lunes, 24 de marzo de 2014

Propuesta 2 a la CEP: reactivar mercado laboral privado para generar empleo productivo


Por: Víctor Álvarez R.

En el artículo anterior planteamos que -si de verdad se quiere priorizar la producción nacional e impulsar el tránsito de una economía rentística e importadora hacia un nuevo modelo productivo exportador-, resulta urgente y necesario un debate honesto sobre cuál debe ser el tipo de cambio que refleje la verdadera productividad del aparato productivo nacional, sin que el tratamiento de este asunto se tergiverse como la pretensión de aplicar una nueva devaluación que hará más pobres a los venezolanos.

En esta entrega presentaré una nueva propuesta para contribuir a lograr la paz laboral y propiciar un clima que ayude a recuperar el ritmo de la producción. Solo así se podrá ganar la batalla al desabastecimiento y la escasez. Sidor es un ejemplo patético de la tensión laboral que se impone superar para evitar interrupciones de la producción que, en el caso de la siderúrgica, causan la escasez de cabillas y acero que perjudica la fabricación de viviendas y la buena marcha de la industria nacional. En 2013 apenas se produjeron 1,4 millones de toneladas de acero, en comparación con los 4,3 millones que se alcanzaron en 2007, cuando Sidor tenía totalmente abastecido el mercado nacional. 

Inamovilidad laboral

Las disposiciones de la Ley del Trabajo y de los decretos de inamovilidad laboral tienen que ser de estricto cumplimiento por parte de la empresa. Esto no quiere decir que no se pueden flexibilizar los mecanismos para  mantener el nivel de empleo neto. Con este fin, trabajadores, empresarios y gobierno están llamados a evolucionar de la inamovilidad absoluta hacia un esquema de estabilidad numérica que -al flexibilizarse y permitir las sustituciones que estén plenamente justificadas- ayude no solo a mantener el mismo número de trabajadores en la empresa, sino incluso a aumentar la nómina.

Ausentismo laboral

Para derrotar la caída de la producción que genera desabastecimiento y escasez es necesario fortalecer la moral de trabajo y la disciplina laboral. Las ausencias imprevistas no se pueden sustituir y afectan la buena marcha de la producción. En condiciones de un creciente ausentismo es imposible aumentar la productividad. De allí la necesidad de lograr una unidad de criterios entre trabajadores, empresarios y gobierno sobre las  causas de este problema y convenir las medidas necesarias para superarlo.

Sin menoscabo de las reivindicaciones legítimas de los trabajadores, es equilibrado reconocer que la sumatoria de los reposos cortos por mes, más los reposos largos configuran un cuadro que perjudican la productividad del trabajo e inevitablemente repercute sobre la producción. Un paso de avance sería sincerar los reposos constantes y continuos a través de la declaración de incapacidad por parte del IVSS. En relación con los trabajadores en condición de vigilancia ocupacional, los cuales reciben la misma remuneración que los trabajadores activos, esta carga las pymes no la pueden sostener y debería ser asumida por la seguridad social.

 Garantizar seguridad en el trabajo

Los Delegados de Prevención tienen la delicada responsabilidad de hacer cumplir las disposiciones de seguridad y salud en el trabajo. De allí la importancia de los programas de INPSASEL para fortalecer la formación sobre sus deberes y responsabilidades, y evitar así transgresiones de la empresa o interpretaciones equivocadas por parte de los delegados que lleven a interrumpir la producción por razones de seguridad laboral, lo cual no hace más que agravar los problemas de desabastecimiento y escasez.

Contrato a tiempo determinado

Según el INE, la tasa de desocupación subió en enero a 9,5%. En un momento en que la desaceleración de la actividad económica pudiera llevar este indicador a más de 10%, urge retomar todas las estrategias posibles para recuperar el nivel de empleo productivo. Con este fin, hay que sincerar la figura del contrato a tiempo determinado, al cual las empresas han renunciado debido a la práctica de reclamar el reenganche y el pago de salarios caídos, una vez que finaliza el tiempo de contratación. Por esta vía, en lugar  de favorecer la generación de nuevos puestos de trabajo, por el contrario se frenará la creación de más empelo y esta práctica se revertirá en contra de los trabajadores.

Ni tan calvo ni con dos pelucas

Ni explotación del trabajador ni anarquía sindical. Si se actúa de buena fe para erradicar las causas que están generando caídas de la producción, desabastecimiento y escasez, hay que atacar todas las acciones de sabotaje de quienes siguen apostando a empeorar el malestar social para generar una crisis de gobernabilidad que termine con el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro.

Lo de Sidor no es un caso aislado. Mientras la gerencia trata de reactivar la producción, el anarcosindicalismo paraliza las actividades argumentando retrasos en el pago de compromisos contractuales, sabiendo que la falta de recursos se debe precisamente a la caída en los ingresos que toda empresa sufre cada vez que es paralizada de manera arbitraria. Eso que pasa en Sidor ya ocurrió antes en Alcasa y se repite una y otra vez en no pocas empresas expropiadas y en muchas empresas privadas. En el caso de las empresas públicas, los conflictos laborales suele resolverse con un crédito adicional, más no ocurre así en las empresas privadas, donde la conflictividad laboral las podría llevar a la quiebra, con la consiguiente destrucción de miles de puestos de trabajo. 

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