martes, 25 de enero de 2011

"El nuevo Estado Revolucionario aún no ha sido construido"


Texto completo de la entrevista concedida al periodista Manuel López, editada y publicada por "Correo del Orinoco" en la edición del sábado 22 de enero

-¿Considera que la noción de burocratismo como la planteaba el Che Guevara está vigente hoy en un proceso de cambios bajo el juego electoral?
La advertencia del Ché sobre la amenaza del burocratismo es válida para toda revolución, independientemente de que triunfe por la vía armada o por la vía electoral. Como causas del burocratismo el Ché planteó la carencia de interés y compromiso, la falta de conciencia revolucionaria, la debilidad organizativa, los métodos ineficaces para encarar problemas, así como la escasez de conocimientos técnicos. Justamente, esos son parte de los rasgos del Estado burocrático que analizo críticamente en mi libro.
-¿No es Pdvsa una de las experiencias más exitosas del mundo del capitalismo de Estado, y por ende de burocratismo?
Pdvsa estuvo secuestrada por una poderosa élite burocrática que la administró como una propiedad privada, abusando de su poder al otorgarse groseras remuneraciones, bonos y privilegios. Operaban como una burguesía parasitaria que se adueñaba de parte importante del ingreso petrolero. En lugar de transferir recursos al fisco para financiar el gasto social, el burocratismo petrolero a nombre de la meritocracia se propuso transformar cualquier aumento en los precios del petróleo en inversiones y beneficios para su nómina. Era un Estado dentro del Estado. Hoy en día, PDVSA ha sido rescatada y está al servicio de la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Por administrar la principal riqueza de todos los venezolanos y por su importancia estratégica en el desarrollo nacional debe ser propiedad estatal, pero bajo la mirada atenta de la contraloría social para enfrentar la amenaza de la burocratización.
-¿Por qué asegura que lo importante no es ganar elecciones, si es precisamente desde el Gobierno que se impulsan las transformaciones?
Ganar las elecciones es el medio, pero no el fin. Una y otra vez hemos ganado el gobierno pero aún no hemos terminado de conquistar el poder. La Revolución Bolivariana heredó el Estado burocrático de la IV República y ha tenido que abrirse paso con mucha dificultad, en medio de un marco legal diseñado a favor de los poderosos y un entorno institucional plagado de muchos funcionarios comprometidos con el viejo orden que, al actuar con negligencia para sabotear la gestión de gobierno, obligaron a crear las misiones sociales como un gobierno paralelo. El nuevo Estado revolucionario aún no ha sido construido. La Revolución Bolivariana no puede seguir entrampada bregando por ganar elecciones, en medio de un permanente sabotaje de los enemigos del proceso que desacelera y frena el avance de la Revolución. Su supervivencia pasa por concentrar cada vez más poder político y económico en manos del pueblo y no en la burocracia estatal.
-¿Por qué usted plantea el Estado Comunal, si el Gobierno Bolivariano trabaja para la construcción del Estado Socialista?
El Estado comunal es una etapa de transición en la construcción del Estado socialista. Una vez que se ha alcanzado el gobierno a través de las elecciones, la vanguardia política, lejos de entronizarse y represar el poder, está llamada a acelerar la transferencia del poder al pueblo y erradicar así las condiciones que permiten la reproducción del Estado burocrático, sustituyéndolo por un nuevo Estado comunal que permita la organización y empoderamiento del pueblo como clase dominante. Solo así se podrá avanzar en el desarrollo de nuevas relaciones sociales de producción inspiradas en la solidaridad y la cooperación, de cara a la satisfacción de las necesidades básicas y esenciales de toda la sociedad.
-En resumidas palabras ¿qué es el Estado comunal?
Es el poder en manos del pueblo, sin mediaciones burocráticas de ningún tipo. Una forma de organización política, económica y social basada en nuevas formas de propiedad social sobre los medios de producción de los bienes y servicios que son imprescindibles para garantizar la supervivencia y reproducción del pueblo.
-En el fondo de su planteamiento, la comuna busca cambiar la composición de la propiedad de los medios de producción (democratizar el capital) o transformar el modo de producción
En el libro explico qué la democratización del capital es una trampa para reproducir y perpetuar las relaciones capitalistas de producción. Por eso prefiero hablar de la democratización de la propiedad a través de nuevas formas de propiedad social que trasciendan la limitada propiedad estatal, la cual termina siendo un caldo de cultivo para el burocratismo. Es así como se crearán las condiciones para la extinción definitiva del Estado burocrático y la transformación del capitalismo rentístico en un nuevo modelo productivo de amplia y creciente inclusión social, bajo el control de los trabajadores directos y de la comunidad organizada.
-¿Es esto posible en un mundo globalizado?
La comuna es una entidad local, pero no está aislada del ámbito nacional e internacional. Se constituye por iniciativa popular para edificar el socialismo venezolano, cuya viabilidad depende en gran medida de la creación de un mundo multipolar y de lograr el equilibrio internacional. Lo que pasa es que el concepto de globalización se ha limitado a la integración de los mercados y allí solo ganan los más fuertes. Pero también se ha globalizado la resistencia activa contra los recetarios antipopulares del FMI y el BM, contra el empeño de la OMC por abrir a las grandes potencias los mercados de los países subdesarrollados. Se ha globalizado también la solidaridad y la cooperación entre gobiernos amigos y pueblos hermanos. Venezuela, que antes solo miraba hacia los EE.UU, ahora ha ampliado el espacio global de sus relaciones económicas internacionales con países tan lejanos como China, India, Rusia, Bielorusia, Irán, Libia, Argelia y a la vez ha contribuido a profundizar la integración latinoamericana con Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Cuba, Nicaragua y otros pueblos hermanos que complementan sus capacidades productivas y tecnológicas.
-¿Se trata de un modelo que en lo económico genere bienes competitivos y una productividad creciente o debemos cerrarnos y crear un modelo netamente endógeno?
El desarrollo endógeno no se refiere a un modelo cerrado ni está reñido con la productividad, la calidad y la competitividad. Producir bueno y barato es respetar al pueblo. Se trata de dejar de ser simples exportadores de materias primas y, más bien, desarrollar nuestras capacidades productivas y tecnológicas para lograr la soberanía alimentaria y productiva. El socialismo venezolano no es escasez ni racionamiento. Tampoco es una eterna promesa que nunca llega a concretarse. Una de sus principales diferencias con el viejo socialismo del siglo XX es que se basa en nuevas formas de propiedad social, popular y comunal que permitan a la familia venezolana poseer, usar y disfrutar un creciente patrimonio o propiedad individual o familiar como una vía para lograr la plenitud de sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales. Así también se contribuye al logro de la mayor suma de felicidad posible de nuestro pueblo trabajador.

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