Entrevistado por: Alexander González
Diario de Los Andes
1)
¿Para usted qué significa haber sido galardonado
con el Premio Nacional de Ciencia, Mención Ciencias Sociales?
Es
un gran compromiso con la defensa de la verdad que se origina de la
investigación científica, una responsabilidad con la generación y
divulgación de un nuevo conocimiento revolucionario y transformador. Uno se
siente de verdad muy honrado, y tiene la certeza de que valieron la pena tantas
noches en vela, sin poder dormir, desarrollando una idea, un concepto, una
teoría.
2)
¿Qué compromisos adquiere usted al
haber sido reconocido el trabajo de sus investigaciones con el Premio Nacional
de Ciencia?
Estoy
consciente que en adelante nuestros trabajos serán más leídos y consultados, y
eso nos obliga a ser más rigurosos y exhaustivos. Uno siente sobre todo el
compromiso de seguir siendo consecuente con un trabajo de investigación que
tenga pertinencia con los grandes problemas que el país tiene planteados. En lo
más hondo de nuestro compromiso social, tiene que ver con la necesidad de
contribuir a generar, transferir, difundir y utilizar conocimientos científicos
que sirvan de sustento para el diseño y ejecución de políticas y estrategias viables,
relevantes y oportunas, que ayuden a superar los problemas que agobian a nuestro
pueblo. El premio nos emplaza a afianzar nuestro compromiso militante con la
causa de una sociedad justa, libre de pobreza y exclusión.
3)
De acuerdo a sus investigaciones ¿qué
aspectos elementales se pueden contrastar teóricamente entre los fundamentos
marxistas y las teorías clásicas y neoclásicas del mercado con la
actualidad venezolana (en el ámbito económico y sus actores)?
El capitalismo
rentístico tiene su fundamento en la valorización de la naturaleza por el
mercado mundial, y esto no lo estudiaron ni Marx ni los neoliberales. Estos
últimos, desconocen el derecho que tienen los Estados soberanos de cobrar una
regalía o renta por la liquidación de un recurso natural no renovable. En el
caso del petróleo, el Estado –al ser el propietario de las riquezas del
subsuelo-, recibe una renta cuyo contenido económico es la captación de un
plusvalor internacional, el cual distribuye luego en favor de los factores
económicos y sociales internos, y esto genera una serie de particularidades que
es necesario estudiar y comprender, libre de dogmas que no dejan pensar con libertad.
Estas particularidades de
la economía venezolana no se pueden explicar ni comprender a la luz de los
dogmas marxistas o neoliberales. En el genoma económico venezolano subyacen una
serie de patologías que no fueron estudiadas por ninguna de esas corrientes. De
allí la necesidad de analizar, libre de dogmas, los cromosomas y genes de la economía rentística
venezolana, con el fin de evitar la explosión de las patologías de las cuales
es portadora. Solo así se estará en condiciones de elaborar una adecuada teoría
que permita mantener bajo control su comportamiento tan particular.
4)
¿Cuáles son
esas alteraciones en una economía rentística?
La primera
alteración en el ADN de una economía rentista la encontramos en un ingreso en
divisas que no es fruto del esfuerzo productivo. Este súbito ingreso confiere
una capacidad de compra superior a la que pudiera resultar de la distribución
del ingreso propiamente generado por el trabajo de los factores productivos
internos. La inyección de la renta internacional a la circulación nacional
origina una demanda que no puede ser abastecida por el precario aparato
productivo local. Y entre producir e importar, se suelen apelar al expediente
fácil de comprarle al resto del mundo lo que con esfuerzo y constancia debería
comenzar a producirse nacionalmente.
En la secuencia
del ADN del rentismo aparece de inmediato otra alteración: debido a la presión
inflacionaria que ejerce el desequilibrio entre la pujante demanda y la rigidez
de la oferta, se recurre al anclaje cambiario como instrumento de política
antiinflacionaria. Al congelar el precio oficial de la divisa se abaratan las
importaciones que se hacen con ese dólar subsidiado, pero esto termina siendo
“pan para hoy y hambre para mañana” debido a que el dólar barato estimula toda
clase de importaciones que frenan y desplazan la producción nacional. La
situación hace crisis cuando se retrasa la liquidación oportuna de divisas y se
activa de inmediato un mercado paralelo hacia el cual se desplaza la demanda
insatisfecha.
5)
¿Cuáles son sus principales críticas a
la teoría marxista?
Más
que críticas a la teoría marxista, mi debate es con los exégetas y predicadores
que han convertido al marxismo en una especie de religión, convirtiéndolo en un
pensamiento petrificado, en lugar de contribuir a su desarrollo. La crisis
actual no es solo de la economía capitalista, sino de un modo de vida, de una
civilización que se construyó sobre la base de explotar al ser humano, depredar
la naturaleza y transgredir valores éticos esenciales.
6)
¿Cuál cree usted que han sido sus
aportes para el fundamento o basamento teórico de lo que el Gobierno central
denomina como “Socialismo del Siglo XXI, en áreas asociadas como al nuevo
modelo productivo, al Estado Comunal y aspectos vitales de la coyuntura
económica?
Recientemente
terminé mi último libro: “Lo que no debe
heredar del siglo XX el socialismo del siglo XXI”. Es un aporte para el
debate de lo que no se debe repetir en la construcción del socialismo
bolivariano. Analizo las principales lecciones que nos dejó el intento fallido
por construir el socialismo en el siglo XX. Hago una fundamentada crítica al
absolutismo estatal en la economía que criminaliza y prohibe el emprendimiento
individual y la iniciativa privada, lo cual lleva a la funcionarización de los
trabajadores. Cuestiono el burocratismo como ese pernicioso fenómeno que
permite que poderosas élites privilegiadas secuestren la propiedad social y la
administren como si de una propiedad privada se tratara. Fundamento la
inviabilidad de un sistema político basado en un solo partido y en el
centralismo que conculca la libertad de organización política y la
democratización en la toma de decisiones. Esta obra es un llamado a no reeditar
los graves errores del culto a la personalidad, el control y censura de los
medios de comunicación, la criminalización de la crítica honesta y
comprometida, la intolerancia por razones ideológicas, religiosas o de
orientación sexual que socavaron la base
de apoyo social y terminaron hundiendo el llamado socialismo del siglo XX; el
cual, debido a todos esos errores, se quedó bien lejos de ese ideal humanista.
7)
¿Es viable el modelo del “Socialismo
del Siglo XXI?
Es
un modelo absolutamente viable si se construye a partir de una sincera y
profunda crítica de lo que fueron las desviaciones, errores y mecanismos de
dominación que dieron al traste con el socialismo en el siglo XX. Mientras los
terribles flagelos del desempleo, pobreza, desigualdad y exclusión social
azoten a la humanidad, los ideales que nos animan a luchar por una nueva
sociedad en la que predominen los valores de la solidaridad, cooperación,
complementariedad, reciprocidad, equidad y sustentabilidad se mantendrán
vigentes. Precisamente, esos son los valores que persigue el socialismo del
siglo XXI y son totalmente viables porque interpretan el sentir de la mayoría,
representan el clamor de los hombres y mujeres de bien.
8)
No quisiera perder la oportunidad para
conocer sus criterios en relación a la “ofensiva económica en contra de la
guerra económica del país” emprendida por el Ejecutivo Nacional. ¿A quién
beneficia? ¿A quién perjudica? ¿En realidad existe una “guerra económica”? si es
así, ¿cuáles medidas debería tomar el Gobierno? Las acciones ejecutadas por el
Presidente Maduro ¿son las más acertadas? ¿Por qué?
Si
alguien tenía alguna duda sobre la guerra económica desatada por los factores
de poder que intentan desestabilizar la Revolución Bolivariana, la reciente ola
especulativa debe haberlas despejado. De qué otra forma se puede explicar que
el gobierno otorgue dólares a una tasa preferencial de 6.30 para subsidiar las
importaciones y ofrecer productos a precios solidarios, pero luego quienes reciben
la divisa barata de Cadivi hagan trampa, fijando el precio de venta como si
hubiesen comprado el dólar al precio caro del mercado paralelo.
En la
aberración del dólar paralelo, los especuladores cambiarios encuentran el caldo
de cultivo perfecto para amasar grandes ganancias, al disparar el tipo de
cambio muy por encima de la tasa oficial. Este enorme diferencial es causa de
una de las más perniciosas patologías inherentes a la lógica parasitaria e
inmoral del capitalismo rentístico, la cual se expresa en los ilícitos
cambiarios y fraudes que se cometen en contra del interés nacional. La
sobrefacturación de importaciones, la subfacturación de exportaciones, las
importaciones ficticias por empresas de maletín, el acaparamiento y la
especulación son la expresión concreta de la guerra económica con la que se
pretende desestabilizar el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Estas arremetidas no solo expresan la voraz lógica del
capitalismo rentístico -que se empeña en amasar ganancias exorbitantes en el
menor tiempo posible-, también constituyen un nuevo ataque de los enemigos de
la Revolución Bolivariana en su empeño por generar un creciente malestar que se
traduzca en un voto castigo contra los candidatos del chavismo en la elecciones
municipales del 8-D. Por eso, las medidas aplicadas por el Ejecutivo Nacional
han sido bien recibidas por las amplias mayorías que viven de un sueldo fijo,
el cual se les estaba volviendo sal y agua con semejante especulación. Las
medidas tomadas por el presidente Maduro significan un estremecimiento que saca
de la inoperancia e inacción a muchas instituciones públicas burocratizadas, que
desde hace rato estaban obligadas a ejercer un riguroso control y fiscalización
para que este asalto no ocurriera y, sin embargo, no estaba haciendo nada. Con
estas medidas el pueblo humilde y la clase media recupera la confianza en el
gobierno bolivariano y las instituciones del Estado venezolano.
Otros galardones de Víctor Álvarez
·
Mención Honorífica del Premio Internacional “Libertador”
al Pensamiento Crítico y Premio Municipal “Gustavo Machado” al Pensamiento
Político, 2010, por su libro “Venezuela:
¿Hacia dónde va el modelo productivo?”
·
“Botón de Honor” de la Ciudad de Valencia, 2011, por la
serie “Cuadernos de Educación Comunal”.
·
Orden “Arturo Michelena”, 2012, por su obra “Del Estado Burocrático al Estado Comunal”,
·
Mención Honorífica del Premio Internacional “Libertador”
al Pensamiento Crítico, 2012 por su libro “Claves
para la Industrialización Socialista”.
·
Premio Nacional de Ciencia, Mención Ciencias Sociales y
Humanas, 2013
Si el SXXI es viable en tanto se aleje del SXX, entonces no es el socialismo que hasta ahora ha conocido la historia. Quiere decir, que esta gente tendrá que inventar otro "socialismo"; pero un socialismo no reñido con la actividad privada, y con criterios de productividad, eficiencia y rentabilidad, valores muy capitalistas para ser internalizados por "la revolución"; parametros que obligarían a gerenciar al país sin exclusiones políticas, sin clientelismo, nepotismo, y alta transparencia en el manejo de la cosa pública. Es decir, algo radicalmente opuesto a lo quer en estos años han hecho. Entonces, ¿Estará dispuesto el SXXI a alejarse de Cuba? ¿O pretenderá asemejarse más a Zimbawue?
ResponderEliminarCon todo respeto, encuentro una contradicción en lo que dice este respetable venezolano. ¿cómo es que si dice que "La situación hace crisis cuando se retrasa la liquidación oportuna de divisas y se activa de inmediato un mercado paralelo hacia el cual se desplaza la demanda insatisfecha.", lo cual da por hecho la recurrencia de los sectores importadores al dolar paralelo para satisfacer su demanda no abastecida por el sistema de admiistracion oficial de divisas; entonces ¿cómo es que hay una guerra económica por parte de los importadores si ha sido el gobierno el que ha obstaculizado el acceso a las divisas para que fluya el aparato importador? ¿no es el mismo gobierno el que ha provocado la guerra económica?. Igualmente, si dice que los que han obtenido las divisas preferenciales y vendido a precio de dolar paralelo ¿cómo es que existe un contrabando que afecta la oferta de alimentos en los anaqueles nacionales? y peor aún ¿cómo es que logra llegar a la frontera con Colombia desde las fábricas -que no están todas en Táchira- y con control de despacho por parte del SADA o desde los puertos con control del SENIAT? ¿no se está ocasionando el gobierno la guerra económica? y si reconoce la corrupción en sus funcionarios e instituciones ¿cómo es que el flagelo continúa? Por favor, me encantaría que en alguna oportunidad escribiera para aclararnos esas dudas.
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