sábado, 30 de abril de 2016

A favor del diálogo y la paz

Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias

Los diputados de la MUD y el GPP aprobaron por unanimidad un acuerdo inspirado en el exhorto del Papa Francisco a favor del diálogo y la paz en Venezuela. En el acuerdo no se pide la mediación de ninguna autoridad sino que llama al encuentro y diálogo político. Se reconoce la importancia de la colaboración y el trabajo mancomunado para resolver los problemas del país y se renueva el compromiso de las partes para dirimir las diferencias con base en la Constitución. En el acuerdo se plantea trabajar de buena fe y por el bien común, para impulsar la cultura del encuentro que propicie las condiciones para un diálogo fecundo que evite nuevos conflictos entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Venezuela está cansada de una diatriba política que la ha puesto al borde de una crisis de gobernabilidad. El venezolano de a pie clama por un gran acuerdo nacional que permita superar los graves problemas de  escasez, acaparamiento y especulación que lo azotan desde hace tres años. Conseguir las cosas más elementales de la vida cotidiana se ha convertido en una proeza de supervivencia, en una hazaña cotidiana  y la gente no quiere resignarse a semejante calamidad. Ninguna persona es realmente libre si no tiene la existencia material garantizada. La pobreza está asociada a la imposibilidad de tener acceso a los bienes básicos y esenciales para la sobrevivencia humana.

El malestar de la gente habló duro en las parlamentarias del 6-D y se pronunció por el diálogo y la paz. Por eso, la Oposición tiene que evitar que la euforia de los triunfalistas embarque al país en el desgaste de un referendo revocatorio que daría al traste con la urgencia de reactivar la economía, toda vez que el oficialismo, en su afán de mantenerse en el poder, pospondría una vez más la adopción de las urgentes medidas económicas que se requieren.

Aun cuando la Oposición logre revocar el mandato de Maduro, tal sería el deterioro que provocaría la prolongada inacción que inevitablemente recibiría un país sumido en una grave crisis de gobernabilidad y así tampoco podría gobernar en un clima de paz social. Por su parte, el Gobierno tiene que evitar el tiro de gracia que significaría enfrentar un referendo revocatorio y retomar el diálogo fecundo para construir con la Oposición unos acuerdos básicos de interés nacional que permitan reactivar la economía, conjurar la crisis eléctrica y enfrentar con éxito la criminalidad.

Una postura sensata de ambas partes llevaría a retomar el diálogo político para acordar un Gobierno de Complementación y Unidad, con un programa básico que detenga el deterioro. Sin lugar a dudas, una agenda de interés nacional conviene al Gobierno, pero también a la Oposición, si es que de verdad quieren alentar sus esperanzas de gobernar y legislar con una economía sana y en un clima de paz social.

De allí la conveniencia para ambos de crear los consensos necesarios para impulsar un Programa Básico de Estabilidad Económica y una Agenda Legislativa Mínima para la Reactivación Productiva, en el marco de un Gobierno de Unidad Nacional que haga posible la complementación de esfuerzos entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Solo así será posible crear un nuevo marco legal e institucional mucho más propicio a la inversión productiva que permita reactivar la producción en función de erradicar los problemas de escasez, acaparamiento, especulación e inflación que acrecientan el inflamable malestar social que está a punto de estallar a lo largo y ancho del territorio nacional.  @victoralvarezr

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