Víctor
Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizó una histórica visita
a Cuba para reconstruir las relaciones con la Isla, después de casi sesenta
años de Revolución. Esta vez, los cubanos no molestaron al
presidente de la potencia más poderosa del mundo con consignas de “Cuba si,
yanquis no”. Obama no fue tratado como el enemigo imperial que tradicionalmente
se ha encarnado en la figura del mandatario estadounidense. Con esta visita,
EE. UU. está dejando de ser para el régimen cubano el peligroso enemigo del Norte para convertirse de ahora en
adelante en un país vecino con el que se
puede coexistir.
¿El fin del bloqueo?
La política de apertura y distensión de Obama hacia Cuba tiene en EE.UU.
poderosos enemigos internos, particularmente en la fracción republicana en el
Congreso, quienes cuestionan lo que consideran una grave debilidad y entrega del
Presidente de los EE.UU. Es previsible que a raíz de su reciente visita a Cuba,
la oposición republicana se radicalizará con el fin de lograr notables compensaciones
a cambio del levantamiento formal del embargo a Cuba por el que Obama
públicamente se pronunció en su discurso en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
Recordemos que el
reinicio de las relaciones diplomáticas no significa el fin automático del
bloqueo contra Cuba -el cual es un mandato de las leyes Torricelli y
Helms-Burton, las cuales solo pueden ser derogadas por el Congreso. Para
allanar el levantamiento del embargo comercial, Obama quiere lograr el apoyo de
los republicanos que controlan la mayoría parlamentaria a cambio de sanciones
más severas contra Venezuela. Por eso ratifica y prolonga la vigencia del Decreto
que declara a Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria”; y en
adelante, Washington no desaprovechará ningún pretexto para aplicar las
sanciones que esta declaración permite. Sobre todo, si por esa vía logra el
apoyo parlamentario que necesita para derogar las leyes que soportan el bloqueo
económico a Cuba.
¿Por qué Cuba
moderniza su modelo económico?
A medida
que se desmonte el Bloqueo, el gobierno cubano no podrá justificar los errores
de las políticas internas. Por esta razón, Cuba acelera la modernización de su
modelo económico. El parlamento cubano aprobó un nuevo marco legal para la
inversión extranjera y los ministros del gobierno han desplegado una intensa
actividad por países de Europa y Asia para promover las nuevas oportunidades de
inversión. Esto también ha influido en el interés que tienen las
transnacionales estadounidenses de no terminar desplazadas por las inversiones
europeas o asiáticas. De allí su interés de normalizar las relaciones
diplomáticas y propiciar un mayor flujo de inversiones para aprovechar las
oportunidades que la isla ofrece en la extracción de níquel, energía,
infraestructura y turismo.
Con el
petróleo a un precio por debajo del estimado en el Presupuesto 2016, Venezuela parece
condenada a sufrir el agravamiento de los problemas de escasez que viene
arrastrando desde el año 2013. Para evitar un creciente malestar social que
desemboque en una nueva derrota en las elecciones de gobernadores previstas
para diciembre de 2016, el gobierno está emplazado a adecuar los acuerdos de
cooperación energética a las nuevas restricciones presupuestarias.
De
hecho, Cuba está recibiendo mucho menos de los 100 mil barriles diarios de
petróleo que hasta hace poco disfrutó y esto tendría un impacto semejante al
que sufrió la isla en 1991, cuando colapsó el bloque socialista y dejó de
recibir el 100% del petróleo que le enviaba la URSS. Sin energía el descalabro
de la economía cubana fue inevitable y engendró una severa crisis social que se
expresó en el éxodo de miles de cubanos en pequeñas balsas artesanales que con
frecuencia naufragaban en las aguas del Mar Caribe.
Una
crisis semejante es la que ahora el gobierno de Raúl Castro quiere evitar. Con
la revisión de los convenios de cooperación energética Cuba está recibiendo un
menor volumen de petróleo y esto se ha reflejado en una reducción de los médicos
y técnicos cubanos.
La gira de Obama
y la integración latinoamericana
A EE.UU. le
ha preocupado sobremanera la influencia y liderazgo que Venezuela ha ejercido
en la integración latinoamericana. Ahora que los precios del petróleo se han
desplomado, Washington saca cuentas y tiene la certeza de que Venezuela no
podrá mantener al mismo nivel los convenios de cooperación energética y poco a
poco irá recortando el suministro y adecuando las condiciones de pago a las
actuales restricciones presupuestarias. Así, el gobierno de los
EE.UU. se propone aprovechar la debacle de los precios del petróleo para neutralizar
la "petro-diplomacia bolivariana" y su gran influencia en los países
que forman parte de PetroCaribe, el Alba, Unasur y la Celac.
Aparte
de lo enviado a Cuba, Venezuela llegó a entregar más de 100.000 barriles
diarios a los países de Petrocaribe. De esa factura, 40 % se paga en bienes y servicios
y el 60% se financia a 15-20 años a 2% de interés. Esa política de cooperación
tan generosa fue imperceptible para la población venezolana mientras los precios
del petróleo se mantuvieron altos. Pero ahora que los precios del petróleo han
colapsado y el ingreso petrolero se ha reducido a un 25 %, el país ya no puede
soportar el sacrificio que representa recibir como parte de pago mercancías que
se pueden producir internamente y posponer a 20 años el cobro de las divisas
que necesita para cubrir el componente importado, pagar la deuda externa y las
indemnizaciones pendientes por las expropiaciones realizadas.
EE.UU. ofreció el año pasado a los países de Centroamérica y Caricom
compensar las dificultades de PetroCaribe con un programa de cooperación
energética, lo cual repercute en la influencia del Gobierno venezolano. Y como
sabemos, sin importar las consecuencias que pueda tener sobre la unidad interna
de Petrocaribe, Guyana
autorizó la exploración de un bloque marítimo cuya zona superior está en aguas
territoriales venezolanas. Y la ambivalente y
acomodaticia posición de Caricom revela cual será la posición final de este
bloque en la tensa relación de Venezuela con Guyana. @victoralvarezr
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