viernes, 27 de septiembre de 2013

¿Quién salió ganando con la eliminación de los peajes?


Por: Víctor Álvarez R.

En todo país organizado, el mantenimiento de la infraestructura vial se financia con los  peajes. Y esto no es nada nuevo. Desde la época colonial y luego en la República, los caminos para tropas y carretas se construían bajo el régimen de concesión y se cobraba un  peaje por el paso de bestias de carga y de personas.

Amparados en las políticas de descentralización, muchas gobernaciones construyeron estaciones de peajes sin que nadie supervisara las obras ni la distancia entre una y otra. Así, en algunas regiones del país se pagaban más de 4 peajes en trayectos de menos de 30 Kms, cuando la normativa indicaba una distancia mínima de 80 kilómetros entre cada uno.

En el año 2008 se eliminó el cobro de peajes alegando que muchos no cumplían con la distancia mínima permitida entre ellos, que no había una vialidad alterna y gratuita, y que la recaudación no cumplía con el objetivo de mantener las vías en adecuadas  condiciones. Cinco años después, el sistema vial se encuentra en precarias condiciones y las actuales restricciones presupuestarias imponen un severo límite a las inversiones que se necesitan para superar el colapso del tráfico en las calles, avenidas, carreteras y autopistas, no solo en Caracas, sino en la mayoría de las ciudades del país.

Recientemente el Gobierno anunció la reactivación de los peajes a través de un Plan de Rehabilitación Integral, aclarando que sólo se cobrarán las tarifas al transporte de carga pesada, por ser el que más deteriora el asfalto de las vías. Sin lugar a dudas, una medida más que necesaria para aplicar mecanismos de control de peso y altura de los camiones de carga, en función de minimizar los daños a la infraestructura vial.

¿Cultura rentista o corresponsabilidad ciudadana?

Es propio de la cultura rentista exigir mejores vías con todos los servicios, sin mostrar la más mínima voluntad de aportar absolutamente nada. Estamos acostumbrados a responsabilizar al gobierno de turno de la precariedad del sistema vial, sin asumir la corresponsabilidad ciudadana de hacer aportes para mantener en buen estado las vías que todos utilizamos.

Si realmente se quiere mejorar la infraestructura del tránsito terrestre a lo largo y ancho del territorio nacional, todos los usuarios estamos llamados a colaborar. Además de mejores vías, queremos también vigilancia, zonas de atención a los usuarios, servicios de grúas, sanitarios higiénicos, ambulancia, etc. En lugar de esperar que hasta esto lo pague el petróleo, debemos estar conscientes de la obligación de contribuir a generar los recursos necesarios para financiar estos proyectos de inversión. Es así como se construye una sociedad solidaria, basada en los principios de cooperación y reciprocidad.

Buena parte de los fondos que se requieren se pudieran generar a través de la reactivación de los peajes y del ajuste del precio de la gasolina. Estas medidas generarían suficientes fondos para ampliar y mantener en buen estado la vialidad local en cada estado o municipio, la cual no es competencia del Gobierno central.

Recursos para la gestión municipal y comunal

A raíz de la eliminación del Fides, las gobernaciones y alcaldías perdieron una importante fuente de recursos que no ha sido debidamente resarcida con las transferencias del Fondo de Compensación Interterritorial. Con la eliminación de los peajes, los gobiernos regionales perdieron una fuente de ingresos propios para mantener el sistema vial. Se esperaba que el Gobierno central asumiera su mantenimiento, pero las vías siguen llenas de huecos, sin iluminación, señalización, ni los servicios básicos que requiere el usuario. 

Por utilizar las autopistas, en Europa se cobra 0,10 euros/km y en EE.UU. entre 0,08 $/milla. Si en Venezuela se reactiva el cobro de peajes aplicando tasas solidarias, se pudiera cobrar 0,125 Bs/km. O sea, una locha por kilómetro de recorrido. Así, entre dos peajes separados por un tramo de 80 Kms, se pagarían solo Bs. 10, contribuyendo a generar los recursos que se necesitan para mantener la vía en adecuadas condiciones. De esta forma, un tramo de 80 Kms por el que transiten 50 mil vehículos diarios x Bs. 10 el peaje x 365 días al año, generaría más de Bs. 500 millones al año, cantidad más que suficiente para mantenerlo en buen estado y, adicionalmente, ofrecer todos los servicios requeridos.
Llenar un tanque de 60 litros de gasolina en la mayoría de los países cuesta $ 60. En Venezuela circulan más de 4 millones de vehículos y en promedio cada uno paga menos de un dólar por llenar el tanque. Si reponen combustible una vez a la semana, el subsidio llega a $ 3.000 por vehículo al año, para un monto superior a los $ 12 mil millones anuales. Al igual que lo que acabamos de plantear con la reactivación de los peajes, parte de los recursos que se obtengan del aumento de la gasolina deberían ser administrados directamente por los gobiernos locales y el poder comunal, con el fin de invertirlos en la modernización de la infraestructura de tránsito terrestre y en la ampliación de la red de transporte urbano. A los municipios y gobernaciones que no cuentan con suficiente presupuesto para mantener en buenas condiciones las calles, avenidas y carreteras inter-comunales, les vendría bien no solo reactivar los peajes, sino también sincerar el precio de la gasolina para reorientar un porcentaje de estos recursos al mantenimiento del sistema vial.  

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