jueves, 27 de marzo de 2025

¿Qué significan las marchas y contramarchas de Trump en materia de licencias petroleras?

 

Víctor Álvarez R. / Pedagogía Económica

Un día Trump anuncia que suspende las licencias petroleras, otro día informa que está reconsiderando su decisión de suspender la licencia a Chevron, y luego amenaza con imponer aranceles a las exportaciones de todos aquellos países que compren petróleo venezolano.

Congresistas del estado de Florida como Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y María Elvira Salazar, quienes lideran la línea dura contra Cuba, Nicaragua y Venezuela, criticaron las declaraciones de Richard Grenell, quien afirmó que la política de Trump para Venezuela no era un cambio de régimen, sino la construcción de una nueva relación. Estas declaraciones fueron consideradas políticamente incorrectas por estos congresistas, cuya influencia en el Congreso es crucial para Trump. La mayoría republicana en la Cámara de Representantes se reduce a cuatro votos, y la delegación de Florida es muy sensible a cualquier concesión que se haga a favor del gobierno venezolano. Ante la presión de estos congresistas, Trump anunció en sus redes sociales la revisión de las licencias petroleras, y el presupuesto se aprobó por un estrecho margen.

Luego Trump se reunió con el CEO de Chevron, Mike Wirth, y otros ejecutivos de la industria petrolera, quienes le alertaron que la salida de las empresas occidentales de Venezuela permitiría a las empresas chinas y rusas aumentar su presencia en el país. Si se suspenden las licencias, Venezuela ofrecerá mejores condiciones de participación a las empresas de Rusia, China, Irán e India. Estados Unidos necesita asegurar nuevas reservas y Venezuela representa una fuente segura. Sin embargo, si los rivales de Estados Unidos ocupan los espacios vacíos, luego le será muy difícil recuperarlos. Reimponer las sanciones generaría efectos geopolíticos contrarios a las prioridades de Trump de alejar a sus rivales asiáticos del hemisferio. Por eso Trump expresó su disposición a reconsiderar el ultimátum que daba a Chevron para cesar sus operaciones en Venezuela. Ahora se habla de imponer aranceles y sanciones comerciales a los países que compren petróleo a Pdvsa, con el objetivo de garantizar que la producción controlada por Chevron se destine a EEUU y no a los mercados asiáticos.

Estas marchas y contramarchas reflejan la tensión entre el pragmatismo empresarial de Trump y las presiones ideológicas de los congresistas de Florida en la política exterior de Estados Unidos.

EEUU pierde más que Venezuela con la suspensión de las licencias

martes, 25 de marzo de 2025

Impacto económico de las sanciones financieras, comerciales y petroleras

Víctor Álvarez R. / Pedagogía Económica

Las sanciones petroleras prohíben a las empresas estadounidenses extraer y comercializar el petróleo venezolano, así como la compra de insumos y diluentes para mejorar y refinar los crudos nacionales. Para evadir las sanciones petroleras, el gobierno venezolano recurre a transacciones secretas con aliados a los cuales concede grandes descuentos para que se arriesguen a exportar el petróleo venezolano, y les acepta elevados sobreprecios en los fletes para que transporten el crudo venezolano a los mercados asiáticos.

Las sanciones financieras bloquean e inmovilizan depósitos de la República; los tenedores privados de bonos de Pdvsa y la República no los pueden negociar ni transferir; bancos estadounidenses han cerrado unilateralmente las cuentas de empresas, organizaciones y personas venezolanas, lo cual impide recibir y realizar transferencias bancarias, gestionar créditos y otras operaciones financieras.  

Las sanciones comerciales prohíben a cualquier empresa estadounidense -o extranjera con operaciones en territorio de EEUU- realizar operaciones de compra-venta de bienes y servicios con empresas del gobierno venezolano. Pdvsa, Hidroven, Corpoelec, Pdvsa Gas, Cantv y demás empresas públicas han perdido sus tradicionales proveedores estadounidenses. Así se han roto las redes de suministro y cadenas de valor internacional en las que Venezuela estaba incorporada. Ciudadanos estadounidenses ni siquiera pueden comprar un boleto de Conviasa porque eso sería hacer negocios prohibidos con el gobierno venezolano.

La justicia estadounidense considera un delito grave colaborar con el gobierno venezolano para evadir las sanciones. Quienes sean descubiertos corren el riesgo de ser acusados de conspiración y terminar sancionados, multados y hasta encarcelados. Como suele ser difícil saber si a través de un intermediario se está llevando a cabo alguna triangulación con una empresa pública venezolana, los proveedores internacionales prefieren no correr el riesgo y rompen unilateralmente sus relaciones económicas y comerciales con Venezuela.

Pero después de varios años de sanciones financieras, comerciales y petroleras, los hechos indican que estas medidas no funcionaron para forzar el cambio en el mando político con el que justificaron su aplicación. Por el contrario, la sobreaplicación de las sanciones ha causado graves daños colaterales a las familias, empresas privadas, organizaciones humanitarias y de derechos humanos, agravando aún más las precarias condiciones de vida de los sectores más empobrecidos y vulnerables de Venezuela.

 

lunes, 17 de marzo de 2025

¿Quiénes ganan y quiénes pierden con la suspensión de las sanciones petroleras?

 

Víctor Álvarez R. / Director de Pedagogía Económica y Electoral

Donald Trump ha criticado duramente la política de licencias petroleras de Biden hacia Venezuela. Quiere romper la inercia y afirma que está corrigiendo los errores heredados. En su estilo agresivo, ataca duro para luego negociar. Por eso suspende la licencia a Chevron.

Este viraje en materia de licencias petroleras fue acelerado por las declaraciones de Richard Grenell cuando afirmó que “la política de Trump para Venezuela no es la un de cambio de régimen, sino la de construir una nueva relación”, declaración considerada políticamente incorrecta por los congresistas republicanos de Florida, Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y María Elvira Salazar, que lideran la línea dura contra Cuba, Nicaragua y Venezuela. En la Cámara de Representantes, la mayoría republicana se reduce a cuatro votos, y en la delegación de Florida están votos muy sensibles a cualquier concesión que se haga a favor de los regímenes que quieren derrocar. Esos congresistas dejaron entrever que podían salvar los votos que Trump necesitaba para aprobar el acuerdo presupuestario. Ante la urgencia, Trump anunció en sus redes sociales la revisión de las licencias petroleras y el presupuesto se aprobó por un estrecho margen de 217 votos a favor y 215 en contra.

Esto explica el sorpresivo giro de Trump. Por ahora, no representa un cambio en la estrategia de negociaciones directas entre la Casa Blanca y Miraflores, sino una maniobra coyuntural para sortear las contradicciones internas de los republicanos que apoyan a Trump en el Congreso, y sería apresurado definirla como la nueva política de la Administración Trump hacia Venezuela. Pero si a la revocatoria de la licencia de Chevron le sigue la suspensión de las cartas de conformidad bajo las cuales operan empresas europeas que no están sujetas a licencias, la segunda Administración Trump estaría reeditando la política de máxima presión para forzar un cambio político en Venezuela.

Impacto migratorio de la suspensión de las licencias petroleras