viernes, 4 de abril de 2014

SICAD II: ¿Devaluación o revaluación?


Víctor Álvarez R.

Una de las peores distorsiones en la economía venezolana la generó el violento ascenso del dólar paralelo, cuya cotización se impuso arbitrariamente como la base para calcular la mayoría de los precios, incluso de los productos importados a la tasa de cambio oficial. Con el argumento de reponer los inventarios al nuevo precio que surgiría de una supuesta devaluación que nunca llegó a concretarse, se generalizó una práctica a todas luces especulativa por quienes recibían el dólar barato de Cadivi, pero calculaban el PVP como si estuvieran comprando la divisa cara del mercado paralelo, amasando así escandalosas ganancias.

Como instrumento de política antiinflacionaria, el gobierno ha utilizado el anclaje cambiario para abaratar las importaciones. Esto dio resultado mientras hubo abundancia de dólares, pero hizo crisis a raíz de la merma de divisas derivada del estancamiento de la producción petrolera, de la estabilización de los precios del crudo y del menor pago en efectivo que se recibe debido al canje de petróleo por productos de otros países. Así, surgen los problemas de liquidez de divisas del BCV, quien no termina de sortear sus dificultades para fondear oportunamente, antes a Cadivi y ahora a Cencoex. Estos retrasos trasladaron la demanda insatisfecha al mercado paralelo, cuya cotización comenzó a subir y fue atizada, además, por factores interesados en desestabilizar y crear una crisis de gobernabilidad.

Tras el fallido propósito de pulverizar el paralelo, se activaron las subastas del Sicad I, las cuales no pudieron generar una oferta complementaria, toda vez que se mantuvo la penalización a la libre transacción de divisas. Es a partir de la reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios que se activa un nuevo mercado en el que se permite la libre compra-venta de divisas entre privados, cuya tasa de cambio se apreciará o depreciará según la oferta y la demanda del día. Si tomamos en cuenta que el paralelo llegó a superar los 90 Bs/$ y que la tasa de cambio implícita que surge de dividir la Liquidez Monetaria entre la Reservas Internaciones (LM/RI) supera los 60 Bs/$, notamos entonces que los resultados están a la vista: en el primer día del Sicad II, el mercado paralelo cayó 40 Bs. y el cambio en la subasta fue 51.86 Bs/$, con una tendencia que irá hacia la baja que al momento de escribir estas páginas ya iba por 49 Bs/$ y puede bajar aún más a medida que aumente la oferta de divisas derivada de la inversión extranjera, las exportaciones privadas, la repatriación de capitales y los turistas internacionales.

El impacto de esta medida también se refleja en Sicad I, cuya tasa casi llegó a 12 Bs/$ y ahora se aproxima a los 10 Bs/$. De mantenerse esta tendencia se estarían abatiendo las presiones inflacionarias y especulativas desatadas por el uso del paralelo como marcador en el cálculo de los precios. La oferta privada en Sicad II aliviará las presiones sobre Cencoex, que mantendrá el  6.30 Bs/$ para subsidiar importaciones por un monto de $ 31 millardos, mientras que los 11 millardos de Sicad I serían liquidados a una tasa cada vez menor. El desplome del paralelo, la estabilidad del 6.30 y la tendencia decreciente en Sicad I y Sicad II pueden inaugurar una tendencia a la revaluación y apreciación del bolívar con un impacto positivo en la desaceleración de la inflación, siempre y cuando se tomen las medidas complementarias para corregir el déficit fiscal y prohibir las millardarias emisiones de dinero sin respaldo que se hacen para financiarlo. @victoralvarezr

No hay comentarios:

Publicar un comentario