Víctor
Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias 2013
El presidente Nicolás Maduro
recibió del Primer Congreso de la Clase Obrera la propuesta de sincerar el
precio de la gasolina para invertir las ganancias en proyectos sociales. Aclaró
que se trata de un tema sensible que está evaluando y reiteró que no hay apuro
para tomar una decisión sobre el aumento.
Mientras en los países
desarrollados la gasolina cuesta al menos 2 $/litro, en países con gobiernos de
izquierda cuesta 1 $/litro. Sin embargo, en Venezuela llenar un tanque de 60
litros x 0.097 Bs/litro cuesta apenas Bs 5.82, menos de un dólar a la tasa
Cencoex. Cada vez que se llena un tanque se recibe un subsidio de al menos $
60. Si lo multiplicamos por 52 semanas, por cada vehículo una familia recibe un
subsidio anual de $ 3.120, mientras que las que no tienen carro no reciben
nada. Si multiplicamos $ 3.120 por 4 millones de vehículos que circulan en el país,
el Estado deja de percibir anualmente $ 12 mil 480 millones, que bien pudiera
invertir en proyectos de interés social. Si consideramos que el contrabando de
extracción asciende a 100 mil barriles al día, por 80 $/barril, por 365 días, esto
representa una pérdida adicional de $ 3 mil millones.
Más de $ 15 millardos al
año es una cifra más que suficiente para impulsar el sistema económico comunal,
a través de nuevas formas de propiedad social que empoderen a los trabajadores
directos y a la comunidad organizada. Un proyecto emblemático debería ser la
creación de empresas comunales de transporte colectivo para ampliar y
modernizar la flota de autobuses urbanos e interurbanos en todos y cada uno de
los 335 municipios del país, otorgando un año de gracia (pasaje gratis) para
desmontar así el mito del aumento de la gasolina como detonante de un estallido
popular.
Estatizar no es
socializar. En el Congreso de la Clase Obrera, el Presidente Maduro también anunció
la creación de un sistema presidencial de empresas ocupadas, recuperadas o
nacionalizadas. La mayoría de esas empresas se ha convertido en una carga para
el Estado, al quedar secuestradas por el burocratismo, el pseudosindicalismo y
poderosas mafias que las han saqueado y quebrado, al extremo de que solo pueden
pagar las nóminas si el Presidente de la República les aprueba créditos
adicionales. En lugar de seguir inyectando fondos a empresas que no tienen
dolientes, un porcentaje de las ganancias de la gasolina se puede destinar a otorgar
préstamos a los Consejos de Trabajadores y Comunas para que compren una
participación accionaria en esas empresas a través de la Bolsa Pública
Bicentenaria. Por esta vía, trabajadores y comunidad pasarían a ser los
auténticos copropietarios sociales y evitarán cualquier exceso que ponga en
peligro la viabilidad económica y financiera de sus empresas.
Debe quedar claro que el
porcentaje de ganancias que correspondan a la participación accionaria del
sector laboral o comunal no serán repartidos como dividendos individuales, sino
que serán destinados a devolver el préstamo recibido y financiar proyectos de
interés común, bien sea para la ampliación y modernización de la planta, la
inversión en proyectos que contribuyan a mejorar las condiciones laborales de
los trabajadores, y el financiamiento de proyectos para el buen vivir de la comunidad.
@victoralvarezr
Debes sentirte muy mal ya que nadie te esta escuchando, la unica voz que esta siendo escuchada es la de Borrego.
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