Por: Davgla Rodríguez
Publicado en la Revista América XXI
El libro fue editado por el Centro Internacional Miranda en el marco de su colección "Debates"
En este nuevo libro, el ex Ministro Víctor Álvarez nos presenta un análisis crítico del papel del Estado en la Revolución Bolivariana. Analiza las dificultades del Gobierno del Presidente Chávez para profundizar las grandes transformaciones revolucionarias mientras se mantenga ese andamiaje. Plantea que las transformaciones pendientes no dependen de seguir ganando elecciones, sino de la toma real del poder a partir de la construcción de un nuevo Estado comunal al servicio de los intereses del pueblo y de la Revolución.
Álvarez, quién también se desempeñó como director de PDVSA y presidente del Banco de Comercio Exterior, analiza la tendencia a la burocratización del Estado que deriva en el secuestro de la propiedad estatal y la entronización del burocratismo como una especie de burguesía funcional. Cuestiona la propiedad estatal absoluta como forma superior de la propiedad social y la considera como la base material del capitalismo de Estado que se implantó en los países del llamado socialismo real, en los cuales las élites burocráticas secuestraron la propiedad estatal y la administraron como una propiedad privada. Plantea la lucha contra el burocratismo como una forma de lucha de clases en los propios marcos de la construcción socialista y fundamenta la necesidad de impulsar nuevas formas de propiedad social que empoderen a los trabajadores directos sobre los medios de producción.
El investigador del CIM fundamenta la importancia de la participación activa y protagónica de los trabajadores y la comunidad organizada, con el fin de consolidar la alianza popular con miras a lograr un verdadero control del pueblo sobre los procesos productivos que resultan imprescindibles para asegurar su supervivencia y reproducción. Aborda el papel de la Comuna en la construcción del nuevo Estado comunal y expone las tensiones que aún prevalecen entre estas incipientes formas de organización con las gobernaciones, alcaldías, ministerios y otros entes públicos en los que todavía se represa buena parte el poder y se reproducen las desviaciones del burocratismo. Sobre esta base fundamenta la necesidad de construir un Nuevo Modelo Productivo a partir de la alianza entre Consejos de Fábrica y Consejos Comunales.
El autor nos explica por qué no es lo mismo estatizar que socializar y contrasta la idea de convertir en propiedad estatal lo que antes era propiedad privada frente a la alternativa de impulsar nuevas formas de propiedad social que aseguren que los trabajadores directos y la comunidad sean los verdaderos copropietarios sociales de esos medios de producción. Demuestra que la notable mejoría en los indicadores sociales ha sido gracias a la inversión social de la renta petrolera y concluye que una revolución política y social sin una revolución económica y cultural es una revolución insostenible en un contexto de prolongada caída de la renta petrolera.
Se trata de un libro dedicado a atizar el debate sobre los mejores caminos que nos pueden llevar a sustituir un régimen histórico basado en la explotación del trabajo ajeno y en el afán de maximizar el beneficio individual, por una nueva sociedad organizada en función de dirigir el esfuerzo productivo para satisfacer las creciente necesidades sociales y hacer posible el desarrollo humano integral.
Víctor Álvarez, investigador del Centro Internacional Miranda (CIM), quién recibió Mención Honorífica del Premio Internacional “Libertador” al Pensamiento Crítico y también el Premio Municipal “Gustavo Machado” al Pensamiento Político por su obra “Venezuela: ¿Hacia dónde va el Modelo Productivo?”, nos presenta ahora su nuevo libro: “Del Estado Burocrático al Estado Comunal”
El libro fue editado por el Centro Internacional Miranda en el marco de su colección "Debates"
En este nuevo libro, el ex Ministro Víctor Álvarez nos presenta un análisis crítico del papel del Estado en la Revolución Bolivariana. Analiza las dificultades del Gobierno del Presidente Chávez para profundizar las grandes transformaciones revolucionarias mientras se mantenga ese andamiaje. Plantea que las transformaciones pendientes no dependen de seguir ganando elecciones, sino de la toma real del poder a partir de la construcción de un nuevo Estado comunal al servicio de los intereses del pueblo y de la Revolución.
Álvarez, quién también se desempeñó como director de PDVSA y presidente del Banco de Comercio Exterior, analiza la tendencia a la burocratización del Estado que deriva en el secuestro de la propiedad estatal y la entronización del burocratismo como una especie de burguesía funcional. Cuestiona la propiedad estatal absoluta como forma superior de la propiedad social y la considera como la base material del capitalismo de Estado que se implantó en los países del llamado socialismo real, en los cuales las élites burocráticas secuestraron la propiedad estatal y la administraron como una propiedad privada. Plantea la lucha contra el burocratismo como una forma de lucha de clases en los propios marcos de la construcción socialista y fundamenta la necesidad de impulsar nuevas formas de propiedad social que empoderen a los trabajadores directos sobre los medios de producción.
El investigador del CIM fundamenta la importancia de la participación activa y protagónica de los trabajadores y la comunidad organizada, con el fin de consolidar la alianza popular con miras a lograr un verdadero control del pueblo sobre los procesos productivos que resultan imprescindibles para asegurar su supervivencia y reproducción. Aborda el papel de la Comuna en la construcción del nuevo Estado comunal y expone las tensiones que aún prevalecen entre estas incipientes formas de organización con las gobernaciones, alcaldías, ministerios y otros entes públicos en los que todavía se represa buena parte el poder y se reproducen las desviaciones del burocratismo. Sobre esta base fundamenta la necesidad de construir un Nuevo Modelo Productivo a partir de la alianza entre Consejos de Fábrica y Consejos Comunales.
El autor nos explica por qué no es lo mismo estatizar que socializar y contrasta la idea de convertir en propiedad estatal lo que antes era propiedad privada frente a la alternativa de impulsar nuevas formas de propiedad social que aseguren que los trabajadores directos y la comunidad sean los verdaderos copropietarios sociales de esos medios de producción. Demuestra que la notable mejoría en los indicadores sociales ha sido gracias a la inversión social de la renta petrolera y concluye que una revolución política y social sin una revolución económica y cultural es una revolución insostenible en un contexto de prolongada caída de la renta petrolera.
Se trata de un libro dedicado a atizar el debate sobre los mejores caminos que nos pueden llevar a sustituir un régimen histórico basado en la explotación del trabajo ajeno y en el afán de maximizar el beneficio individual, por una nueva sociedad organizada en función de dirigir el esfuerzo productivo para satisfacer las creciente necesidades sociales y hacer posible el desarrollo humano integral.
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