Víctor Álvarez R.
Nueva Política Industrial
El presidente de la
República, Nicolás Maduro,
anunció la creación de una Comisión de
Alto Nivel para reactivar la industria y sustituir importaciones. Los actuales problemas de escasez plantean
una vez más la necesidad de retomar la vieja idea de la industrialización para
satisfacer las necesidades de la población.
La conformación del PIB venezolano es muy precaria,
con una baja contribución de la agricultura y la industria, sectores clave para
lograr la soberanía productiva. La agricultura apenas aporta el 4 % del PIB,
cuando debería estar en al menos 12 %, si se quieren lograr los objetivos de
soberanía alimentaria. La industria aporta 13 % del PIB, cuando los estándares
internacionales concuerdan que la manufactura debería contribuir al menos con
20 % del PIB para considerar que un país se ha industrializado. Transformar la
economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo exportador
requiere una nueva política industrial que se plantee al menos 5 objetivos básicos:
1. Reactivación industrial: reducir la capacidad
ociosa hasta aprovechar el 100 % de la capacidad industrial instalada, con el
consiguiente efecto multiplicador sobre otros sectores proveedores y
distribuidores.
2. Reconversión industrial: modernizar la industria y
fortalecer sus capacidades tecnológicas e innovativas para lograr mejoras en la
productividad, calidad y competitividad.
3. Reindustrialización: para incrementar la
densidad industrial de 0.25 a 1 establecimiento manufacturero por cada 1.000
(mil) habitantes y así elevar el aporte de la manufactura al PIB de 13 % a 20 %.
4. Refinanciamiento: pagar con bonos de la
República y Pdvsa la deuda en divisas que Cencoex tiene con diferentes sectores
de la industria, los cuales serían vendidos por ésta para cubrir requerimientos
de insumos importados.
5. Relocalización industrial: incentivos para estimular
nuevas inversiones en las zonas económicas especiales y regiones con un PIB por
debajo de la media nacional.
El Gobierno puede armar una poderosa política industrial si hace un uso
inteligente de la amplia cama de incentivos de política económica que hasta
ahora han sido poco aprovechados. El primer paso es la unificación cambiaria a un
nivel que exprese la verdadera productividad del aparato productivo nacional y
evite el fenómeno de la sobrevaluación que ha causado el sesgo pro-importador y
anti-exportador de la economía venezolana.
Otros instrumentos de
política económica imprescindibles en una nueva política industrial son los
siguientes: racionalización del arancel de aduanas para proteger
el valor agregado nacional; incentivos fiscales con exoneraciones y rebajas de
ISR e IVA a la importación de maquinarias y tecnologías; incentivos financieros a través de préstamos
a largo plazo, bajas tasas de interés y garantías flexibles; compras gubernamentales que otorguen preferencia
a la producción nacional frente a las importaciones; mejora de la infraestructura y servicios de apoyo a la producción; suministro de insumos básicos en condiciones adecuadas de calidad,
cantidad, precio y condiciones de pago; reforma de la LOCTI que permita
la inversión directa de las empresas para mejorar productos y procesos productivos; formación y capacitación de los trabajadores; asistencia
técnica a las Pymes, así como apoyo a las exportaciones a través de inteligencia
comercial, financiamiento al exportador, y promoción de la oferta exportable en
los mercados del Alba y Mercosur. @victoralvarezr
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