Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias
En
cuatro meses el tipo de cambio Dicom se ha devaluado 210%, al pasar de 206 Bs/$ hasta 642. Pero después de este
ascenso continuo, en los últimos días el tipo de cambio Dicom reflejó varios
altibajos atribuidos a un intento del Gobierno por desacelerar su impetuosa alza
y morigerar la inflación.
Según
los datos del BCV, en junio Simadi/Dicom
liquidó un promedio de 7,6 millones $/día, lo que representa un aumento de 95%
en comparación con mayo. Pero a pesar de este aumento, el porcentaje
de divisas liquidadas a través de este mecanismo apenas llega a 10 %, mientras
que el 90 % se sigue liquidando por el sistema administrado Dipro con lo ruinoso que resulta para Pdvsa en particular, y el fisco en general.
¿Por qué se soltó el Dicom?
En una
economía que se ha contraído durante dos años consecutivos, la recaudación de
ISR e IVA inevitablemente se ve afectada. Muchas empresas registran pérdidas y no aportan al fisco. Por otra
parte, la necesidad de estirar los ingresos debido a la voracidad inflacionaria,
induce a la informalización de la economía, fenómeno que se expresa en un
creciente número de operaciones de compra-venta que se hacen sin factura para
evitar el pago del IVA. Todo esto afecta la recaudación y deprime el ingreso
fiscal en términos reales.
El margen de maniobra para tapar el hueco fiscal se reduce y la única opción
que le está quedando al Gobierno es vender más cara la menguada renta petrolera.
Así, la venta de un creciente porcentajes de petrodólares a la tasa
Simadi/Dicom deviene como un alivio a las precarias finanzas de Pdvsa y la
unificación cambiaria surge como el salvavidas para evitar el naufragio fiscal
del gobierno.
Dipro insostenible para Pdvsa
Ante el
estancamiento de los precios del petróleo, la irracionalidad de la tasa Dipro destroza
las finanzas de Pdvsa. Si los precios del petróleo logran estabilizarse en
torno a los 40 $/b, pero la compañía petrolera es obligada a vender más del 90%
de su ingreso en divisas a la tasa de 10 Bs/$, eso quiere decir que por cada
barril de petróleo de 159 litros, Pdvsa apenas obtiene 400 Bs/b. Es decir, solo
2,5 Bs por litro de petróleo, menos de lo que cuesta un caramelo. Por eso, al
convertir el 90 % de su ingreso en divisas a la tasa Dipro de 10 Bs/$, los
bolívares que recibe no le alcanzan para pagar una nómina de más de 140 mil
trabajadores, honrar sus deudas con proveedores y contratistas, transferir
aportes a los programas sociales y mantener al día las obligaciones con el
fisco. Y, justamente, eso es lo que lleva a Pdvsa a endeudarse con el BCV.
Unificar el
régimen de cambios múltiples en torno a la tasa Dicom (que al momento de
escribir este artículo había alcanzado los 642 Bs/$) generaría suficientes
bolívares para que Pdvsa pueda pagar la nómina y honrar todas sus deudas y
compromisos. Esto eliminaría la presión que se ejerce sobre el BCV, el cual es
obligado a realizar desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo para financia
el déficit de Pdvsa y otros entes públicos, cuestión que se ha convertido en el
principal factor propagador de la inflación.
Al recoger más
bolívares de los que ya circulan por cada petrodólar vendido a una tasa de
cambio mayor, el impacto antiinflacionario sería más eficaz. Más que obstinarse
en su intento fallido y vano de pulverizar el paralelo acercándolo a la tasa
Dipro, a Pdvsa y el Gobierno le convienen cada vez más unificar el régimen de
cambios a un nivel lo más cercano posible al dólar paralelo.
¿Por qué no se termina de tomar la medida?
Una de las razones por las cuales el gobierno teme unificar el régimen
de cambios múltiples es por el impacto inflacionario que le atribuye a esta
medida. Pero según el Cendas, la Canasta Alimentaria Familiar se ubicó
en junio en Bs. 277.432,88, un aumento de 22,5% en comparación con mayo de 2016
y 766,3% entre junio de 2015 y junio de 2016. Esta tasa de inflación intermensual superior a 20 % evidencia
que la contención de la inflación que se le atribuye a Dipro no funciona.
El derrumbe de los precios del petróleo agravó la escasez de divisas y
determinó que muchas importaciones previstas a la tasa Dipro migraran a la tasa
Dicom y dólar paralelo. Ante la certeza de que tarde o temprano esta migración
a una tasa de cambio mayor se concretaría para el resto de los rubros, como en
efecto ocurrió, el precio de los productos importados a tasa preferencial tendieron
a calcularse con base en el dólar paralelo, anulando así el efecto
antiinflacionario que se buscaba con la tasa de cambio protegida.
Las creencias limitantes que marcan la
interpretación oficial atribuyen al ajuste cambiario un impacto inflacionario que
ya se ha producido y prácticamente no hay precio alguno que se calcule
con base en la tasa Dipro, porque el proceso de formación de precios es gobernado
por lo que indique el paralelo.
Incentivos a la corrupción
La enorme diferencia entre las tasas Dipro y Dicom no deja de crecer y
actualmente es de 64 veces. Esto degenera en un perverso estímulo a la
especulación cambiaria y la corrupción,
sobre todo si se tiene en cuenta que la brecha con el paralelo supera las 100
veces. Unificar el régimen de cambios en una sola tasa de
cambio aliviará las finanzas de Pdvsa, corregirá estas graves distorsiones y
permitirá calcular el PVP con base en una sola tasa de cambio considerablemente
menor. Esto se traduciría en una desaceleración del ritmo inflacionario e,
incluso, del nivel de precios que han alcanzado muchos productos.
Lejos
de atizar la inflación, la unificación cambiaria erradicaría el delito de
recibir dólares preferenciales Dipro para después fijar el PVP con base en el
dólar más caro de Dicom o el paralelo. También eliminaría los incentivos a los
especuladores que desfalcan al país a través de empresas de maletín que no
importan los productos para los cuales se le asignan los dólares
preferenciales. Así se le daría un duro golpe a los corruptos que manejan las
redes de bachaqueros y del contrabando de extracción de los productos subsidiados
que se importan con la tasa Dipro. @victoralvarezr
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