Por Alicia Hernández/KonZapata.com.- Los sectores
que acumulan sumas millardiarias, los protagonistas del contrabando de
extracción de alimentos subsidiados, de medicinas que no se consiguen aquí,
pero sí en las fronteras, no van a querer que esto se desmonte. Álvarez opina
que el propio Gobierno es responsable de la llamada guerra económica.
27 febrero, 20152:00 pm Poderómetro
Por
Alicia Hernández/KonZapata.com.- Víctor Álvarez apunta todos los agujeros que
el Gobierno deja para que se cuele la corrupción. También explica cómo estos
mismos corruptos son los que ponen la tranca para que medidas económicas más
eficaces se lleven a cabo.
-El
tema de la escasez, ¿es guerra económica, empresas que acaparan adrede, la
gente comprando mucho ante la incertidumbre o todo?
-Si
tuviera que separar en un porcentaje de responsabilidad de todo lo que el
Gobierno entiende como guerra económica -caída de la producción,
desabastecimiento, escasez, acaparamiento y especulación-, diría que un 30% se
debe a los ataques de quienes quieren que el Gobierno caiga o quienes quieren
crear un clima de malestar social para provocar una crisis de gobernabilidad.
Pero un 70% de la responsabilidad la tiene el Gobierno. Son los errores de
política económica los que facilitan los ataques de los enemigos del Gobierno y
de sectores opositores. Pone en bandeja de oro las razones para que ellos
agredan. El contrabando de extracción lo hace gente que no son enemigos
políticos, no quieren que el Gobierno caiga, sino que aprovecha una situación
para hacer su negocio, algunos como cuestión de supervivencia. Otros no, otros
son mafias que mueven más de 3 mil millones de dólares. Pero lo que explica el
contrabando es la brutal diferencia entre el precio del mercado interno con lo
que cuesta en Colombia, Brasil o en las islas del Caribe. Pasa con los
alimentos, con la gasolina, con los medicamentos. Pero también hay fuga de
cerebros. Doy clases en la Maestría del IDEA. De ahí se han ido 18 PHD a
Ecuador, donde les pagan de 4 mil a 5 mil dólares. El mejor PHD del IDEA gana
17 mil bolívares, 100 dólares a la tasa de Simadi.
¿Cómo
se equilibra esto?
-Habrá
que cortar por lo sano e igualar precios y substituir los subsidios a estos
productos –medicamentos, gasolina, alimentos-, por subsidios directos a las
familias que estén en condición de pobreza. Así se ataca el problema, por la
raíz. Con estos incentivos que pone el Gobierno, hasta la Madre Teresa de
Calcuta se corrompe.
-¿El
problema de gasolina es un problema de bachaqueros?
-Lo
que a simple vista se ve es eso, bachaqueros con sus pimpinas o los que llevan
alimentos subsidiados, pero eso es lo superficial. Sacar 149 mil barriles de gasolina
diarios no se hace con garrafitas de un galón. Eso pasa porque hay
camiones cisterna que pasan bajo la complicidad de funcionarios, a los que se
soborna y amenaza de muerte. Los incentivos para que esas mafias se tejan,
tocan incluso a altísimos funcionarios. En la propia PDVSA acaban de dictar
auto de detención al jefe de PDVSA Occidente y a la gerente de comercio
interno. También a militares en las alcabalas en la frontera. Hay que cortar
por lo sano los incentivos a este tipo de delitos.
-¿Quién
controla en este momento el país?
-Todos
los que se han beneficiado de todas estas políticas, que en sus primeros años
rindieron sus efectos, pero que ahora lucen agotadas. Es como un antibiótico,
que uno usa para calmar la fiebre, pero hay un momento que la infección asimila
el medicamento y no sirve aferrarse. El prolongar las medidas creó unos caldos
de cultivo con grupos que se han favorecido sobremanera. Por ejemplo, todos los
grupos que reciben dólares a 6,30 o que de manera discrecional reciben dólares
a 12, no van a querer que esa medida se levante, por lo que ejercen presión
para que la medida no se levante y se evite la unificación cambiaria. Los
sectores que acumulan sumas millardiarias, que son los
protagonistas del contrabando de extracción de alimentos subsidiados, de
medicinas que no se consiguen aquí, pero sí en las fronteras, no van a querer
que esto se desmonte. Todos los sectores que de alguna manera se benefician por
los rígidos controles de precios que se le impone a la producción nacional,
también. Aquellos que han medrado, que se han enriquecido, gracias a la debacle
del aparato productivo nacional, no le conviene que éste se reactive ni querrá
que se quiten los controles de precio. Ahora que el antibiótico dejó de hacer
efecto, deja el camino abierto para que otras infecciones lleguen. Ahí están
desde empresarios corruptos que se prestan a eso, militares, corruptos que se
meten a políticos. Y hay muchos políticos improvisados.
-¿Y
sin improvisar?
-También.
-¿Quiénes?
-Yo
no voy a dar nombres y apellidos si eso es lo que quieres, no me los pidas. No
voy a acusar a nadie. Describo un fenómeno que termina corrompiendo
instituciones, pisoteando y desterrando valores éticos y principios morales a
la hora de hacer negocios. Corrompe a empresarios, militares y políticos. Y a
la gente de a pie. ¿Quién no está en esa de conseguir un producto así sea
pagando más caro? Paga más de lo legalmente autorizado. Se dice que no
solamente es corrupto el que recibe una comisión, sino el que la paga, también
incurre en un delito el que vende más caro y el que compra más caro. ¿Qué
ciudadano no se ha visto obligado a comprar más caro? El nivel de perversión es
tal que quién se salva hoy en día. Hay que sanear la economía, la sociedad,
establecer unos principios rectores básicos para que la dinámica económica y
social se pueda desarrollar en condiciones de normalidad. Eso se hace
erradicando las causas: errores de política económica, desviaciones en materia
de política fiscal, política cambiaria, monetaria, de controles de precios… Por
eso el 70% de la responsabilidad de lo que el Gobierno define como “guerra
económica”, la tiene él mismo. Y también tiene la solución en sus manos.
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