En la solución del conflicto político venezolano ninguno de los actores en pugna puede pretender la capitulación incondicional del otro, ni mucho menos el exterminio del contrario. Independientemente del sector político que gobierne a una Nación, la alternabilidad en el poder por la vía electoral y pacífica dependerá del balance neto entre los costos de permanecer en el gobierno y los costos de salida. Si para quien ejerce el gobierno la derrota electoral se convierte en una cadena de persecuciones, juicios y condenas, entonces no tendrá incentivos para entregar el poder. A fin de impedir que la campaña electoral se convierta en un torneo de insultos, ofensas y amenazas de persecuciones y afanes de venganza, es necesario promover un debate electoral constructivo y propositivo, que ayude a crear un ambiente de respeto, tolerancia, garantías de no persecución y reconocimiento de los resultados electorales.
El Pacto de Convivencia Pacífica entre los
candidatos a la Presidencia de la República es una propuesta ciudadana que
surge de una amplia consulta a importantes voces de la opinión pública nacional
que trabajan activamente por reconstruir la confianza en la institución del
voto, recuperar la ruta electoral, rechazar las vías violentas e
insurreccionales para tomar el poder, y alcanzar una solución electoral y
pacífica del largo conflicto político venezolano. El Pacto propone una serie de
acuerdos en tres etapas:
Etapa I. Acuerdos preelectorales: antes del 28 de julio
Etapa II. La gobernabilidad poselectoral: entre el 29 de
julio y el 10 de enero
Etapa III. Reencuentro y reconciliación nacional: después
del 10 de enero
La solución electoral y pacífica del conflicto
político venezolano necesita que los actores en pugna discutan y firmen un
acuerdo de reconocimiento de resultados con garantías de no persecución, y que
lo hagan antes de los comicios del 28 de Julio. Invitamos a los candidatos a la
Presidencia de la República a darle voz y visibilidad a esta iniciativa
ciudadana y hacer suya esta propuesta de un Pacto de Convivencia Pacífica con
garantías de no persecución política para todos.
PACTO
DE CONVIVENCIA PACÍFICA
ENTRE LOS CANDIDATOS A LA PRESIDENCIA
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Nosotros,
los abajo firmantes, candidatos a la Presidencia de la República Bolivariana de
Venezuela, actuando con apego a la Constitución y comprometidos con el pluralismo político, el fortalecimiento de una
democracia inclusiva y una cultura de
tolerancia y convivencia política;
Rechazando
cualquier forma de violencia política y agresión en contra de Venezuela,
su Estado y sus instituciones;
Partidarios del levantamiento de las
sanciones y comprometidos con la defensa de los activos de la República en el exterior y de los
intereses vitales de la Nación;
Defensores de los derechos
políticos y garantías electorales para todos;
Con la
voluntad y disposición de crear las condiciones y garantías adecuadas para
llevar a cabo los procesos electorales consagrados en la Constitución:
ACORDAMOS
UN PACTO DE CONVIVENCIA PACÍFICA
CON GARANTÍAS DE NO PERSECUCIÓN POLÍTICA
ETAPA I
ACUERDOS PREELECTORALES: ANTES DE LAS ELECCIONES DEL 28 DE JULIO
Primero. La solución electoral y pacífica del conflicto
venezolano exige erradicar del discurso político las amenazas de retaliaciones
y persecuciones, y apostar por el reencuentro y reconciliación nacional. En vez de
convertir la campaña electoral en un torneo de insultos, ofensas y
descalificaciones, nos comprometemos a desarrollar un debate electoral
propositivo y constructivo que evite la violencia política y preserve la paz de
la Nación. Un ambiente de reconocimiento, respeto, tolerancia y no violencia
política contribuirá a reconstruir la confianza en el voto y a vencer la apatía
electoral para que la soberanía nacional se exprese a través del voto, y
legitime con su participación masiva y mayoritaria el resultado de las elecciones
Presidenciales del 28 de julio.
Segundo. En la solución del
conflicto político venezolano ninguno de los actores en pugna puede pretender la capitulación incondicional del
otro, ni mucho menos el exterminio del contrario. El Acuerdo Parcial sobre la Promoción de Derechos Políticos y Garantías
Electorales firmado en Barbados es necesario para la oposición pero resultó
insuficiente para el gobierno. Si la derrota electoral se convierte en una cadena
de persecuciones, juicios y condenas, quien ejerce el poder no tendrá
incentivos para medirse en unas elecciones competitivas que puede perder.
Independientemente del sector político que gobierne a una Nación, la
alternabilidad en el poder por la vía electoral y pacífica dependerá del
balance neto entre los costos de permanecer en el gobierno y los costos de
salida.
Tercero. Las investigaciones y juicios en contra de dirigentes de la oposición en el exilio, las recompensas
internacionales y sanciones en contra de funcionarios del Estado venezolano,
así como las amenazas de extradición y de aplicación estricta y severa de la
justicia, han generado un clima psicológico muy tóxico
que ha plagado de temores a los actores en pugna. Independientemente de quien
resulte ganador, hay temor de quedar expuestos a una
espiral de retaliaciones, persecuciones, juicios y condenas, y esto puede dificultar
la solución pacífica del conflicto venezolano. Para reducir los costos de
salida de quienes eventualmente puedan perder el poder, solicitamos el cese de
las recompensas y sanciones internacionales en contra de autoridades y
funcionarios que contribuyan a la alternabilidad política por la vía electoral
y pacífica.
Cuarto. Atendiendo
a la vigencia del pensamiento de El Libertador, Simón
Bolívar, quien advirtió: “Nada es tan
peligroso como dejar permanecer a un mismo ciudadano en el poder porque el
pueblo se acostumbra a obedecer y el gobernante a mandar”; a fin
de facilitar la alternabilidad en el poder con garantías de no persecución, nos
comprometemos a impulsar una Reforma
Constitucional para:
* Eliminar la reelección indefinida
del presidente, gobernadores y alcaldes.
* Eliminar el referendo revocatorio
para todos los cargos públicos de elección popular.
* Recortar el mandato presidencial
a cuatro años, con una sola e inmediata reelección.
* Activar el mecanismo de segunda
vuelta o balotaje en la elección presidencial.
* Designar al expresidente de la
República como diputado vitalicio con inmunidad parlamentaria, al
Vicepresidente Ejecutivo y Vicepresidentes Sectoriales como diputados con
inmunidad parlamentaria por dos períodos constitucionales, y por un período a
los ministros del gobierno saliente, todos con voz pero sin voto.
Quinto. Los
candidatos nos comprometemos a
reconocer y respetar los resultados electorales que anuncie el Consejo Nacional
Electoral (CNE); a respetar la
institución de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y a no involucrarla
ni atacarla en el desarrollo de la campaña electoral, ni en el debate político nacional. Al mismo tiempo, hacemos
un respetuoso llamado a la FANB a ratificar su
naturaleza no deliberante, subordinada al poder civil, así como su compromiso a
respetar y hacer respetar la Constitución, las leyes de la República y el
resultado de las elecciones como expresión de la soberanía nacional ejercida a
través del voto.
Etapa II
GOBERNABILIDAD
POSELECTORAL: ENTRE EL 29 DE JULIO Y EL 10 DE ENERO
Sexto. Independientemente de quien resulte ganador, la
gobernabilidad poselectoral hay que comenzar a construirla antes de la
juramentación del Presidente que resulte electo en los comicios del 28-J. En caso de un cambio en el mando político, entre la fecha de
las elecciones y la toma de posesión nos comprometemos a conformar un Gobierno de Enlace con la incorporación del ganador al Consejo de Ministros
y en los gabinetes sectoriales del gobierno saliente; y en caso de una
reelección, con la incorporación y apoyo al gobierno durante el primer año del
nuevo período presidencial.
Séptimo. Los cambios
políticos por sí mismos no garantizan que la situación económica y social
mejore. Para corregir los graves desequilibrios que generan inflación, contraen
la producción e impiden la creación de nuevos y mejores empleos, el próximo
gobierno tendrá que aplicar drásticos correctivos que no suelen ser bien
recibidos por los sectores más vulnerables que protestan cuando el costo del
ajuste se recarga sobre el ingreso de los hogares, dando origen a una ola de
protestas y crisis de gobernabilidad, tal como ha pasado en otros países. Para contribuir a un buen arranque del nuevo
período presidencial, el Gobierno de
Enlace gestionará ante la comunidad internacional lo siguientes:
* Eliminación
inmediata de todas las sanciones económicas
* Devolución de los
activos de la República bloqueados en el exterior
* Acceso a los Derechos Especiales de Giro retenidos en
el FMI
* Recuperación de las reservas del BCV que permanecen
bloqueadas en el Banco de Inglaterra
* Reestructuración y rebaja de la deuda
externa
* Reinserción de
Venezuela en los mercados financieros internacionales
* Inversiones para
recuperar la industria petrolera y reactivar el aparato productivo
Independientemente de quien resulte ganador, el gobierno entrante en vez
de heredar una bomba de tiempo económica y social,
recibirá una economía desbloqueada y en franca recuperación, sin tener que
recargar los costos del ajuste sobre los sectores más vulnerables de la
economía y la sociedad.
Octavo. En caso de un cambio en el mando político, los candidatos
reconocemos que el nuevo presidente
tendrá que coexistir con una AN, los demás poderes públicos y la mayoría de las
gobernaciones y alcaldías que se mantendrán bajo el control del gobierno
saliente. Para poder gobernar, el nuevo mando tendrá que reconocer a su
adversario y hacer posible la cooperación y complementación entre los
diferentes poderes públicos y niveles de gobierno.
Noveno. De cara a las elecciones parlamentarias, de gobernadores,
alcaldes, legisladores regionales y concejales en 2025 –con
base en lo establecido en la Constitución, la Ley Orgánica de Procesos
Electorales y la asesoría de las organizaciones y observatorios electorales-, nos comprometemos a vigilar y
mejorar las siguientes condiciones y garantías electorales para poder celebrar
unos comicios a tono con los estándares internacionales:
* Definir con al menos 9 meses de
anticipación la fecha para la celebración de las elecciones parlamentarias y de
los comicios regionales y municipales de 2025.
* Levantar y erradicar las
inhabilitaciones administrativas que dejan fuera de la contienda electoral a
candidatos potencialmente ganadores.
* Cese de la judicialización e
intervención de los partidos políticos para que puedan resolver sus
controversias y conflictos internos con base en sus estatutos.
* Proceso
permanente de cedulación en todos los estados y municipios del país.
* Actualización
del Registro Electoral Permanente a través de jornadas especiales de
inscripción y actualización de datos.
* Desarrollo de las auditorías
previstas en el sistema electoral venezolano con la participación de los
actores políticos y la observación internacional.
* Garantizar amplia cobertura del
proceso electoral por observadores electorales, medios de comunicación
nacionales e internacionales, y redes sociales.
* Difusión
de narrativas para
promover la paz y un ambiente de competitividad fraternal que contribuya a un proceso
electoral pacífico y participativo, con respeto a los actores políticos y
reconocimiento de los resultados.
* Garantizar la seguridad, libertad
de circulación y reunión en todo el territorio nacional para los candidatos a
cargos públicos de elección popular.
* Promover el equilibrio en los
medios de comunicación públicos y privados para asegurar la igualdad de
oportunidades a todos los candidatos en la difusión de su oferta electoral.
Décimo. En el caso de los funcionarios públicos que temen ser víctimas de una ola de
despidos masivos por haber sido parte del gobierno anterior, podrán optar a ser
ratificados en sus cargos a través de concursos de credenciales, con base en su
formación académica, competencias técnicas y profesionales, y experiencia en el
ejercicio del cargo.
Décimo primero.
Nos comprometemos a mantener y perfeccionar los programas de ayuda y protección
social a los sectores más empobrecidos y vulnerables de la población para que
reciban con más frecuencia y en mejores condiciones la bolsa de comida, los
bonos monetarios y subsidios que reciben a través del Carnet de la Patria, los
beneficios de la misión vivienda, y demás
misiones y programas sociales que los favorecen y benefician.
Etapa III
REENCUENTRO Y RECONCILIACIÓN NACIONAL: DESPUÉS DEL
10 DE ENERO
Décimo segundo. Con el objetivo de poner en primer plano a las
víctimas del conflicto político entre febrero de 2014 y julio de 2024 que deben
ser reconocidas a través de un proceso de obtención de la verdad, justicia,
reparación de daños, no repetición y memoria histórica, nos comprometemos a
crear una Comisión de la Verdad
dedicada a compilar y analizar las denuncias, declaraciones e informaciones
relacionadas con la violencia política y las violaciones a derechos humanos.
Décimo tercero. También nos comprometemos a mantener y apoyar la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos de Naciones Unidas a fin de contribuir a recabar información sobre
violaciones de derechos humanos, y extender el mandato de la Misión Internacional
Independiente sobre Determinación de los Hechos en la República Bolivariana de
Venezuela.
Décimo cuarto. Reconocemos que la responsabilidad
internacional del Estado se compromete a través de la actuación individual de
los funcionarios y agentes que actúan en su representación, y por la omisión e
incumplimiento de su deber de investigar y sancionar abusos cometidos en su
jurisdicción. Una vez que se han agotado los recursos internos o que no ha sido
posible agotar los mismos, los mecanismos internacionales de justicia y de
derechos humanos tienen la facultad de determinar la responsabilidad
internacional del Estado por la violación de los tratados de derechos humanos
que les competen. La CPI es la que determina la responsabilidad penal
individual (no del Estado) y actúa como órgano internacional independiente bajo
el principio de complementariedad. Su jurisdicción es complementaria y no
sustituye a los Estados ni suple su deber de investigar, sancionar y reparar.
En el caso de Venezuela, las investigaciones y dictámenes de la CPI se debe a
que las víctimas no han podido agotar los recursos internos para lograr que se
haga justicia.
Décimo quinto. Atendiendo al
principio de complementariedad, para que la CPI y otras instituciones
internacionales encuentren probadas razones para considerar innecesaria su
actuación en Venezuela, hay que lograr el fortalecimiento y eficacia del Poder
Judicial. Con este fin, nos comprometemos a impulsar la reinstitucionalización
del Poder Judicial a través de concursos de credenciales para excluir de la
postulación a candidatos a jueces y magistrados que hayan tenido militancia
política partidista en los últimos diez años, o cargos en el Poder Ejecutivo
durante el período constitucional en curso. Estos avances le demostrarán a la
CPI y otros organismos internacionales que los tribunales nacionales actúan con
independencia y autonomía, y están en capacidad de investigar las
responsabilidades individuales por violación de derechos humanos y crímenes de
lesa humanidad.
Décimo sexto. Mientras se fortalece el Poder Judicial –y
para no caer en el silencio y el olvido que llevan a la
impunidad-, en consulta con expertos se promoverá la activación de mecanismos de Justicia
Transicional con apoyo internacional. El indulto, sobreseimiento de causa, reducción de
la condena o extinción de la acción penal será a favor de las personas
investigadas, imputadas, acusadas o condenadas como autores o partícipes en la
realización de hechos tales como:
1.
Instigación e intimidación pública, resistencia o
desobediencia a la autoridad.
2.
Rebelión civil, insubordinación y faltas al decoro
militar, conspiración y traición a la patria.
3.
Perseguidos y condenados por expresar opiniones
críticas contra el gobierno y otros poderes públicos, o por difundir imágenes y
mensajes considerados difamatorios u ofensivos en el ejercicio de la crítica a
las autoridades y funcionarios del Estado.
4. Haber
formado parte del gobierno interino, solicitado sanciones económicas, pronunciado
a favor del aislamiento internacional, la máxima presión posible y la amenaza
creíble contra Venezuela.
5. Participación
y apoyo en el intento de golpe militar del 30 de abril de 2019 y por haber
invocado una intervención militar externa a través del TIAR.
6. Usurpar cargos al extralimitar las funciones de la
AN-2015 y actuar como TSJ en el exilio.
7. Violaciones a la
libertad de expresión, a la organización política y a la participación
electoral.
8. Represión de protestas
políticas en contra del orden institucional y del gobierno establecido.
9. Violaciones de derechos
humanos civiles y políticos que no estén relacionados con la tortura ni con
tratos crueles, inhumanos y degradantes.
10. Actuaciones de los
organismos de seguridad del Estado al enfrentar la resistencia a la autoridad y
la rebelión civil o militar, que pudieran ser considerados infracciones a la
ley y dar lugar a juicios y condenas por parte de los órganos nacionales e
internacionales de justicia.
11. Hechos cometidos en el
ejercicio de la función de gobierno que han dado o pueden dar lugar a
investigaciones, imputaciones, acusaciones o condenas por parte de la Corte
Penal Internacional (CPI) y los órganos nacionales e internacionales de
persecución penal.
12. Acusaciones contra
dirigentes políticos, funcionarios del gobierno y otros poderes públicos que
derivaron en recompensas, órdenes internacionales de captura y amenazas de
extradición para ser sometidos a juicios y condenas.
Décimo séptimo. Con base en el artículo
29 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, quedan
exceptuadas de las medidas especiales de justicia transicional las violaciones a
los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad que comprometen la
responsabilidad internacional del Estado, y la responsabilidad penal
internacional individual por los delitos contemplados en el Estatuto de Roma. Estos
casos sólo
podrán ser juzgados en las instancias de la justicia ordinaria. En cualquier caso, el beneficio de las
medidas excepcionales de la justicia transicional estará siempre condicionado al esclarecimiento de la verdad, justicia, reparación de
daños, la no repetición de la tragedia, y la memoria histórica.
Décimo octavo. Los candidatos nos comprometemos a impulsar
la creación de un Fondo de Reparación de Daños a las víctimas
del conflicto -tales como presos y exiliados políticos; torturados, heridos
y familiares de manifestantes muertos en
las protestas- cuyas compensaciones podrán ser cubiertas con la liberación
de los recursos del Estado venezolano que permanecen inmovilizados en el
exterior. La gestión de este Fondo se hará con la activa participación y
supervisión de las organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos
humanos y las organizaciones de las víctimas de la violencia política.
Décimo noveno. A partir de la
correlación de fuerzas políticas que surja de las Parlamentarias de 2025, nos
comprometemos a concertar la reinstitucionalización
de los poderes públicos, tales como: el CNE, TSJ, CGR, DP y BCV, a fin de fortalecer
su autonomía, independencia y equilibrio a través de la designación de
rectores, magistrados, directores y funcionarios sin ningún tipo de vínculos
con los partidos políticos, y con base en las credenciales y meritocracia que
aseguren la imparcialidad y neutralidad de las instituciones del Estado
venezolano.
SOBRE LA LEGITIMACIÓN,
SEGUIMIENTO Y VERIFICACIÓN
Vigésimo: A partir de lo firmado en
este Pacto, los candidatos nos comprometemos a impulsar en la
Asamblea Nacional la aprobación de un Proyecto
de Ley sobre la Convivencia Pacífica y Garantías de No Persecución Política; y, con base en el artículo 73 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, someterlo a un referendo
popular aprobatorio.
Vigésimo primero. Los candidatos definirán un
mecanismo de seguimiento y verificación del Pacto de
Convivencia Pacífica. A tal
efecto, se designarán equipos de ambas partes que definirán
los principios y características del mecanismo. En la verificación se incluirá
la participación de actores y organismos internacionales.
En Caracas, a los XX días del mes
de XXXXX de 2024.
Suscriben el Acuerdo:
Nicolás Maduro |
Edmundo González |
Luís Eduardo Martínez |
Antonio Ecarri |
Enrique Márquez |
Benjamín Rausseo |
Javier Bertucci |
Claudio Fermín |
Daniel Ceballos |
José Brito |
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