Por Alicia Hernández/KonZapata.com.- El economista
advierte que para el Ejecutivo priva más la parte política que la económica y
que de no reconocer el problema actual, no se podrá sanear la economía. Hasta
hace nada se decía que Giordani era el que impedía la adopción de las medidas.
Salió y luego las medidas tímidas y con poco liderazgo que proponía Rafael
Ramírez, que iban en la dirección correcta, tampoco se adoptaron.
Por Alicia
Hernández/KonZapata.com.- Víctor Álvarez, investigador del Centro Internacional
Miranda, analiza los motivos por los que el Gobierno no actúa ante la crisis ni
ha hecho nada en materia económica durante los últimos años. Señala que una
cosa que el Gobierno puede hacer “es reducir el gasto militar. Qué
sentido tiene que el país compre un submarino o unos aviones de caza porque hay
una amenaza imperialista si está claro que si se llegara a producir un
conflicto bélico entre Venezuela y una potencia a nosotros nos van a barrer.
Mira Iraq, el país estaba armado hasta los dientes. No es una garantía de que
vamos a resistir y triunfar ante una invasión imperialista. Hay que redirigir
esos recursos”.
-¿Cuánto
supone el gasto militar en Venezuela?
-Pueden ser
3 mil o 4 mil millones de dólares.
-Imagino
que aún hay más decisiones que tomar para reducir el gasto desorbitado.
-Claro,
como que el Estado no siga siendo el gran importador con dólares a 6,30. Trae
mercancía enormemente subsidiada que compiten de manera muy ventajosa con la
producción nacional y la arruinan y la quiebran. Esos 8 mil o 10 mil millones
de dólares que gasta en la importación, el Estado podría ahorrarlos y
reorientarlos a través de un programa de comprar gubernamentales a favor de la
producción nacional. Eso podría reactivar el sector alimentos y el de
medicinas, los más afectados.
-¿Hay margen
de maniobra para que el Gobierno haga esto y sane la economía?
-Sí lo hay.
Todo se podría hacer en este año.
-Imaginemos
que mañana Maduro decide tomar estas medidas, ¿cuánto tardaría la economía en
sanearse?
-Hay
medidas que son de impacto inmediato. Al día siguiente tendrían impacto. Por
ejemplo, la unificación cambiaria. Hay que ver lo que el Gobierno obtendría por
cada mil millones de dólares que venda no a 6,30 sino a 170. Con eso paga
misiones sociales, alivia a PDVSA, alivia la presión del Banco Central de
Venezuela. El efecto es inmediato de una sola vez porque los dólares se venden
todos los días. Igual pasa con la gasolina, que se paga enseguida y ese dinero
se recoge enseguida. Un Estado que tiene su ingreso fiscal tremendamente
reducido se le activaN otros dos tremendos grifos.
-¿No serian
anti populares estas medidas?
-No, porque
no son ajustes estructurales a la vieja usanza de los que impone el Fondo
Monetario Internacional ni el Banco Mundial cuando da un programa de
financiamiento, que pasa por reducción del gasto público y privatización de
empresas. Estas son medidas que permitirían mantener el gasto social. Por
ejemplo, las ganancias de la gasolina podrían ser destinadas a modernizar el
sistema de transporte público en todo el país. Las personas que no se
benefician del subsidio son las que pueden ver que esta medida no es anti
popular. Las que nunca llenan un tanque y deben ir en un transporte público que
es una calamidad y una ofensa a la dignidad y pagan por lo menos Bs 10 por el
pasaje mínimo, que es el doble de lo que cuesta llenar un tanque de gasolina.
Les mejoraría sus condiciones de transporte. Todas esa medidas se podrían tomar
este año electoral incluso con un retorno de voto bien importante. Son medidas
que no tienen costo político, sino ganancia.
-¿En este
contexto sería de ganancia?
-Sí, si se
aplicara enseguida. Quienes no irían a votar o votan en contra del Gobierno por
estar descontentas, al ver que hay esta inversión, repensarían e irían a votar
a favor. Sería una ganancia, pero el Gobierno está leyendo al revés y debería
empezar a pensar al derecho para que vea los efectos positivos de estas
medidas.
-¿Por qué
ese pensar al revés?
-Porque no
entiende la naturaleza de la crisis y no entiende el impacto.
-¿No hay
analistas que vean el entorno o no quieren escucharlos?
-Creo que
el Gobierno ha despreciado mucho el conocimiento económico. Tiene una
subestimación por la lógica económica. Hasta ahora la política estuvo al mando.
Con Chávez la política estuvo al mando, pero con Maduro es la economía la que
se tiene que poner al mando. No tiene las condiciones de bonanza petrolera que
disfrutó Chávez. La cuantiosa renta petrolera le permitió nadar a contrapelo y
a contra natura de la economía. Hoy más que nunca es necesario entender la
naturaleza de los problemas, reivindicar la importancia que tiene el análisis
económico en las decisiones que no pueden seguir tomándose en función de la
conveniencia o los costos políticos. Esa inercia en el mapa mental no hace una
interpretación correcta de las nuevas condiciones. No se puede seguir actuando
como si no pasase nada.
-¿Quién o
quiénes trancan estas decisiones?
No hay
piedras de tranca en particular. Hasta hace nada se decía que Giordani era el
que impedía la adopción de las medidas. Salió y luego las medidas tímidas y con
poco liderazgo que proponía Rafael Ramírez, que iban en la dirección correcta,
tampoco se adoptaron. No hay en general ningún factor que esté liderando la
oposición dentro del Gobierno a las medidas. Pero sí hay unas creencias
limitantes que atraviesan por igual a la mayoría de los miembros del Consejo de
Ministros. No hay un colectivo o una figura que entienda la causalidad de estos
problemas y en consecuencia se ataca la expresión externa del fenómeno, pero no
se va a su esencia, a la raíz. Por ejemplo, si hay escasez, la medida no es
estimular la producción, sino racionar el consumo por la vía de captahuellas.
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