viernes, 5 de febrero de 2016

¿Cómo controlar la inflación?


Víctor Álvarez R.
Premio Nacional de Ciencias

En el artículo 4 del Decreto de Emergencia Económica que no fue aprobado por la AN, el Gobierno planteó la posibilidad de controlar la libre circulación de efectivo, lo cual tendría un grave impacto sobre el funcionamiento del sistema de pagos y del sistema financiero. El Gobierno cree que controlando los retiros y transferencias bancarias podrá frenar el auge de los precios y proteger el poder de compra de la moneda nacional. No logra entender que el desequilibrio monetario que atiza la inflación se origina en el sometimiento del BCV a las exigencias de dinero que le impone el déficit de PDVSA y las empresas básicas. Se equivoca al creer que para proteger la moneda nacional basta con establecer límites a las transacciones en efectivo, cuando es el financiamiento monetario del déficit fiscal el principal factor propagador de la inflación en Venezuela. 

De insistir por esta vía, el pánico que generaría en las personas naturales y jurídicas podría conducir a un retiro masivo de depósitos, causando una grave crisis financiera que sería como un tiro de gracia a la maltrecha economía del país. Si el Gobierno insiste en controlar las operaciones bancarias estimulará retiros masivos y afectará el buen funcionamiento del sistema bancario. El acabose sería el estallido de una crisis financiera desencadenada por la incomprensión de las causas de la enfermedad y su empeño en atacar solo los síntomas, aplicando remedios que terminan siendo peor que la enfermedad. El récipe correcto está en la aplicación de los artículos 318 y 320 de la CRBV, que establecen claramente que el BCV no debería financiar el déficit de las empresas y entes públicos a través de la emisión de dinero sin respaldo.

Los precios del petróleo están por debajo de 25 $/b, pero el Gobierno mantiene la inercia de gastar con base en un petróleo a 40 $/b, que fue el precio estimado en el Presupuesto de 2016. Esta propensión a gastar más de lo que le ingresa anuncia otro año con un déficit fiscal superior al 10% del PIB. Lo más graves es que -a la luz de la última reforma a la Ley del BCV-, toda apunta que seguirá financiando este déficit a través de emisiones  de dinero sin respaldo. Con esta perniciosa práctica se agrava el desequilibrio entre el mercado monetario y el mercado de bienes y servicios. Por eso el ciudadano de a pie que sale al mercado con mucho dinero buscando bienes escasos, lo único que consigue es una mayor inflación.  

La inflación solo podrá controlarse a través del diseño y ejecución de políticas macroeconómicas y sectoriales coherentes que ofrezcan un ambiente propicio a la inversión productiva. La corrección de los desequilibrios fiscales, monetarios, cambiarios y de precios debe ser complementado con la ejecución de políticas agrícolas, industriales y tecnológicas que contribuyan a la reactivación, reconversión y reindustrialización de la economía nacional. Es así como aumentará la oferta de los bienes y servicios que son imprescindibles para satisfacer las necesidades básicas y esenciales de la población.

La unificación del régimen de cambios múltiples a un nivel que exprese la verdadera productividad del sector transable, particularmente de la agricultura e industria, propiciará la sustitución eficiente de importaciones por producción nacional. Una vez superados los problemas de escasez en el mercado interno, el incremento sostenido de la producción sustentará la diversificación de la oferta exportable como nueva fuente de divisas que compense el colapso del ingreso petrolero. @victoralvarezr   

No hay comentarios:

Publicar un comentario