miércoles, 5 de marzo de 2014

La ninfomanía del dólar


Por: Víctor Álvarez R.

La ninfomanía del dólar, es una adicción al dólar preferencial -que suministraba antes Cadivi y ahora Cencoex- para realizar las importaciones esenciales que necesita el país, pero que ha devenido en una demanda insaciable de divisas a la tasa oficial, para luego revenderlas lo más caro que se pueda a través de las más asombrosas modalidades de ilícitos cambiarios.

La política cambiaria se ha basado en anclar el precio oficial de la divisa durante varios años. Mientras el dólar preferncial se mantiene fijo, la cotización del paralelo ha llegado a sextuplicar la tasa de cambio oficial. Ante semejante incentivo, empresarios, instituciones y ciudadanos de a pie se lanzan tras la captura de un cupo de Cadivi/Cencoex. La autorización para abrir cuentas en dólares y la emisión de bonos de la deuda que se pagan en bolívares, pero que al vencerse se cobran en dólares, ha contribuido a la cultura de la dolarización y a exacerbar el cadivismo, al extremo que -según datos del BCV-, los activos privados de origen venezolano en el exterior ascendieron a $ 160.000 millones al cierre de 2012.

Estos incentivos, aunado a la rigidez de la política cambiaria, recrudecen la demanda de dólares que se depositan en la banca internacional, a la espera de las cuantiosas ganancias que se amasan con cada devaluación. A pesar de las urgentes necesidades de divisas que tiene el país, no hay incentivos para la repatriación de los miles de millones de dólares de origen venezolano que se mantienen en el exterior. Y así, todo el peso de atender las importaciones imprescindibles para el buen funcionamiento de la economía, recae sobre las reservas internacionales que se suministran a través de Cadivi/Cencoex.

Mientras la tasa oficial se mantenga fija y la brecha con el paralelo crezca cada vez más, se exacerbará la insaciabilidad de un dólar subsidiado. Por eso, la posibilidad real de superar el cadivismo y profundizar la transformación de una economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo exportador requiere una profunda revisión y rectificación de la política cambiaria. Anclar la tasa oficial para luego aplicar maxidevaluaciones de 100% y 46,5% solo favorece a quienes tienen miles de millones de dólares depositados en el exterior. Las maxidevaluaciones atizan la inflación que devora la capacidad adquisitiva de los trabajadores que viven de un ingreso fijo; y, al dejar anclado nuevamente el tipo de cambio en un contexto inflacionario, tampoco se contribuye a fortalecer la competitividad cambiara de las exportaciones, ni a mejorar el déficit fiscal.

La crítica al cadivismo, (así también se le llamó a la ninfomanía del dólar), como expresión de la cultura rentista tiene que abrirle paso a una nueva política cambiaria dinámica y flexible, que cierre la brecha con el mercado paralelo y logre la estabilidad de la tasa de cambio. Es así como se podrá alcanzar un precio del dólar que exprese la verdadera productividad de la economía, estimule la repatriación de capitales, la sustitución de importaciones y la diversificación de las exportaciones no petroleras, de tal forma que la única fuente de divisas no sea la pública, sino que surja una oferta privada que alivie las presiones que antes cayeron sobre Cadivi y actualmente recaen sobre Cencoex.  @victoralvarezr

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