Víctor Álvarez R.
Hay
una creciente incertidumbre en torno a la tarjeta de la MUD y la continuidad de
la candidatura de Edmundo González Urrutia (EGU). Atiza esta inseguridad la narrativa de
funcionarios del oficialismo que insinúan la posibilidad de sacar de la carrera
presidencial al candidato de la MUD. Ante la negativa de EGU de firmar el Acuerdo de Reconocimiento de Resultados,
el presidente del Consejo Electoral (CNE) declaró: “Si no quieren participar de todas maneras habrá elecciones". Y
en una entrevista reciente, Aimé Nogal, rectora principal de CNE, recordó que “el Tribunal Supremo de Justicia tiene una
decisión pendiente sobre la tarjeta la Mesa de la Unidad Democrática”.
Anular la tarjeta de la MUD dejaría a los electores confundidos o sin la opción
de votar por su opción preferida.
María Corina Machado (MCM) ha amenazado a Maduro con
perseguirlo, enjuiciarlo y condenarlo a la cárcel. La incertidumbre se mantiene
porque EGU lidera las encuestas gracias a que MCM le está buscando los votos y
es a ella a quien le deberá el triunfo. Si bien MCM ha moderado su amenazante
posición, ni ella, ni EGU, ni la Plataforma Unitaria terminan de ofrecer garantías
de no persecución y de supervivencia al chavismo-madurismo después de las
elecciones. Por lo tanto, la candidatura de EGU es considerada como un peligro
por el oficialismo.
Adicionalmente, mientras se mantengan las recompensas y
sanciones personales de EEUU contra Maduro y sus colaboradores, el gobierno no
dejará correr en la carrera presidencial a quienes cree que pueden entregarlo y
convertirse en su verdugo. Maduro no quiere verse sufriendo la persecución y
encarcelamiento a los que fueron sometidos Rafael Correa y Lula Da Silva. Los
dirigentes medios del PSUV tampoco quieren correr la suerte de los miembros de
las FARC que se incorporaron a la vida política -luego de firmar los Acuerdos
de Paz-, pero terminaron perseguidos y asesinados.
En esas circunstancias, el PSUV tendrá muchas dudas para
dejar llegar hasta el final de las presidenciales a la amenaza que está detrás
del candidato formal de la Plataforma Unitaria, detrás del cual estará el
verdadero poder. Ante ese riesgo, el oficialismo podría recurrir a maniobras de
última hora para anular la tarjeta de la MUD y truncar la victoria del
candidato opositor.
Solo si se respetan los
derechos políticos de los perdedores será posible una solución electoral y
pacífica del conflicto venezolano. Las garantías de no persecución para Maduro
y el chavismo es la clave para evitar que el TSJ anule la tarjeta de la MUD y
se puedan celebrar unos comicios que permitan la alternancia en el poder por la vía electoral y
pacífica.
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