Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr
El 15 de julio se
abrirán los sobres de la subasta de Citgo y se sabrá quien compró la refinería.
El activo más importante que tiene Venezuela en el exterior está en tiempo de
descuento. ¿Qué hacer? La
problemática de los migrantes es un asunto altamente sensible en EEUU y un tema
muy álgido en la campaña electoral. Para evitar que se remate Citgo, todos los
candidatos a la Presidencia de la República están emplazados a dirigirse al
gobierno de EEUU para que decrete una Orden Ejecutiva que proteja Citgo, a
cambio de destinar un porcentaje de sus ganancias a la creación de un Fondo para la Repatriación de Migrantes
Venezolanos en EEUU. En el marco de las negociaciones directas entre la
Casa Blanca y Miraflores, la OFAC puede
extender una licencia que impida actuar en contra de Citgo y prohibir el remate
de sus acciones a cambio de destinar las ganancias de Citgo a la creación de
este Fondo que financiaría los siguientes incentivos a los
migrantes venezolanos en EEUU que voluntariamente quieran regresar a
reconstruir su vida en Venezuela:
ü
Asignación de 500
$/mensual por familia para cubrir costo de canasta alimentaria por seis meses
ü
Créditos en condiciones
preferenciales de montos, plazos y garantías para la adquisición de taxis y
otros emprendimientos productivos.
ü
Préstamos hipotecarios
para la adquisición de vivienda y equipamiento del hogar.
ü
Becas para hijos de
migrantes en educación primaria, media y superior.
ü
Seguro de
hospitalización, cirugía y maternidad.
ü Exoneración de impuestos sobre la renta por tres años.
La
naturaleza y costo social del conflicto político venezolano es distinto al de
otros países que pagaron la violencia política y la confrontación armada con un
trágico saldo de centenares de miles de exiliados, perseguidos, encarcelados,
torturados, desaparecidos y muertos. En Venezuela, los migrantes que sufrieron
un acelerado deterioro de sus condiciones de vida por la contracción de la
economía, la confrontación política, la crisis de gobernabilidad y el impacto
de las sanciones económicas son el equivalente a los desplazados por la guerra
civil y el conflicto político en esos países.
La mayoría está en condiciones ilegales, y sufren la
discriminación y xenofobia.
Las familias, empresas e
instituciones venezolanas están extenuadas de una larga confrontación política y
su inevitable impacto económico y social. Según
datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),
más de siete millones de venezolanos se han desplazado del territorio nacional
debido a la crisis política, económica y social que ha azotado al país. Y,
según una encuesta de Delphos, un 25% está dispuesto a abandonar Venezuela si
no se resuelve el conflicto político ni mejora la situación económica y social.
Por lo tanto, la
manera como se desarrolle la campaña electoral y el reconocimiento de los
resultados electorales serán las claves para evitar el recrudecimiento del
conflicto político y desmontar los planes de migrar.
La solución del conflicto venezolano también es de interés para los
países receptores de esta incesante diáspora que ejercen una presión adicional
sobre sus economías y servicios de
asistencia social. No son indiferentes a lo que aquí pueda pasar y se interesan
en plantear soluciones que pongan fin a la diáspora y, más bien, estimulen el
retorno de los migrantes, muchos de los cuales estarían
dispuestos a regresar si encuentran incentivos para trabajar, reconstruir sus
condiciones de vida y sostener sus familias.
Independientemente de
quien resulte ganador, los candidatos a la Presidencia de la República están
llamados a crear un Fondo para la
Repatriación de Migrantes Venezolanos destinando para tal fin parte de los
$ 5 mil millones de los Derechos Especiales de Giro retenidos en el FMI y un
porcentaje de las ganancias de Citgo que superaron los $ 2.800 millones en 2022 y más de 2.000
millones en 2023. Pero Citgo está en peligro de ser rematada en EEUU y las opciones para salvar la compañía más
importante que Venezuela tiene en el exterior son cada vez más limitadas.
En EEUU no se puede embargar los activos de una
compañía para cobrar una deuda del dueño, toda vez que legalmente son dos
entidades distintas y separadas. Por lo tanto, ni las deudas por
nacionalizaciones ni los laudos contra la República deberían cobrarse con cargo
a Citgo porque son figuras jurídicas distintas. Citgo formalmente es propiedad
de Pdvsa y no de la República. Citgo nunca tuvo negocios con las compañías que presionan para que la
rematen para cobrar las indemnizaciones y deudas que la República no les ha
pagado. Los litigios de esas compañías son contra la República de Venezuela,
pero para poder pagarlas con el remate
de Citgo se apeló a la rebuscada figura del alter
ego que está contemplada en el marco legal estadounidense y permite al
afectado por el impago de una deuda, embargar otros activos propiedad del
deudor moroso. La Corte Suprema
de Estados Unidos negó la apelación sobre la decisión de la Corte de Delaware
que reconoció a Citgo como alter ego de Venezuela y autorizó a los
acreedores de la República a cobrar con cargo a Citgo los pagos por
indemnizaciones y otras deudas que nunca contrajo.
Todavía es posible salvar Citgo y destinar sus ganancias a
reparar los daños a las víctimas del conflicto político venezolano. Para que la paz que se
logre con el fin del conflicto político venezolano sea duradera, se requiere
erradicar las causas estructurales del desempleo, la pobreza y la exclusión que
abonan un clima de malestar y conflictividad social que obliga a migrar. El mejor incentivo
para retornar y quedarse en Venezuela será aquella solución a la crisis que
abra paso a un ambiente favorable a la inversión productiva, y a la generación de
más y mejores oportunidades de trabajo que finalmente se reflejen en un
creciente bienestar de los hogares venezolanos.
Se trata de lograr una paz integral sustentada en el fin de
la violencia política y en la superación de la crisis económica que genera la
pobreza y exclusión que forzó a millares de venezolanos a emigrar. Cualquiera
sea el candidato que gane las elecciones, necesitará Citgo para apuntalar la
recuperación de la industria petrolera y la reconstrucción de la economía
venezolana. A pesar de la indolencia y mezquindad de los actores políticos en
pugna que se responsabilizan mutuamente por la pérdida de Citgo, es hora de
actuar con voluntad política, sensibilidad y grandeza humanas. ¡Citgo no se
puede perder!
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