miércoles, 19 de junio de 2024

Fondo de Repatriación de Migrantes Venezolanos con ganancias de Citgo

 

Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr

El 15 de julio se abrirán los sobres de la subasta de Citgo y se sabrá quien compró la refinería. El activo más importante que tiene Venezuela en el exterior está en tiempo de descuento. ¿Qué hacer? La problemática de los migrantes es un asunto altamente sensible en EEUU y un tema muy álgido en la campaña electoral. Para evitar que se remate Citgo, todos los candidatos a la Presidencia de la República están emplazados a dirigirse al gobierno de EEUU para que decrete una Orden Ejecutiva que proteja Citgo, a cambio de destinar un porcentaje de sus ganancias a la creación de un Fondo para la Repatriación de Migrantes Venezolanos en EEUU. En el marco de las negociaciones directas entre la Casa Blanca y Miraflores, la OFAC puede extender una licencia que impida actuar en contra de Citgo y prohibir el remate de sus acciones a cambio de destinar las ganancias de Citgo a la creación de este Fondo que financiaría los siguientes incentivos a los migrantes venezolanos en EEUU que voluntariamente quieran regresar a reconstruir su vida en Venezuela:

ü  Asignación de 500 $/mensual por familia para cubrir costo de canasta alimentaria por seis meses

ü  Créditos en condiciones preferenciales de montos, plazos y garantías para la adquisición de taxis y otros emprendimientos productivos.

ü  Préstamos hipotecarios para la adquisición de vivienda y equipamiento del hogar.

ü  Becas para hijos de migrantes en educación primaria, media y superior.

ü  Seguro de hospitalización, cirugía y maternidad.

ü  Exoneración de impuestos sobre la renta por tres años.

La naturaleza y costo social del conflicto político venezolano es distinto al de otros países que pagaron la violencia política y la confrontación armada con un trágico saldo de centenares de miles de exiliados, perseguidos, encarcelados, torturados, desaparecidos y muertos. En Venezuela, los migrantes que sufrieron un acelerado deterioro de sus condiciones de vida por la contracción de la economía, la confrontación política, la crisis de gobernabilidad y el impacto de las sanciones económicas son el equivalente a los desplazados por la guerra civil y el conflicto político en esos países.  La mayoría está en condiciones ilegales, y sufren la discriminación y xenofobia.

Las familias, empresas e instituciones venezolanas están extenuadas de una larga confrontación política y su inevitable impacto económico y social. Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de siete millones de venezolanos se han desplazado del territorio nacional debido a la crisis política, económica y social que ha azotado al país. Y, según una encuesta de Delphos, un 25% está dispuesto a abandonar Venezuela si no se resuelve el conflicto político ni mejora la situación económica y social. Por lo tanto, la manera como se desarrolle la campaña electoral y el reconocimiento de los resultados electorales serán las claves para evitar el recrudecimiento del conflicto político y desmontar los planes de migrar.  

La solución del conflicto venezolano también es de interés para los países receptores de esta incesante diáspora que ejercen una presión adicional sobre  sus economías y servicios de asistencia social. No son indiferentes a lo que aquí pueda pasar y se interesan en plantear soluciones que pongan fin a la diáspora y, más bien, estimulen el retorno de los migrantes, muchos de los cuales estarían dispuestos a regresar si encuentran incentivos para trabajar, reconstruir sus condiciones de vida y sostener sus familias.

Independientemente de quien resulte ganador, los candidatos a la Presidencia de la República están llamados a crear un Fondo para la Repatriación de Migrantes Venezolanos destinando para tal fin parte de los $ 5 mil millones de los Derechos Especiales de Giro retenidos en el FMI y un porcentaje de las ganancias de Citgo que superaron los  $ 2.800 millones en 2022 y más de 2.000 millones en 2023. Pero Citgo está en peligro de ser rematada en EEUU y las opciones para salvar la compañía más importante que Venezuela tiene en el exterior son cada vez más limitadas.

En EEUU no se puede embargar los activos de una compañía para cobrar una deuda del dueño, toda vez que legalmente son dos entidades distintas y separadas. Por lo tanto, ni las deudas por nacionalizaciones ni los laudos contra la República deberían cobrarse con cargo a Citgo porque son figuras jurídicas distintas. Citgo formalmente es propiedad de Pdvsa y no de la República. Citgo nunca tuvo negocios con las compañías que presionan para que la rematen para cobrar las indemnizaciones y deudas que la República no les ha pagado. Los litigios de esas compañías son contra la República de Venezuela, pero  para poder pagarlas con el remate de Citgo se apeló a la rebuscada figura del alter ego que está contemplada en el marco legal estadounidense y permite al afectado por el impago de una deuda, embargar otros activos propiedad del deudor moroso. La Corte Suprema de Estados Unidos negó la apelación sobre la decisión de la Corte de Delaware que reconoció a Citgo como alter ego de Venezuela y autorizó a los acreedores de la República a cobrar con cargo a Citgo los pagos por indemnizaciones y otras deudas que nunca contrajo.

Todavía es posible salvar Citgo y destinar sus ganancias a reparar los daños a las víctimas del conflicto político venezolano. Para que la paz que se logre con el fin del conflicto político venezolano sea duradera, se requiere erradicar las causas estructurales del desempleo, la pobreza y la exclusión que abonan un clima de malestar y conflictividad social que obliga a migrar. El mejor incentivo para retornar y quedarse en Venezuela será aquella solución a la crisis que abra paso a un ambiente favorable a la inversión productiva, y a la generación de más y mejores oportunidades de trabajo que finalmente se reflejen en un creciente bienestar de los hogares venezolanos.

Se trata de lograr una paz integral sustentada en el fin de la violencia política y en la superación de la crisis económica que genera la pobreza y exclusión que forzó a millares de venezolanos a emigrar. Cualquiera sea el candidato que gane las elecciones, necesitará Citgo para apuntalar la recuperación de la industria petrolera y la reconstrucción de la economía venezolana. A pesar de la indolencia y mezquindad de los actores políticos en pugna que se responsabilizan mutuamente por la pérdida de Citgo, es hora de actuar con voluntad política, sensibilidad y grandeza humanas. ¡Citgo no se puede perder!

No hay comentarios:

Publicar un comentario