Entrevistado por Alexander González
Diario de Los Andes
Según el economista
y ex ministro de Industrias Básicas y Minería, Trujillo sigue siendo un estado
de “potencialidades dormidas, de potencialidades que no han sido debidamente
aprovechadas”. Álvarez expresó que el gobierno central, el estadal y los
locales “no han tenido éxito” en impulsar una estrategia de desarrollo que
permita “despertar al estado Trujillo”; aseguró que lo que hace falta es un
diseño de una táctica de desarrollo “más robusta”, que pase por la necesaria
coordinación entre los distintos niveles de gobierno para complementar las
capacidades
Para el ex ministro de Industrias
Básicas y Minería y ex presidente de la Corporación Venezolana de Guayana,
Víctor Álvarez, la principal revisión que tiene que hacer en materia económica
el Gobierno de Nicolás Maduro, debe estar direccionada hacia la política cambiaria.
“Ya es hora de sincerar el precio de
las divisas, porque ese subsidio al dólar se traduce a un subsidio a las
importaciones que desplazan y hunden la producción agrícola y la producción
industrial nacional”, sostuvo.
Aseguró que el exceso de importaciones
“lapidan” la producción manufacturera y agrícola nacional, como también
favorecen diversas clases de ilícitos cambiarios, “de fraudes que han sido
reconocidos por el propio Ministro Giordani”.
Anclaje cambiario
El ex ministro explicó que es “totalmente
contraproducente” y contrario para el desarrollo productivo y para el logro de
la soberanía productiva del país, “mantener un anclaje cambiario” que a su
juicio se traduce en un “escandaloso” subsidio a la tasa oficial del dólar, que
se vende a Bs. 6,30 mientras que en el mercado paralelo el precio de la divisa
“es cuatro y cinco veces más (…) Existe una brecha ‘brutal’ entre el dólar
oficial y el paralelo”, señaló.
Señales de
agotamiento
El ex ministro Álvarez subrayó que
“hay demasiadas señales de agotamiento del anclaje cambiario”, como instrumento
de política inflacionaria, argumentó que “lo más probable” es que este año la
inflación supere la cifra de 50%, que deja muy atrás la meta planteada por el
Gobierno Nacional, de cerrar el año con un índice inflacionario de 14 a 16 por
ciento.
Sugirió flexibilizar la política
cambiaria que no significaría eliminar el control cambiario (medida que de ser
tomada la califica como “absurda e inviable”) para alcanzar un sistema de
bandas, donde la cotización del dólar tenga un mínimo y un máximo. “El Sicad
permitiría establecer esas bandas, porque las subastas que se convocan para la
agricultura y la industria allí el cupo de divisas se asignaría a las ofertas
que se hagan más cercanas a la tasa de cambio oficial”, sostuvo.
Álvarez acotó que las subastas para
el sector productivo permitirían definir el piso de esas bandas y la banda
superior se definiría en las subastas para el sector importador. “Si se quiere
desestimular las importaciones para poder sustituirla por producción nacional,
entonces hay que fijar un precio del dólar más caro, que no aliente la
tendencia a importar”, afirmó.
Deudas con el BCV
Desde la perspectiva de Álvarez, es
necesario revisar y corregir otras medidas económicas, como lo es el
endeudamiento de Pdvsa y otras empresas del Estado con el Banco Central de
Venezuela. El economista declaró que la principal empresa del país y otros
entes públicos lo que le entregan al BCV “es como un bono, un pagaré, como una
letra de cambio”, donde recibe millardos de bolívares que luego son inyectados
a la economía nacional, “pero sin respaldo en la producción de bienes ni de
servicios, situación que recrudece la inflación”.
“Si queremos mantener a raya las
presiones inflacionarias, entonces no se puede seguir prolongando esa práctica
de pretender financiar el déficit fiscal o el déficit de las empresas del
Estado con endeudamientos con el BCV”, enfatizó.
Economía comunal
Álvarez resalta que el subsidio a la
gasolina es una medida que no favorece a los más humildes, “en realidad, sólo
beneficia a los que más tienen” criticó. En su blog ‘Pupila Insomne’, explica
la propuesta para convocar a un referéndum consultivo que permita establecer
nuevos precios para el combustible y los fines de sus excedentes:
“Anualmente se destinan $ 7.500
millones para subsidiar la gasolina. Propongo, entonces que, con el aumento, un
porcentaje de este monto se destine a crear y fundar un nuevo Banco de
Inversión Comunal y una nueva Sociedad Comunal de Garantías Recíprocas, cuyas
agencias funcionarían en cada estación de servicio y pasarían a ser dos
poderosos instrumentos para impulsar el Sistema Económico Comunal, dedicado a
la producción de bienes y servicios imprescindibles para satisfacer las
necesidades básicas y esenciales de la comunidad. El primer programa
emblemático sería el financiamiento de un sistema comunal de transporte
público, para ampliar y modernizar las unidades que utilizan las personas que
no tienen vehículo, y que para nada se benefician del subsidio a la gasolina”.
Transformar
subsidios
El ex ministro reflexionó que para
superar la cultura rentista, “que celebra la eliminación de los peajes, el
subsidio a la gasolina, al gas, a la electricidad, al agua” y que desde su
criterio siempre aguarda para que todo lo pague el petróleo, entonces se debe
evolucionar hacia una nueva “cultura tributaria”, con el fin de establecer
conciencia ante la necesidad de transformar esos subsidios indirectos en
impuestos.
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