Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr
Se amplía la
brecha entre la tasa de cambio oficial y el dólar paralelo. En lo que va de octubre, el precio oficial del
dólar que reporta el BCV ha aumentado más de 5 %, la depreciación más alta del
año. Sin embargo, la tasa de cambio oficial está cada vez más por debajo del
precio que reconoce el mercado paralelo. Al momento de hacer este análisis, la
tasa de cambio oficial era de 39 Bs/$, mientras que el dólar paralelo se
cotizaba en 48 Bs/$, una brecha de Bs 9 que tiende al 25%. Cuando se abre demasiado la brecha entre la tasa de cambio
oficial y el dólar paralelo, se hace insostenible el anclaje cambiario.
¿Qué es lo que explica la brusca depreciación del bolívar?
Cada vez que el gobierno paga a
proveedores y contratistas en bolívares, estos proceden a proteger el poder de
compra de esos bolívares comprando dólares, lo cual presiona al alza la tasa
cambio. Como suele ocurrir en el último trimestre del año, ministerios,
gobernaciones, alcaldías y otros entes públicos han comenzado a cancelar deudas
pendientes a proveedores y contratistas. Para protegerse de la inflación y la depreciación,
estos pagos en bolívares inmediatamente buscan refugio en el dólar. En
consecuencia, aumenta la demanda de divisas que -al no ser satisfecha en el
mercado interbancario-, se traslada al mercado paralelo y por eso sube el precio
no oficial de la divisa.
La creciente brecha entre ambos precios del dólar
indica que hay escasez de divisas en el mercado cambiario. El dólar más caro es
el que no se consigue. Cuando muchos bolívares intentan comprar pocos dólares,
la tasa de cambio paralela se dispara y al gobierno se le hace cada vez más
difícil seguir frenando el precio oficial de la divisa. Llega un momento en el
que Pdvsa y el fisco pierden muchos bolívares al vender los petrodólares a una
tasa de cambio muy baja y el BCV se ve obligado a corregir el rezago cambiario,
aumentando el tipo de cambio oficial.
La
producción de petróleo venezolano
sigue estancada por debajo de los 900 MBDP y, con la suspensión de la licencia
que le permitía a Pdvsa vender petróleo en el mercado estadounidense a precios
de mercado, la guerra
de precios entre los petróleos sancionados significa que a Venezuela entran
menos dólares que son buscados por una creciente cantidad de bolívares. Actualmente,
el petróleo ruso se está vendiendo con grandes descuentos en los mercados
asiáticos, compite en precios con el petróleo venezolano y Pdvsa tiene que
ofrecer descuentos de hasta 40 % para que lo compren.
A pesar de que al país ya no entra el abundante
caudal de petrodólares del pasado, el gobierno sigue empeñado en frenar el
precio de la divisa para abaratar las importaciones y controlar la inflación.
Pero eso es insostenible. La inyección semanal del
BCV al mercado interbancario oscila entre $ 80-100 millones, y la ha tenido que
incrementar a $ 180 millones para calmar las expectativas. Ante
el probable escenario de nuevas sanciones a partir del 10 de enero, se teme que
Pdvsa no podrá levantar la producción propia de petróleo y habrá una mayor
escasez de divisas e ingresos fiscales de origen petrolero. Como el bolívar pierde valor, crece la demanda de dólares
para proteger el poder de compra de los pagos en bolívares. Pero si el BCV no
cubre tal demanda, esta se dirige hacia el mercado paralelo, por eso sube su
precio y la brecha cambiaria aumenta.
La conjunción de estos factores crea un
ambiente de incertidumbre que rompe la calma en el mercado cambiario. Esto es lo que ha venido
ocurriendo y si la producción y el ingreso petrolero no aumentan en el corto
plazo para abastecer el mercado de divisas, es previsible que la brecha
cambiaria se seguirá ensanchando.
La política monetaria restrictiva frena la evolución
normal de la tasa de cambio
Las actuales políticas cambiarias y monetarias están
signadas por medidas parciales, incompletas y contradictorias, su efecto se
agota muy pronto y a la larga resultan insuficientes para garantizar la
estabilidad cambiaria y de precios.
El BCV con una mano da y con la otra quita. Por un
lado, emite dinero para cubrir el déficit de Pdvsa, y por otro lado intenta
drenar el exceso de liquidez a través de un elevado encaje legal que restringe
el crédito a la producción y reduce la demanda de divisas. Si se sincerara el precio del
dólar y Pdvsa pudiera vender su ingreso en divisas a una tasa de cambio más
realista y sincera, recibiría muchos más bolívares por cada petrodólar y así no
se tendría que endeudar con el BCV para pagar la nómina y cubrir el gasto
doméstico en bolívares.
A todas estas, la demanda de los especuladores
cambiarios se mantiene. Estos aprovechan los meses en los que la tasa de cambio
se rezaga para comprar dólares a menor precio y revenderlos más caros cuando el
anclaje cambiario se hace insostenible y el precio del dólar se desboca.
¿Cuál es el
verdadero precio del dólar?
Cuando la depreciación es menor que la inflación,
el precio del dólar se rezaga en comparación con los demás precios. En lo que va
de año el encarecimiento del dólar oficial gira en torno al 10%, mientras que
la inflación acumulada hasta septiembre gira en torno al 30% y triplica la
depreciación. Así, el dólar se abarata en comparación con las demás mercancías
y esto estimula una demanda artificial.
El anclaje cambiario se traduce en un menor precio
del dólar en comparación con el nivel que alcanzan los demás precios, pero el
BCV insiste en vender las escasas divisas a un precio que no refleja la
inflación promedio. Cuando el BCV finalmente sincera y ajusta la tasa de cambio
oficial, ya se han quemado miles de millones de dólares de las reservas
internacionales, cuestión que deja al bolívar sin respaldo y mucho más
debilitado.
La creciente brecha cambiaria le está indicando al
gobierno que la tasa de cambio oficial no es el verdadero precio del dólar. Los agentes
económicos saben que es insostenible y por eso se anticipan a hacer el ajuste
en el mercado paralelo. Si el BCV corrige el rezago
cambiario, reconoce la inflación no registrada en la evolución de la tasa de
cambio oficial, y sincroniza el encarecimiento de la divisa con el
encarecimiento de los demás precios, el tipo de cambio oficial debería estar en
120 Bs/$. Este ajuste lo está forzando la dinámica del mercado paralelo, toda
vez que en la última semana el tipo de cambio oficial subió a 39 Bs/$ y el
paralelo llegó 48 Bs/$. De seguir esta tendencia, la encuesta de FocusEconomics
estima que la tasa de cambio no oficial podría cerrar 2024 en torno a los 54,49
Bs/$.
Sincerar el precio del dólar dará un impulso a la
transformación estructural de la economía venezolana. Abandonar el anclaje cambiario y permitir que la
evolución del precio oficial del dólar se sincronice con el ritmo de los demás
precios, ayudará a lograr
una tasa de cambio que respalde
la competitividad real del aparato productivo nacional, impulsando así la transformación de la economía rentista e importadora
en una nueva economía productiva y exportadora.
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