Por: Víctor Álvarez R.
A raíz del reciente informe sobre el
desempeño del PIB, el Presidente Nicolás Maduro planteó que el BCV debe incluir
la economía comunal en la metodología que usa para medir la economía, de tal
forma que este sector haga sentir su aporte en la construcción del nuevo modelo
productivo.
Cada vez
que el BCV publica su informe y la economía crece, celebramos el acierto de la
política económica y la fortaleza de la economía venezolana. Pero pocas veces
reparamos en la naturaleza de ese crecimiento. Dice el Informe del BCV que el
PIB creció 2,6 % en el segundo trimestre. Si bien este dato agregado despeja
las dudas sobre la “inminente recesión” anunciada por los profetas del
desastre, hay otros datos que es necesario revisar para profundizar las
tendencias positivas y corregir a tiempo comportamientos no deseados en la
dinámica económica.
Al poner
la lupa sobre el Informe del BCV, nos damos cuenta que el crecimiento del
sector financiero y del comercio importador es mucho mayor que la evolución de
los sectores productivos. El Informe revela que las finanzas crecieron 24,3%, las
importaciones públicas 25%, las privadas en 9,6%, mientras las exportaciones no
petroleras cayeron 20,6%. Esto indica un creciente peso del comercio importador
y los servicios financieros especulativos, y una caída del peso relativo de la
agricultura y la industria en la conformación del PIB, sectores de los cuales
depende el logro de la soberanía productiva.
Si bien, en el diálogo impulsado con el sector
privado se reconoce que apostar a la desaparición de la economía capitalista,
sin haber creado antes la nueva economía comunal, es el atajo perfecto para
quedar atrapados en un círculo vicioso de caída de la producción, escasez,
acaparamiento, especulación, inflación, desempleo y creciente malestar social,
esto no significa que se renuncie o posponga el objetivo de impulsar la
construcción de un nuevo modelo productivo.
La transformación económica planteada en Venezuela tiene
dos ejes claves. 1) La creación de nuevas relaciones de poder a través del
desarrollo de innovadoras formas de propiedad social y comunal. 2) La
transformación del capitalismo rentístico e importador en una nueva economía
diversificada, capaz de sustituir importaciones y aumentar las exportaciones
para reducir la dependencia del petróleo.
Más que la simple reactivación de la economía, el
Gobierno debe buscar la transformación del capitalismo rentístico en un nuevo
modelo productivo, con una eficaz participación de los trabajadores directos y
de la comunidad organizada. Lograr esta transformación exige una profunda
revisión y rectificación de la política económica, para dar paso a una nueva
estrategia que reimpulse y transforme la dinámica económica interna, en función
de lograr los objetivos de la soberanía productiva y empoderamiento popular. En
adelante, la reactivación económica es un proceso que debe estar sincronizado
con la transformación estructural en función de sustituir el orden viejo,
explotador del ser humano y depredador de la naturaleza, por otro orden capaz
de erradicar las causas estructurales del desempleo, la pobreza y la exclusión
social.
Es mas facil importar que
ResponderEliminarrectificar
Para los que tienen el poder de decidir el rumbo de nuestra economía, es más fácil y lucrativo importar. No les interesa opiniones tan valiosas como la suya.
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