martes, 15 de octubre de 2024

Acuerdos de Paz en Guatemala: contribución de los países amigos y organismos internacionales

 
Víctor Álvarez & Davgla Rodríguez

Guatemala cuenta con una historia muy compleja, signada por cruentas luchas entre las élites económicas, políticas, militares, y los pobres, en su mayoría indígenas y habitantes de las áreas rurales, quienes no han tenido acceso ni a la tierra, ni al capital, ni al poder militar. En esta desigualdad están las causas históricas del conflicto armado guatemalteco.

Las largas negociaciones para la firma de la paz que culminaron el 29 de diciembre de 1996, constituyeron un proceso que sobrepasó el interés guatemalteco y se extendió a toda Centroamérica. Además de crear relaciones más estables y seguras con sus vecinos, los Acuerdos de Paz de Guatemala influyeron en los subsiguientes procesos de paz en toda Centroamérica

1.    La problemática de los refugiados

Uno de los efectos del conflicto armado en Guatemala fue la llegada de más de 46 mil refugiados al territorio mexicano. La cercanía con el área de conflicto y el impacto directo de la crisis centroamericana en sus fronteras impulsó a México a buscar soluciones estructurales y duraderas del conflicto.

Los refugiados, organizados principalmente en las Comisiones Permanentes de los Refugiados Guatemaltecos en México, abordaron su problemática de forma separada a las negociaciones para el fin del conflicto armado, el desarme y la paz.

En noviembre de 1991, se firma la Carta de Entendimiento entre ACNUR y el gobierno de Guatemala, con la participación de las Comisiones Permanentes y la Comisión Nacional de Atención a Repatriados y Desplazados (CEAR), una instancia mediadora representada por obispos de la iglesia católica guatemalteca y los buenos oficios de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).

2.    El papel del Grupo Internacional de Consulta y Apoyo al Retorno (GRICAR).

Los procesos de paz encuentran mayores probabilidades de concretarse y tener éxito cuando reciben el aporte de activistas por la paz, cancillerías, organismos regionales e internacionales, observadores y mediadores, grupos de países amigos, países que se ofrecen como sedes de las negociaciones y garantes de los acuerdos. Esta confluencia de los sectores civiles, institucionales y de la comunidad internacional, contribuyen al logro de los acuerdos de paz. En el caso de Guatemala, México jugó un papel determinante debido al interés que tenía de encontrar solución a la problemática causada por los miles de refugiados que llegaban a ese país huyendo de los estragos del conflicto armado.

Los precedentes más importantes para el logro de la paz fueron el Grupo de Contadora y los acuerdos de Esquipulas II. El Grupo de Contadora surgió en enero de 1983 y fue el primer esfuerzo de mediación internacional. En los años 80, los procesos de Esquipulas crearon las bases políticas, militares y diplomáticas para la superación del conflicto armado. Sin embargo, para lograr el desarme y la paz, hubo que esperar a que los propios centroamericanos asumieran un papel protagónico.

A raíz de este Memorando de Entendimiento, se estableció una agenda de negociación y se definió el rol de la instancia mediadora. En febrero de 1992 surgiría el Grupo Internacional de Consulta y Apoyo al Retorno (GRICAR) que quedó conformado por representantes de los gobiernos de Canadá, Francia, México y Suecia, así como un representante del organismo que coordinaba a las agencias no gubernamentales de asistencia a los refugiados (Grupo Internacional de Agencias Voluntarias) y del Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Guatemala.

3.    El retorno de los refugiados y las negociaciones de paz: dos procesos diferentes

La decisión de mantener los dos procesos separados permitió que las negociaciones mantuvieran sus propias características, cauces y ritmos. Hasta entonces, el tema de los refugiados se había tratado siempre como un punto más dentro de una negociación de paz. El acuerdo para el retorno de los refugiados guatemaltecos fue el primero en su género, al lograr una negociación con garantes internacionales. Se adoptó un acuerdo específico para las poblaciones desarraigadas para asegurar su retorno y reasentamiento en condiciones de seguridad y dignidad, como postulados básicos bajo los cuales se firmaron los acuerdos para el retorno de los refugiados guatemaltecos en México.

4.    La Conferencia Internacional sobre los Refugiados Centroamericanos (CIREFCA)

El Secretario General de la ONU convocó a la comunidad internacional a la Conferencia Internacional sobre los Refugiados Centroamericanos (CIREFCA). Dicha conferencia sentaría las bases jurídicas, humanitarias y de desarrollo para las poblaciones afectadas por el conflicto centroamericano: los refugiados, los repatriados y los desplazados.

La Conferencia puso en marcha iniciativas políticas, jurídicas y programáticas para arraigar a esas poblaciones. La cooperación y complementación entre los grupos de apoyo a la iniciativa estuvo conformada por países amigos y donantes, los organismos internacionales o regionales como ACNUR o el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), le dieron un decisivo impulso al proceso y abrieron el camino a los Grupos de Países Amigos para que desarrollan una diplomacia persuasiva y participativa.

5.    La ONU: de la observación a la mediación

En 1991, el gobierno de Jorge Serrano Elías -el segundo gobierno civil de Guatemala después de las dictaduras militares y de las prácticas de tierra arrasada-, invitó a la ONU para que participara en calidad de observadora en el proceso de paz en pleno desarrollo.

El Acuerdo de Oslo del 30 de marzo de 1990 allanó el camino para que los interlocutores claves del conflicto se sentaran a discutir. Oslo había sido el escenario en el cual se adoptó el acuerdo inicial: el Acuerdo para la búsqueda de paz por medios políticos. Al calor de este proceso se desarrolló la primera fase para la constitución de los cimientos de la paz, cuyo objetivo era llevar a la mesa de discusiones a los interlocutores decisivos para encontrar e iniciar el camino a la pacificación.

Durante los dos primeros años de las negociaciones de paz, la mediación estuvo confiada a monseñor Rodolfo Quezada Toruño, de la iglesia católica guatemalteca, cuyo papel como conciliador fue clave. No sólo logró la participación de los principales actores en conflicto llamados a negociar la paz, sino que facilitó la definición y concreción de los términos que deberían utilizarse en la negociación, tomando en cuenta que el uso de términos políticamente incorrectos en un ambiente de extrema sensibilidad podía perturbar el diálogo y la negociación.

6.    El Acuerdo Marco

A la reunión de Oslo siguieron otras reuniones celebradas ese mismo año en Ottawa, Quito y México. Finalmente, el 25 de julio de 1991, en la ciudad de Querétaro, se suscribió el Acuerdo marco sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos, conocido como Acuerdo de Querétaro, el cual ayudó a convenir la orientación y prioridades para erradicar las causas de la violencia estructural, política y armada. Estas pautas y ejes fueron los siguientes:

·         Preeminencia de la sociedad civil.

·         Desarrollo de la institucionalidad democrática.

·         Funcionamiento del Estado de derecho.

·         Eliminación de la represión política, el fraude y la imposición electoral.

·         Erradicación de las asonadas, presiones militares y acciones desestabilizadoras antidemocráticas.

·         Respeto irrestricto de los derechos humanos.

·         Subordinación de las fuerzas armadas al poder civil.

·         Reconocimiento y respeto a la identidad y los derechos de los pueblos indígenas.

·         Acceso de todos los guatemaltecos a los beneficios de la producción nacional y a los recursos de la naturaleza, con base en principios de justicia social.

·         Reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado interno.

7.    Los Acuerdos de Paz

Los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Guatemalteca (URNG), están conformados por doce documentos que abordan diferentes aspectos políticos, sociales, económicos y culturales para lograr una paz firme y duradera. Los más relevantes son los siguientes:

8.    Acuerdo global sobre derechos humanos

Fue un convenio político firmado en 1994 con los siguientes objetivos:

·         El fortalecimiento de las instituciones de protección de los derechos humanos, como el Organismo Judicial, el Procurador de los Derechos Humanos y el Ministerio Público.

·         La abolición de la impunidad, y la investigación y sanción de las violaciones de los derechos humanos cometidos durante el conflicto armado interno.

·         La supresión de los cuerpos de seguridad ilegales y clandestinos, y la regulación de la portación de armas.

·         La garantía de la protección de las personas y de las entidades que trabajan en la defensa y promoción de los derechos humanos.

·         El establecimiento de una Comisión de Esclarecimiento Histórico para el análisis y la clarificación de las violaciones de los derechos humanos ocurridas en el marco del enfrentamiento armado.

·         El reconocimiento de la importancia de la verificación internacional de los derechos humanos por parte de las Naciones Unidas.

9.       Acuerdo de identidad y derechos de los pueblos indígenas

Fue firmado el 31 de marzo de 1995 y se propuso:

·         Reconocer y garantizar la identidad, los derechos y la participación de los pueblos indígenas en el marco de la unidad nacional.

·         Reconocer la diversidad étnica, cultural y lingüística del país.

·         Promover el respeto, la protección y el desarrollo de los pueblos maya, xinca y garífuna.

·         Lucha y erradicar la discriminación, los derechos de la mujer indígena, los derechos culturales, los derechos civiles, políticos, sociales y económicos, y la reforma constitucional.

10. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria

Fue firmado el 6 de mayo de 1996 y entre los aspectos más relevantes vale mencionar: 

·         La democratización y el desarrollo participativo, con énfasis en la participación de la mujer, los pueblos indígenas y los sectores populares.

·         El desarrollo social, con prioridad en la educación, la salud, la seguridad social, la vivienda y el trabajo.

·         La situación agraria y el desarrollo rural, con medidas para facilitar el acceso a la tierra y otros recursos productivos, fortalecer la organización campesina, mejorar la infraestructura y los servicios, y garantizar la seguridad jurídica y la resolución de conflictos.

11. Acuerdo sobre fortalecimiento del poder civil y función del Ejército en la democracia

Fue firmado el 19 de septiembre de 1996 y las partes se comprometieron a: 

·         Profundizar el proceso democrático, fortaleciendo el poder civil, la función legislativa, la administración de justicia y la seguridad ciudadana.

·         Definir la función del Ejército de Guatemala como la defensa de la soberanía nacional y la integridad territorial, y establecer mecanismos de control civil sobre el mismo.

·         Reformar y modernizar las instituciones del Estado, con la participación activa y permanente de la ciudadanía, las organizaciones, las fuerzas políticas y los sectores sociales del país.

·         Crear condiciones para el reencuentro y reconciliación de los guatemaltecos, basadas en el respeto a los derechos humanos, la diversidad de sus pueblos y el interés común de superar la falta de oportunidades sociales, económicas y políticas.

12. Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen electoral

Fue firmado el 7 de diciembre de 1996 para adecuar la Constitución Política de la República a los principios y compromisos de los acuerdos de paz, así como para mejorar el sistema democrático y la participación ciudadana. Los actores en pugna se comprometieron a:

·         Introducir cambios profundos en el régimen electoral guatemalteco, con el fin de elevar la participación ciudadana, superar la abstención, afianzar la legitimidad del poder público y consolidar una democracia pluralista y representativa.

·         Promover las reformas de la Constitución Política de la República necesarias para la reconciliación de todos los guatemaltecos, el fortalecimiento del poder civil, el respeto de los derechos humanos, la erradicación de la impunidad y la institucionalización de una cultura de paz.

·         Establecer mecanismos para someter a consulta popular el total de las reformas constitucionales aprobadas por el Congreso de la República, mediante una pregunta única a la cual el ciudadano respondería con un sí o un no.

13.   Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico

Fue firmado en Guatemala el 23 de junio de 1994 y entre sus aspectos más importantes vale destacar:

  • Crear la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Guatemala como una instancia independiente e imparcial que se dedicó a investigar las violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado entre 1962 y 1996, con el fin de esclarecer la verdad, dignificar a las víctimas y promover la reconciliación nacional.
  • La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) elaboró un informe titulado "Guatemala: Memoria del Silencio" que contiene los resultados de sus investigaciones, las conclusiones y las recomendaciones para favorecer la paz y la concordia nacional. El informe fue presentado al público el 25 de febrero de 1999.
  • La CEH estimó que más de 200 mil personas perdieron la vida o desaparecieron durante la guerra, y que el 93% de las violaciones de derechos humanos fueron cometidas por el Estado, incluyendo actos de genocidio contra el pueblo maya.
  • La CEH también documentó la responsabilidad de la guerrilla y de otros actores en el conflicto.
  • La CEH buscó satisfacer el derecho del pueblo de Guatemala a conocer la verdad sobre su pasado, y contribuir al fortalecimiento de la democracia y al respeto de los derechos humanos.

 

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