viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Qué hacer con la gasolina?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias 2013

El presidente Nicolás Maduro recibió del Primer Congreso de la Clase Obrera la propuesta de sincerar el precio de la gasolina para invertir las ganancias en proyectos sociales. Aclaró que se trata de un tema sensible que está evaluando y reiteró que no hay apuro para tomar una decisión sobre el aumento.

Mientras en los países desarrollados la gasolina cuesta al menos 2 $/litro, en países con gobiernos de izquierda cuesta 1 $/litro. Sin embargo, en Venezuela llenar un tanque de 60 litros x 0.097 Bs/litro cuesta apenas Bs 5.82, menos de un dólar a la tasa Cencoex. Cada vez que se llena un tanque se recibe un subsidio de al menos $ 60. Si lo multiplicamos por 52 semanas, por cada vehículo una familia recibe un subsidio anual de $ 3.120, mientras que las que no tienen carro no reciben nada. Si multiplicamos $ 3.120 por 4 millones de vehículos que circulan en el país, el Estado deja de percibir anualmente $ 12 mil 480 millones, que bien pudiera invertir en proyectos de interés social. Si consideramos que el contrabando de extracción asciende a 100 mil barriles al día, por 80 $/barril, por 365 días, esto representa una pérdida adicional de $ 3 mil millones.

Más de $ 15 millardos al año es una cifra más que suficiente para impulsar el sistema económico comunal, a través de nuevas formas de propiedad social que empoderen a los trabajadores directos y a la comunidad organizada. Un proyecto emblemático debería ser la creación de empresas comunales de transporte colectivo para ampliar y modernizar la flota de autobuses urbanos e interurbanos en todos y cada uno de los 335 municipios del país, otorgando un año de gracia (pasaje gratis) para desmontar así el mito del aumento de la gasolina como detonante de un estallido popular. 

Estatizar no es socializar. En el Congreso de la Clase Obrera, el Presidente Maduro también anunció la creación de un sistema presidencial de empresas ocupadas, recuperadas o nacionalizadas. La mayoría de esas empresas se ha convertido en una carga para el Estado, al quedar secuestradas por el burocratismo, el pseudosindicalismo y poderosas mafias que las han saqueado y quebrado, al extremo de que solo pueden pagar las nóminas si el Presidente de la República les aprueba créditos adicionales. En lugar de seguir inyectando fondos a empresas que no tienen dolientes, un porcentaje de las ganancias de la gasolina se puede destinar a otorgar préstamos a los Consejos de Trabajadores y Comunas para que compren una participación accionaria en esas empresas a través de la Bolsa Pública Bicentenaria. Por esta vía, trabajadores y comunidad pasarían a ser los auténticos copropietarios sociales y evitarán cualquier exceso que ponga en peligro la viabilidad económica y financiera de sus empresas.

Debe quedar claro que el porcentaje de ganancias que correspondan a la participación accionaria del sector laboral o comunal no serán repartidos como dividendos individuales, sino que serán destinados a devolver el préstamo recibido y financiar proyectos de interés común, bien sea para la ampliación y modernización de la planta, la inversión en proyectos que contribuyan a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, y el financiamiento de proyectos para el buen vivir de la comunidad. @victoralvarezr

1 comentario:

  1. Debes sentirte muy mal ya que nadie te esta escuchando, la unica voz que esta siendo escuchada es la de Borrego.

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