Desde
que apareció el petróleo en la vida nacional, el ingreso fiscal de origen
petrolero y las petrodivisas han sido el sustento de la gobernabilidad en
Venezuela. Independientemente de quien gobierne al país en los próximos años,
tendrá que enfrentar el derrumbe de la tarima en la que se puso en escena la
falsa prosperidad de la economía rentista. El petróleo será una cuestión
política mientras sea fuente de financiamiento para sustentar a los gobernantes
de turno. Estos apelarán a la expansión del extractivismo petrolero y su
gestión será tan estable o inviable como lo determine el comportamiento
errático de los precios del petróleo.
Cada
vez que se desploma la renta petrolera se genera no solo una crisis económica,
sino también una crisis social que puede desembocar en una crisis política o de
ingobernabilidad. El uso arbitrario y discrecional de la renta petrolera deforma
las instituciones de la República que terminan subordinadas al Poder Ejecutivo.
La economía y la sociedad también son mediatizadas por el uso de la renta como
un instrumento de dominación. Pero cuando colapsan los precios del petróleo se
reduce la capacidad del Petro-Gobierno que ya no puede mantener su control a
través del reparto clientelar de la renta.
Las sanciones de Trump
Las
sanciones impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos al limitar
severamente las operaciones financieras de Pdvsa, exacerban esta crisis
económica y social para que sean el detonante de una crisis política y de
ingobernabilidad. La orden ejecutiva firmada por Donald Trump impone una severa
limitación para superar la precaria situación financiera de Pdvsa, toda vez que
ésta solo podrá realizar en efectivos las operaciones de compra-venta de crudo en
EE.UU. Esto cierra la bombona de oxígeno que representa el financiamiento a
corto plazo y cancela los préstamos que se pueden gestionar, ofreciendo como
garantía un porcentaje accionario de las empresas mixtas de la FPO. En estas
condiciones, las operaciones financieras de la compañía son cada vez más difíciles.
El déficit en el flujo de caja es tan grande que depende de los auxilios
financieros que le otorga el BCV a través de emisiones de dinero sin respaldo
que propagan la hiperinflación y empobrecen a la población.
Pdvsa
no puede ya con el peso de una enorme deuda financiera y comercial, a la que se
le suman los pagos pendientes por indemnizaciones. El fallo a favor de Conoco
en su reclamo por $ 2 millardos fue ejecutado con el embargo de los tanques en
El Caribe, cuestión que puede generar un efecto dominó sobre otros litigios
contra Pdvsa. Al no tener recursos financieros, Pdvsa está imposibilitada de
incrementar su producción.
La extracción de petróleo cae en picada
De más de 3 millones de barriles diarios (mbd) que se extraían al
principio de los años 2.000, el último reporte de la OPEP
indica que la producción venezolana bajó a 1,392 mbd en mayo, lo cual impide
aprovechar la recuperación de los precios que han ascendido a sus valores más altos desde 2014.
Actualmente,
las divisiones de Occidente y Oriente produce alrededor de 300.000 bd, menos de
la mitad del nivel registrado en 2015. Mientras que la división de Orinoco
extrae 800.000 b/d, 500.000 menos que los 1,3 millones de bd de hace 3 años. Según
datos de Baker Hughes, en mayo solo hubo 28
taladros activos, equivalente a un tercio de los que había en 2014. Si continúa
esta tendencia, la producción petrolera puede por
debajo del millón de barriles diarios.
Con un
nivel de producción similar al registrado en 2014, Venezuela hubiese exportado
más de $ 56 millardos en 2018. Con la baja de la producción la cifra estará por
debajo de $ 24 millardos y representa pérdidas por $ 32 millardos
OPEP vaticina un aumento de la oferta
En
los próximos años se proyecta un incremento en la demanda, mientras que la
oferta se enfrenta al declive de los yacimientos convencionales y a las
crecientes necesidades de inversión para explotar los crudos pesados, los
petróleos de esquisto y las arenas bituminosas.
La
OPEP prevé que en 2018 la demanda puede superar la barrera de los 100 mbd. En
el IT 2018 se demandaron 97,61 mbd, en el IIT 98,07 millones, en el IIT prevé
99,42 y en el IVT estima 100,42 mbd. Esto es causado en gran medida por
las economías emergentes de la
India y China, cuyo consumo se
incrementará en 4,66% y 3,4 %, respectivamente. Sus competidores bombearán
66,10 mbd, un 3,09% más que en 2017, mientras que la OPEP prevé colocar 32,7
mbd, casi 1% por debajo de los niveles de 2017. De hecho, la producción
conjunta de los 14 miembros de la OPEP alcanzó mayo 31,869 mbd, por debajo del
tope de 32,5 pactado a finales de 2016 para reducir el exceso de crudo y
defender los precios. Por eso se ha planteado aumentar su producción y mantener
su cuota de mercado.
Reactivación
de pozos
El
agotamiento de las reservas de crudos ligeros y medios en los yacimientos
tradicionales, aunado a la prioridad que se le dio a las inversiones en la FPO,
derivó que la mayoría de crudos
extraídos en Venezuela sean pesados y extra-pesados. Durante el auge de los
precios del petróleo se impuso la idea de que estos se mantendrían altos para poder
cubrir los elevados costos de los nuevos petróleos de esquisto y las arenas
bituminosas. Esto animó la fijación de ambiciosas metas de extracción petrolera
en torno a 6 millones de barriles diarios para 2021, de los cuales 4 millones
provendrían de los crudos pesados de la FPO.
Los
crudos pesados son más difíciles de extraer y requieren un complejo proceso de mejoramiento
que los hace menos competitivos en términos de calidad y precios. La inviabilidad
actual de la FPO se sustenta en la dependencia del enorme nivel de inversión (más
de $ 250 millardos) de los altibajos de los precios del petróleo. Actualmente, las
inversiones en la FPO están estancadas debido a las distorsiones cambiarias que
obligan a los socios de Pdvsa a convertir sus aportes a la tasa Dicom que no
rinde para cubrir los costos domésticos en un país con una inflación que superó
el 100 % mensual, a lo cual se suma la volatilidad de los precios de los
hidrocarburos y el incremento de los costos en la extracción y mejoramiento de
este tipo de crudos.
A todas estas Pdvsa está buscando socios para
expandir la producción de crudos convencionales a través de contratos de
servicios. Actualmente hay más de 23.000 pozos inactivos en las divisiones Occidente
y Oriente y con su recuperación se plantea pagar deudas retrasadas a través de contratos
en los que abonará hasta 100% de lo extraído. Pero si los socios reciben toda
la producción de los pozos reactivados, esto dejaría a Pdvsa sin los crudos
livianos y medios que necesita para mezclar y comercializar los crudos pesados
de la FPO
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