Víctor Álvarez R.
El gobierno de Nicolás Maduro anunció
que los ingresos generados por los 50 pozos petroleros que conforman la Macolla
Cacique Chaima -en los cuales se extraen 9 mil barriles diarios de petróleo
(MBDP) que se utilizan para mezclar 15 MBDP Merey y producir un total de 450
mil barriles mensuales para la exportación-, serán destinados en su totalidad
al Fondo Nacional de Prestaciones de los trabajadores públicos.
Desde que apareció el petróleo en la
vida nacional, hace más de un siglo, esta es la primera iniciativa en la que el
ingreso petrolero se destina directamente a cubrir las remuneraciones de los
trabajadores. La cuantificación de las reservas del yacimiento y el ritmo de
extracción indicarán los años en los que la Macolla Cacique Chaima podrá garantizar
el pago de las prestaciones.
La macolla es una infraestructura
superficial que agrupa una serie de pozos interconectados para recolectar el
crudo a través de instalaciones y servicios comunes como taladros de
mantenimiento, tuberías, tanques, y servicios de agua, electricidad y
telecomunicaciones.
En principio, se trata de una medida
de desconcentración y descentralización del ingreso petrolero que pudiera
funcionar con políticas de transparencia y bajo supervisión internacional, con
base en los acuerdos firmados con el PNUD. Hasta ahora es apenas un anuncio y
para ejecutarlo habría que aprobar una Ley para crear el Fondo, definir su
estructura organizativa y el modelo funcional para evitar que los ingresos por
exportación de la producción de la macolla sean destinados a otros fines, terminen
siendo una nueva carga para Pdvsa al estilo de las misiones, y un engaño para
los trabajadores.
¿Qué hizo Noruega con las ganancias petroleras que también puede hacer Venezuela?
Noruega
es un país con 5 millones de habitantes donde la tasa de fertilidad es de
apenas 1,95. Demográficamente esto quiere decir que el número de hijos de cada
matrimonio apenas sustituye a los padres, razón por la cual la población
noruega se estanca y tiende a envejecer. Como el pago de las pensiones futuras
no podía ser cubierto con las contribuciones presentes a la seguridad social,
la necesidad de garantizar una vejez digna pasó a ser una de las principales
preocupaciones de la sociedad noruega.
En
1990 se creó el Fondo Noruego del Petróleo con el objetivo de acumular reservas
para el sistema de pensiones. No es un Fondo para gastar dinero sino para
invertirlo y hacerlo rendir crecientes beneficios. En 1995 se hizo la primera
transferencia por 285 millones de dólares. Estor recursos fueron invertidos en acciones,
bonos, valores, proyectos inmobiliarios y otros instrumentos de alta
rentabilidad que han hecho crecer considerablemente el aporte fundacional hasta
llevarlo a la astronómica cifra de más de 900 mil millones de dólares al cierre
de 2022.
Patrimonio Fondo Noruego de
Pensiones
Reforma y fortalecimiento del sistema de pensiones
El
régimen de pensiones basado en la solidaridad intergeneracional funciona cuando
el número de cotizantes (activos) es mayor al número de pensionados (pasivos). En
la Venezuela de 1960 había 12 personas activas por 1 persona pensionada, ahora es
de 5 a 1. La esperanza de vida al nacer pasó de 45-50 años a 72-75 años y
quienes se jubilen a los 65 demandarán una pensión al menos durante 10 años
más. Para 2050, el crecimiento de la población activa/pasiva en Venezuela
tiende a igualarse, con una relación de 1,5 activos por 1 pasivo.
Según
ACNUR, 7 millones 100 mil venezolanos han migrado dejando a sus padres y
abuelos a quienes ayudan con una precaria remesa. Los jóvenes se van de los
pueblos donde no consiguen oportunidades de estudiar y trabajar, la población
envejece y ya hay pueblos en los que el número de habitantes en edad de trabajar
y cotizar es menor que la población pasiva en edad de recibir una pensión. A
partir del 2030, la población pasiva será mayor que la población menor de 15
años, en una clara tendencia al envejecimiento de la población.
La
base de la pirámide poblacional se va haciendo más angosta y esto implica que
los aportes de las personas activas de hoy no podrán financiar las pensiones de
las personas pasivas de mañana. Esta evolución demográfica hace inviable el
actual sistema de seguridad social, cuestión que obliga a una reforma del
sistema nacional de pensiones, con nuevos entes administrativos, mecanismos
regulatorios y fondos necesarios para garantizar pensiones dignas a los
venezolanos de las generaciones presentes y futuras.
.
¿Qué hacer
para asegurar la seguridad social de una población que tiende a envejecer? En
2022, Citgo reportó una ganancia neta récord de 2.800 millones de dólares. Su
presidente ejecutivo, Carlos Jordá, dijo que gracias a ese desempeño: “Logramos reducir la deuda de CITGO en
1.100 millones de dólares, y pagamos un dividendo a Citgo Holding, lo cual le
permitió reducir su deuda en 489 millones de dólares, manteniendo, a su vez,
altos niveles de liquidez". Sin embargo, ni un solo dólar de esas
ganancias se destina a pagar la deuda social, aunque liquidez hay.
Un
porcentaje de las ganancias de Citgo pudieran destinarse a la reforma y
fortalecimiento del sistema de seguridad social y a fondear los mecanismos para
pagar pensiones dignas. Si las ganancias de Citgo en
2022 fueron de 2.800 millones de dólares y se destina 10 % de este monto a la
creación de un Fondo Venezolano de Pensiones, el aporte fundacional sería de
280 millones de dólares, semejante al aporte que en su momento hizo Noruega para
constituir su Fondo de Pensiones.
A raíz del
reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, la administración
de Citgo pasó a manos del interinato, pero éste fue disuelto, Citgo quedó en el
limbo y ahora Venezuela no puede disponer de las ganancias que genera para
financiar programas de interés nacional. Ante la incapacidad del gobierno y la
oposición para ponerse de acuerdo, la sociedad civil está llamada a levantar su
voz y gestionar ante la OFAC una licencia que permita destinar un porcentaje de
estas ganancias a financiar los programas de protección social.
Las
ganancias de Citgo –en vez de destinarse única y exclusivamente al pago de
acreedores y proveedores y dejar un considerable monto congelado- pudieran destinarse a los
siguientes fondos:
Fondo de Solidaridad Intergeneracional
La
solidaridad intergeneracional es un concepto acuñado por la ONU en 1993 y se
refiere a la solidaridad entre las generaciones para construir una sociedad
para todas las edades. Se sustenta en los aportes de los trabajadores activos
que permite financiar las pensiones de los trabajadores retirados. Con base en
un principio de reciprocidad, las personas activas esperan que esa solidaridad
sea retribuida cuando les corresponda su jubilación y. entonces, puedan recibir
el beneficio de la pensión para la cual ahorraron parte de su salario durante
toda su trayectoria laboral.
En
el sistema de solidaridad intergeneracional las cotizaciones de las personas
activas se depositan en un Fondo Común para pagar las pensiones de las personas
pasivas. Este sistema es manejado por el Estado que tiene que responder por los
fondos acumulados y no puede utilizarlos para otros fines que no sea el pago de
pensiones.
Fondo
de Capitalización Individual
El debate sobre
la reforma del sistema de seguridad social tiene que estar abierto a evaluar la
conveniencia y viabilidad de todas las opciones. Entre las alternativas están
los fondos de capitalización
individual que –a pesar de que han funcionado muy bien en otros países- en
Venezuela han sido satanizados con el argumento de que las cotizaciones serían
privatizadas, sin evaluar con el rigor necesario los pros y contras, las ventajas y
desventajas para poder tomar la decisión más sabia y conveniente para la
población jubilada presente y futura.
El Sistema de
Capitalización Individual es un sistema de previsión para la vejez basado en el
ahorro individual en una cuenta personal. La sumatoria de las cuentas
individuales es lo que se denomina Fondos
de Capitalización Individual. Como en este sistema es posible hacer aportes
voluntarios según la capacidad de ahorro de cada quien, un porcentaje de las
ganancias de Citgo se pueden destinar a incentivar el ahorro al aportar un
monto equivalente a cada aporte adicional del titular de cada cuenta. Estos
fondos serían invertidos en instrumentos seguros de buena rentabilidad para
obtener intereses, ganancias y dividendos que incrementen la cuenta individual
y permitan cobrar mejores pensiones.
Opciones hay. Lo
que falta es voluntad política porque hasta viabilidad financiera hay. Las
ganancias de Citgo están siendo destinadas únicamente a pagar deudas con
acreedores y proveedores, pero un porcentaje debe ser destinado a pagar la
deuda social, particularmente la deuda con los pensionados del país. Al calor del debate electoral, el país puede
comenzar a discutir esta propuesta y crear los consenso necesarios para hacerla
realidad.
Liberar
los recursos del país que están bloqueados en el exterior y flexibilizar las
sanciones petroleras para generar ingresos adicionales que permitan mejorar las
condiciones de vida de la población no puede seguir subordinado a la mejora de
las condiciones electorales. Los problemas que involucran la vida de la
población se deben atender sin condiciones.
La
flexibilización de las sanciones económicas a cambio de mejores condiciones
electorales es funcional a las aspiraciones de los partidos políticos de
aumentar sus cuotas de poder. Pero si los candidatos no tienen una oferta
electoral sintonizada con la urgencia de una población exhausta por la crisis,
el elector no se sentirá motivado a votar porque no encontrará propuestas
convincentes para mejorar sus precarias condiciones de vida ni superar los
salarios de hambre que no alcanzan para comprar la canasta alimentaria.
Flexibilizar
las sanciones económicas a cambio de mejorar las condiciones electorales, pero
sobre todo a cambio de mejorar las condiciones sociales, es lo que puede
motivar y movilizar a la ciudadanía para capitalizar electoralmente el enorme
descontento nacional.
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