones electorales. Sin embargo, nada concreto se ha resuelto todavía.

El endurecimiento de las sanciones económicas -lejos de forzar la caída del gobierno-, agravaron la crisis causada por una pésima política económica, empobrecieron aún más a la población y brindaron al régimen la excusa perfecta para desarrollar una narrativa épica de resistencia antiimperialista.

Las alternativas de la oposición venezolana se han debatido entre la vía insurreccional y la ruta electoral. El Cucutazo, el golpe de Estado del 30 de abril, la operación Gedeón, la invocación al TIAR fueron episodios alentados por la idea de “todas las opciones están sobre la mesa”. Pero cuando la intervención militar extranjera fue eficaz para derrocar a un gobierno, resultó inútil para reestablecer la paz y recuperar la gobernabilidad. Así lo demuestran Afganistán, Irak y Libia, donde las intervenciones militares dispararon una espiral de violencia que aún sigue.

La diplomacia es lenta y la crisis humanitaria no espera. Si bien es cierto que los debates en los foros internacionales han influido en la conformación de una opinión pública internacional muy crítica que llevó a más de cincuenta países a desconocer el gobierno de Nicolás Maduro, también es cierto que la diplomacia internacional ha sido muy lenta en la resolución del caso venezolano. La prolongación del conflicto ha desembocado en varios procesos de negociación que no pasaron de ser válvulas de escape o maniobras para ganar tiempo. En México se vuelve a retomar el camino de las negociaciones para lograr una solución política y pacífica del conflicto.

miércoles, 22 de septiembre de 2021

La dolarización llegó para quedarse

En esta nueva entrega de la serie Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela hemos invitado a Asdrúbal Oliveros, Socio-Director de Ecoanalítica. Vea la conversación completa aquí https://youtu.be/Tcbc63UGPgg           


Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr

El efecto combinado del colapso de la renta petrolera, el endurecimiento de las sanciones y el impacto económico del Covid 19 ha obligado al Ejecutivo nacional a activar válvulas de escape para aliviar la presión económica y social. Un gobierno sin capacidad financiera para sostener el modelo nacionalista y estatista ha dado rienda suelta a la apertura comercial, desregulación y liberalización económica, dolarización, privatización y apertura a la inversión extranjera. Son las nuevas tendencias que se asoman en la economía venezolana y que pudieran consolidarse y llegar a ser irreversibles. Estos cambios en la política económica crean otro ambiente para el emprendimiento y la iniciativa privada.  Quien no los perciba debido al ruido de la diatriba política, se quedará al margen de las oportunidades de negocio e inversión que empiezan a aparecer en Venezuela. En este abandono del modelo nacionalista y estatista, una presión clave la han ejercido los inversionistas privados que están dispuestos a correr los riesgos de hacer negocios en un país sancionado, pero en un contexto de apertura comercial y liberalización económica.

La dolarización transaccional ha sido forzada por la hiperinflación que disolvió el poder de compra de los billetes y obligó a sustituirlos por la divisa estadounidense. Para no trancar el mercado interno por falta de medios de pago, el Ejecutivo ha permitido el uso de divisas en las transacciones locales, práctica que antes era perseguida y penalizada. A su vez, la dolarización transaccional presiona la dolarización de los servicios financieros para que este creciente circulante en divisas se pueda canalizar hacia el financiamiento de la producción y el consumo.

Para compensar la escasez causada por la reducción en un 80 % del PIB y contener la inflación, el gobierno abrió el mercado interno a toda clase de importaciones sin arancel. Ha exonerado una amplia gama de códigos arancelarios del pago de impuestos de importación que, en condiciones de apreciación del tipo de cambio, compiten ventajosamente con la producción nacional y hacen mucho más lucrativo importar que producir. Bodegones, supermercados, tiendas de electrodomésticos y agencias de automóviles, proliferan a lo largo y ancho del territorio nacional.

sábado, 11 de septiembre de 2021

Desconfianza sembrada en el voto perjudica a partidos que regresan a la ruta electoral

 

En esta nueva entrega de la serie “Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano” hemos invitado a Mibelis Acevedo Vea la conversación completa aquí 

 https://youtu.be/zb0CkjJyMTE

Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr

En las Megaelecciones del 21-N se elegirán 23 gobernadores, 335 alcaldes, 250 diputados regionales y más de 2.400 concejales. Para los candidatos de la oposición, las condiciones electorales son muy desventajosas, pero pueden ser compensadas si se aprovechan las favorables condiciones políticas derivadas del 80 % de rechazo al gobierno y sus candidatos. Pero la oposición abstencionista sembró en el mapa mental del país la idea de que “en Venezuela se vota pero no se elige”, que “dictadura no cae con votos”, que “participar en la farsa electoral es legitimar la dictadura”. El voto ha perdido valor como instrumento de cambio y esto es funcional y útil gobierno. Si la mayoría descontenta se abstiene, la minoría que vote por el PSUV devendrá en una mayoría.

La fuerza electoral del chavismo viene cayendo, el malestar nacional continúa creciendo, pero la oposición se sigue absteniendo. Para un gobierno que cuenta con solo 20 % de apoyo en las encuestas, la abstención es lo que lo puede poner a ganar. Por eso hará todo lo posible para desestimular que el 80 % de electores descontentos voten y barran con los candidatos oficialistas. Con semejante rechazo, Maduro puede poner en riesgo el control hegemónico del territorio si llega a perder un buen número de gobernaciones y alcaldías.

viernes, 3 de septiembre de 2021

Un gobierno sin renta petrolera se financia con el impuesto inflacionario

 


Víctor Álvarez R. 

Vea la conversación con Sary Levy, Presidenta de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, aquí https://youtu.be/5wYfh2B06Fw

La gente de a pie suele decir que “el producto más caro es el que no se consigue”, que “mucho dinero detrás de pocos bienes dispara los precios” y que “mientras los precios suben por el ascensor, los salarios lo hacer por la escalera”. Con estas expresiones se refieren a la escasez de bienes y servicios, a las desmesuradas emisiones de dinero que cada vez compran menos y a la distribución regresiva del ingreso que sufren debido a la hiperinflación.

El gobierno no recauda suficiente renta petrolera, ISLR, IVA, ni aranceles, no tiene cómo financiar el gasto público. Además, soporta el peso de las empresas públicas de electricidad, agua potable, gas doméstico, telecomunicaciones, metro y otras que no facturan ni siquiera para pagar su nómina. Ante semejante déficit en sus ingresos fiscales, se dice que el gobierno se financia con un impuesto inflacionario.

Permanentemente se le cuestiona al gobierno financiar su déficit con emisión de dinero por parte del BCV, pero aunque el déficit público se financie con el llamado impuesto inflacionario, los ingresos fiscales ordinarios también sufren la voracidad de la hiperinflación, sobre todo porque el ISLR y el IVA se recaudan después de haberse causado y, en ese intervalo, los ingresos del gobierno también pierden poder adquisitivo.

miércoles, 25 de agosto de 2021

María Verdeal: Para el gobierno la oposición sigue siendo un rival muy predecible

 

En esta nueva entrega de la serie de “Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica a la crisis venezolana” hemos invitado María Verdeal, Vicepresidenta del MAS . Vea la conversación completa aquí   https://youtu.be/xDOLai3RCEU  

Para el gobierno, la oposición sigue siendo un rival muy predecible. Sabe que un sector llamará a la oposición y el otro se presentará dividido. Si el 21 de noviembre un gobierno que sufre el 80 % de rechazo de los electores gana la mayoría de las gobernaciones, alcaldías, diputados regionales y concejales, sería una irresponsabilidad plantear el referendo revocatorio. El factor sorpresa sería que los diferentes sectores de la oposición lograran un acuerdo para presentar candidaturas unitarias y llamar masivamente a votar. Solo así podrán capitalizar electoralmente el 80 % de rechazo al gobierno y sus candidatos.

La causa común de los factores democráticos es recuperar la confianza en la institución del voto, retomar la ruta electoral y no seguir regalando espacios de resistencia y lucha institucional.  La abstención electoral ha demostrado su ineficacia para provocar los cambios políticos que el país exige y, por el contrario, ponen a ganar a los candidatos del gobierno. En las municipales de 2017, la abstención trajo como consecuencia que el PSUV ganara 306 alcaldías de un total de 335. Los partidos opositores que participaron obtuvieron apenas 29 alcaldías. Lo mismo ocurrió con las elecciones de concejos municipales de 2018, en las que el oficialismo ganó el 76% de los 2.459 cargos de concejales. 

El deterioro de las condiciones electorales ha sido la maniobra del gobierno para provocar una creciente abstención. Pero también la falta de garantías ha sido utilizada por la oposición como un pretexto para no participar ante su incapacidad de llegar a acuerdos unitarios y ser derrotada por los candidatos oficialistas. Un gobierno autoritario -que prolonga su esperanza de vida gracias a la abstención- no va a otorgar todas las condiciones electorales que se le exigen. Procurará empañar el proceso electoral para inducir la mayor abstención posible. Pareciera, entonces, que no se pueden esperar condiciones electorales ideales y quienes decidan postularse tendrán que prepararse para competir en condiciones bastante alejadas de los estándares internacionales.

¿Hasta dónde es posible avanzar en la restitución de las condiciones electorales? ¿Qué es lo máximo a lo que los electores sensatamente pueden aspirar y qué es lo mínimo que los partidos pueden aceptar para poder competir en buena lid?

jueves, 19 de agosto de 2021

Sin autonomía del BCV el gobierno seguirá financiándose con el impuesto inflacionario

 


Víctor Álvarez R. 

El Banco Central de Venezuela (BCV) es la institución responsable de velar por la estabilidad monetaria y de precios, asunto que tiene mucho que ver con la preservación del poder adquisitivo de los hogares. Si el BCV falla en preservar la capacidad de compra de la moneda nacional y no logra mantener la estabilidad de los precios, esto se traduce en un deterioro del ingreso familiar y en un empobrecimiento generalizado de la población.

Para que pueda cumplir con éxito su misión, en la Constitución del 99 al BCV se le reconoció su carácter autónomo e independiente de las políticas del gobierno. El artículo 318 establece la autonomía del BCV en el diseño y ejecución de la política monetaria, en la regulación de la moneda, del crédito, las tasas de interés y en la administración de las reservas internacionales, así como su corresponsabilidad junto al Ministerio de Finanzas en el diseño de la política cambiaria. Y en el Artículo 320 de la Constitución se lee claramente que: “En el ejercicio de sus funciones, el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias”.

Sin embargo, estos mandatos constitucionales quedaron como letra muerta, toda vez que el BCV terminó siendo un órgano totalmente subordinado y funcional a las necesidades de financiamiento del gobierno. Con frecuencia escuchamos las críticas que se hacen al déficit de las empresas públicas y su financiamiento con desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo que causan la hiperinflación.

lunes, 16 de agosto de 2021

En la oposición no existe un proyecto democrático alternativo sino personalismos que el gobierno maneja a su favor para dividir



Víctor Álvarez R. 

Con 80 % de rechazo al gobierno y sus candidatos, el país descontento tiene la oportunidad de ganar la mayoría de gobernaciones y alcaldías en las Megaelecciones del 21-N. Postular candidatos unitarios que generen confianza y estimulen a votar es una obligación de los partidos políticos que se plantean recuperar la confianza en la institución del voto y retomar la ruta electoral.

Las condiciones electorales deben ofrecer a todos los partidos las mismas oportunidades de participar, sin intervenciones ni ventajismos de ningún tipo. No contribuye a la celebración de unas elecciones competitivas ilegalizar partidos políticos o despojar sus nombres y símbolos para entregárselos a disidentes que siguen el juego del gobierno y así nadie se anima a votar por ellos.

Pero la alta abstención también es un reflejo del desencanto de la gente por la baja calidad de la acción política de los partidos. El electorado se desmotiva cuando ve a dirigentes y líderes políticos enfrascados en una sarta de insultos y acusaciones que, de ser verdad, los descalifican e invalidan para asumir cargos públicos de elección popular.

Desde la oposición se cuestiona la reelección indefinida, pero vemos que muchas organizaciones políticas tienen desde hace años el mismo presidente, el mismo secretario general, la misma dirección. Parecen atornillados a sus cargos y así se le cierra el paso a nuevas generaciones de dirigentes. La falta de democracia interna en los partidos suele ser uno de los detonantes de esos conflictos internos que sirven de pretexto al gobierno y al TSJ para intervenirlos.

En los partidos de la oposición pareciera que la unidad no es un objetivo prioritario ni viable. Convencido de que a mayor cantidad de tarjetas en el tarjetón, mayor será la confusión del elector, el gobierno exacerba su división al aprobar tarjetas a varios partidos. El oficialismo no le teme a la tarjeta de la MUD porque sin unidad es un partido más y su reactivación agravará las contradicciones internas de la oposición.

Con tantos partidos, si estos no pactan candidaturas unitarias, el voto opositor se dispersará. Aún si el gobierno acepta mejorar las condiciones electorales, si los partidos de la oposición va divididos y no presentan buenos candidatos a la mayoría de las 23 gobernaciones, 335 alcaldías, 250 diputados regionales y 2.400 concejales, será muy difícil vencer la abstención y esto favorecerá a los candidatos del gobierno que ganarán con apenas el 20 % de los votantes.

Para analizar las condiciones electorales y la situación interna de los partidos políticos, en la serie “Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica a la crisis venezolana” hemos invitado a Mercedes Malavé, comunicadora social, con doctorado en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, directora de formación del IFEDEC y presidenta del partido Unión y Progreso.

Vea la conversación completa con Mercedes Malavé aquí https://youtu.be/kIaJyEyopm4         


Sin reformas económicas la reconversión monetaria tiene poca esperanza de vida

 


Víctor Álvarez R. 

Ha comenzado la tercera temporada de la serie Reconversiones monetarias en Venezuela. La primera fue en 2008 cuando se le quitaron 3 ceros a la moneda nacional, la segunda en 2018 con 5 ceros menos y en la tercera temporada del 2021 se le quitan nuevamente 6 ceros, para un total de 14 ceros menos.

Este círculo vicioso de quitarle ceros a la moneda nacional, agregárselos otra vez para finalmente volvérselos a quitar se repetirá cada vez con más frecuencia si no se erradican las causas estructurales y los factores propagadores de la hiperinflación que disuelve el poder de compra de los billetes y los deja inservibles al cabo de unos meses.

Las causas estructurales tienen que ver con la contracción del tamaño de la economía en aproximadamente 80 % en los últimos 7 años, lo cual genera una recurrente escasez de los bienes y servicios necesarios para la vida. Tengamos en cuenta que el producto más caro es el que no se consigue.

Los factores propagadores están asociados a la forma como se financia el déficit de las empresas públicas de electricidad, agua potable, gas doméstico, telecomunicaciones, metro, etc. Estas empresas públicas no facturan ni siquiera para pagar su nómina y reciben constantes transferencias del BCV. Un gobierno que no recauda suficiente impuesto sobre la renta, ni IVA, ni aranceles, ni regalías debido a la contracción económica y al colapso de la industria petrolera se financia, entonces, con el impuesto inflacionario que se deriva de las desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo que realiza el BCV. Ya sabemos que mucho dinero detrás de pocos bienes dispara los precios.

jueves, 12 de agosto de 2021

Procurar espacios de entendimiento y humanizar el conflicto

 


De cara a las Megaelecciones del 21-N, ¿Cuáles son las irregularidades y violaciones de derechos civiles y políticos que ha identificado el Observatorio de Comunicación y Democracia y el Foro Cívico? ¿Hasta dónde se pueden restituir estos derechos? ¿Qué es lo máximo a lo que se puede aspirar y qué es lo mínimo que se puede aceptar para poder participar en buena lid?

¿Cuáles son las principales mejoras en las garantías y condiciones electorales? ¿Qué es lo que aún está pendiente? ¿Qué es necesario y suficiente para las Megaelecciones del 21 de noviembre? ¿Qué puede quedar pendiente para el referendo revocatorio y las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales? ¿Cómo convencer a los desconfiados y escépticos que se va por buen camino y que pueden volver a confiar en la institución del voto y retomar la vía electoral?

¿Hay voluntad política y compromiso entre los nuevos rectores del CNE para mejorar las condiciones electorales y asegurar un arbitraje institucional para que las elecciones que se convoquen sean reconocidas como unos comicios competitivos, a tono con los estándares internacionales? ¿Qué hechos lo demuestran?

¿Cómo convencer al país hundido en la desesperanza por tanto ventajismo gubernamental y tanta división en la oposición que ha habido un avance en el CNE? ¿Quiénes son esos rectores principales en los que puede confiar el malestar nacional? ¿Quiénes son los suplentes? ¿Qué han hecho para merecer esa confianza? ¿Qué responsabilidades tienen ahora en la estructura del CNE?

¿Cómo valora el Observatorio de Comunicación y Democracia la calidad de la acción política de los partidos en Venezuela? ¿Qué puede hacer el Foro Cívico para elevar el debate político y superar tanta mediocridad? ¿Cómo lograr que los procesos electorales no se reduzcan a un asunto que solo interesa a los candidatos de los partidos y sean asumidos como un derecho ciudadano para recibir una oferta electoral de calidad y así estimular una mayor participación?

Estas preguntas son respondidas por Griselda Colina, en la serie “Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica a la crisis venezolana”. Es directora del Observatorio Global de Comunicación y Democracia e integrante de la plataforma Foro Cívico de Venezuela. En el marco de una estrategia de acción ciudadana que se propone contribuir a la reinstitucionalización democrática del país, fue postulada al CNE y resultó electa rectora suplente: En el Foro Cívico asumimos una acción propositiva donde la procura de espacios de entendimiento y la humanización del conflicto es parte de una nueva forma de pensamiento y acción”, nos explica Griselda. Con ella vamos a examinar el estado actual de las garantías y condiciones electorales en las que los ciudadanos y partidos políticos concurrirán a las Megaelecciones del 21-N.

Te invitamos a ver la conversación completa aquí   https://youtu.be/yEGQUA46dEs

viernes, 30 de julio de 2021

viernes, 23 de julio de 2021

¿Fortalecer el patrimonio de la banca nacional o abrir el sector a la inversión extranjera?

En la serie “Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela” seguimos conversando con Tamara Herera, directora de Síntesis FinancieraVea la conversación completa por canal YouTube de #PedagogíaEconómica https://youtu.be/FuZ4Vj0cA2A

Víctor Álvarez R.

La combinación de bajas tasas de interés, inflación y alza del dólar hizo de la especulación cambiaria un gran negocio. Tras la fachada de créditos comerciales un buen porcentaje de las captaciones al público iba a parar al mercado paralelo, presionando el precio de la divisa.

Para el ciudadano de a pie, endeudarse a tasas de interés por debajo de la inflación para comprar un televisor, una nevera o simplemente dólares, resultó ser un gran negocio que se hizo a expensas del activo de la banca, cuyos saldos a cobrar en bolívares se volvían sal y agua debido a la inflación.

El BCV autorizó sincronizar los préstamos en bolívares con el precio del dólar. Así, cada vez que el dólar sube el saldo a pagar en bolívares también sube y absorbe la ganancia cambiaria, desestimulando la especulación en divisas. Pero también da al traste con los incentivos al consumo.

¿Qué resultado dio esta medida de indexar los créditos en bolívares al comportamiento de la tasa de cambio? ¿Mejoraron los indicadores de la banca? ¿Se alivió la presión sobre el mercado cambiario? ¿O por el contrario aumentó la morosidad y se deterioró aún más la cartera crediticia de la banca?

miércoles, 21 de julio de 2021


 Entrevista con Vladimir Villegas 19 de julio 2021

Presentando el libro:

La Ruta es Electoral: ¿Cómo convertir en una fuerza de cambio el malestar nacional?