viernes, 12 de agosto de 2016

A las puertas de la unificación cambiaria

Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias

En una economía que se ha contraído durante dos años consecutivos, la recaudación de ISR e IVA inevitablemente se ve afectada. Muchas empresas, lejos de generar ganancias, registran pérdidas y no aportan al fisco. Por otra parte, la necesidad de estirar los ingresos debido a la voracidad inflacionaria, induce a la informalización de la economía, fenómeno que se expresa en un creciente número de operaciones de compra-venta que se hacen sin factura para evitar el pago del IVA. Todo esto deprime el ingreso fiscal en términos reales.

El margen de maniobra para tapar el hueco fiscal se reduce y la única opción que le está quedando al gobierno es vender más caro la menguada renta petrolera. Así, la unificación cambiaria deviene como una medida inevitable para evitar el naufragio fiscal del gobierno. Distintos voceros del oficialismo vienen preparando el terreno y han señalado la  necesidad de simplificar la política cambiaria. Si bien se está a las puertas de la unificación de las tasas de Dipro y Dicom, mientras persista el control de cambios, la coexistencia de una sola tasa de cambio oficial con el dólar paralelo seguirá siendo un incentivo perverso para los especuladores cambiarios y corruptos que ya saben cómo capturar la divisa oficial para después venderla más cara.   

Dipro insostenible para Pdvsa

Ante la debacle de los precios del petróleo, la irracionalidad de la tasas Dipro recae con toda su fuerza sobre Pdvsa. Si los precios del petróleo logran estabilizarse en torno a los 40 $/b, pero la compañía petrolera es obligada a vender buena parte de su ingreso en divisas a la tasa de 10 Bs/$, eso quiere decir que por cada barril de petróleo de 159 litros, Pdvsa apenas obtiene 400 Bs/b. Es decir, apenas 2,5 Bs/litro de petróleo. Por eso, al convertir a la tasa Dipro su ingreso en dólares a bolívares, estos no le alcanzan para pagar una nómina de más de 140 mil trabajadores, honrar sus deudas con proveedores y contratistas, transferir aportes a los programas sociales y mantener al día las obligaciones con el fisco. Y, justamente, eso es lo que la lleva a endeudarse con el BCV.

Unificar el régimen de cambios múltiples en torno a la tasa Dicom (que al momento de escribir este artículo había alcanzado los 569 Bs/$) generaría suficientes bolívares para que Pdvsa pueda pagar la nómina y honrar todas sus deudas y compromisos. Esto eliminaría la presión que se ejerce sobre el BCV, el cual es obligado a realizar desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo para financia el déficit de Pdvsa y otros entes públicos, cuestión que se ha convertido en el principal factor propagador de la inflación.

¿Por qué no se termina de tomar la medida?

Una de las razones por las cuales el gobierno teme unificar el régimen de cambios múltiples es por el supuesto impacto inflacionario que le atribuye a esta medida. Según cálculos de Econométrica, la tasa de inflación interanual abril 2015-abril 2016- cerró en 412,2%, lo cual deja en evidencia que el supuesto impacto antiinflacionario de mantener una tasa Dipro de 10 Bs/$ para las importaciones de alimentos y medicinas no funciona y solo representa un perverso incentivo para los especuladores cambiarios y corruptos.

Adicionalmente, el derrumbe de los precios del petróleo agravó la escasez de divisas y determinó que muchas importaciones previstas a la tasa Dipro migraran a la tasa Dicom y dólar paralelo. Ante la certeza de que tarde o temprano esta migración a una tasa de cambio mayor se concretaría para el resto de los rubros, como en efecto ocurrió, el precio de los productos importados a tasa preferencial tendieron a calcularse con base en el dólar paralelo, anulando así el efecto antiinflacionario que se buscaba con la tasa de cambio protegida.  

Pero el rígido dogma económico que domina la interpretación oficial atribuye al ajuste cambiario un falso impacto inflacionario, cuando lo cierto es que éste ya ha sido absorbido y prácticamente no hay precio alguno que se calcule con base en la tasa Dipro. Y ni siquiera a la de Dicom, porque el proceso de formación de precios se ha desquiciado hasta quedar gobernado por lo que indique el paralelo.

Incentivos a la corrupción

La enorme diferencia entre las tasas Dipro y Dicom no deja de crecer y actualmente es de 64 veces. Esto degenera en un perverso estímulo a la especulación cambiaria  y la corrupción, sobre todo si se tiene en cuenta que la brecha con el paralelo supera las 100 veces. Esto exacerba una demanda artificial que entorpece la administración racional de las divisas y estimula toda clase de delitos cambiarios. Unificar el régimen de cambios múltiples en una sola tasa de cambio aliviará las finanzas de Pdvsa, corregirá estas graves distorsiones y permitirá calcular el PVP con base en una tasa de cambio considerablemente menor. Esto se traduciría en una desaceleración del ritmo inflacionario e, incluso, del nivel de precios que actualmente han alcanzado muchos productos.

Lejos de desquiciar los precios, la unificación cambiaria erradicaría la práctica de recibir dólares preferenciales Dipro para después fijar el PVP con base en el dólar más caro de Dicom o el paralelo. También eliminaría los incentivos a los especuladores que desfalcan al país a través de empresas de maletín que no importan los productos para los cuales se le asignan los dólares preferenciales. Por si fuera poco, se le daría un duro golpe a los corruptos que manejan las redes de bachaqueros y del contrabando de extracción de los productos subsidiados que se importan con la tasa Dipro. Lo realmente antipopular no es tomar las medidas para estabilizar la economía, sino mantener la inacción que agrava los flagelos del contrabando, escasez y especulación que atormentan y azotan a la población. @victoralvarezr

No hay comentarios:

Publicar un comentario