Víctor Álvarez explica en entrevista con Oscar Schemel las medidas que el Gobierno tiene al alcance de la mano para compensar la caída del ingreso petrolero sin tener que ir al FMI
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http://globovision.com/el-peor-escenario-para-el-gobierno-es-perder-las-parlamentarias/
sábado, 28 de febrero de 2015
"El gobierno confunde estatizar con socializar". Oscar Schemel entrevista a Víctor Álvarez (II).
Oscar Schemel entrevistó a Víctor Álvarez sobre las confusiones de la izquierda entre estatizar y socializar y los riesgos que tendrá que afrontar el Gobierno Bolivariano si no adopta oportunamente las medidas necesarias para encarar el colapso de los precios del petróleo
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http://globovision.com/el-peor-escenario-para-el-gobierno-es-perder-las-parlamentarias/
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http://globovision.com/el-peor-escenario-para-el-gobierno-es-perder-las-parlamentarias/
"Precio justo de la gasolina = 4 Bs/$". Oscar Schemel entrevista a Víctor Álvarez (I)
Oscar Schemel entrevistó a Víctor Álvarez en "Análisis Situacional" sobre el margen de maniobra que hay para compensar el colapso de los precios del petróleo y no tener que ir al FMI.
Con datos en la mano Álvarez explica por qué el precio justo de la gasolina debe ser de 4 Bs/litro
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http://globovision.com/el-peor-escenario-para-el-gobierno-es-perder-las-parlamentarias/
#DEBATE entre Víctor Álvarez y José Guerra. Programa "Venezuela en la Red"
Programa "Venezuela en la Red", dirigido por el Dip. Germán Ferrer. Debate entre Víctor Álvarez y José Guerra => http://youtu.be/fh-EjXB8XK4 .
"ENTREVISTA: "Los beneficiarios de la corrupción controlan el país" (III)
Por Alicia Hernández/KonZapata.com.- Los sectores
que acumulan sumas millardiarias, los protagonistas del contrabando de
extracción de alimentos subsidiados, de medicinas que no se consiguen aquí,
pero sí en las fronteras, no van a querer que esto se desmonte. Álvarez opina
que el propio Gobierno es responsable de la llamada guerra económica.
27 febrero, 20152:00 pm Poderómetro
Por
Alicia Hernández/KonZapata.com.- Víctor Álvarez apunta todos los agujeros que
el Gobierno deja para que se cuele la corrupción. También explica cómo estos
mismos corruptos son los que ponen la tranca para que medidas económicas más
eficaces se lleven a cabo.
-El
tema de la escasez, ¿es guerra económica, empresas que acaparan adrede, la
gente comprando mucho ante la incertidumbre o todo?
-Si
tuviera que separar en un porcentaje de responsabilidad de todo lo que el
Gobierno entiende como guerra económica -caída de la producción,
desabastecimiento, escasez, acaparamiento y especulación-, diría que un 30% se
debe a los ataques de quienes quieren que el Gobierno caiga o quienes quieren
crear un clima de malestar social para provocar una crisis de gobernabilidad.
Pero un 70% de la responsabilidad la tiene el Gobierno. Son los errores de
política económica los que facilitan los ataques de los enemigos del Gobierno y
de sectores opositores. Pone en bandeja de oro las razones para que ellos
agredan. El contrabando de extracción lo hace gente que no son enemigos
políticos, no quieren que el Gobierno caiga, sino que aprovecha una situación
para hacer su negocio, algunos como cuestión de supervivencia. Otros no, otros
son mafias que mueven más de 3 mil millones de dólares. Pero lo que explica el
contrabando es la brutal diferencia entre el precio del mercado interno con lo
que cuesta en Colombia, Brasil o en las islas del Caribe. Pasa con los
alimentos, con la gasolina, con los medicamentos. Pero también hay fuga de
cerebros. Doy clases en la Maestría del IDEA. De ahí se han ido 18 PHD a
Ecuador, donde les pagan de 4 mil a 5 mil dólares. El mejor PHD del IDEA gana
17 mil bolívares, 100 dólares a la tasa de Simadi.
¿Cómo
se equilibra esto?
-Habrá
que cortar por lo sano e igualar precios y substituir los subsidios a estos
productos –medicamentos, gasolina, alimentos-, por subsidios directos a las
familias que estén en condición de pobreza. Así se ataca el problema, por la
raíz. Con estos incentivos que pone el Gobierno, hasta la Madre Teresa de
Calcuta se corrompe.
-¿El
problema de gasolina es un problema de bachaqueros?
-Lo
que a simple vista se ve es eso, bachaqueros con sus pimpinas o los que llevan
alimentos subsidiados, pero eso es lo superficial. Sacar 149 mil barriles de gasolina
diarios no se hace con garrafitas de un galón. Eso pasa porque hay
camiones cisterna que pasan bajo la complicidad de funcionarios, a los que se
soborna y amenaza de muerte. Los incentivos para que esas mafias se tejan,
tocan incluso a altísimos funcionarios. En la propia PDVSA acaban de dictar
auto de detención al jefe de PDVSA Occidente y a la gerente de comercio
interno. También a militares en las alcabalas en la frontera. Hay que cortar
por lo sano los incentivos a este tipo de delitos.
-¿Quién
controla en este momento el país?
-Todos
los que se han beneficiado de todas estas políticas, que en sus primeros años
rindieron sus efectos, pero que ahora lucen agotadas. Es como un antibiótico,
que uno usa para calmar la fiebre, pero hay un momento que la infección asimila
el medicamento y no sirve aferrarse. El prolongar las medidas creó unos caldos
de cultivo con grupos que se han favorecido sobremanera. Por ejemplo, todos los
grupos que reciben dólares a 6,30 o que de manera discrecional reciben dólares
a 12, no van a querer que esa medida se levante, por lo que ejercen presión
para que la medida no se levante y se evite la unificación cambiaria. Los
sectores que acumulan sumas millardiarias, que son los
protagonistas del contrabando de extracción de alimentos subsidiados, de
medicinas que no se consiguen aquí, pero sí en las fronteras, no van a querer
que esto se desmonte. Todos los sectores que de alguna manera se benefician por
los rígidos controles de precios que se le impone a la producción nacional,
también. Aquellos que han medrado, que se han enriquecido, gracias a la debacle
del aparato productivo nacional, no le conviene que éste se reactive ni querrá
que se quiten los controles de precio. Ahora que el antibiótico dejó de hacer
efecto, deja el camino abierto para que otras infecciones lleguen. Ahí están
desde empresarios corruptos que se prestan a eso, militares, corruptos que se
meten a políticos. Y hay muchos políticos improvisados.
-¿Y
sin improvisar?
-También.
-¿Quiénes?
-Yo
no voy a dar nombres y apellidos si eso es lo que quieres, no me los pidas. No
voy a acusar a nadie. Describo un fenómeno que termina corrompiendo
instituciones, pisoteando y desterrando valores éticos y principios morales a
la hora de hacer negocios. Corrompe a empresarios, militares y políticos. Y a
la gente de a pie. ¿Quién no está en esa de conseguir un producto así sea
pagando más caro? Paga más de lo legalmente autorizado. Se dice que no
solamente es corrupto el que recibe una comisión, sino el que la paga, también
incurre en un delito el que vende más caro y el que compra más caro. ¿Qué
ciudadano no se ha visto obligado a comprar más caro? El nivel de perversión es
tal que quién se salva hoy en día. Hay que sanear la economía, la sociedad,
establecer unos principios rectores básicos para que la dinámica económica y
social se pueda desarrollar en condiciones de normalidad. Eso se hace
erradicando las causas: errores de política económica, desviaciones en materia
de política fiscal, política cambiaria, monetaria, de controles de precios… Por
eso el 70% de la responsabilidad de lo que el Gobierno define como “guerra
económica”, la tiene él mismo. Y también tiene la solución en sus manos.
#ENTREVISTA: "El Gobierno no entiende esta crisis ni la naturaleza de su impacto" (II)
Por Alicia Hernández/KonZapata.com.- El economista
advierte que para el Ejecutivo priva más la parte política que la económica y
que de no reconocer el problema actual, no se podrá sanear la economía. Hasta
hace nada se decía que Giordani era el que impedía la adopción de las medidas.
Salió y luego las medidas tímidas y con poco liderazgo que proponía Rafael
Ramírez, que iban en la dirección correcta, tampoco se adoptaron.
Por Alicia
Hernández/KonZapata.com.- Víctor Álvarez, investigador del Centro Internacional
Miranda, analiza los motivos por los que el Gobierno no actúa ante la crisis ni
ha hecho nada en materia económica durante los últimos años. Señala que una
cosa que el Gobierno puede hacer “es reducir el gasto militar. Qué
sentido tiene que el país compre un submarino o unos aviones de caza porque hay
una amenaza imperialista si está claro que si se llegara a producir un
conflicto bélico entre Venezuela y una potencia a nosotros nos van a barrer.
Mira Iraq, el país estaba armado hasta los dientes. No es una garantía de que
vamos a resistir y triunfar ante una invasión imperialista. Hay que redirigir
esos recursos”.
-¿Cuánto
supone el gasto militar en Venezuela?
-Pueden ser
3 mil o 4 mil millones de dólares.
-Imagino
que aún hay más decisiones que tomar para reducir el gasto desorbitado.
-Claro,
como que el Estado no siga siendo el gran importador con dólares a 6,30. Trae
mercancía enormemente subsidiada que compiten de manera muy ventajosa con la
producción nacional y la arruinan y la quiebran. Esos 8 mil o 10 mil millones
de dólares que gasta en la importación, el Estado podría ahorrarlos y
reorientarlos a través de un programa de comprar gubernamentales a favor de la
producción nacional. Eso podría reactivar el sector alimentos y el de
medicinas, los más afectados.
-¿Hay margen
de maniobra para que el Gobierno haga esto y sane la economía?
-Sí lo hay.
Todo se podría hacer en este año.
-Imaginemos
que mañana Maduro decide tomar estas medidas, ¿cuánto tardaría la economía en
sanearse?
-Hay
medidas que son de impacto inmediato. Al día siguiente tendrían impacto. Por
ejemplo, la unificación cambiaria. Hay que ver lo que el Gobierno obtendría por
cada mil millones de dólares que venda no a 6,30 sino a 170. Con eso paga
misiones sociales, alivia a PDVSA, alivia la presión del Banco Central de
Venezuela. El efecto es inmediato de una sola vez porque los dólares se venden
todos los días. Igual pasa con la gasolina, que se paga enseguida y ese dinero
se recoge enseguida. Un Estado que tiene su ingreso fiscal tremendamente
reducido se le activaN otros dos tremendos grifos.
-¿No serian
anti populares estas medidas?
-No, porque
no son ajustes estructurales a la vieja usanza de los que impone el Fondo
Monetario Internacional ni el Banco Mundial cuando da un programa de
financiamiento, que pasa por reducción del gasto público y privatización de
empresas. Estas son medidas que permitirían mantener el gasto social. Por
ejemplo, las ganancias de la gasolina podrían ser destinadas a modernizar el
sistema de transporte público en todo el país. Las personas que no se
benefician del subsidio son las que pueden ver que esta medida no es anti
popular. Las que nunca llenan un tanque y deben ir en un transporte público que
es una calamidad y una ofensa a la dignidad y pagan por lo menos Bs 10 por el
pasaje mínimo, que es el doble de lo que cuesta llenar un tanque de gasolina.
Les mejoraría sus condiciones de transporte. Todas esa medidas se podrían tomar
este año electoral incluso con un retorno de voto bien importante. Son medidas
que no tienen costo político, sino ganancia.
-¿En este
contexto sería de ganancia?
-Sí, si se
aplicara enseguida. Quienes no irían a votar o votan en contra del Gobierno por
estar descontentas, al ver que hay esta inversión, repensarían e irían a votar
a favor. Sería una ganancia, pero el Gobierno está leyendo al revés y debería
empezar a pensar al derecho para que vea los efectos positivos de estas
medidas.
-¿Por qué
ese pensar al revés?
-Porque no
entiende la naturaleza de la crisis y no entiende el impacto.
-¿No hay
analistas que vean el entorno o no quieren escucharlos?
-Creo que
el Gobierno ha despreciado mucho el conocimiento económico. Tiene una
subestimación por la lógica económica. Hasta ahora la política estuvo al mando.
Con Chávez la política estuvo al mando, pero con Maduro es la economía la que
se tiene que poner al mando. No tiene las condiciones de bonanza petrolera que
disfrutó Chávez. La cuantiosa renta petrolera le permitió nadar a contrapelo y
a contra natura de la economía. Hoy más que nunca es necesario entender la
naturaleza de los problemas, reivindicar la importancia que tiene el análisis
económico en las decisiones que no pueden seguir tomándose en función de la
conveniencia o los costos políticos. Esa inercia en el mapa mental no hace una
interpretación correcta de las nuevas condiciones. No se puede seguir actuando
como si no pasase nada.
-¿Quién o
quiénes trancan estas decisiones?
No hay
piedras de tranca en particular. Hasta hace nada se decía que Giordani era el
que impedía la adopción de las medidas. Salió y luego las medidas tímidas y con
poco liderazgo que proponía Rafael Ramírez, que iban en la dirección correcta,
tampoco se adoptaron. No hay en general ningún factor que esté liderando la
oposición dentro del Gobierno a las medidas. Pero sí hay unas creencias
limitantes que atraviesan por igual a la mayoría de los miembros del Consejo de
Ministros. No hay un colectivo o una figura que entienda la causalidad de estos
problemas y en consecuencia se ataca la expresión externa del fenómeno, pero no
se va a su esencia, a la raíz. Por ejemplo, si hay escasez, la medida no es
estimular la producción, sino racionar el consumo por la vía de captahuellas.
#ENTREVISTA: Congelar el sistema cambiario ya no detiene la inflación (I)
Por Alicia Hernández/KonZapata.com.- Víctor Álvarez, investigador
del Centro Internacional Miranda, señala que “el Gobierno está preso de muchos
tabúes, de muchas creencias limitantes. Le sigue atribuyendo a la unificación
cambiaria un impacto inflacionario. La inflación en alimentos la explican otros
problemas como el acceso a semillas, la falta de agroquímicos, problemas de
almacenamiento, transporte… Pero el Gobierno sigue creyendo que es el cambio y
hace un tremendo sacrificio fiscal que no le permite conseguir el objetivo”.
Por Alicia Hernández.- Víctor Alvarez opina que sincerar el precio de la gasolina, ya casi es un clamor nacional, es un tiro al piso. El país empieza a ver de manera crítica a quienes se oponen con falsos argumentos a sincerarlo. Se podrían levantar entre 12 mil y 15 mil millones de dólares.
-El
barril de petróleo no está a 60 dólares, ¿qué colchón tiene el gobierno para
maniobrar?
-El
cálculo para saber cuánto es el déficit, el tamaño del problema del Gobierno
hay que hacerlo necesariamente con el cálculo del barril a 60, porque fue el
precio que usó en la base de cálculo del presupuesto 2015, que se presentó a la
Asamblea Nacional. La diferencia es entre ese precio y el que se está
vendiendo. Hemos llegado a 40 dólares el barril, la semana pasada ya estábamos
en 50, el ajuste habrá que hacerlo semana por semana, mensualmente, para ver el
tamaño del déficit. Calculando la venta a 60, puede ser de 18 puntos o 20
puntos del Producto Interior Bruto.
-¿A
cuánto equivale un punto del PIB?
-El
último dato oficial que tenemos del PIB es de 2013 y ahí dice que era de 438
mil millones de dólares. Un punto del PIB equivale a 4.382 millones de
dólares. El déficit es de 78.900 millones.
-¿De
dónde sacar ese dinero, recortar gastos y aumentar ingresos para que ese
déficit del gasto se regule?
-Hay
un margen de maniobra importante, que si el Gobierno toma oportunamente las
medidas pudiera compensar el 75% o 80% de ese déficit. En primer lugar, debería
completar la unificación cambiaria. La viene haciendo por retazos.
-¿El
SIMADI sería un intento de esa unificación cambiaria?
No
solamente Simadi, hay otras decisiones precedentes. El Gobierno viene dando
pasos en función de la unificación cambiaria. No toma la medida de golpe y
porrazo, no procede de una vez por la manipulación mediática que se puede hacer
de la medida. Ya sólo con el SIMADI se está hablando de una megadevaluación,
cuando en sentido estricto no lo es, porque el mayor monto de divisas se va a
liquidar a 6,30 y a 12, y el SIMADI se espera que sea un mercado para los
privados. En rigor, no la hay. No la hace de una vez porque en año
electoral la oposición pudiera sacarle punta. Cambios, por ejemplo, aparecen en
el Convenio Cambiario número 30, donde se decide que el porcentaje de divisas
que le tiene que dar PDVSA al Fonden en bolívares, que los venía vendiendo a
6,30 el BCV, lo puede vender a cualquier tasa de cambio. Obviamente lo va a
hacer a Sicad o a Simadi para entregarle más bolívares a Fonden. Ahí hay
un deslizamiento de la tasa de cambio. Ahí sí pudiéramos decir que hay una
devaluación. Lo mismo podríamos decir con el Convenio Cambiario número 32,
donde se autoriza a PDVSA a vender el ingreso en divisas proveniente de los
acuerdos energéticos a cualquier tasa de cambio. No lo va seguir haciendo a
6,30, seguro que lo hará a Sicad o a Simadi. En el 33 hay otro paso más en esa
dirección. Tiene que hacerlo porque es la única manera de liberar a PDVSA del
enorme peso que supone tener que vender la mayoría de su ingreso en divisas a
unos precios tan bajos como 6,30 y 12. La principal causa del déficit de PDVSA es
la obligación que tiene de rematar su ingreso en divisas. El país depende de
este ingreso. De cada 100 dólares que entran al país, 60 lo hacen por la vía de
PDVSA. Si esto se cambia, si se ayuda a bajar el déficit de PDVSA, ya son 10
puntos que pueden corregirse del total.
-¿Por
qué no se sincera el Gobierno y unifica de una vez?
El
Gobierno está preso de muchos tabúes, de muchas creencias limitantes. Le sigue
atribuyendo a la unificación cambiaria un impacto inflacionario. La
argumentación que da para mantener el 6,30 es para evitar el impacto en los
precios. Y resulta que cuando uno examina el índice de precios en alimentos de
2014, fue más del 100%. Es una comprobación de que congelar el sistema
cambiario ya no sirve para contener la inflación. La inflación en alimentos la
explican otros problemas como el acceso a semillas, la falta de agroquímicos,
problemas de almacenamiento, transporte… Pero el Gobierno sigue creyendo que es
el cambio y hace un tremendo sacrificio fiscal que no le permite conseguir el
objetivo. Se podrían obtener el doble de bolívares por cada dólar y corregir el
déficit fiscal. La unificación cambiaria ya estaría corrigiendo y aliviaría la
distorsión del desequilibrio monetario.
-¿Qué
más medidas se deberían tomar?
Sincerar
el precio de la gasolina. Ya casi es un clamor nacional, es un tiro al piso. El
país empieza a ver de manera crítica a quienes se oponen con falsos argumentos
a sincerarlo. Se podrían levantar entre 12 mil y 15 mil millones de dólares.
-¿Cuál
sería el precio justo de la gasolina?
No
se trata de ponerlo como Europa, Japón o Estados Unidos, busquemos una
referencia que sea más potable. Vemos lo que cuesta en países con gobiernos
progresistas con precios solidarios, como en el Ecuador de Rafael Correa, en la
Bolivia de Evo Morales, en Uruguay o Nicaragua. Allí el galón cuesta 3,70
dólares de promedio, llenar el tanque cuesta un promedio de 60 dólares.
Cada vez que uno llena el tanque en este país recibe un subsidio de 60 dólares;
al año 3.120 dólares de subsidio. Si se multiplica por 4 millones de vehículos,
da un costo de 12 mil 400 millones de dólares que el Gobierno podría levantar
para corregir el déficit. Claro, también habría que corregir el contrabando de
extracción. La propia PDVSA reconoció que diariamente se van 149 mil barriles.
Eso son 3 mil 800 millones de dólares en el negocio del contrabando de
extracción. SI corregimos esto, se corrige el 15% del déficit.
-¿Y
el petróleo que va fuera?
Habría
que revisar los acuerdos de cooperación energéticos, tan generosos y
solidarios, pero que solo eran posibles en un contexto de altos precios del
petróleo y de un abundante ingreso en divisas. Ese sacrificio ni se sentía, en
estas nuevas condiciones de descalabro del ingreso petrolero es inviable
sostenerlo. No se trata de cortar el suministro, sino de cambiar las
condiciones. Esas facturas que se cobraban a 15 o 20 años los necesita ahora el
país, se deberían cobrar a 90 o 120 días a los nuevos precios. Por ahí se
pueden levantar entre 4 mil y 5 mil millones de dólares más.
-¿Y
por qué esta medida tampoco se termina de tomar?
-De
algún modo ya se está haciendo con China, se flexibilizó el pago por años y el
volumen de barriles a despachar. A Cuba también se le ha ajustado el envío. De
98 mil barriles diarios se ha ido a 58 mil. Se ajustaron también los precios.
Si lo pagan ahora revela que eso era un acuerdo muy malo para Venezuela y que
no se debería continuar.
-¿Qué
consecuencias puede tener a corto plazo?
-Es
una máscara de oxígeno. Si ibas a cobrar el 100% en 20 años, cobras ahora el
60%. Esto serviría al corto plazo para no caer en default, que el país no deje
de pagar la deuda externa o que vaya a influenciar de una manera severa el
nivel de exportaciones esenciales y vaya a empeorar los problemas de escasez
que puedan crear una crisis de gobernabilidad en un año electoral. Se habrían
reducido ya muchos puntos del gasto actual.
¿Quién se opone al aumento de la gasolina?
Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
El subsidio a la gasolina es una medida que lejos de favorecer a los
sectores populares, en realidad origina una distribución regresiva del ingreso
en favor de quienes más tienen. Al destinar
cuantiosos recursos públicos a subsidios dirigidos a pobres y ricos por igual,
se comete una injusticia redistributiva, ya que los que más tienen no necesitan
que se les subsidie nada.
Lo
antipopular no es aumentar el precio de la gasolina sino mantener un ruinoso
subsidio que despoja a los más pobres de cuantiosos recursos
que pudieran ser invertidos en su beneficio. Mientras las familias que tienen
dos, tres o más vehículos pagan semanalmente solo 5 bolívares por llenar un
tanque, los que no tienen carro pagan diariamente 20 bolívares para desplazarse
en un sistema de transporte público cada vez más deficiente, toda vez que el
pasaje más barato está en torno a 10 bolívares.
¿Cuánto cuesta el
subsidio?
En Venezuela, un litro de gasolina de 95
octanos cuesta Bs. 0,097, algo más de un centavo de dólar a la tasa de 6,30
Bs/$. En EE.UU o la Unión Europea puede llegar a costar 2 $/litro. En países
con gobiernos progresistas y de izquierda como Bolivia, Ecuador, Uruguay o
Nicaragua, el galón de 3.78 litros cuesta $ 3.90, por encima de 1 $/litro. En
estos últimos países que tienen precios solidarios para la población, llenar un
tanque de 60 litros cuesta $ 60. Aquí, 60 litros x 0,097 Bs/litro sale en solo
Bs 5,82, menos de 1 $ a la tasa de cambio de 6,30 Bs/$.
Si
asumimos como referencia el precio del combustible en países con gobiernos
progresistas, esto equivale en Venezuela a un subsidio de $ 60 cada vez que se
llena el tanque, lo cual ocurre en promedio una vez a la semana. Si
multiplicamos $ 60 por 52 semanas, resulta que por cada vehículo el propietario
recibe $ 3.120 de subsidio anual. Y si multiplicamos $ 3.120 por 4 millones de
vehículos particulares que circulan en el territorio nacional, el costo de
oportunidad –o lo que se deja de percibir- asciende a $ 12.480 millones.
Por si fuera poco, el Ministerio de Petróleo y Minería ha reconocido que más de 149 mil
barriles diarios pierde Venezuela debido al contrabando de extracción. Tal
cifra, multiplicada por 365 días al año y luego por 90 $/barril que en promedio
fue el precio del petróleo hasta el año pasado, indica que el país perdió
anualmente $ 4 mil 894 millones por contrabando de combustibles.
La indecisión del
gobierno
En un año electoral, los mitos y tabúes arraigados en
el imaginario de la dirigencia política venezolana le atribuyen al aumento de la gasolina ser el detonante de protestas populares semejantes a las del Caracazo. El miedo al costo
político y al estallido de una reacción popular ha llevado al gobierno a
posponer una y otra vez esta decisión.
Si el
gobierno nuevamente pospone sincerar el precio de la gasolina, esta decisión
podría ser sometida a un referendo consultivo popular, tal como lo plantea el
artículo 71 de la CRBV. Al ser esta una materia de especial trascendencia
nacional, la decisión de fijar un precio justo para la gasolina y de qué hacer
con las ganancias que se deriven de este ajuste podría ser sometida a Referendo
Consultivo.
¿Cuánto debería costar el litro?
Según la Ley Orgánica de Precios Justos, un precio justo es aquel que
permite cubrir los costos y obtener una ganancia máxima de 30%. Según datos de
PDVSA, el costo
de refinación es 2,75 Bs/litro y los costos de transporte y distribución rondan
0,35 Bs/litro, para un total de Bs 3,10. Si a estos costos sumamos 0,90
céntimos -equivalente al 30% de ganancia-, esto indica que el precio justo de
la gasolina no debería bajar de 4 Bs/litro.
Si se deja claro que las ganancias
del precio justo de la gasolina se destinarán a la modernización y ampliación
de la flota de transporte público en todo el país, y que el precio de los
pasajes no se incrementará, la ciudadanía respaldará masivamente esta medida,
toda vez que se trata de reorientar hacia la
inversión social un subsidio regresivo que favorece sobre todo a los que
más tienen y que además se ha convertido en el principal incentivo al
contrabando de extracción.
Una campaña comunicacional que realmente contribuya a construir el
apoyo popular a la medida, debería someter a discusión la viabilidad y
conveniencia de transferir las bombas de gasolina a los Consejos Comunales y Comunas.
Esto aseguraría que parte de las ganancias se inviertan en la creación de empresas
comunales de transporte público, bajo el control de los trabajadores directos y
las comunidades organizadas. La administración de las ganancias generadas por
el aumento del combustible asegurará a los vecinos una fuente permanente de
recursos para financiar la economía comunal. Con fondos propios se puede
sostener nuevas formas de autogobierno y estimular una creciente participación
en las asambleas de ciudadanos, fortaleciendo la autogestión en la ejecución de
obras y prestación de servicios públicos que contribuyan a mejorar la calidad
de vida en la comunidad. Así se estimulará una mayor corresponsabilidad entre
la ciudadanía y las instituciones del Estado en el proceso de formulación,
ejecución y control de la gestión comunal.
La campaña comunicacional
Si realmente se quiere construir un amplio respaldo popular al ajuste del
precio de la gasolina, la campaña comunicacional tiene que estar dirigida a la
mayoría de la población que no tiene vehículo propio y nunca se ha beneficiado
para nada de un escandaloso subsidio que sigue siendo aprovechado por las
poderosas mafias que, según datos actualizados de PDVSA, sacan por contrabando
el equivalente a 149 mil barriles diarios. Sin embargo, la campaña pareciera
dirigida a crear conciencia de los daños que sufren las empresas que han sido
obligadas a vender lo que producen a un PVP menor que los costos de producción.
De allí la enorme aceptación que ha tenido en el mundo empresarial y lo poco
convincente que aún resulta en los sectores populares. @victoralvarezr
25 medidas para enfrentar el colapso petrolero
Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
A continuación proponemos 25 medidas que el gobierno tiene al alcance de la
mano para enfrentar la baja de los precios del petróleo:
1)
Unificación cambiaria a
un nivel que exprese la verdadera productividad del aparato productivo. Esto ayudará
a sustituir importaciones por producción nacional, diversificar las
exportaciones no petroleras, promover la inversión extranjera, repatriar
capitales y atraer turismo internacional. Como el Estado es el perceptor
directo del 96% del ingreso en divisas, al obtener más bolívares por cada dólar
recibirá suficientes recursos para mantener los programas sociales que deben
ser la primera prioridad.
2)
Eliminar tasa de 6.30
Bs/$ para alimentos y medicinas, toda vez que la inflación de casi 100% en
alimentos demuestra que el anclaje cambiario ya no sirve para contener la
inflación. Por el contrario, condenaría a la ruina lo poco que hoy queda de
industria nacional en dos sectores clave para la soberanía alimentaria y
productiva, ya que no podrían competir con importaciones subsidiadas.
3)
Igualar el precio nacional
de la gasolina al que tiene en la frontera para erradicar el contrabando de
extracción, permitiendo a PDVSA recuperar los costos e invirtiendo las
ganancias en la modernización y ampliación del sistema de transporte público en
todos y cada uno de los 335 municipios del país, fijando la tarifa o precio del
pasaje con un descuento del 50% de la tarifa actual.
4)
Adecuar PetroCaribe a las
nuevas restricciones presupuestarias, cobrando en 90-120 días la factura que se
financia a 15-20 años.
5)
Sustituir las importaciones
públicas en torno a $ 10 mil millones por un programa de compras
gubernamentales en favor de la producción nacional, para así lograr su rápida
reactivación.
6)
Reducir y reorientar el gasto
militar hacia la adquisición de maquinarias y equipos para aumentar la producción
de alimentos y medicinas.
7)
Recomprar la deuda
externa venezolana que se remata a menos del 40% de su valor nominal y así
aliviar los próximos pagos de capital e intereses.
8)
Reprogramar el pago del
componente en divisas de las obras de infraestructura contratadas a Brasil,
Irán, etcétera con los bonos de la deuda externa que sean recomprados.
9)
Gestionar nuevo
financiamiento externo con garantía de reservas en oro, únicamente para
reactivar las exportaciones no petroleras que garanticen la generación de
divisas para cancelar el préstamo y mejorar el balance externo.
10)
Retomar sana práctica de
un solo presupuesto, tomando en cuenta que ya no hay reservas excedentarias ni
precios exorbitantes. Al eliminar el presupuesto paralelo se podrá ahorrar en el
Fondo de Estabilización Macroeconómica el ingreso petrolero superior a 60$/b que
hasta ahora se venía gastando todo a través del FONDEN.
11)
Implantar una rigurosa
disciplina fiscal que evite incurrir en un déficit superior al 5% del PIB.
12)
Eliminar los ineficientes
controles que congelan el PVP por debajo de los costos de producción, lo cual
desestimula la producción y causa escasez, toda vez que nadie produce para
perder.
13)
Sustituir por subsidios
directos a los hogares pobres, los subsidios a la electricidad, agua y gas que solo
estimulan el derroche y agravan el déficit fiscal.
14)
Igualar el precio de los
alimentos y medicinas al precio que tienen en los países vecinos, para así evitar
el contrabando de extracción que estimula la abismal diferencia de precios
entre países fronterizos y anula totalmente la eficiencia social de los
subsidios, al no conseguirse el producto en el país.
15)
Desestatizar -a través
de la Bolsa Pública de Valores- las empresas secuestradas y quebradas por
burocratismo, impulsando nuevas formas de propiedad social mixta que permitan
la participación accionaria de los consejos de trabajadores, consejos comunales
y del sector privado como nuevos copropietarios sociales.
16)
Reactivar cobro de peajes
para aliviar la carga sobre el presupuesto nacional al generar los recursos que
se requieren para repotenciar la deteriorada vialidad pública.
17)
Prohibir que BCV
financie el déficit de Pdvsa y empresas públicas con el fin de desacelerar el
desmesurado crecimiento inflacionario de la liquidez.
18)
Corregir las tasas de interés
reales negativas que desestimulan el ahorro y exacerban el consumo, lo cual
refuerza aún más las presiones inflacionarias que se quieren abatir.
19)
Programa de financiamiento
en montos suficientes, bajas tasas de interés, largos plazos y garantías
flexibles para la reactivación urgente de la agricultura y la industria
manufacturera.
20)
Suministro de insumos
básicos al sector transformador en condiciones adecuadas de precios, condiciones
de pago, calidad, volúmenes y oportunidad de entrega.
21)
Preferencia en las
compras gubernamentales a la producción nacional sobre importaciones, con
garantía de pronto pago.
22)
Relanzar la Ley de
Concesiones para promover inversiones privadas en la repotenciación de la
infraestructura básica de apoyo a la actividad manufacturera en parques
industriales: electricidad, agua, gas, plantas de tratamiento, puertos, aeropuertos,
almacenadoras, etcétera.
23)
Relanzamiento de la Ley
de Inversiones para promover la repatriación de capitales e inversiones
extranjeras asociadas a la transferencia de tecnología, formación del talento
humano nacional, asistencia técnica a la Pyme y máxima incorporación de valor
agregado nacional en los proyectos de inversión.
24)
Refundación del INCE
para priorizar los programas de capacitación técnica-productiva que permita
contar con el factor humano capacitado y especializado que requiere la
reactivación, reconversión y reindustrialización de la economía nacional.
25)
Reforma de la LOCTI para
estimular la inversión directa de las empresas en el fortalecimiento de las
capacidades tecnológicas e innovativas, apoyar la mejora de productos y
procesos, y fortalecer la calidad, productividad y competitividad de la oferta
exportable nacional.
¿Hace falta ir al FMI?
Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
El presidente de Copei, Roberto Enríquez, planteó ir al FMI a
solicitar los recursos que compensen la caída del ingreso petrolero,
presentando un plan de rescate económico. Pero Venezuela todavía tiene un amplio
margen de maniobra que, bien aprovechado, hace innecesario someterse a las condiciones
antipopulares que suele imponer ese organismo a la hora de desembolsar fondos. A
continuación propongo un conjunto de medidas que el gobierno tiene al alcance
de la mano para compensar el colapso de los precios del petróleo y evitar una
nueva contracción de la economía:
Implantar rigurosa disciplina fiscal que evite incurrir en déficit superior
a 5% del PIB y retomar sana práctica de un solo presupuesto, ahorrando en el Fondo
de Estabilización Macroeconómica el ingreso superior a 60$/b que se gasta a
través del FONDEN.
Unificación cambiaria a un nivel que exprese verdadera productividad del
aparato productivo para sustituir importaciones, diversificar exportaciones,
promover inversión extranjera, repatriar capitales y atraer turismo
internacional.
Igualar precio de la gasolina al que tiene en la frontera para erradicar
contrabando de extracción, permitir a PDVSA recuperar costos e invertir ganancias
en la modernización del transporte público y los programas sociales.
Reactivar cobro de peajes y aliviar el presupuesto al generar recursos para
repotenciar la vialidad pública.
Adecuar PetroCaribe a nuevas restricciones presupuestarias, cobrando en 90-120
días la factura que se financia a 15-20 años.
Recomprar deuda externa venezolana que se remata a menos del 40% de su
valor para aliviar pagos de capital e intereses, y reprogramar pago del
componente en divisas de obras de infraestructura contratadas a Brasil, Irán,
etcétera.
Eliminar ineficientes controles que congelan el PVP por debajo de los costos
de producción, lo cual desestimula la producción y causa escasez.
Desestatizar empresas quebradas por el burocratismo, impulsando nuevas formas
de propiedad social que permitan la participación accionaria de los consejos de
trabajadores, consejos comunales y sector privado.
Prohibir que BCV financie el déficit de Pdvsa y empresas públicas a fin de desacelerar
el crecimiento inflacionario de la liquidez.
Corregir tasas de interés negativas que desestimulan el ahorro y exacerban
el consumo, lo cual refuerza las presiones inflacionarias.
Reactivar aparato productivo sustituyendo importaciones públicas de $ 10
millardos por compras gubernamentales en favor de la producción nacional; financiamiento
en montos suficientes, bajas tasas de interés, largos plazos y garantías
flexibles para la reactivación agrícola e industrial; suministrar insumos
básicos al sector transformador en condiciones adecuadas de precios, condiciones
de pago, calidad, volúmenes y oportunidad de entrega.
Ley de Concesiones para promover inversiones privadas en la infraestructura
básica de apoyo en parques industriales: electricidad, agua, gas, plantas de tratamiento,
puertos, aeropuertos y almacenadoras.
Ley de Inversiones para promover repatriación de capitales e inversiones
extranjeras asociadas a transferencia de tecnología, formación del talento
humano, asistencia técnica a Pymes y máxima incorporación de contenido nacional.
Reforma de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación para estimular inversión directa de las
empresas en el fortalecimiento de capacidades tecnológicas e innovativas para fortalecer
su calidad y productividad. @victoralvarezr
Tres mercados para la especulación cambiaria
Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
La tasa de cambio equivale al monto de bolívares entregado por cada
unidad de la divisa extranjera. Así, entre dos economías normales (sin la
distorsión del ingreso rentístico) la tasa de cambio suele estar determinada
por sus productividades relativas, toda vez que en su proceso de intercambio
comercial, lo que pasa de un país a otro son bienes y servicios que resultan de
sus niveles de productividad, cuya expresión monetaria es la tasa de cambio.
Ahora bien, cuando el 96 % del
ingreso en divisas proviene de una renta internacional -y no de exportar bienes
con valor agregado nacional- encontrar una
tasa de cambio que exprese la productividad de la economía real no es
una tarea fácil. El Estado-propietario recibe unos dólares del resto del mundo
que no tienen una contrapartida en el esfuerzo productivo interno, por lo que
su decisión de venderlos en el mercado suele hacerlo a una tasa de cambio que
fija unilateral y arbitrariamente, sin tener en cuenta la productividad real
del aparato productivo.
Un abundante
ingreso rentístico crea condiciones objetivas para la sobrevaluación de la moneda
nacional. Esto se manifiesta en una tasa oficial barata cuyo nivel solo se
modificará en situaciones de escasez de divisas y déficit fiscal. Por lo tanto,
en la sobrevaluación de la tasa de cambio se encuentra uno de los mecanismos
más importantes para distribuir la renta internacional en favor de los agentes
económicos y sociales internos.
La privatización de la renta petrolera
El canje de bolívares por dólares no
es otra cosa que el intercambio de capacidades de compra externa e interna.
Según sea la tasa de cambio oficial, el Estado propietario del 96 % del ingreso
en divisas pone en manos privadas la renta petrolera que es propiedad pública.
Si vende los dólares baratos, entonces entrega más poder de compra externo del
que recibe a través de unos bolívares que no compran lo mismo en el mercado
interno. La sobrevaluación de la tasa de cambio permite comprar barato afuera
lo que resulta más caro adentro y, por tanto, la criticada cultura del “ta´barato, dame dos” es inducida y
mantenida por la política cambiaria del propio gobierno.
A través del intercambio desigual en
el mercado de divisas, el Estado transfiere la renta petrolera a quienes
compran la divisa barata. Pero la consecuencia no deseada es que este dólar
subsidiado facilita la ruinosa importación de toda clase de bienes que inhiben
y desplazan la producción nacional, perjudicando así el logro de los objetivos
de soberanía alimentaria y productiva. Cuando esta tensión se recrudece por un
mal manejo de la política cambiaria, el crecimiento de la agricultura e
industria nacionales se frena debido a la creciente y prolongada sobrevaluación
de la tasa de cambio.
La especulación cambiaria
La economía en la que se inyecta el
torrente rentístico sufre de una permanente la presión inflacionaria, como
consecuencia del desequilibrio que se genera entre la pujante demanda y la
rigidez de la oferta. Para contener la inflación se recurre al anclaje
cambiario, pero esta maniobra se agota cuando cae la renta petrolera y toca su
fin la transferencia abundante y oportuna de divisas. Se activa, entonces, un
mercado paralelo hacia el cual se desplaza la demanda insatisfecha, originando
una creciente brecha entre la tasa de cambio oficial y la cotización de la
divisa en el mercado ilegal. Esta última cotización se termina convirtiendo en
la tasa de cambio que se aplica para el cálculo del precio de venta al público,
incluso de los productos que se importan a la tasa de cambio oficial. Esta
práctica a todas luces especulativa, termina anulando el efecto
antiinflacionario de la política cambiaria, a la vez que asegura exorbitantes
ganancias a aquellos agentes económicos que resultan favorecidos con la
asignación de la divisa a la tasa preferencial, pero que defraudan a la Nación
y especulan en contra del consumidor.
Tres mercados
para la especulación cambiaria
En lugar de unificar el régimen de
cambios múltiples, el gobierno decidió prolongar los perversos incentivos a la
especulación cambiaria. Atrapado en la falsa creencia del anclaje cambiario
como instrumento antiinflacionario, someterá a lo poco que queda de industria
alimentaria y farmacéutica nacional a la ruinosa competencia de importaciones
subsidiadas a una tasa de 6,30 Bs/$, sin tomar en cuenta que en el sector
alimentos la inflación de 2014 llegó casi a 100%, a pesar de contar con el
dólar preferencial de Cencoex.
Si la unificación de los Sicad en un
solo mercado se hace a una tasa más cercana al Sicad 1, se mantendrán una
artificial demanda de divisas a través de la sobrefacturación de importaciones,
las empresas de maletín y los “raspacupos”. El incentivo a los especuladores y
corruptos que tratan de capturar los dólares baratos para luego venderlos más
caros será aún mayor si el tercer mercado efectivamente se rige por las fuerzas
de la oferta y la demanda, y la brecha entre ambos es amplia y tiende a ser
cada vez más ancha.
La única manera de erradicar la
especulación cambiaria que distorsiona y destruye el sistema de precios
relativos es sustituyendo el régimen de cambios múltiples por una sola tasa de
cambio a un nivel que exprese la verdadera productividad del aparato
productivo, promueva inversiones extranjeras, estimule la repatriación de
capitales, remunere las exportaciones no petroleras y sea atractiva para el
turismo internacional. Solo así será posible activar una creciente oferta de
divisas privadas que complemente el menguado ingreso petrolero. @victoralvarezr
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