martes, 22 de marzo de 2011

La revolución musical

Ví recientemente el documental “Tocar y Luchar” que recoge la exitosa experiencia del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela. Y me queda la certeza de que en Venezuela la inmensa mayoría aún no hemos tomado conciencia de la profunda y trascendente transformación musical, cultural y social que se está logrando a través de ese tenaz esfuerzo.

Una de las claves de su indiscutible éxito reside, a mi juicio, en la internalización de un conjunto de nuevos valores que gobiernan la actuación de todos/as los que en ella participan. Una orquesta implica cultivar la capacidad para concertar, para ponerse de acuerdo, para armonizar. La conmovedora belleza del concierto magistral se logra cuando hay solidaridad y cooperación entre los integrantes de la orquesta, cuando se complementan todos y cada uno de los músicos y sus instrumentos, cuando hay reciprocidad y cada cual hace bien lo que le toca y entrega su mejor ejecución. Y lo mejor de todo es la equidad con la que toda la orquesta disfruta la mayor retribución o remuneración que pueden recibir: el aplauso del público.

Estos valores de la solidaridad, cooperación, complementación, reciprocidad y equidad han ido tejiendo el mapa mental de los integrantes que pasan por este sistema, el cual se propone crear una orquesta en todas las ciudades del país. Que mejor manera de superar y derrotar los viejos valores del individualismo y egoísmo que tanto daño le han hecho a la humanidad.

A través del Sistema de Orrquestas no se trata de transformar a personas que han caído en los antivalores humanos, sino de formar desde la propia infancia al hombre nuevo y la mujer nueva para que, desde temprana edad, sean portadores de los más elevados valores humanistas, expresión de los mejores y más sublimes sentimientos. Tampoco se trata de una experiencia elitesca, que hace de una orquesta sinfónica una práctica de minorías para minorías o la ejecución de una minoría de músicos para la mayoría de espectadores. Más bien, se trata de un proceso de amplia y creciente inclusión social, de mayorías para las mayorías, de participación masiva que ha logrado incorporar a millones de venezolanos que interactúan en comunidad. Sin lugar a dudas, el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles es una revelación triunfal de la nueva sociedad que en Venezuela se construye.

2 comentarios:

  1. Me pasó lo mismo con lo visto en una de las autenticas comparecencias de las cuales pudimos ser espectadores recientemente en este país en cadena nacional por radio y televisión gracias a la verdadera democracia que aquí se vive, y hablo pues de las Orquestas Sinfónicas Penitenciarias, y bien, con esto nos podemos dar cuenta de diversas cosas y quizá la principal es que efectivamente estamos viviendo en un país de cambio, transformación, revolución, y por otro lado notar la importancia de la música, del arte de tocar un instrumento musical, de la ayuda que promete la causa de este arte en una sociedad perturbada por el reggaetón, eso por no citar otros géneros que a mi criterio no tienen contenido nada virtuoso, y lo peor aún, es denigrante y deprimente; que la gente entienda que la música (la buena música) y es que, cuando yo hablo de música hablo de “el arte de las musas”, de organizar sensible y armoniosamente letras y darle melodía, eso del reggaetón, mal llamado música, no es más que desvirtualizar el concepto y significado de la misma; y que ahora esa revolución musical se esté dando en estos tiempos como Ud. bien lo dice es la más grande y hermosa Revolución Musical, y que esto sea entendido por nuestra sociedad es sinónimo de avance!

    A modo de reflexión: Para bajar los niveles de violencia en las cárceles fueron creadas estas orquestas, que bien, pero en las calles, en los barrios, en las rutas urbanas, en la radio, en la TV y en otros muchos lugares sobre todo de menores recursos, la violencia no cesa porque esa revolución debe afincarse en erradicar esa perturbadora música que promueve el sexo, las drogas, el racismo, el capitalismo, y lo mas asqueante y lo digo en mi condición de mujer es lo vilipendioso que se nos trata.

    @ariasmoro

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  2. Excelente blog, creo que resumen muy bien con "pupila insonme" el esfuerzo de los revolucionarios en tomar los espacios de internet en pro de la construcción de la revolución bolivariana, a costa de sus horas de sueño. Saludos

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