viernes, 30 de abril de 2021

La dolarización erradica la emisión de dinero inflacionario

Víctor Álvarez R.

Todo país que dolariza erradica el manejo irresponsable de la oferta monetaria que propaga la hiperinflación. Si oficialmente Venezuela se dolariza, el gobierno de turno no podrá financiar su déficit con emisiones de dinero inflacionario o con devaluaciones fiscalistas para obtener más bolívares por cada petrodólar.

¿Por qué, entonces, los críticos a la dolarización le atribuyen tanta importancia a preservar la soberanía monetaria si justo en la emisión de dinero está el principal factor propagador de la hiperinflación? ¿Qué implicaciones tiene la renuncia a la soberanía monetaria para la gestión del presupuesto público, para la actividad empresarial o para el bienestar de los hogares? ¿Por qué tanta resistencia? 

Otra de las críticas a la dolarización se refiere a la pérdida del uso de tasas de cambio subvaluadas para apoyar la competitividad de las exportaciones no petroleras. Ciertamente, cuando el gobierno devalúa, los exportadores obtienen más bolívares por cada dólar exportado y así ganan un mayor margen de maniobra para cubrir los gastos locales de salarios, alquileres, electricidad, agua, gas, teléfono y otros costos que son pagados en bolívares. Al dolarizar, el gobierno no podría manipular el tipo de cambio con el fin de respaldar la competitividad cambiaria de las exportaciones no petroleras.  

Este argumento puede ser válido para economías que se sustentan en un vasto sector exportador agrícola, industrial o de servicios. Pero en una economía rentista e importadora que no tiene una oferta exportable diversificada, la tasa de cambio tradicionalmente se ha fijado con base en la productividad de la industria petrolera, más no de la productividad promedio del aparato productivo. La crónica tendencia a apreciar/sobrevaluar la tasa de cambio ha estimulado toda clase de importaciones que inhiben la producción nacional y prolongan el sesgo anti-exportador.

No hay ningún antecedente en el país que demuestre un manejo inteligente de la política cambiaria para estimular la transformación de la economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo exportador. Todo lo contrario. Debido al mal uso de la política cambiaria, se ha frenado el crecimiento y diversificación del aparato productivo interno, se ha castigado la competitividad internacional del sector no petrolero, y se han represado presiones inflacionarias que estallan con toda su fuerza cada vez que se ajusta el tipo de cambio.

Por lo tanto, es una falacia argumental afirmar que con la dolarización el gobierno renunciaría al uso de la política cambiaria para apoyar el desarrollo del sector industrial y respaldar la competitividad internacional de las exportaciones no petroleras. Más bien, con la dolarización se erradicaría la tendencia a la sobrevaluación que sufre una economía rentista y se propiciarían mejores condiciones para el desarrollo de un sector industrial exportador basado en ventajas competitivas auténticas.

Estas interrogantes son respondidas por Francisco Rodríguez en este nuevo capítulo de la serie “Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela”. Ver video YouTube https://youtu.be/iaXTdRxayhU

viernes, 23 de abril de 2021

¿Quiénes ganan y quiénes pierden con la dolarización?

Víctor Álvarez R.

 /Premio Nacional de Ciencias

Según el Observatorio Venezolano de Finanzas, la inflación acumulada en 2020 fue de 3.713 %. Los estudios de Ecoanalítica en las ciudades más grandes del país revelan que las operaciones de compra-venta están cada vez más dolarizadas. En Maracaibo superan el 80 % y en el sector electrodomésticos más del 90 % de las transacciones se hace en dólares. El bolívar cada vez se usa menos para fijar los precios y como medio de pago. Es más fácil que alguien tenga en su cartera un billete de un dólar que uno de un millón de bolívares que ni siquiera alcanza para comprar un dólar.

La dolarización transaccional es un hecho. La cantidad de divisas que circula internamente es cada vez mayor y esto ejerce una incesante presión para la dolarización de los servicios financieros. Muchas economías que optaron por la dolarización lo hicieron porque el dólar ya era el medio de pago predominante. Cuando Ecuador dolarizó, el 54% de los depósitos del público en el sistema financiero era en dólares y el 66% de la cartera de crédito estaban en dólares. En Venezuela, la dolarización se ha ido imponiendo por la fuerza de los hechos y pareciera que lo único que queda pendiente es que se dolaricen los salarios y se tome la decisión oficial de sustituir el bolívar por el dólar.

¿Por qué Venezuela debería contemplar la dolarización? Con este artículo, hace tres años Francisco Rodríguez estimuló un candente debate acerca de las ventajas y desventajas de dolarizar la economía venezolana. El tiempo y la evidencia parecieran haberle dado la razón. El país está cada vez más dolarizado. Sin embargo, este ha sido un proceso desordenado y caótico.

En la serie Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela, Francisco Rodríguez explica los pro y contra de la dolarización en Venezuela y nos ofrece una explicación clara, sencilla, comprensible de las causas que originan la dolarización como un proceso que no perjudica o beneficia por igual a todos los hogares, empresas e instituciones venezolanas. ¿Quiénes ganan y quiénes pierden con la dolarización espontánea, desordenada y caótica que está en marcha en Venezuela? ¿Qué hacer para que todos ganen con la dolarización?

Ver video YouTube ¿Por qué Venezuela debería contemplar una dolarización oficial? https://youtu.be/GN2IIigMaSo

lunes, 12 de abril de 2021

La reactivación económica necesita incentivos, no penalizaciones


Víctor Álvarez R. / Premio Nacional de Ciencias

La economía responde de mejor manera a los incentivos pero en Venezuela se impusieron leyes punitivas que establecieron arbitrariamente el tipo de cambio y los precios, leyes plagadas de multas, sanciones y penas de cárcel que desestimularon la producción, causaron una creciente escasez y contribuyeron a propagar la hiperinflación.

¿Cómo fue que la política de controles y los graves errores de la política económica se combinaron para estimular la conformación de un modelo de expoliación en Venezuela?

En Venezuela, la destrucción de las instituciones sirvió para imponer un modelo de dominación basado en la discrecionalidad y la arbitrariedad. Dio lugar a un régimen de expoliación controlado por la complicidad de funcionarios corruptos y oscuros intereses económicos que se disputaron y disputan la asignación de dólares preferenciales, el financiamiento público a bajas tasas de interés y largos plazos, las exoneraciones arancelarias para la importación, las compras gubernamentales, el suministro de materias primas desde las empresas del Estado y otros incentivos de las políticas públicas.

Sin renta petrolera el gobierno ya no cuenta con la capacidad financiera que utilizó para premiar a los incondicionales, comprar a los indecisos y castigar a los opositores. Para sobrevivir a las sanciones, el régimen impulsa la apertura del mercado interno a toda clase de importaciones sin arancel que compiten ventajosamente con la producción nacional, también desmonta los controles de cambio y de precios, desregula y liberaliza la economía, adelanta un proceso de privatización y abre a la inversión privada los sectores del petróleo, gas y minería.

Aparte de la eliminación del control de cambios, del abandono del control de precios y la dolarización ¿Cuáles son los nuevos incentivos que ahora ofrece el gobierno? ¿Cuáles son los intereses que están surgiendo y presionan para cambiar el marco legal y el entorno institucional? ¿Estamos en presencia de cambios radicales a favor de una economía de mercado? ¿Vamos hacia una chinización de la economía venezolana?

Ante el fracaso del modelo estatista que se levantó a partir de una ola de expropiaciones, la reconstrucción de la economía nacional requiere una nueva institucionalidad para impulsar un proceso de desarrollo sustentado en el valor del trabajo, el emprendimiento productivo, la libre iniciativa privada, la competitividad, el respeto a los derechos de propiedad y la seguridad jurídica. ¿Cuáles son las reformas institucionales claves que un nuevo gobierno tendría que tomar para impulsar una verdadera transformación de la economía venezolana? ¿Cuáles son esas leyes y organismos que degeneraron en incentivos perversos y hay que reformar o derogar para crear un ambiente propicio a la inversión y actividad productiva? ¿Cuáles son los nuevos entes del Estado que hay que crear o fortalecer para que ese nuevo marco legal no se quede como letra muerta?

El costo social atribuido a los programas de ajuste macroeconómico y su impacto microeconómico a nivel de un aparato productivo poco competitivo suelen generar resistencias y fuertes conflictos que terminan por abortar las reformas económicas. Un argumento para explicar esos fracasos ha sido la debilidad institucional que mediatiza la potencialidad de las reformas que finalmente no llegan a concretarse. Tan así es, que al primer recetario del Consenso de Washington se le agregó una lista de reformas dirigidas al fortalecimiento institucional y a mejorar la acción supervisora del Estado sobre el sector financiero, las empresas privatizadas, la autonomía del Banco Central, las instituciones de educación del consumidor y la protección ambiental.

¿Cómo se pueden articular, sincronizar y armonizar las reformas macroeconómicas y las políticas microeconómicas con las reformas institucionales en la dimensión mesoeconómica? ¿Cómo lograr una visión de conjunto y un enfoque integral para que no se descuide ninguna de esas dimensiones y así evitar que se ponga en peligro la buena marcha del programa de reformas?

La respuesta a estas preguntas las abordamos con Humberto García Larralde, ex Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, en un nuevo capítulo de la serie Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela”

Ver video YouTube https://youtu.be/fpYjy0r2Dpg