Víctor
Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
El pasado mes de junio la Unasur entregó al Gobierno un
diagnóstico de la economía venezolana con recomendaciones para su estabilización
y reactivación. El propio ex-presidente Leonel Fernández adelantó tres de
las recomendaciones principales: unificación cambiaria, subsidios directos a
los consumidores y un plan de abastecimiento de alimentos y medicinas.
Este documento fue elaborado por un grupo de
economistas entre los que se encuentra Francisco Rodríguez, quien renunció
al cargo de Economista Jefe de la Región Andina del Bank of America para formar parte de
los asesores de la Unasur.
En este rol se ha reunido con
el vicepresidente para el área económica, Miguel Pérez Abad,
con el asesor español, Alfredo Serrano Mancilla y con el propio presidente, Nicolás Maduro,
para explicar los alcances del Plan
de Estabilización que contempla medidas como la unificación cambiaría, el aumento del
precio de la gasolina, la eliminación de los fondos
parafiscales, la sustitución de subsidios indirectos por subsidios directos a
la población, así como estrategias para mejorar el abastecimiento de alimentos
y medicinas.
Francisco Rodríguez es partidario de un debate abierto con todos los sectores
del país sobre las propuestas hechas por Unasur, tal como lo escribió
en un artículo publicado en Prodavinci: “Dada la gravedad de la crisis económica
venezolana y la existencia de un debate abierto en torno a la
búsqueda de soluciones para esta crisis, sugiero que el gobierno venezolano
haga público el contenido del informe de Unasur, para que la sociedad pueda
debatir las soluciones y contrastarlas con el curso actual de las políticas así
como con las recomendaciones de otros especialistas. Publicar el informe de
Unasur e invitar a un debate público sobre sus recomendaciones ayudaría a
marcar una enorme diferencia con la forma en la que en el pasado se han
discutido los cambios en política económica”.
Pero no solo el Gobierno está llamado a promover un
debate transparente sobre la política económica, también las fuerzas políticas
de la Oposición deben hablarle claro al país sobre las medidas que
implementarían para sacar al país de la crisis, sin que sean los más pobres los
que paguen el costo del ajuste. Sin acuerdos políticos, ni este ni otro
gobierno podrá enderezar el rumbo de la economía. Para crear los grandes
consensos que se necesitan, es imprescindible abrir un espacio de diálogo y
debate transparente en el que se consideren los pro y contra de las diferentes propuestas
que están en el ambiente, entre las cuales podemos mencionar las de Unasur, Foro
Qué Hacer, Asamblea Nacional, Universidad de Harvard y otros economistas
venezolanos que han hecho importantes aportes para un Programa de Estabilización
Económica con Bienestar Social.
El Foro Qué Hacer, promovido por el exministro Felipe Pérez Martí, a
través de un amplio debate avanza en la formulación de un programa económico
que logre al menos tres condiciones clave para sacar al país de la crisis:
liquidez, solvencia y confianza. Saliéndole al paso a la fatalidad de algunos
economistas que sentencian la inevitabilidad de medidas draconianas y
antipopulares, el Foro Qué Hacer argumenta que, lejos de un ajuste contractivo,
todavía hay margen de maniobra para ejecutar un ajuste expansivo. Aseguran
que un programa económico bien llevado -antes que cargar los costos del ajuste
a la población vulnerable-, al erradicar las causas que generan la escasez, el
acaparamiento, la especulación y la inflación, lograría una considerable
recuperación del poder de compra de los asalariados y una mejora de la calidad
de vida de la población.
La Comisión de Finanzas de la AN realizó una
serie de consultas para elaborar un cuerpo básico de propuestas a ser
presentadas al Gobierno y al país para superar la crisis, promover el
crecimiento económico sostenido, bajar la inflación y mejorar la inclusión
social. Este proceso de consultas fue coordinado por el diputado José Guerra,
quien sistematizó para su análisis y debate las 10 propuestas más importantes
para detener el deterioro, superar la crisis económica y evitar un mayor
impacto social. Son propuestas sensatas y viables para elevar la calidad del
diálogo político y crear los consensos entre los poderes ejecutivo y
legislativo en función de acordar un Programa
Básico de Estabilización Económica y una Agenda Legislativa para la
Reactivación Productiva.
Ricardo Hausmann dirige a un grupo de economistas en el
Centro para el Desarrollo Internacional (CID) de la Universidad de Harvard cuyo
objetivo es generar información útil para diseñar políticas que ayuden a superar
la crisis. Importante contribución si se tiene en cuenta la escasez de información
actualizada sobre las cuentas nacionales por parte del INE, BCV, Ministerio de Finanzas y otras dependencias
oficiales que dificultan la rendición de cuentas y la auditoría social: ¿En qué
se invirtieron los 650 millardos que el Gobierno afirma destinó a la inversión
social? ¿Cuáles fueron los proyectos financiados con los 140 millardos del
Fonden? ¿Qué se ha hecho con los 54 millardos del Fondo Chino?, son preguntas
recurrentes que todos los analistas económicos se hacen sin poder responderlas
con base en información oficial, oportuna, veraz y confiable.
Cualquiera sea el programa
económico que pueda consensuarse, éste requerirá financiamiento. Venezuela no
es un país quebrado, tiene las reservas petroleras más grandes del mundo, además
de importantes yacimientos de oro, diamantes, coltán, hierro, etc. que ayudan a
su percepción como un país solvente, con capacidad de pago a futuro. El
problema es la liquidez de corto plazo que se requiere para cubrir las
importaciones, pagar oportunamente la deuda externa comercial y financiera, y
cancelar las indemnizaciones ratificadas por el CIADI.
Superar la crisis de liquidez
pasa por construir los acuerdos políticos que permitan concretar alternativas
de financiamiento fresco, tanto en el FMI como en los mecanismos de
financiamiento bilateral, quienes exigirán un programa de estabilización
económica viable y creíble. Y armar este programa requiere una visión
compartida sobre la naturaleza y magnitud de los desequilibrios macroeconómicos,
un diagnóstico común sobre los problemas de la balanza de pagos, la naturaleza
del déficit fiscal, la estructura de deuda externa, las causas técnicas,
económicas, financieras y geopolíticas de la caída en la producción de Pdvsa,
las distorsiones de los precios, etc. A la luz de un conocimiento económico
riguroso será posible construir los consensos políticos que faciliten el diseño
y ejecución de las políticas y estrategias para superar la crisis. @victoralvarezr
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