Víctor Álvarez & Davgla Rodríguez
Guatemala cuenta con una
historia muy compleja, signada por cruentas luchas entre las élites económicas,
políticas, militares, y los pobres, en su mayoría indígenas y habitantes de las
áreas rurales, quienes no han tenido acceso ni a la tierra, ni al capital, ni
al poder militar. En esta desigualdad están las causas históricas del conflicto
armado guatemalteco.
Las largas negociaciones para la firma
de la paz que culminaron el 29 de
diciembre de 1996, constituyeron un proceso que sobrepasó el interés
guatemalteco y se extendió a toda Centroamérica. Además de crear relaciones más
estables y seguras con sus vecinos, los Acuerdos de Paz de Guatemala influyeron
en los subsiguientes procesos de paz en toda Centroamérica
1.
La problemática de los refugiados
Uno de los efectos del conflicto armado
en Guatemala fue la llegada de más de 46 mil refugiados al territorio mexicano.
La cercanía con el área de conflicto y el impacto directo de la crisis
centroamericana en sus fronteras impulsó a México a buscar soluciones
estructurales y duraderas del conflicto.
Los refugiados, organizados
principalmente en las Comisiones
Permanentes de los Refugiados Guatemaltecos en México, abordaron su
problemática de forma separada a las negociaciones para el fin del conflicto
armado, el desarme y la paz.
En noviembre de 1991, se firma la Carta
de Entendimiento entre ACNUR y el gobierno de Guatemala, con la participación
de las Comisiones Permanentes y la Comisión Nacional de Atención a Repatriados
y Desplazados (CEAR), una instancia mediadora representada por obispos de la
iglesia católica guatemalteca y los buenos oficios de la Comisión Mexicana de
Ayuda a Refugiados (COMAR).
2.
El papel del Grupo Internacional de Consulta y
Apoyo al Retorno (GRICAR).
Los procesos de paz encuentran mayores
probabilidades de concretarse y tener éxito cuando reciben el aporte de
activistas por la paz, cancillerías, organismos regionales e internacionales,
observadores y mediadores, grupos de países amigos, países que se ofrecen como
sedes de las negociaciones y garantes de los acuerdos. Esta confluencia de los
sectores civiles, institucionales y de la comunidad internacional, contribuyen
al logro de los acuerdos de paz. En el caso de Guatemala, México jugó un papel
determinante debido al interés que tenía de encontrar solución a la
problemática causada por los miles de refugiados que llegaban a ese país
huyendo de los estragos del conflicto armado.
Los precedentes más importantes para el
logro de la paz fueron el Grupo de Contadora y los acuerdos de Esquipulas II.
El Grupo de Contadora surgió en enero de 1983 y fue el primer esfuerzo de
mediación internacional. En los años 80, los procesos de Esquipulas crearon las
bases políticas, militares y diplomáticas para la superación del conflicto
armado. Sin embargo, para lograr el desarme y la paz, hubo que esperar a que
los propios centroamericanos asumieran un papel protagónico.
A raíz de este Memorando de
Entendimiento, se estableció una agenda de negociación y se definió el rol de
la instancia mediadora. En febrero de 1992 surgiría el Grupo Internacional de Consulta y Apoyo al Retorno (GRICAR) que quedó
conformado por representantes de los gobiernos de Canadá, Francia, México y
Suecia, así como un representante del organismo que coordinaba a las agencias
no gubernamentales de asistencia a los refugiados (Grupo Internacional de Agencias Voluntarias) y del Relator Especial
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Guatemala.
3.
El retorno de los refugiados y las negociaciones
de paz: dos procesos diferentes
La decisión de mantener los dos procesos
separados permitió que las negociaciones mantuvieran sus propias
características, cauces y ritmos. Hasta entonces, el tema de los refugiados se
había tratado siempre como un punto más dentro de una negociación de paz. El
acuerdo para el retorno de los refugiados guatemaltecos fue el primero en su
género, al lograr una negociación con garantes internacionales. Se adoptó un
acuerdo específico para las poblaciones desarraigadas para asegurar su retorno
y reasentamiento en condiciones de seguridad y dignidad, como postulados
básicos bajo los cuales se firmaron los acuerdos para el retorno de los refugiados
guatemaltecos en México.
4.
La Conferencia Internacional sobre los
Refugiados Centroamericanos (CIREFCA)
El Secretario General de la ONU convocó
a la comunidad internacional a la Conferencia
Internacional sobre los Refugiados Centroamericanos (CIREFCA). Dicha
conferencia sentaría las bases jurídicas, humanitarias y de desarrollo para las
poblaciones afectadas por el conflicto centroamericano: los refugiados, los
repatriados y los desplazados.
La Conferencia puso en marcha
iniciativas políticas, jurídicas y programáticas para arraigar a esas
poblaciones. La cooperación y complementación entre los grupos de apoyo a la iniciativa
estuvo conformada por países amigos y donantes, los organismos internacionales
o regionales como ACNUR o el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), le dieron un decisivo impulso al proceso y abrieron el camino a los
Grupos de Países Amigos para que desarrollan una diplomacia persuasiva y participativa.
5.
La ONU: de la observación a la mediación
En 1991, el gobierno de Jorge Serrano
Elías -el segundo gobierno civil de Guatemala después de las dictaduras
militares y de las prácticas de tierra arrasada-, invitó a la ONU para que
participara en calidad de observadora en el proceso de paz en pleno desarrollo.
El Acuerdo de Oslo del 30 de marzo de
1990 allanó el camino para que los interlocutores claves del conflicto se
sentaran a discutir. Oslo había sido el escenario en el cual se adoptó el
acuerdo inicial: el Acuerdo para la
búsqueda de paz por medios políticos. Al calor de este proceso se desarrolló
la primera fase para la constitución de los cimientos de la paz, cuyo objetivo
era llevar a la mesa de discusiones a los interlocutores decisivos para encontrar
e iniciar el camino a la pacificación.
Durante los dos primeros años de las
negociaciones de paz, la mediación estuvo confiada a monseñor Rodolfo Quezada
Toruño, de la iglesia católica guatemalteca, cuyo papel como conciliador fue
clave. No sólo logró la participación de los principales actores en conflicto
llamados a negociar la paz, sino que facilitó la definición y concreción de los
términos que deberían utilizarse en la negociación, tomando en cuenta que el uso
de términos políticamente incorrectos en un ambiente de extrema sensibilidad
podía perturbar el diálogo y la negociación.
6.
El Acuerdo Marco
A la reunión de Oslo siguieron otras
reuniones celebradas ese mismo año en Ottawa, Quito y México. Finalmente, el 25
de julio de 1991, en la ciudad de Querétaro, se suscribió el Acuerdo marco
sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos, conocido
como Acuerdo de Querétaro, el cual
ayudó a convenir la orientación y prioridades para erradicar las causas de la
violencia estructural, política y armada. Estas pautas y ejes fueron los
siguientes:
·
Preeminencia
de la sociedad civil.
·
Desarrollo
de la institucionalidad democrática.
·
Funcionamiento
del Estado de derecho.
·
Eliminación
de la represión política, el fraude y la imposición electoral.
·
Erradicación
de las asonadas, presiones militares y acciones desestabilizadoras
antidemocráticas.
·
Respeto
irrestricto de los derechos humanos.
·
Subordinación
de las fuerzas armadas al poder civil.
·
Reconocimiento
y respeto a la identidad y los derechos de los pueblos indígenas.
·
Acceso
de todos los guatemaltecos a los beneficios de la producción nacional y a los
recursos de la naturaleza, con base en principios de justicia social.
·
Reasentamiento
de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado interno.
7.
Los Acuerdos
de Paz
Los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria
Guatemalteca (URNG), están
conformados por doce documentos que abordan diferentes aspectos políticos,
sociales, económicos y culturales para lograr una paz firme y duradera. Los más
relevantes son los siguientes:
8.
Acuerdo global sobre derechos humanos
Fue un convenio político firmado en 1994 con los
siguientes objetivos:
·
El
fortalecimiento de las instituciones de protección de los derechos humanos,
como el Organismo Judicial, el Procurador de los Derechos Humanos y el
Ministerio Público.
·
La
abolición de la impunidad, y la investigación y sanción de las violaciones de los
derechos humanos cometidos durante el conflicto armado interno.
·
La supresión
de los cuerpos de seguridad ilegales y clandestinos, y la regulación de la
portación de armas.
·
La
garantía de la protección de las personas y de las entidades que trabajan en la
defensa y promoción de los derechos humanos.
·
El establecimiento
de una Comisión de Esclarecimiento Histórico para el análisis y la
clarificación de las violaciones de los derechos humanos ocurridas en el marco
del enfrentamiento armado.
·
El
reconocimiento de la importancia de la verificación internacional de los
derechos humanos por parte de las Naciones Unidas.
9. Acuerdo de identidad y derechos de los pueblos
indígenas
Fue firmado el 31 de marzo de 1995 y se propuso:
·
Reconocer
y garantizar la identidad, los derechos y la participación de los pueblos
indígenas en el marco de la unidad nacional.
·
Reconocer
la diversidad étnica, cultural y lingüística del país.
·
Promover el
respeto, la protección y el desarrollo de los pueblos maya, xinca y garífuna.
·
Lucha y
erradicar la discriminación, los derechos de la mujer indígena, los derechos
culturales, los derechos civiles, políticos, sociales y económicos, y la
reforma constitucional.
10. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación
agraria
Fue firmado el 6 de mayo de 1996 y entre los
aspectos más relevantes vale mencionar:
·
La
democratización y el desarrollo participativo, con énfasis en la participación
de la mujer, los pueblos indígenas y los sectores populares.
·
El
desarrollo social, con prioridad en la educación, la salud, la seguridad
social, la vivienda y el trabajo.
·
La
situación agraria y el desarrollo rural, con medidas para facilitar el acceso a
la tierra y otros recursos productivos, fortalecer la organización campesina,
mejorar la infraestructura y los servicios, y garantizar la seguridad jurídica
y la resolución de conflictos.
11.
Acuerdo sobre fortalecimiento
del poder civil y función del Ejército en la democracia
Fue firmado el 19 de septiembre de 1996 y las partes se comprometieron a:
·
Profundizar
el proceso democrático, fortaleciendo el poder civil, la función legislativa,
la administración de justicia y la seguridad ciudadana.
·
Definir
la función del Ejército de Guatemala como la defensa de la soberanía nacional y
la integridad territorial, y establecer mecanismos de control civil sobre el
mismo.
·
Reformar
y modernizar las instituciones del Estado, con la participación activa y
permanente de la ciudadanía, las organizaciones, las fuerzas políticas y los
sectores sociales del país.
·
Crear
condiciones para el reencuentro y reconciliación de los guatemaltecos, basadas
en el respeto a los derechos humanos, la diversidad de sus pueblos y el interés
común de superar la falta de oportunidades sociales, económicas y políticas.
12. Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen
electoral
Fue firmado el 7 de diciembre de 1996 para adecuar la
Constitución Política de la República a los principios y compromisos de los
acuerdos de paz, así como para mejorar el sistema democrático y la
participación ciudadana. Los actores en pugna se comprometieron a:
·
Introducir
cambios profundos en el régimen electoral guatemalteco, con el fin de elevar la
participación ciudadana, superar la abstención, afianzar la legitimidad del
poder público y consolidar una democracia pluralista y representativa.
·
Promover
las reformas de la Constitución Política de la República necesarias para la
reconciliación de todos los guatemaltecos, el fortalecimiento del poder civil,
el respeto de los derechos humanos, la erradicación de la impunidad y la institucionalización
de una cultura de paz.
·
Establecer
mecanismos para someter a consulta popular el total de las reformas
constitucionales aprobadas por el Congreso de la República, mediante una
pregunta única a la cual el ciudadano respondería con un sí o un no.
13. Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para
el Esclarecimiento Histórico
Fue
firmado en Guatemala el 23 de junio de 1994 y entre sus aspectos más
importantes vale destacar:
- Crear la Comisión de la Verdad y Reconciliación
de Guatemala como una instancia independiente e imparcial que se
dedicó a investigar las violaciones a los derechos humanos durante el
conflicto armado entre 1962 y 1996, con el fin de esclarecer la verdad,
dignificar a las víctimas y promover la reconciliación nacional.
- La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) elaboró un
informe titulado "Guatemala: Memoria del Silencio" que
contiene los resultados de sus investigaciones, las conclusiones y las
recomendaciones para favorecer la paz y la concordia nacional. El informe
fue presentado al público el 25 de febrero de 1999.
- La CEH estimó que más de 200
mil personas perdieron la vida o desaparecieron durante la guerra, y que
el 93% de las violaciones de derechos humanos fueron cometidas por el
Estado, incluyendo actos de genocidio contra el pueblo maya.
- La CEH también documentó la
responsabilidad de la guerrilla y de otros actores en el conflicto.
- La CEH buscó satisfacer el
derecho del pueblo de Guatemala a conocer la verdad sobre su pasado, y
contribuir al fortalecimiento de la democracia y al respeto de los
derechos humanos.
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