viernes, 23 de abril de 2010

La riqueza de las naciones

Con frecuencia oímos decir que un país es rico porque tiene inmensos yacimientos de petróleo, gas, hierro, carbón, etc. Pero para otros países, la falta de estas riquezas naturales, lejos de ser una restricción, más bien ha sido un acicate para su desarrollo. Ejemplos claros son los de Japón y China. Con base en el fortalecimiento de sus capacidades tecnológicas lograron desarrollar una portentosa industria manufacturera que ha invadido al mundo. A la luz de esa experiencia es posible afirmar que poseer riquezas naturales es una condición necesaria más no suficiente para la prosperidad de una nación, de la misma forma como carecer de estas no tiene que ser un obstáculo insalvable.
El comportamiento errático de los precios del petróleo, lejos de ser un desequilibrio pasajero, es una señal de los cambios estruc¬turales que ocurren en la economía mundial. Estos son impulsados cada vez más por la generación y uso de nuevos conocimientos y tecnologías. De la ventaja comparativa basada en riquezas naturales se ha pasado a un nuevo paradigma económico cuya fortaleza se deriva del desarrollo del talento humano, las capacidades para la investigación científica y tecnológica y la ampliación de redes para lograr un uso inteligente de la información y el conocimiento.
El significado que una vez tuvie¬ron los recursos naturales y el petróleo barato para el viejo modelo productivo es semejante al que hoy tienen la tecno¬logía, la información y el conoci¬miento para el nuevo modelo de desarrollo. El futuro ya no es como antes y la riqueza de Venezuela no dependerá de perforar nuevos pozos y vender más petróleo. Es hora de reconocer que el modelo sustentado en el consumo voraz de la renta petrolera impidió el desarrollo de un sólido aparato productivo nacional. Por eso, superar el capitalismo rentístico pasa por ejecutar políticas industriales y tecnológicas que conviertan el desarrollo de la materia gris en la principal materia prima de un nuevo modelo productivo que haga posible la independencia económica y el desarrollo humano integral.

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