miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Inflación o especulación?

Por: Víctor Álvarez R.

No hay que confundir inflación con especulación. La inflación es un fenómeno económico que se manifiesta en un alza generalizada de los precios, causada por un aumento en los componentes del costo de producción o por una expansión de la demanda, debido al aumento del consumo privado o del gasto del gobierno. Mientras que la especulación es una práctica ilegal y focalizada, que se concreta en la venta por encima del precio controlado, o en fraudes cometidos con el fin de obtener ganancias exorbitantes.

Cuando se producen aumentos de salarios, incremento en el valor de las materias primas, alza en las tasas de interés o en los fletes de transporte, hay una presión inflacionaria toda vez que este incremento en los costos termina trasladándose a los precios. Pero cuando una empresa que recibe dólares preferenciales crea empresas en el país o en el exterior para simular que son sus proveedoras, y a través de esa triangulación importa con sobreprecio, no ingresa al país el equivalente al monto de dólares que recibió, y fija el precio con base en el dólar paralelo para obtener ganancias exorbitantes, está cometiendo un delito de especulación y fraude a la Nación.

En el 2013 se observaron graves desajustes en la economía, tales como: creciente brecha entre la tasa de cambio oficial y la extraoficial, productos importados con dólar preferencial que se vendían a un precio calculado con el dólar paralelo, caída de la producción, desabastecimiento, escasez, acaparamiento y especulación, todo lo cual llevó a un alza inusitada de los precios de 56,2%, la cual pudo haber sido aún mayor. De hecho, en el marco del operativo a finales de 2013, el gobierno de calle inspeccionó una gran muestra de establecimientos, comprobando escandalosas ganancias y obligando a una reducción de los precios que se tradujo en una significativa desaceleración del INPC: octubre 5,1%, noviembre 4,8% y diciembre 2,2%. La proyección de octubre habría llevado la variación de precios a 6% y más en los meses subsiguientes, pero las medidas de inspección permitieron revertir esta tendencia. Estos resultados reforzaron la convicción y necesidad de intensificar la fiscalización y control, razón por la cual se dictó la Ley de Precios Justos y se creó la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDEE), como un nuevo intento del gobierno para enfrentar la inflación, la especulación y proteger el poder adquisitivo de los salarios.

La SUNDEE puede enfrentar la especulación y demás delitos tipificados en la ley, pero para derrotar la inflación se requiere estimular la inversión productiva y generar una abundante oferta de bienes y servicios que ayuden a satisfacer las crecientes necesidades de la población. La estrategia anti-inflacionaria implica corregir el déficit fiscal, evitar la emisión de dinero sin respaldo y fijar una tasa de cambio que exprese la verdadera productividad del aparato productivo. Solo así se podrán superar los desequilibrios macroeconómicos que causan y propagan la inflación, desestimulan la producción nacional y generan desabastecimiento y escasez, caldo de cultivo perfecto para que proliferen las perversas prácticas del acaparamiento y la especulación. @victoralvarezr

1 comentario:

  1. ¿Entonces usted considera que, aparte de la especulación, realmente existe una inflación producto de situaciones económicas negativas realmente existentes en el país?¿Piensa que el Gobierno podrá hacer lo que le toca,para solucionar esa inflación,aparte de la labor de control de delitos que le corresponde a la SUNDEE?

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